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Reflexiones diarias Padre Juan Diego Ruiz Arango. Medellín. Colombia.

Reflexiones diarias Padre Juan Diego Ruiz Arango. Medellín. Colombia.
Author: Padre Juan Diego Ruiz Arango.
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Reflexiones diarias de las lecturas por parte del presbítero Juan Diego Ruiz Arango.
Todos los días subimos la palabra de Dios y su reflexión.
En Youtube: https://youtube.com/@padrejuandiegoruiz?si=Ef-6xZfwSSj-VsCd
Todos los días subimos la palabra de Dios y su reflexión.
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Lecturas del XXVIII Domingo del Tiempo OrdinarioPrimera LecturaLectura del segundo libro de los Reyes (5,14-17):EN aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios, Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra.Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando:«Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Recibe, pues, un presente de tu siervo».Pero Eliseo respondió:«Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada».Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó.Naamán dijo entonces:«Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más que al Señor».Palabra de DiosSalmoSal 97,1.2-3ab.3cd-4R/. El Señor revela a las naciones su salvación.V/. Cantad al Señor un cántico nuevo,porque ha hecho maravillas.Su diestra le ha dado la victoria,su santo brazo. R/.V/. El Señor da a conocer su salvación,revela a las naciones su justicia.Se acordó de su misericordia y su fidelidaden favor de la casa de Israel. R/.V/. Los confines de la tierra han contempladola salvación de nuestro Dios.Aclama al Señor, tierra entera;gritad, vitoread, tocad. R/.Segunda LecturaLectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2,8-13):Querido hermano:Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre ¡os muertos, nacido del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada.Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.Es palabra digna de crédito:Pues si morimos con él, también viviremos con él;si perseveramos, también reinaremos con él;si lo negamos, también él nos negará.Si somos infieles, él permanece fiel,porque no puede negarse a sí mismo.Palabra de DiosEvangelio de hoyLectura del santo evangelio según san Lucas (17,11-19):Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».Al verlos, les dijo:«Id a presentaros a los sacerdotes».Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.Este era un samaritano.Jesús, tomó la palabra y dijo:«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».Y le dijo:«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».Palabra del Señor
EVANGELIO Y LECTURAS DE HOY11 OCTUBRELecturas del Sábado de la XXVII Semana del Tiempo OrdinarioPrimera LecturaLectura del libro del profeta Joel (4,12-21):«Que se levanten las naciones y acudan al valle de Josafat; allí me sentaré a juzgar a las naciones vecinas. Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura, vengan a pisar las uvas, porque ya está lleno el lagar, ya las cubas están rebosantes de sus maldades. ¡Multitudes y multitudes se reúnen en el valle del Juicio, porque está cerca el día del Señor! El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor ruge desde Sión, desde Jerusalén levanta su voz; tiemblan los cielos y la tierra. Pero el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será santa, y ya no pasarán por ella los extranjeros. Aquel día los montes destilarán vino y de las colinas manará leche. Los ríos de Judá irán llenos de agua y brotará un manantial del templo del Señor que regará el valle de las Acacias. Egipto se volverá un desierto y Edom una árida llanura, porque oprimieron a los hijos de Judá y derramaron sangre inocente en su país. En cambio, Judá estará habitada para siempre, y Jerusalén por todos los siglos. Vengaré su sangre, no quedarán impunes los que la derramaron, y yo, el Señor, habitaré en Sión».Palabra de DiosSalmoSal 96R/. Alegraos, justos, con el SeñorEl Señor reina, la tierra goza,se alegran las islas innumerables.Tinielba y nube lo rodean,justicia y derecho sostienen su trono. R/.Los montes se derriten como ceraante el dueño de toda la tierra;los cielos pregonan su justicia,y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.Amanece la luz para el justoy la alegría para los rectos de corazón.Alégraos, justos, con el Señor,celebrad su santo nombre.R/.Evangelio de hoyLectura del santo Evangelio según san Lucas (11,27-28):En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!»Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».Palabra del Señor
Primera lecturaMal 3, 13-20aHe aquí que llega el día, ardiente como un hornoLectura de la profecía de Malaquías.LEVANTAN la voz contra mí, dice el Señor.Dicen: «¿En qué levantamos la voz contra ti?».En que dicen:«Pura nada, el temor debido al Señor. ¿Qué sacamos con guardar sus mandatos, haciendo duelo ante el Señor del universo? Al contrario, los orgullosos son los afortunados; prosperan los malhechores, tientan a Dios y salen airosos».Los hombres que temen al Señor se pusieron a comentar esto entre sí. El Señor atendió y escuchó, y se escribió un libro memorial, en su presencia, en favor de los hombres que temen al Señor.Ese día que estoy preparando, dice el Señor del universo, volverán a ser propiedad mía; me compadeceré de ellos como se compadece el hombre de su hijo que lo honra. Volverán a ver la diferencia entre el justo y el malhechor, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.Pero a ustedes, los que temen mi nombre, los iluminará un sol de justicia y hallarán salud a su sombra; saldrán y brincarán como terneros que salen del establo.Palabra de Dios.SalmoSal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: Sal 39, 5ab)R. Dichoso el hombre que ha puestosu confianza en el Señor.V. Dichoso el hombreque no sigue el consejo de los impíos,ni entra por la senda de los pecadores,ni se sienta en la reunión de los cínicos;sino que su gozo es la ley del Señor,y medita su ley día y noche. R.V. Será como un árbolplantado al borde de la acequia:da fruto a su tiempoy no se marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R.V. No así los impíos, no así;serán paja que arrebata el viento.Porque el Señor protege el camino de los justos,pero el camino de los impíos acaba mal. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Abre, Señor, nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R.EvangelioLc 11, 5-13Pidan y se les daráLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; les digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.Pues yo les digo a ustedes: pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».Palabra del Señor.
