Discoverkaizen con Jaime Rodríguez de Santiago
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kaizen con Jaime Rodríguez de Santiago

Author: Jaime Rodríguez de Santiago

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kaizen está hecho para curiosos compulsivos, un podcast sobre aprendizaje continuo en el que te acerco a ideas, técnicas y personas fascinantes que nos permiten entender el mundo cada día un poco mejor.

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282 Episodes
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📝 Notas y enlaces del capítulo aqui: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/244-inteligencia-ii-las-trampas-de-la-inteligencia/Probablemente hayas visto alguna vez ese meme de la campana de Gauss de la inteligencia. Ese en el que la gente muy lista y la gente muy tonta llegan a la misma conclusión rápidamente, mientras que el resto de nosotros nos comemos el coco con complicaciones innecesarias. Pero… ¿y si fuera al revés? ¿Y si muchas veces los más inteligentes acabaran comportándose como los menos inteligentes… para mal?Tendemos a pensar que la inteligencia es un atributo positivo. Cuanto más, mejor. Pero…¿Tiene un lado oscuro la inteligencia? ¿Puede hacernos menos eficaces? ¿Quizás volvernos arrogantes? ¿Puede aislarnos? ¿Puede paralizarnos y convertirnos en tristes nihilistas? E independientemente de todo eso...¿Determina la inteligencia nuestro éxito o nuestra felicidad en la vida?La respuesta corta a todas esas preguntas es «sí, pero no siempre». La respuesta larga es… el capítulo de hoy. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
📝 Notas y enlaces del capítulo aqui: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/243-inteligencia-i-que-es-la-inteligencia/Todos queremos ser inteligentes. O, por lo menos, parecerlo. Sólo así se explica que haya gente que suba un post a Linkedin con una foto leyendo a Kant mientras toman matcha en un coworking. Pero… ¿qué es la inteligencia? ¿Qué mide y qué no mide el cociente intelectual? ¿De qué depende que seamos más o menos inteligentes? A estas y a otras muchas preguntas responderemos en el capítulo de hoy Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
📝 Notas y enlaces del capítulo aqui: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/242-pablo-melchor-vidas-que-valen-la-pena/Hoy repite en el podcast alguien que pasó por aquí hace mucho tiempo, allá por el capítulo 127: Pablo Melchor. Y es que Pablo acaba de escribir un libro muy recomendable: Altruismo Racional. Un libro en el que habla de cómo podemos ayudar más y mejor y eso es algo de lo que sabe mucho, porque él es el fundador de Ayuda Efectiva, una fundación que aspira a lograr que sus donaciones tengan el máximo impacto positivo en el mundo. Dicho de otra manera: se dedican a poner racionalidad en un ámbito muy emocional y tratan las donaciones con el rigor con el que tratamos otras cosas en la vida, como nuestras inversiones, por ejemplo. A mí su labor me fascina. Tanto que hace ya unos años montamos el equipo de donación kaizen que, como cuento en el capítulo, se nos ha ido maravillosamente de las manos. En la propia conversación contamos cómo puedes unirte, si te apetece. Pero confieso que todo esto, siendo muy importante, es también una excusa para hacer algo que disfruto muchísimo: charlar con Pablo, de lo que sea. Porque es un perfil muy kaizen, un tipo enormemente inteligente e inquieto, que fue primero emprendedor y después buscó más significado en su vida ayudando a los demás. Todo un devorador de libros y una metralleta de ideas. Así que, inevitablemente, nos vamos de vez en cuando por las ramas… y bien a gusto.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
