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La Hora Faniática
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La Hora Faniática

Author: Radio Gladys Palmera

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La Hora Faniática de José Arteaga invita a sus oyentes a aproximarse a la historia de la discográfica Fania como nunca antes se ha hecho.Un recorrido exhaustivo semanal a través de los álbumes, los personajes, las anécdotas, los secretos, los hitos y fracasos de un sello que marcó para siempre el devenir de la música urbana latina.Para disfrutar de todo el contenido de La Hora Faniática y José Arteaga.
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En 1965 Charlie Palmieri, luego de tres producciones con su charanga Duboney en pleno furor por el ritmo de pachanga, grabó el álbum Tengo Maquina y Voy a 60, pero con la Orquesta Duboney. Charlie sentía que se necesitaba un cambio, que las bandas de trompetas y trombones funcionaban mejor, y la experiencia de dirigir la Alegre All Stars le había dejado buenas enseñanzas. El sello Alegre de Al Santiago recibió encantado el proyecto y Palmieri sacó lo mejor de si mismo, mientras el sello pasaba a otras manos y la pachanga iba siendo desplazada por nuevas modas como el boogaloo. Esta es la historia de Tengo Maquina y Voy a 60 en La Hora Faniática. Bienvenidos.
En 1968 se presentó en sociedad el percusionista Ray Rodríguez, miembro de una familia numerosa de músicos, Ray nació y se crió en el Spanish Harlem. Su madre era cantante aficionada y sus hermanos estudiaron música, siendo dos saxofonistas y flautistas: Bobby y Jimmy. Quizás por ello el deseo de Ray siempre fue hacer una orquesta de familia. Aunque se especializó en el timbal y la percusión por influencia de Tito Puente, también tocó el piano y la guitarra, aunque nunca en escena. En el fondo todos eran multi-instrumentistas. Así que en 1967 formó su orquesta y grabó para Alegre Records este disco titulado Introducing Ray Rodriguez and his Orchestra, de que hablaremos hoy en La Hora Faniática.
Aunque no lo parece por su carátula preciosa y por las canciones que se volvieron hit, el disco Gracias Mundo de Willie Rosario para el sello Inca de 1977 fue un homenaje particular del llamado "Mr. Afinque" a su maestro y amigo Tito Rodríguez, sin lugar a dudas uno de los músicos más importantes e influyentes del Caribe romántico y bailable de todos los tiempos. Su título, Gracias Mundo, era un guiño a la canción de Tito, Canta Mundo. Pero esto es sólo una parte de la inmensa riqueza musical de este álbum tremendo hecho por un músico tremendo. Así que nos metemos en la piel de Willie Rosario para hablar de él en La Hora Faniática.
En 1982 Bárbaro, uno de los últimos sellos creados por Fania Records, ya bajo el nombre de su editora Música Latina Internacional, lanzó el disco Música para el Mundo Entero, del popular cuatrista puertorriqueño Yomo Toro, esta vez acompañado por la orquesta La Evolución. Yomo había grabado poco en solitario desde que firmó con Fania, así que el disco era casi una obligación con un artista muy querido en el mundillo, muy admirado entre el público. La gente lo conocía sobre todo por sus actuaciones con la Fania All Stars. Había grabado con Bárbaro el disco Romántico y ahora se metía con la música bailable. Así que hoy hablaremos de Música para el Mundo Entero de Yomo Toro en La Hora Faniática.
6 de Roberto Roena

6 de Roberto Roena

2023-06-2256:06

En 1974 Roberto Roena lanzó su disco número 6 con su banda Apollo Sound. Como es de todos conocido, Roena enumeraba sus producciones y estas siempre ofrecían sonidos diferentes y experimentaciones que sorprendían. Este no fue la excepción, por supuesto. De hecho, se metió con un abanico de procedencias: el rock-jazz estadounidense de Chicago y Blood, Sweat & Tears; por otro el songo cubano de Juan Formell y Los Van Van; y por otro la balada romántica mexicana de Lolita de la Colina; por otro la pompa de Titti Soto. Y eso que venía de meterse con la bomba y plena puertorriqueña de Cortijo y su Combo; y la cumbia y el vallenato colombiano de Calixto Ochoa. Y aparte de eso, un homenaje a los mambos de Tito Rodríguez. En fin, el número 6 de Roberto Roena y su Apollo Sound en La Hora Faniática.
Avísale de la Muralla