Primera lecturaJon 4, 1-11Tú te compadeces del ricino, ¿y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad?Lectura de la profecía de Jonás.JONÁS se disgustó y se indignó profundamente. Y rezó al Señor en estos términos:«¿No lo decía yo, Señor, cuando estaba en mi tierra? Por eso intenté escapar a Tarsis, pues bien sé que eres un Dios bondadoso, compasivo, paciente y misericordioso, que te arrepientes del mal. Así que, Señor, toma mi vida, pues vale más morir que vivir».Dios le contestó:«¿Por qué tienes ese disgusto tan grande?».Salió Jonás de la ciudad y se instaló al oriente. Armó una choza y se quedó allí, a su sombra, hasta ver qué pasaba con la ciudad.Dios hizo que una planta de ricino surgiera por encima de Jonás, para dar sombra a su cabeza y librarlo de su disgusto. Jonás se alegró y se animó mucho con el ricino.Pero Dios hizo que, al día siguiente, al rayar el alba, un gusano atacase al ricino, que se secó.Cuando salió el sol, hizo Dios que soplase un recio viento solano; el sol pegaba en la cabeza de Jonás, que desfallecía y se deseaba la muerte:«Más vale morir que vivir», decía.Dios dijo entonces a Jonás:«¿Por qué tienes ese disgusto tan grande por lo del ricino?».Él contestó:«Lo tengo con toda razón. Y es un disgusto de muerte».Dios repuso:«Tú te compadeces del ricino, que ni cuidaste ni ayudaste a crecer, que en una noche surgió y en otra desapareció, ¿y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil personas, que no distinguen la derecha de la izquierda, y muchísimos animales?».Palabra de Dios.SalmoSal 85, 3-4. 5-6. 9-10 (R.: cf. 15)R. Tú, Señor, eres lento a la cólera y rico en piedad.V. Piedad de mí, Señor,que a ti te estoy llamando todo el día;alegra el alma de tu siervo,pues levanto mi alma hacia ti, Señor. R.V. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,rico en misericordia con los que te invocan.Señor, escucha mi oración,atiende a la voz de mi súplica. R.V. Todos los pueblos vendrána postrarse en tu presencia, Señor;bendecirán tu nombre:«Grande eres tú, y haces maravillas;tú eres el único Dios». R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Han recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: «¡“Abba”, Padre!». R.EvangelioLc 11,1-4Señor, enséñanos a orarLectura del santo Evangelio según san Lucas.UNA vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».Él les dijo:«Cuando oren, digan: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».Palabra del Señor.
Primera lecturaJon 3, 1-10Los ninivitas habían abandonado el mal camino, y se arrepintió DiosLectura de la profecía de Jonás.EL Señor dirigió la palabra por segunda vez a Jonás. Le dijo así:«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla.Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.Palabra de Dios.SalmoSal 130(129),1-2.3-4.7bc-8 (R. 3)R. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,¿quién podrá resistir?V. Desde lo hondo a ti grito, Señor;Señor, escucha mi voz;estén tus oídos atentosa la voz de mi súplica. R.V. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,¿quién podrá resistir?Pero de ti procede el perdón,y así infundes temor. R.V. Porque del Señor viene la misericordia,la redención copiosa;y él redimirá a Israelde todos sus delitos. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. R.EvangelioLc 10, 38-42Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejorLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».Respondiendo, le dijo el Señor:«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».Palabra del Señor.