📝 Notas y enlaces del capítulo aqui: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/241-el-mito-del-individuo/Tengo una mala noticia: tú no eres tú. Bueno, sí, eres tú, pero no sólo. Eres más que tú. Tanto que casi casi no eres nada. Y, además, no empiezas ni terminas donde tú crees.¿Te ha quedado claro? No, ya imagino que no. No lo he hecho muy bien. A ver:los humanos sentimos que nuestro cuerpo acaba donde termina nuestra piel, que es donde empieza el resto del mundo.Pensamos también que somos individuos, lo que significa que de alguna manera somos diferentes de los demás, todos y cada uno de nosotros. De hecho, tendemos a sentir sentir que somos únicos. Algo así como entes separados del resto. Que si acabáramos en una isla desierta seguiríamos siendo nosotros mismos sólo que con un peor corte de pelo.De alguna forma eso es lo que nos sucede ya como especie:En nuestro afán por conquistar el espacio, parece que todo el mundo asume que los humanos seguiríamos siendo humanos si colonizáramos otros planetas. Como si lo de estar en la Tierra fuese poco menos que una circunstancia pasajera.Pero… ¿y si todo esto no fuera verdad?¿Y si las fronteras entre nuestro cuerpo y el resto del mundo no fueran tan claras?¿Y si nuestra identidad no fuera algo propio y separado de los demás?¿Y si sólo podemos ser como somos en la Tierra?No sé cómo, pero de alguna forma a lo largo del verano he acabado preguntándome estas cosas raras… y las respuestas son más sorprendentes de lo que imaginaba. Eso sí, el de hoy es uno de esos capítulos. De los de agujetas neuronales, quiero decir. Yo he avisado. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
📝 Notas completas y enlaces del capítulo: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/240-modelos-mentales-22-cine-rashomon-kuleshov-y-otros-chicos-del-monton/Empezamos la temporada con una de las series más queridas de este podcast: los modelos mentales. A lo tonto, llevamos 21 capítulos sobre el tema. Y, claro, 21 capítulos dan para mucho. Hemos hablado de modelos mentales nacidos en la economía, la biología, la física, las matemáticas, la ingeniería, el mundo militar, la filosofía y hasta la política —incluso ahí hay cosas que aprender. Llegados a este punto, la verdad es que cada vez me estaba costando más escribir nuevos capítulos sobre el tema, uno se va quedando sin cosas que contar… hasta que este verano tuve una idea. Una idea un poco loca: ¿Y si tratamos de buscar modelos mentales en el mundo del arte? Y como se me ocurrió viendo una película, la pregunta de hoy es…¿Qué modelos mentales podemos aprender del cine? Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
Siempre digo que el podcast cumple una función casi terapéutica para mí. Pues, después de estas vacaciones, más aún. Y es que la depresión postvacacional es mucho menor si hay kaizen :) ✉️ Suscríbete a la newsletter de kaizen❤️ ¿Te gusta kaizen? Apoya el podcast uniéndote a la Comunidad y accede a contenidos y ventajas exclusivas Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/204-juanjo-gomez-cadenas-neutrinos-neandertales-y-poemas/) «No te tomes demasiado en serio, sólo eres un mono con un plan»—Naval RavikantCreo que he citado alguna vez en el podcast esta frase de Naval Ravikant. Porque me parece muy acertada, creo que es un buen recordatorio del lugar que ocupamos cada uno en el universo. Pero, a la vez, es injusta. Porque estos monos que somos, con esos planes que tenemos, hemos alcanzado un conocimiento realmente profundo de ese universo.El de hoy es el último capítulo de la temporada de kaizen. El podcast y yo volveremos en septiembre. Pero terminamos por todo lo alto: con una charla con Juan José Gómez Cadenas. Un físico y divulgador, que ha trabajado en el CERN, en Estados Unidos, en Japón y que en la actualidad dirige el experimento NEXT en el laboratorio subterráneo de Canfranc, donde investiga sobre la naturaleza de los neutrinos, unas partículas muy especiales que, como él mismo cuenta en nuestra conversación, pueden ser las responsables de que nuestro universo sea como es. Juanjo y yo no nos conocíamos pero conectamos de inmediato, el uno con el