Avísale de la Muralla

2023-06-1501:02:16

La salsa no sólo se hizo en New York City. Es evidente que la ciudad de Nueva York y sus cinco condados ejercieron una fuerza tal en el desarrollo de la música, de forma muy superior al resto de ciudades del mundo. Había el potencial, la ilusión del Sueño Americano, y el encuentro de una generación de talentos en el momento adecuado en el lugar adecuado. Pero fuera de ese perímetro urbano también hubo acción en el estado de Nueva York. Los balnearios de las Montañas Castkill, por ejemplo, fueron lugares donde tocaron todas las orquestas de mambo y de pachanga, y hay grabaciones en lugares míticos como Woodstock. También hubo salsa en Rochester y de ello da fe la Orquesta La Muralla, de la que hablaremos hoy en La Hora Faniática.
Blackout quiere decir apagón y la historia de Nueva York registra dos apagones históricos: el de 1965 que duró 12 horas y nueve meses más tarde generó un baby boom, y el de 1977 que provocó innumerables saqueos y escenas de violencia. Pues con el nombre de Blackout Monguito Santamaría grabó un disco en 1969 y que fue lanzado al mercado al año siguiente. Pero la verdad es que la referencia es sobre un aspecto muy común en aquellos años en la ciudad, especialmente en el Bronx, un condado que sufrió lo indecible debido a la construcción de vías rápidas que forzaron el desplazamiento de la gente hacia otras zonas. Los constructores forzaban a los habitantes a abandonar sus casas con apagones de luz. Y eso se volvió cotidiano. Gracias a Carlos Durán y su excelente Sandunga Radio, hoy en La Hora Faniática, Blackout de Monguito Santamaría.
Aunque fue muy buen pianista, director de orquesta y compositor, a Louie Cruz se le recuerda por ser un gran arreglista. A él se le deben los arreglos de Vive y Vacila, Se Traba, Seguiré Sin Soñar, Cocinando, Vale Más un Guaguancó, Señor Sereno, Gracia Divina, Pueblo Latino, Bomba Carambomba, Panamá Soberana, Que Humanidad, Primoroso Cantar y Mañoño, entre muchísimos otros. Pero hoy hablaremos del artista integral, gracias a un álbum suyo de 1974, Coming Out, una pequeña joya de la discografía salsera de los años 70. Bienvenidos a La Hora Faniática.
Justo Betancourt