SalmoSal Jon 2,3.4.5.8 (R. 7c)R. Tú, Señor, me sacaste vivo de la fosa.V. Invoqué al Señor en mi desgracia y me escuchó;desde lo hondo del Abismo pedí auxilioy escuchaste mi llamada. R.V. Me arrojaste a las profundidades de alta mar,las corrientes me rodeaban,todas tus olas y oleajes se echaron sobre mí. R.V. Me dije: «Expulsado de tu presencia,¿cuándo volveré a contemplar tu santa morada?». R.V. Cuando ya desfallecía mi ánimo,me acordé del Señor;y mi oración llegó hasta ti,hasta tu santa morada. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Les doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-:que se amen unos a otros, como yo los he amado. R.EvangelioLc 10, 25-37¿Quién es mi prójimo?Lectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».Él le dijo:«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».Él respondió:«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».Él le dijo:«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida».Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:«¿Y quién es mi prójimo?».Respondió Jesús diciendo:«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:“Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».Él dijo:«El que practicó la misericordia con él».Jesús le dijo:«Anda y haz tú lo mismo».Palabra del Señor.
Primera lecturaHab 1, 2-3; 2, 2-4El justo por su fe viviráLectura de la profecía de Habacuc.¿HASTA cuándo, Señor,pediré auxilio sin que me oigas,te gritaré: ¡Violencia!,sin que me salves?¿Por qué me haces ver crímenesy contemplar opresiones?¿Por qué pones ante mídestrucción y violencia,y surgen disputasy se alzan contiendas?Me respondió el Señor:Escribe la visión y grábalaen tablillas, que se lea de corrido;pues la visión tiene un plazo,pero llegará a su término sin defraudar.Si se atrasa, espera en ella,pues llegará y no tardará.Mira, el altanero no triunfará;pero el justo por su fe vivirá.Palabra de Dios.SalmoSal 95(94),1-2.6-7ab.7c-9R. Ojalá eseuchen hoy la voz del Señor:«No endurezcan su corazón»,V. Vengan, aclamemos al Señor,demos vítores a la Roca que nos salva;entremos a su presencia dándole gracias,aclamándolo con cantos. R.V. Entren, postrémonos por tierra,bendiciendo al Señor, creador nuestro.Porque él es nuestro Dios,y nosotros su pueblo,el rebaño que él guía. R.V. Ojalá escuchen hoy su voz:«No endurezcan el corazón como en Meribá,como el día de Masá en el desierto;cuando sus padres me pusieron a pruebay me tentaron, aunque habían visto mis obras». R.Segunda lectura2 Tim 1, 6-8. 13-14No te avergüences del testimonio de nuestro SeñorLectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.QUERIDO hermano:Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza.Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús.Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.Palabra de Dios.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. La palabra del Señor permanece para siempre; esta es la palabra del Evangelio que les ha sido anunciada. R.EvangelioLc 17, 5-10¡Si tuvieran fe!Lectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:«Auméntanos la fe».El Señor dijo:«Si tuvieran fe como un granito de mostaza, dirían a esa morera:“Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y les obedecería.¿Quién de ustedes, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?¿No le dirán más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?¿Acaso tienen que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, digan:“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».Palabra del Señor.
Primera lecturaBar 4, 5-12. 27-29El mismo que les mandó las desgracias les mandará el gozoLectura del libro de Baruc.¡ÁNIMO, pueblo mío,que llevas el nombre de Israel!Los vendieron a naciones extranjeras,pero no para ser aniquilados.Por la cólera de Dios contra ustedes,los entregaron en poder del enemigo,porque irritaron a su Creador,sacrificando a demonios, no a Dios;ustedes se olvidaron del Señor eterno,del Señor que los había alimentado,y afligieron a Jerusalén que los criaba.Cuando ella vio que el castigode Dios se avecinaba, dijo:Escuchen, habitantes de Sion,Dios me ha cubierto de aflicción.He visto que el Eterno ha mandadocautivos a mis hijos y a mis hijas;los había criado con alegría,los despedí con lágrimas de pena.Que nadie se alegre cuando veaa esta viuda abandonada de todos.Si ahora me encuentro desierta,es por los pecados de mis hijos,que se apartaron de la ley de Dios.¡Ánimo, hijos! Griten a Dios,los castigó pero se acordará de ustedes.Si un día se empeñaron en alejarse de Dios,vuélvanse a buscarlo con redoblado empeño.El mismo que les mandó las desgraciasles mandará el gozo eterno de su salvación.Palabra de Dios.SalmoSal 68, 33-35. 36-37 (R.: 34a)R. El Señor escucha a sus pobres.V. Mírenlo, los humildes, y alégrense;busquen al Señor, y revivirá su corazón.Que el Señor escucha a sus pobres,no desprecia a sus cautivos.Alábenlo el cielo y la tierra,las aguas y cuanto bulle en ellas. R.V. Dios salvará a Sion,reconstruirá las ciudades de Judá,y las habitarán en posesión.La estirpe de sus siervos la heredará,los que aman su nombre vivirán en ella. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del reino a los pequeños. R.EvangelioLc 10, 17-24Estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cieloLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».Jesús les dijo:«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren: les he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada les hará daño alguno.Sin embargo, no estén alegres porque se les someten los espíritus; estén alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo».En aquella hora, se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños.Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven! Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron».Palabra del Señor.