otro y también con las más de cincuenta personas que había en el público. La verdad es que se generó un ambiente muy bonito y fue una entrevista muy especial. Hablamos, por supuesto, del universo y de los neutrinos, pero también de mis comeduras de coco con la realidad, de literatura —porque Juanjo es, además, un excelente escritor— y hasta de nuestras infancias nómadas. Creo sinceramente que todos los que estuvimos allí lo disfrutamos y que salimos un poco más listos y un poco más reconciliados con estos monos con planes que somos.Pero bueno, no me enrollo más y te dejo con lo importante: espero que disfrutes tanto como lo hicimos todos con esta conversación con Juanjo Gómez Cadenas Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/203-el-misterio-de-la-vida-y-vi-mas-alla-de-la-muerte/)Tenía que pasar, después de toda la temporada hablando del misterio de la vida, de la consciencia y de todas esas cosas, era inevitable que acabáramos llegando aquí: a casi el final de la temporada (nos queda sólo un capítulo más después de éste) y, sobre todo, a qué demonios pasa cuando bajamos el telón de nuestras vidas. Que, a ver, no lo vamos a resolver, te lo digo ya. Pero creo que sí vamos a poder asomarnos a algunas ideas interesantes acerca de ese otro gran misterio de la vida del que no hemos hablado aún: el de qué puede haber más allá de ella. Tal vez, como en el estupendo relato corto de Andy Weir con el que comienza el capítulo, todo lo que nos rodea, una y otra vez a lo largo de los tiempos, no sea más que un huevo esperando a que nazcamos de verdad. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/202-vivimos-en-la-era-de-la-mediocridad/)A principios de los 90, dos artistas rusos llamados Vitaly Komar y Alexander Melamid tuvieron una idea bastante original. Decidieron que contratarían a empresas de investigación de mercados para averiguar cómo era el arte que más se valoraba en distintas partes del mundo. Y después las pintarían. Querían crear una serie de obras que reflejaran las diferencias culturales entre países tan diferentes como Rusia, China, Francia, Kenia o Estados Unidos. La titularían: «La elección del pueblo». Cada una sería diferente y única, un símbolo de la manera especial que tenían los habitantes de cada país de ver el mundo. Pero la cosa no salió como esperaban. En casi todos los países lo único que la gente quería era un paisaje con algunas figuras alrededor y animales en un segundo plano, con un fondo principalmente azul. Tras terminar aquel trabajo, Komar, uno de los autores, se lamentaba: «Viajamos por todo el mundo negociando con empresas de estudios de mercado, consiguiendo fondos para hacer las encuestas y acabamos recibiendo una y otra vez los mismos resultados. Pintando una y otra vez, los mismo fondos azules. Buscando la libertad encontramos la esclavitud»Sin embargo, esa fue precisamente la gracia de su obra. Nos gusta pensar que somos individuos únicos, pero nos parecemos, todos a todos, mucho más de lo que querríamos admitir. Es más: hay quien cree que hoy, 30 años después, vivimos en un tiempo en el que la originalidad ha muerto. En el cine, la moda, la arquitectura, la publicidad o la música todo se parece a todo y todo está dominado por las convenciones y los clichés. Bienvenidos a la era de la mediocridad. ¿O quizás no?Hace unos meses surgió un pequeño debate en el Programa de desarrollo directivo y liderazgo del Instituto Tramontana. Hablábamos de marketing y yo contaba cómo desde la llegada de Internet se había producido un efecto interesante: se había desbloqueado un mercado que hasta entonces era casi imposible de atender. Lo que en inglés llaman el “long-tail” o la cola larga; es decir, toda esa demanda de productos, servicios o contenidos súper específicas que nadie antes podía abastecer. Piensa en música rara, en espadas decorativas o en, no sé, podcasts sobre cualquier frikada posible. Vamos, esos mercados que antes