Justo Betancourt

2023-05-1852:14

En 1974 el cantante matancero Justo Betancourt grabó el álbum homónimo Justo Betancourt. Justo venía de triunfar con su disco y canción Pa' Bravo Yo, por lo que este trabajo fue conocido por la canción Sigo Bravo, de Tite Curet Alonso, y especie de continuación del anterior. Sería pues la confirmación de un estupendo sonero tanto individual como colectivamente, es decir con Johnny Pacheco, la Fania All Stars o la Sonora Matancera. Un trabajo romántico que, en manos de Jorge Millet y Larry Harlow, fue revestido de rumba y baile, y del que hablaremos hoy en La Hora Faniática.
Grabado a finales de 1980 y lanzado a comienzos del 81, Our Latin Feelings / Nuestro Sentimiento Latino, fue el primer disco en sociedad de Larry Harlow y Junior González, aunque ellos ya habían trabajado juntos desde 1973. Seis álbumes en total. Pero para ese momento Harlow ya tenía nuevo cantante, Néstor Sánchez, quien aquí hizo coros. De modo que este álbum era una especie de aval para la carrera en solitario de González de la que hablaremos más adelante. Esta es la historia de Our Latin Feeling / Nuestro Sentimiento Latino en La Hora Faniática.
Hacia 1975 Fania Records comenzó a tender puentes con otras empresas a fin de expandir sus productos. Los puentes consistían en coproducciones con otras casas discográficas, siendo la principal Columbia Records o CBS en Estados Unidos. Pero Europa no fue la excepción. Una serie de acontecimientos y de contactos acabaron en la producción de un disco curioso: Blonde Latin de la banda francesa W.R.L.C., coproducción de Fania Records, Les Editions Louis Gasté y Editions Please Music, con Jean Marc Bel como productor ejecutivo. Esta es la historia de Blonde Latin y de una banda muy curiosa en La Hora Faniática.
En abril de 1979 salió al mercado el disco El Pirata Del Caribe con el sello Tico Records y que fue el último disco de Joe Cuba al frente de una banda en la etapa de la salsa dura de Nueva York. Así finalizó Cuba su contrato con Tico, empresa que ya pertenecía a Fania Records. Un disco curioso, desde luego, porque la mayoría de canciones las escribieron cantantes y porque la propuesta musical era un tipo de salsa muy acorde a la de su tiempo, fuerte y contundente, alejada de aquellos tiempos del Joe Cuba Sextet. Un disco excepcional y del que hablaremos hoy en La Hora Faniática.
El tiempo del boogaloo coincidió también con el comienzo de la casa discográfica Fania Records, que encontró un campo expedito de músicos jóvenes en Nueva York para fichar y llevar a los primeros lugares de la escena a una generación brillante. De esa camada quedaron los que posteriormente serían integrantes de la Fania All Stars, pero otros grabaron poco y salieron de la escena principal de actividad. Años intensos, pues, pero llenos de talento y grandes creaciones. El conguero George Guzmán fue uno de estos últimos. Para la historia quedan dos trabajos: In Line e Introducing George Guzmán, su debut del que hablaremos hoy en La Hora Faniática.
A comienzos de 1973 Roberto Roena grabó con su Apollo Sound su disco número 5 y que fue titulado simplemente así, 5, para el sello International. Fania Records había creado International Records en 1968. La intención la decía su nombre: internacionalizar la compañía, especialmente en Puerto Rico. International estaba regentado en Puerto Rico por el empresario argentino Charles Tarrab y tenía una sociedad con Rafael Viera, representante de Fania Records en la isla. Tarrab fue el responsable de los grandes espectáculos de su tiempo en San Juan, entre ellos, el concierto de la Fania All Stars en el Coliseo Roberto Clemente en ese mismo año, 1973. O sea, una época decisiva era Roena, de quien hablaremos hoy en La Hora Faniática.  
Joey in PR o Joey en Puerto Rico, de 1968, fue el cuarto disco de Joey Pastrana y su orquesta con el sello Cotique. Antes había grabado Let's Ball, Joey y Hot Pastrana. Era el tiempo de boogaloo, aunque no fue sólo un disco de boogaloo, también de jazz y música puertorriqueña. Decía Dana Torres, esposa de Joey, en el texto de la contracarátula que "Joey ha recibido un disco de oro y un trofeo por tener los récords de éxito más destacados en Puerto Rico este año. Desde el primer viaje de Joey a Puerto Rico hace dos años, se ha convertido en la banda de Nueva York mejor recibida para visitar allí". Y era verdad, todos querían ver a Pastrana en vivo y en directo porque sonaba muy bien, pero sobre todo porque su música era muy bailable y estaba de moda. Esta es la historia de Joey in PR en La Hora Faniática.
En 1977 Johnny Pacheco y Luis Angel Silva "Melón" grabaron un disco buenísimo, uno de los mejores que se hayan hecho en Fania Records y que fue todo un éxito. Llegó Melón estuvo 26 semanas en el Hit Parade latino. Al acabar el año fue el tercer disco más escuchado en Nueva York y el sexto en el área caribeña. Lógicamente eso dio pie para una nueva grabación del dúo, lo que se dio en 1981 con el álbum Flying High, que publicó el sello Vaya dos años después, en 1983. Esta es la historia de Flying High y de la relación entre el flautista, director y productor dominicano Johnny Pacheco con el cantante y educador mexicano Melón en La Hora Faniática.  
El cantante puertorriqueño Baby González grabó en 1975 el disco Cocinando Salsa con la Orquesta Riviera para el sello Cotique. Se quejaba Chico Álvarez, su productor, en la revista Latin New York, que "hay genios musicales que casi nunca se mencionan cuando se habla de nuestra música... individuos particulares que, en mi opinión y en la opinión de Latin New York, nunca han tenido realmente la publicidad que deberían tener... Baby González es uno de estos individuos". En efecto, el disco no es muy conocido, ni lo ha sido años más tarde, pero hoy contaremos su historia en La Hora Faniática.
En 1968 nació técnicamente el sello Cotique. Digo técnicamente porque el plan de su creación ya lo tenían los productores judíos neoyorquinos George Goldner y Stan Lewis desde 1964 en su cabeza. Y el primer disco del sello fue The Groovy Sounds of The Gilberto Sextet, una banda joven de ascendencia puertorriqueña liderada por el pianista Gilberto Cruz. Y en efecto, como rezaba el título, la banda y el sello prometían estar en la onda juvenil latina del momento. Esta es la historia de Gilberto y su Sexteto, de The Groovy Sounds y del sello Cotique en La Hora Faniática.
El gran cantante Justo Betancourt grabó el álbum Leguleya No para el sello Fania en 1982, el cual sería su último trabajo en esta casa. Betancourt, al igual que otros músicos como Willie Colón, por ejemplo, tenía su propia productora y por eso fue en términos legales una coedición entre Fania Records y RMQ. De todas formas fue un título curioso proveniente de una canción del mismo nombre y que se refiere al verbo leguleyar, o sea hablar de leyes sin tener conocimientos profesionales. Leguleya No fue un álbum controvertido, no por su música, sino por sus protagonistas. De ello hablaremos hoy en La Hora Faniática.
Vuelve El Gigante fue un álbum alternativo para 1973. No lo parece hoy en día porque es un dechado de salsa pleno de guaguancó, mambo, son y descarga. Pero Charlie Palmieri, siempre innovador, combinó aquí lo acústico con lo eléctrico y eso no era habitual en la escena afrocaribeña de Nueva York. Lo era en el jazz y el soul, y Palmieri dio una lección perfecta de cómo se combinan ambos sonidos, lo tradicional y lo moderno y lo explosivo y lo pausado, con un saber hacer de trabajo en el estudio a la hora de editar y mezclar. Así que de este extraordinario músico, influyente y pionero, hablaremos hoy en La Hora Faniática con Vuelve el Gigante.
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Comments (2)

Salazar Romay

Excelente programas

Aug 21st
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Salazar Romay

excelente programa

May 25th
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