Primera lecturaBar 1, 15-22Hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabrasLectura del libro de Baruc.«CONFESAMOS que el Señor nuestro Dios es justo.Nosotros, en cambio, sentimos en este día la vergüenza de la culpa. Nosotros, hombres de Judá, vecinos de Jerusalén, nuestros reyes y gobernantes, nuestros sacerdotes y profetas, lo mismo que nuestros antepasados, hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabras.Hemos desobedecido al Señor nuestro Dios, pues no cumplimos los mandatos que él nos había propuesto.Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor nuestro Dios y nos hemos negado a obedecerlo.Por eso nos han sucedido ahora estas desgracias y nos ha alcanzado la maldición con la que el Señor conminó a Moisés cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana leche y miel.No obedecimos al Señor cuando nos hablaba por medio de sus enviados los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos sirviendo a otros dioses y haciendo lo que reprueba el Señor nuestro Dios.Palabra de Dios.SalmoSal 78, 1b-2. 3-5. 8. 9 (R.: 9b)R. Por el honor de tu nombre, Señor, líbranos.V. Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,han profanado tu santo templo,han reducido Jerusalén a ruinas.Echaron los cadáveres de tus siervosen pasto a las aves del cielo,y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. R.V. Derramaron su sangre como aguaen torno a Jerusalén,y nadie la enterraba.Fuimos el escarnio de nuestros vecinos,la irrisión y la burla de los que nos rodean.¿Hasta cuándo, Señor?¿Vas a estar siempre enojado?¿Arderá como fuego tu cólera? R.V. No recuerdes contra nosotroslas culpas de nuestros padres;que tu compasión nos alcance pronto,pues estamos agotados. R.V. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,por el honor de tu nombre;líbranos y perdona nuestros pecadosa causa de tu nombre. R.EvangelioLc 10, 13-16Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviadoLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, dijo Jesús:«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a ustedes.Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.Quien a ustedes escucha, a mí me escucha; quien a ustedes rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí,rechaza al que me ha enviado».Palabra del Señor.
Primera lecturaEx 23, 20-23Mi ángel irá por delanteLectura del libro del Éxodo.ESTO dice el Señor:«Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.Hazle caso y obedécele.No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.Si le obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios.Mi ángel irá por delante y te llevará a las tierras de los amorreos, hititas, perizitas, cananeos, heveos y jebuseos, y yo los exterminaré».Palabra de Dios.SalmoSegunda lecturaSal 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)R. A sus ángeles ha dado órdenespara que te guarden en tus caminos.V. Tú que habitas al amparo del Altísimo,que vives a la sombra del Omnipotente,di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,Dios mío, confío en ti». R.V. Él te librará de la red del cazador,de la peste funesta.Te cubrirá con sus plumas,bajo sus alas te refugiarás:su verdad es escudo y armadura. R.V. No temerás el espanto nocturno,ni la flecha que vuela de día,ni la peste que se desliza en las tinieblas,ni la epidemia que devasta a mediodía. R.V. No se acercará la desgracia,ni la plaga llegará hasta tu tienda,porque a sus ángeles ha dado órdenespara que te guarden en tus caminos. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Bendigan al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplen sus deseos. R.EvangelioMt 18, 1-5. 10Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestialLectura del santo Evangelio según san Mateo.EN aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:«En verdad les digo que, si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí.Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial». Palabra del Señor
Primera lecturaNe 2,1-8Si le parece bien al rey, permítame ir a la ciudad de mis padres para reconstruirlaLectura del libro de Nehemías.En el mes de nisán del año veinte del rey Artajerjes, siendo yo el responsable del vino, lo tomé y se lo serví al rey. Yo estaba muy triste en su presencia.El rey me dijo:«¿Por qué ese semblante tan triste? No estás enfermo, pero tu corazón parece estar afligido».491492 Entonces, con mucho miedo, dije al rey:«¡Larga vida al rey! ¿Cómo no ha de estar triste mi semblante, cuando la ciudad donde se encuentran las tumbas de mis padres está destruida y sus puertas han sido devoradas por el fuego?».El rey me dijo:«¿Qué quieres?».Yo, encomendándome al Dios del cielo, le dije:«Si le parece bien al rey y quiere contentar a su siervo, permítame ir a Judá, a la ciudad de las tumbas de mis padres, para reconstruirla».El rey, que tenía a la reina sentada a su lado, me preguntó:«¿Cuánto durará tu viaje y cuándo volverás?».Yo le fijé un plazo que le pareció bien y me permitió marchar.Después dije al rey:«Si le parece bien al rey, redácteme unas cartas para los gobernadores de Transeufratina, para que me dejen el paso libre hasta Judá, y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me proporcione madera para construir las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa donde voy a vivir».El rey las mandó redactar, porque la mano de Dios me protegía.Palabra de Dios.SalmoSal 137(136),1-2.3.4-5.6 (R. 6a)R. Que se me pegue la lengua al paladarsi no me acuerdo de ti.V. Junto a los canales de Babilonianos sentamos a llorarcon nostalgia de Sion;en los sauces de sus orillascolgábamos nuestras cítaras. R.V. Allí los que nos deportaronnos invitaban a cantar;nuestros opresores, a divertirlos:«Cántennos un cantar de Sion». R.V. ¡Cómo cantar un cántico del Señoren tierra extranjera!Si me olvido de ti, Jerusalén,que se me paralice la mano derecha. R.V. Que se me pegue la lengua al paladarsi no me acuerdo de ti,si no pongo a Jerusalénen la cumbre de mis alegrías. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo y ser hallado en él. R.EvangelioLc 9,57-62Te seguiré adondequiera que vayasLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:«Te seguiré adondequiera que vayas».Jesús le respondió:«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».A otro le dijo:«Sígueme».Él respondió:«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».Le contestó:«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».Otro le dijo:«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».Jesús le contestó:«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».Palabra del Señor.