eran nichos que no era rentable servir porque estaban dispersos por todo el mundo y ahora, de pronto, sí podemos conectar. Y entonces Irene, una de las alumnas, me llevó la contraria. E hizo bien. Esa es la gracia de las clases, que todos aprendemos, yo el primero. Bueno, no me llevó la contraria exactamente. Pero sí dijo cómo parece que en lugar de en un mundo cada vez más variado, vivimos en uno cada vez más uniforme. Y nos compartió un artículo realmente interesante de un tipo llamado Alex Murrell sobre el tema en el que cuenta precisamente esa misma historia sobre aquellos artistas rusos con la que hemos empezado. Y yo, que tiendo a ser obsesivo cuando no encuentro respuestas, llevo dándole vueltas a este debate desde aquella clase. Y ya va siendo hora de llegar a alguna conclusión.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/201-descentralizacion-iii-la-guerras-cripto-antes-de-bitcoin/)«Gobiernos del Mundo Industrial, cansados gigantes de carne y acero, vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro, os pido a vosotros del pasado que nos dejéis en paz. No sois bienvenidos entre nosotros. No tenéis soberanía alguna sobre el lugar donde nos reunimosNo hemos elegido ningún gobierno, ni es probable que lo hagamos, así que me dirijo a vosotros sin más autoridad que aquella con la que la libertad siempre habla. Declaro el espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos, ni disponéis de métodos para forzarnos a cumplir vuestra ley que tengamos razón para temer.Los gobiernos derivan sus lícitos poderes del consentimiento de los que son gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera una obra pública. No podéis. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.No os habéis unido a nuestras reuniones, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.Proclamáis que hay problemas entre nosotros que vosotros necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya auténticos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.»Así empezaba un texto mítico de la contracultura digital de los años 90: la declaración de independencia del ciberespacio, escrita por John Perry Barlow en 1996. Si escuchaste el capítulo que dediqué a la cultura hacker recordarás que muchos de sus valores me parecía que eran especialmente relevantes en el mundo que tenemos hoy y, sobre todo, en el que tendremos mañana. También te decía que, ahora que con todo el movimiento crypto se habla tanto de descentralización, yo veía en esas conversaciones mucho del idealismo de aquella cultura hacker de los 80 y 90. Y no es casualidad. En el origen de mucho de todo esto estaban, claro está, hackers. Precisamente investigando esos orígenes, y uniendo las piezas de mi propia memoria, me encontré con una historia que creo que es digna de ser contada. No ya por lo interesante que pueda parecerme, sino por el debate que encierra sobre nuestros derechos como ciudadanos. Y a esa historia y a ese debate, vamos a dedicar el capítulo de hoy.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/200-no-todos-los-que-vagan-estan-perdidos/)«Me detengo en la orilla del mar, solo, y comienzo a pensar… ahí están las olas embravecidas… montañas de moléculas, cada una ocupándose estúpidamente solo de sus propios asuntos… trillones de fragmentos… formando al unísono un oleaje blanco.Durante eras y eras… antes de que los ojos las pudieran ver…año tras año…batiendo atronadoramente la orilla como ahora. ¿Para quién? ¿Para qué? En un planeta muerto sin vida a la que entretener.Nunca en reposo… azotadas por la energía… derrochada prodigiosamente por el Sol… vertida en el espacio. Una gota hace rugir el mar.En la profundidad del océano todas las moléculas repiten los patrones hasta que se forman otras nuevas más complejas. Creando otras a su semejanza… y comienza un nuevo baile.Crecen en tamaño y complejidad… seres vivos, masas de átomos, ADN, proteínas…danzando en un patrón cada vez