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Lectura Diaria del Santo Evangelio y su Meditación
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Lectura Diaria del Santo Evangelio y su Meditación

Author: Rosario de la Aurora

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Meditación diaria del Santo Evangelio, oraciones como El Santo Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia, Novenas, Vida de Santos, Homilias, Predicaciones y Testimonios, todo para Alabanza y Gloria de Nuestro Señor Jesucristo
1935 Episodes
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Lc 2,1-14.En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David,para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre;y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor,pero el Angel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre".Y junto con el Angel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:"¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!".
Lc 1,57-66.Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan".Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre".Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran.Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados.Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea.Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.
Lc 1,46-56.María dijo entonces:"Mi alma canta la grandeza del Señor,y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora.En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:¡su Nombre es santo!Su misericordia se extiende de generación en generaciónsobre aquellos que lo temen.Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.Colmó de bienes a los hambrientosy despidió a los ricos con las manos vacías.Socorrió a Israel, su servidor,acordándose de su misericordia,como lo había prometido a nuestros padres,en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Mt 1,18-24.Este fue el origen de Jesucristo:María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa,
Lc 1,26-38. El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?". El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.
Lc 1,5-25.En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, de la clase sacerdotal de Abías. Su mujer, llamada Isabel, era descendiente de Aarón.Ambos eran justos a los ojos de Dios y seguían en forma irreprochable todos los mandamientos y preceptos del Señor.Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; y los dos eran de edad avanzada.Un día en que su clase estaba de turno y Zacarías ejercía la función sacerdotal delante de Dios,le tocó en suerte, según la costumbre litúrgica, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso.Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso.Entonces se le apareció el Angel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.Al verlo, Zacarías quedó desconcertado y tuvo miedo.Pero el Angel le dijo: "No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan.El será para ti un motivo de gozo y de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento,porque será grande a los ojos del Señor. No beberá vino ni bebida alcohólica; estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre,y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios.Precederá al Señor con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con sus hijos y atraer a los rebeldes a la sabiduría de los justos, preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto".Pero Zacarías dijo al Angel: "¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada".El Angel le respondió: "Yo soy Gabriel , el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.Te quedarás mudo, sin poder hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo".Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, extrañado de que permaneciera tanto tiempo en el Santuario.Cuando salió, no podía hablarles, y todos comprendieron que había tenido alguna visión en el Santuario. El se expresaba por señas, porque se había quedado mudo.Al cumplirse el tiempo de su servicio en el Templo, regresó a su casa.Poco después, su esposa Isabel concibió un hijo y permaneció oculta durante cinco meses.Ella pensaba: "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres".
Mt 1,18-24.Este fue el origen de Jesucristo:María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa,
Mt 21,28-32.Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:"¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: 'Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña'.El respondió: 'No quiero'. Pero después se arrepintió y fue.Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: 'Voy, Señor', pero no fue.¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron. Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él".
Mt 21,23-27.Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?".Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: 'Del cielo', él nos dirá: 'Entonces, ¿por qué no creyeron en él?'.Y si decimos: 'De los hombres', debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta".Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". El, por su parte, les respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".
Mt 11,2-11.Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle:"¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?".Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven:los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento?¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Mt 17,10-13.Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?".El respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas;pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre".Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
Lc 1,39-48.María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor,y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,porque él miró con bondad la pequeñez de tu servidora.En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".
Mt 11,11-15.Jesús dijo a la multitud:"Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver.¡El que tenga oídos, que oiga!"
Mt 11,28-30.Jesús tomó la palabra y dijo:"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.Porque mi yugo es suave y mi carga liviana."
Mt 18,12-14.Jesús dijo a sus discípulos:"¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."
Mt 3,1-12.En aquel tiempo se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea:"Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca".A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre.La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro,y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca?Produzcan el fruto de una sincera conversión,y no se contenten con decir: 'Tenemos por padre a Abraham'. Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham.El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego.Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego.Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible".
Mt 9,35-38.10,1.6-8.Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha."Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia."Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."
Mt 9,27-31.Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: "Ten piedad de nosotros, Hijo de David".Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: "¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?". Ellos le respondieron: "Sí, Señor".Jesús les tocó los ojos, diciendo: "Que suceda como ustedes han creído".Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: "¡Cuidado! Que nadie lo sepa".Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.
Mt 7,21.24-27.Jesús dijo a sus discípulos:"No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca.Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca.Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena.Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande".
Mt 15,29-37.Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó.Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó.La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino".Los discípulos le dijeron: "¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?".Jesús les dijo: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos respondieron: "Siete y unos pocos pescados".El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo;después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud.Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas.
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Comments (1)

G A Martinez

hermosa labor compartirnos el evangelio de nuestro señor Jesucristo.

Mar 6th
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