https://youtu.be/tSJ2qoT9ZzwpPrimera lecturaZa 8,20-23Vendrán pueblos numerosos buscando al Señor en JerusalénLectura de la profecía de Zacarías.«ESTO dice el Señor del universo:Vendrán igualmente pueblosy habitantes de grandes ciudades.E irán los habitantes de unay dirán a los de la otra:Subamos a aplacar al Señor;yo también iré a contemplaral Señor del universo.Y vendrán pueblos numerosos,llegarán poderosas nacionesbuscando al Señor del universo en Jerusalény queriendo aplacar al Señor».«Esto dice el Señor del universo: En aquellos días, diez hombres de lenguas distintas de entre las naciones se agarrarán al manto de un judío diciendo: “Queremos ir con ustedes, pues hemos oído que Dios está con ustedes”».Palabra de Dios.SalmoSal 87(86),1-3.4-5.6-7 (R. Za 8,23)R. Dios está con nosotros.V. Él la ha cimentado sobre el monte santo;y el Señor prefiere las puertas de Siona todas las moradas de Jacob.¡Qué pregón tan glorioso para ti,ciudad de Dios! R.V. «Contaré a Egipto y a Babiloniaentre mis fieles;filisteos, tirios y etíopeshan nacido allí».Se dirá de Sion: «Uno por uno,todos han nacido en ella;el Altísimo en persona la ha fundado». R.V. El Señor escribirá en el registro de los pueblos:«Este ha nacido allí».Y cantarán mientras danzan:«Todas mis fuentes están en ti». R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. El Hijo del hombre ha venido a servir y dar su vida en rescate por muchos. R.EvangelioLc 9,51-56Tomó la decisión de ir a JerusalénLectura del santo Evangelio según san Lucas.CUANDO se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.Palabra del Señor.
Primera lectura Dan 7, 9-10. 13-14 (opción 1)Miles y miles lo servíanLectura de la profecía de Daniel.MIRÉ y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.Su vestido era blanco como nieve,su cabellera como lana limpísima;su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas;un río impetuoso de fuego brotaba y corría ante él.Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes.Comenzó la sesión y se abrieron los libros.Seguí mirando. Y en mi visión nocturnavi venir una especie de hijo de hombre entre las nubes del cielo.Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.A él se le dio poder, honor y reino.Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.Su poder es un poder eterno, no cesará.Su reino no acabará.Palabra de Dios.Ap 12, 7-12a (opción 2) Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragónLectura del libro del Apocalipsis.HUBO un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón combatió, él y sus ángeles. Y no prevaleció y no quedó lugar para ellos en el cielo.Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.Y oí una gran voz en el cielo que decía:«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.Ellos lo vencieron en virtud de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio que habían dado, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.Por eso, estén alegres, cielos, y ustedes, que habitan en ellos».Palabra de Dios.SalmoSalmo 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.V. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,porque escuchaste las palabras de mi boca;delante de los ángeles tañeré para ti;me postraré hacia tu santuario. R.V. Daré gracias a tu nombre:por tu misericordia y tu lealtad,porque tu promesa supera tu fama.Cuando te invoqué, me escuchaste,acreciste el valor en mi alma. R.V. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,al escuchar el oráculo de tu boca;canten los caminos del Señor,porque la gloria del Señor es grande. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Bendigan al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplen sus deseos. R. EvangelioJn 1, 47-51Verán a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombreLectura del santo Evangelio según san Juan.EN aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:«Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».Natanael le contesta:«¿De qué me conoces?».Jesús le responde:«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».Natanael respondió:«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».Jesús le contestó:«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».Y le añadió:«En verdad, en verdad les digo: verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».Palabra del Señor.