más intrincado.Fuera de la cuna, en tierra firme… aquí están de pie… átomos con conciencia… materia con curiosidad…Detenidos frente al mar… se maravillan ante el asombro… Yo… un universo de átomos… un átomo en el universo.»Esta especie de poema de Richard Feynman me ha parecido la forma más apropiada de comenzar hoy, que llegamos al capítulo 200 de Kaizen, que se dice pronto. Siendo sincero, en realidad van bastantes más, porque hay muchos que no he enumerado, al considerarlos bonus o capítulos especiales. Pero oficialmente éste es el 200. Y lógicamente va a ser algo distinto a los habituales. O no tanto, porque es cierto que de vez en cuando me da por hacer capítulos más reflexivos, generalmente, coincidiendo con números redondos, como este o con finales de temporada, y a esta le queda poco. Así que todo encaja.En resumen, hoy vamos a hablar un poco de lo que decía Feynman en su texto: cómo nosotros, seres con consciencia, materia con curiosidad, vagamos por la vida tratando de darle sentido. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS COMPLETAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/199-conversaciones-dificiles) Hay cuatro palabras ante las que hasta la persona más valiente tiembla: «Cariño, tenemos que hablar»Aunque en realidad, para quien las pronuncia tampoco suele ser sencillo. Es más, habitualmente van precedidas de días de darle vueltas a lo que sea de lo que se quiere hablar. A los argumentos que se usarán, a las reacciones de la otra persona o a las posibles consecuencias que esa conversación tenga. Y todo esto es antes de que suceda. Durante la conversación, la mitad de las veces acabamos por no decir lo que queríamos decir. Y casi la otra mitad, por decirlo mal o porque la conversación descarrile y acabemos discutiendo sobre nosequé cosa que sucedió hace nosecuántos meses sin saber muy bien cómo hemos terminado allí. Esto, además, no sucede sólo en nuestra vida personal. Ocurre constantemente en el ámbito profesional. Nos suele costar mucho abordar cualquier tipo de conversación incómoda o difícil sobre nuestro trabajo, nuestro salario, dar nuestra opinión a otras personas…Sin embargo, las conversaciones difíciles son una parte esencial de nuestras interacciones con otros. A veces, nos maravillamos ante quienes tienen la capacidad de afrontarlas con empatía y asertividad, quienes son capaces de decir lo que necesitan decir, sin que la cosa descarrile y, mejor aún, sin hacer que la otra persona se sienta atacada. ¿Qué hacen diferente esas personas? ¿Podemos aprender de ellas? Pues espero que sí, porque vamos a dedicar el capítulo de hoy, precisamente, a las conversaciones difíciles.  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES COMPLETOS AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/198-metacognicion-i-la-ilusion-de-conocimiento-dragones-cremalleras-y-biciceltas/)Empecemos hoy con un experimento. Te voy a hacer algunas preguntas y te sugiero que si es necesario pauses el podcast para responderlas en tu cabeza. ¿empezamos?Primera pregunta: de uno a siete, ¿cuánto dirías que comprendes cómo funciona una cremallera? Te doy unos segundos para pensarlo¿Lo tienes? Genial. Vamos por la segunda, y esta requiere más tiempo: ¿Cómo funciona una cremallera? Intenta describir lo más detalladamente posible todos los pasos que suceden cuando cierras o abres una. Lo ideal sería que lo pusieras por escrito, pero como imagino que estás haciendo otras cosas mientras escuchas el podcast, al menos, intenta describirlo de palabra, en tu cabeza o en alto, como prefieras, pero lo mejor que puedas. De nuevo te voy a dar unos segundos, pero si es necesario pausa el podcast.