Amar a un ser humano implica un profundo compromiso hacia el otro, que no todos alcanzamos a dimensionar. Pero ¿que es amar a un ser humano? (1/4)
Es común sentirse cómodo con lo familiar y acostumbrarse a vivir en esa zona que nos hace sentir seguros pero si deseamos crecer, la única manera de lograrlo es ir un poco más allá, un poco más cada día.
Creer en ti y en los demás, es fundamental para quien aspira a ejercer un verdadero liderazgo.
Algunas personas por estar enfocando su atención en lo que no tienen pierden de vista disfrutar lo que si tienen.
Sin darnos cuenta, dejamos que otros dirijan nuestra vida y a menos que tomemos consciencia y decidamos dirigirla nosotros mismo, seguiremos siendo marionetas de los demás, respondiendo a sus intereses y a sus deseos.
A su manera, Va Gogh nos habla de lo importante que es el amor en la vida de los seres humanos.
Aunque existen frases que al leerlas puedan ser estimulantes, la realidad es que sólo la acción produce resultados.
No temas mostrar tu sensibilidad, no tiene por que sentirte culpable por ello.
No renuncies a ser quién eres, exprésate, deja que el mundo sepa de ti.
Todos los días tenemos oportunidad de disfrutar lo que la vida nos ofrece, pero es importante ser conscientes de las oportunidades que nos ofrece para poder disfrutarlas.
Nada en la vida es eterno, lo malos momentos también pasarán. Ten paciencia.
A veces vivimos adormecidos y se nos escapa la vida, tristemente hay quien se da cuenta de ello cuando queda poco tiempo por vivir.
La sociedad y nuestro sistema educativo se encarga de ir ahogando nuestra esencia buscando uniformarnos y caminar de la manera en que a ellos les interesa y le conviene, sino tenemos cuidado terminaremos renunciando a nosotros mismos.
Cuando logramos realmente conectar con otra persona nos enriquecemos mutuamente.
Todos nosotros somos una mezcla de luz y obscuridad, entenderlo y aceptarlo puede llevarnos a reconocernos, de una forma más sana y humana, y ser más empaticos con los demás.
Hablar es algo cotidiano para todos nosotros y es quizá por eso, que no hemos dado a las palabras la importancia y el poder que tienen en nuestra vida, con ella podemos elevar al cielo o hundir en el infierno a aquellos con los que hablamos o a nosotros mismos.
Muchas veces la percepción que tenemos de nosotros mismos esta enraizada en lo que otros nos han dicho o en experiencias pasadas que hemos vivido que quedan como si estuvieran grabadas en piedra. No te condenes a vivir así.
Hoy más que nunca sea hace necesario ser más cuidadosos de no dar crédito a todo lo que vemos o escuchamos.