Primera lecturaAm 6,1a.4-7Ahora se acabará la orgía de los disolutosLectura de la profecía de Amós.ESTO dice el Señor omnipotente:«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,confiados en la montaña de Samaría!Se acuestan en lechos de marfil,se apoltronan en sus divanes,comen corderos del rebaño y terneros del establo;tartamudean como insensatose inventan como David instrumentos musicales;beben el vino en elegantes copas,se ungen con el mejor de los aceitespero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.Por eso irán al destierro,a la cabeza de los deportados,y se acabará la orgía de los disolutos».Palabra de Dios.SalmoSal 146(145),6c-7.8-9a. 9bc-10R. Alaba, alma mía, al Señor!V. El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,hace justicia a los oprimidos,da pan a los hambrientos.El Señor liberta a los cautivos. R.V. El Señor abre los ojos al ciego,el Señor endereza a los que ya se doblan,el Señor ama a los justos.El Señor guarda a los peregrinos. R.V. Sustenta al huérfano y a la viuday trastorna el camino de los malvados.El Señor reina eternamente,tu Dios, Sion, de edad en edad. R.EvangelioLc 16,19-31Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentadoLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.Pero Abrahán le dijo:“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.Y, además, entre nosotros y ustedes se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia ustedes no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.Él dijo:“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.Abrahán le dice:“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.Pero él le dijo:“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.Abrahán le dijo:“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».Palabra del Señor.
Primera lecturaZa 2,5-9.14-15aVoy a habitar en medio de tiLectura de la profecía de Zacarías.LEVANTÉ los ojos y vi un hombre que tenía en su mano un cordón de medir. Le pregunté:«¿Adónde vas?».Me respondió:«A medir Jerusalén para ver cuál es su anchura y cuál su longitud».El mensajero que me hablaba salió y vino otro mensajero a su encuentro. Me dijo:«Vete corriendo y dile al oficial aquel:“Jerusalén será una ciudad abierta a causa de los muchos hombres y animales que habrá en ella; yo le serviré de muralla de fuego alrededor y en ella seré su gloria”.Alégrate y goza, Sion,pues voy a habitar en medio de ti—oráculo del Señor—.Aquel día se asociarán al Señorpueblos sin número;ellos serán mi pueblo».Palabra de Dios.SalmoSal Jr 31,10. 11-12ab.13 (R. cf. 10d)R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.V. Escuchen, pueblos, la palabra del Señor,anúncienla en las islas remotas:«El que dispersó a Israel lo reunirá,lo guardará como un pastor a su rebaño. R.V. Porque el Señor redimió a Jacob,lo rescató de una mano más fuerte».Vendrán con aclamaciones a la altura de Sion,afluirán hacia los bienes del Señor. R.V. Entonces se alegrará la doncella en la danza,gozarán los jóvenes y los viejos;convertiré su tristeza en gozo,los alegraré y aliviaré sus penas. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte e hizo brillar la vida por medio del Evangelio. R.EvangelioLc 9,43b-45El Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo preguntarle sobre el asuntoLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:«Métanse bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.Palabra del Señor.
Primera lecturaAg 1,15b - 2,9Dentro de poco llenaré este templo de gloriaLectura de la profecía de Ageo.EL año segundo del rey Darío, el día veintiuno del mes séptimo, llegó la palabra del Señor por medio del profeta Ageo:«Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto de la gente:“¿Quién de entre ustedes queda de los que vieron este templo en su primitivo esplendor? Y el que ven ahora, ¿no les parece que no vale nada?Ánimo, pues, Zorobabel—oráculo del Señor—;ánimo también tú, Josué,hijo de Josadac, sumo sacerdote.¡Ánimo gentes todas!—oráculo del Señor—.¡Adelante, que estoy con ustedes!—oráculo del Señor del universo—.Ahí está mi palabra,la que les di al sacarlos de Egipto;y mi espíritu está en medio de ustedes. ¡No teman!Pues esto dice el Señor del universo:Dentro de poco haré temblar cielos y tierra, mares y tierra firme. Haré temblar a todos los pueblos, que vendrán con todas sus riquezas y llenaré este templo de gloria, dice el Señor del universo.Míos son la plata y el oro —oráculo del Señor del universo—. Mayor será la gloria de este segundo templo que la del primero, dice el Señor del universo.Y derramaré paz y prosperidad en este lugar, oráculo del Señor del universo”».Palabra de Dios.SalmoSal 43(42),1.2.3.4 (R. 5bc)R. Espera en Dios, que volverás a alabarlo:«Salud de mi rostro, Dios mío».V. Hazme justicia, oh Dios,defiende mi causacontra gente sin piedad,sálvamedel hombre traidor y malvado. R.V. Tú eres mi Dios y protector,¿por qué me rechazas?,¿por qué voy andando sombrío,hostigado por mi enemigo? R.V. Envía tu luz y tu verdad:que ellas me guíeny me conduzcan hasta tu monte santo,hasta tu morada. R.V. Me acercaré al altar de Dios,al Dios de mi alegría,y te daré gracias al son de la cítara,Dios, Dios mío. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. El Hijo del hombre ha venido a servir y dar su vida en rescate por muchos. R.EvangelioLc 9,18-22Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer muchoLectura del santo Evangelio según san Lucas.UNA vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó:«¿Quién dice la gente que soy yo?».Ellos contestaron:«Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».Él les preguntó:«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?».Pedro respondió:«El Mesías de Dios».Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Porque decía:«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».Palabra del Señor.
Primera lecturaAg 1,1-8Construyan el templo, y me complaceré en élComienzo de la profecía de Ageo.EL año segundo del rey Darío, el día primero del mes sexto, la palabra del Señor fue dirigida a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, por medio del profeta Ageo:«Esto dice el Señor del universo: Este pueblo anda diciendo:“No es momento de ponerse a construir la casa del Señor”».La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo:«¿Y es momento de vivir en casas lujosas mientras que el templo es una ruina?Ahora pues, esto dice el Señor del universo:Piensen bien en su situación.Sembraron mucho y recogieron poco;comen y no se llenan;beben y siguen con sed;se visten y no entran en calor;el trabajador guarda su salario en saco roto.Esto dice el Señor del universo:Piensen bien en su situación.Suban al monte,traigan madera,construyan el templo.Me complaceré en ély seré glorificado, dice el Señor».Palabra de Dios.SalmoSal 149,1-2.3-4.5-6a y 9b (R. 4a) R. El Señor ama a su pueblo.O bien:R. Aleluya.V. Canten al Señor un cántico nuevo,resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;que se alegre Israel por su Creador,los hijos de Sion por su Rey. R.V. Alaben su nombre con danzas,cántenle con tambores y cítaras;porque el Señor ama a su puebloy adorna con la victoria a los humildes. R.V. Que los fieles festejen su gloriay canten jubilosos en filas:con vítores a Dios en la boca.Es un honor para todos sus fieles. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Yo soy el camino y la verdad y la vida-dice el Señor- nadie va al Padre sino por mí. R.EvangelioLc 9,7-9A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?Lectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.Herodes se decía:«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?Y tenía ganas de verlo.Palabra del Señor.
Primera lecturaEsd 9,5-9Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitudLectura del libro de Esdras.YO, Esdras, a la hora de la ofrenda de la tarde salí de mi abatimiento y, con mi vestidura y el manto rasgados, me arrodillé, extendí las palmas de mis manos hacia el Señor, mi Dios, y exclamé:«Dios mío, estoy avergonzado y confundido; no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti, porque nos hemos hecho culpables de numerosas faltas y nuestros delitos llegan hasta el cielo.Desde la época de nuestros padres hasta hoy hemos pecado gravemente. Por causa de nuestros delitos, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados a los reyes extranjeros, a la espada, a la esclavitud, al saqueo y a la vergüenza, como sucede todavía hoy.Pero ahora, en un instante, el Señor nuestro Dios nos ha otorgado la gracia de dejarnos un resto y de concedernos un lugar en el templo santo. El Señor ha iluminado nuestros ojos y nos ha dado un respiro en medio de nuestra esclavitud.Porque somos esclavos, pero nuestro Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud, sino que nos ha otorgado el favor de los reyes de Persia, nos ha dado un respiro para reconstruir el templo de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y nos ha proporcionado un refugio seguro en Judá y en Jerusalén».Palabra de Dios.SalmoSal Tb 13,2.3-4.7.8 (R. 1a)R. Bendito sea Dios, que vive eternamenteV. Bendito sea Dios, que vive eternamente;y cuyo reino dura por los siglos.Él azota y se compadece;hunde hasta el abismo y saca de ély no hay quien escape de su mano. R.V. Denle gracias, hijos de Israel, ante los gentiles,porque él nos dispersó entre ellos.Proclamen allí su grandeza. R.V. Ensálcenlo ante todos los vivientes,que él es nuestro Dios y Señor,nuestro Padre por todos los siglos. R.V. Él nos azota por nuestros delitos,pero se compadecerá de nuevo,y los congregará de entre las nacionespor donde están dispersados. R.V. Que todos alaben al Señory le den gracias en Jerusalén. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Está cerca el reino de Dios; conviértanse y crean en el Evangelio. R.EvangelioLc 9,1-6Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermosLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:«No lleven nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengan dos túnicas cada uno.Quédense en la casa donde entren, hasta que se vayan de aquel sitio.Y si algunos no los reciben, al salir de aquel pueblo sacúdanse el polvo de sus pies, como testimonio contra ellos».Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.Palabra del Señor.
Primera lecturaEsd 6,7-8.12b.14-20Terminaron el templo y celebraron la PascuaLectura del libro de Esdras.EN aquellos días, el rey Darío escribió a los gobernantes de Transeufratina:«Dejen que se reanuden las obras de ese templo de Dios. El gobernador de los judíos y los ancianos judíos reconstruirán este templo de Dios en el lugar que ocupaba. Estas son mis órdenes sobre lo que deben hacer con los ancianos judíos para la reconstrucción del templo de Dios: de los ingresos reales procedentes de los tributos de Transeufratina, páguese puntualmente a esos hombres los gastos sin ningún tipo de interrupción.Yo, Darío, he promulgado este decreto y quiero que sea ejecutado al pie de la letra».Los ancianos judíos prosiguieron las obras con éxito, confortados por la profecía del profeta Ageo y de Zacarías, hijo de Idó. Edificaron y concluyeron la reconstrucción, según el mandato del Dios de Israel y con la orden de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia.Así terminaron este templo el día tercero del mes de adar, el año sexto del reinado del rey Darío.Los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás repatriados celebraron con alegría la dedicación de este templo de Dios. Con motivo de la dedicación de este templo de Dios, ofrecieron cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel.También organizaron los turnos de los sacerdotes y las clases de los levitas para el servicio de Dios en Jerusalén, tal y como está escrito en el libro de Moisés.Los repatriados celebraron la Pascua el día catorce del mes primero. Los sacerdotes y los levitas se habían purificado para la ocasión. Todos los purificados ofrecieron el sacrificio de la Pascua por todos los repatriados, por sus hermanos, los sacerdotes, y por ellos mismos.Palabra de Dios.SalmoSal 122(121),1-2.3-4a.4b-5 (R. cf. 1)R. Vamos alegres a la casa del Señor.V. ¡Qué alegría cuando me dijeron:«Vamos a la casa del Señor»!Ya están pisando nuestros piestus umbrales, Jerusalén. R.V. Jerusalén está fundadacomo ciudad bien compacta.Allá suben las tribus,las tribus del Señor. R.V. Según la costumbre de Israel,a celebrar el nombre del Señor;en ella están los tribunales de justicia,en el palacio de David. R.V. Deseen la paz a Jerusalén:«Vivan seguros los que te aman,haya paz dentro de tus muros,seguridad en tus palacios». R.V. Por mis hermanos y compañeros,voy a decir: «La paz contigo».Por la casa del Señor, nuestro Dios,te deseo todo bien. R.AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. R.EvangelioLc 8,19-21Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplenLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.Entonces le avisaron:«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».Él respondió diciéndoles:«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».Palabra del Señor.
Primera lecturaEsd 1,1-6El que pertenezca al pueblo del Señor que suba a Jerusalén, a reconstruir el templo del SeñorComienzo del libro de Esdras.EL año primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, rey de Persia, para que proclamara de palabra y por escrito en todo su reino:«Esto dice Ciro, rey de Persia:El Señor, Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le edifique un templo en Jerusalén de Judá. El que de ustedes pertenezca a su pueblo, que su Dios sea con él, que suba a Jerusalén de Judá, a reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. Y a todos los que hayan quedado, en el lugar donde vivan, que las personas del lugar en donde estén les ayuden con plata, oro, bienes y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo de Dios que está en Jerusalén».Entonces, los cabezas de familia de Judá y Benjamín, los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos a quienes Dios había despertado el espíritu, se pusieron en marcha hacia Jerusalén para reconstruir el templo del Señor.Todos sus vecinos les ayudaron con toda clase de plata, oro, bienes, ganado y objetos preciosos, además de las ofrendas voluntarias.Palabra de Dios.SalmoSal 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6 (R. 3a)R. El Señor ha estado grande con nosotros.V. Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion,nos parecía soñar:la boca se nos llenaba de risas,la lengua de cantares. R.V. Hasta los gentiles decían:«El Señor ha estado grande con ellos».El Señor ha estado grande con nosotros,y estamos alegres. R.V. Recoge, Señor, a nuestros cautivoscomo los torrentes del Negueb.Los que sembraban con lágrimascosechan entre cantares. R.V. Al ir, iba llorando,llevando la semilla;al volver, vuelve cantando,trayendo sus gavillas. R. AclamaciónR. Aleluya, aleluya, aleluya.V. Brille así su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y den gloria a su Padre. R.EvangelioLc 8,16-18La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luzLectura del santo Evangelio según san Lucas.EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.Miren, pues, cómo oyen, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».Palabra del Señor.