¿Has vuelto ya? Vale. Última pregunta, que es la misma que la primera: Ahora, en la misma escala que antes, de uno a 7, ¿cuánto dirías que conoces el funcionamiento de una cremallera?Por lo general, tendemos a rebajar nuestra nota después de hacer el ejercicio de intentar describir cómo funciona algo y darnos cuenta de que no lo tenemos tan claro como creíamos. Resulta que los humanos vivimos continuamente en una ilusión. Una a la que vamos a dedicar el capítulo de hoy: la ilusión de conocimiento. Y por el camino, me temo, que nos van a salir unas cuantas preguntas raras. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS COMPLETAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/197-creatividad-viii-espera-lo-inesperado-y-iii-monty-python-paradojas-y-brebajes-extranos/)«Graham Chapman, coautor del sketch “el loro muerto” ya no existe. Ha dejado de ser, ha pasado a mejor vida, descanse en paz. Ha palmado, se ha ido al más allá, ha mordido el polvo, la ha diñado, ha exhalado su último aliento y ha ido a encontrarse con el gran jefe del entretenimiento ligero del cielo. Y creo que todos pensamos lo triste que es que un hombre de tan talento, de tal capacidad y amabilidad, de tal inusual inteligencia se haya desvanecido así de repente a la edad de sólo 48 años, antes de que pudiese alcanzar muchas de las cosas de las que era capaz y antes de que se hubiese divertido lo suficiente. Bueno, a eso creo que debería decir: «tonterías». ¡Que tenga un buen viaje, el cabrón aprovechado ése! Y la razón por la que pienso que debería decir esto es que él nunca me perdonaría si no lo hiciese, si desperdiciara esta gloriosa oportunidad de tomaros el pelo en su honor. Él tenía de todo excepto «buen gusto, imbécil». Pude oírle susurrarme al oído anoche, mientras escribía estas palabras. Decía: «Muy bien, Cleese, estás muy orgulloso de ser la primera persona en haber dicho “mierda” en la televisión británica. Si este funeral es realmente para mí, para empezar quiero que seas la primera persona, en un funeral británico, en decir “joder”»Así despedía un mítico Humorista inglés, John Cleese, a uno de tus compañeros en los Monty Python. Cleese es, además, el protagonista de uno de los tres cuadros que hay en el despacho en el que grabo el podcast. Bueno, más bien su silueta, en un homenaje a uno de sus sketches más conocidos. Como ya hemos dicho muchas veces, detrás del mejor humor se esconde habitualmente un enorme ejercicio de creatividad. La que se necesita para inventar situaciones absurdas o sorprendentes capaces de hacernos cosquillas en el cerebro.Hace ahora la friolera de 50 años, Cleese fundó una empresa, Videoarts, para dar formación en otras empresas usando, claro, el humor. Haciendo un poco de arqueología en Youtube es relativamente sencillo encontrar algunas de sus charlas. En concreto hay una que está muy bien sobre creatividad. «Hay algo negativo que os puedo decir sobre la creatividad. Y es que es más sencillo decir lo que la creatividad no es. Un poco como aquel escultor que, al ser preguntado cómo había esculpido un maravilloso elefante, explicó que había tomado un gran bloque de mármol y después había ido quitando todas aquellas partes que no se parecían a un elefante. Y aquí viene la parte negativa: la creatividad no es un talento. No es un talento. Es una forma de operar»Es decir, según él, la creatividad es una forma de hacer las cosas. Volveremos a sus ideas en algún capítulo futuro, seguro, aunque si no aguantas hasta entonces te he dejado un enlace a una de sus charlas en las notas. Pero hoy vamos a seguir profundizando en esa forma de hacer las cosas vista desde otra perspectiva, la de un filósofo griego que odiaba a la humanidad. Y es que vamos a tratar de terminar con esas ideas que hemos ido rescatando de un libro extraño llamado «Espera lo inesperado», en el que Roger von Oech trataba de sacar aprendizajes sobre creatividad de un tal Heráclito. Un plan sin fisuras.   Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/196-visualizacion-paracaidistas-sin-paracaidas-ahorrar-para-la-jubilacion-y-maratones/)Imagina asomarte desde un avión, al vacío, a 25,000 pies de altitud. Claro, que si eres como yo, no tendrás ni idea de cuánto son 25,000 pies. Son 7620 metros. Es decir, más de 7 km y medio. A esa altitud, los paracaidistas a menudo necesitan usar bombonas de oxígeno. O eso he leído, por lo que sea no lo he comprobado. Ahora que tenemos una idea más o menos clara volvamos al avión. Te decía que imaginaras asomarte. El suelo se ve muy lejos, todo parece muy pequeño y el aire, helador, retumba en tus oídos. Imagina ahora que te dejas caer. E imagina que lo haces sin paracaídas.He echado unos números rápidos y tendrías por delante poco más de dos minutos antes de llegar al suelo.Imagina, y esto te será más fácil de imaginar, que, por lo que sea, tu objetivo no es acabar decorando el suelo con tus entrañas. No. Si te has dejado caer, ha sido con la intención de aterrizar en una red especial, de 30 metros por 30 metros de lado, que te espera allá abajo. Y, de paso, batir el récord del mundo de salto sin paracaídas. Eso hizo Luke Aikins en 2016. 30 metros por 30 metros es una superficie aparentemente grande: son 900 metros cuadrados. Claro, que a 7 kilómetros y medio de distancia, aquello es como enhebrar una aguja. Aikins cuenta cómo, a medida que descendía, podía ver las montañas a su lado, los ríos serpenteando en el suelo… pero que él sólo buscaba una cosa: luces blancas. De hecho, antes de saltar, un amigo le dio un breve consejo en inglés: White, you are alright; red, you are dead. Blanco, Todo bien. Rojo estás muerto. Y es que, para facilitar un poco esta locura, en tierra pusieron luces como las que utilizan las pistas de aterrizaje de los aviones. En rojo la zona alrededor de la red. Vamos, donde más vale no caer. Y en blanco brilla la zona interior de la red. Ese es el objetivo.Cuenta Akins que eso fue en lo único en lo que se enfocó. Que, de hecho, esa fue la clave, ese foco concentrado en algo tan pequeño es lo que le permitió hacer ese salto, hacer lo que parece imposible para cualquier persona, saltar de un avión sin paracaídas y no sólo encontrar, sino enhebrar, una aguja en un pajar. Patrocinador del capítulo: Morfeo.com Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS COMPLETAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/195-el-poder-de-las-herejias/)«La verdad se busca por sí misma; y al buscar aquello que se busca por sí mismo, uno solo está preocupado por encontrarlo... El buscador de la verdad no es quien estudia los escritos de los antiguos y confía en ellos, sino más bien quien duda de su fe en ellos y cuestiona lo que recogen, quien se somete al argumento y la demostración, y no a los dichos de un ser humano cuya naturaleza está llena de todo tipo de imperfección y deficiencia. [...] Si aprender la verdad es su objetivo, es su deber hacerse enemigo de todo lo que lee, y [...] atacarlo desde todos los lados. También debe sospechar de sí mismo [...] para [...] evitar caer en cualquier prejuicio o indulgencia. Si sigue este camino, se le revelarán las verdades [...]»Algo parecido a esta defensa del pensamiento crítico dejó escrito el primer personaje de los muchos que vamos a mencionar hoy. Digo parecido, porque lo hizo en árabe antiguo y esto es una traducción más que modernizada. Su autor fue Hasan Ibn-al-Haytham, más conocido en Occidente como Alhazen y considerado por muchos como el primer científico. Y nació en el año 965, en un mundo en el que no existían los relojes, ni los telescopios, ni los microscopios, ni casi nada de lo que hoy nos es normal. Comenzó estudiando la religión, pero pronto acabó desencantado con sus dogmas incuestionables y con la manera en la que volvía a unas personas contra otras. Así que decidió volcarse en la búsqueda de la verdad objetiva, pura e imparcial. Se dedicó a estudiar a fondo la realidad.Y así, 8 siglos antes de que se inventara la fotografía, Alhazen fue el primero en dar una explicación completa a un fenómeno que se conocía desde tiempos de la antigua Grecia: cómo, en una sala oscura con una única apertura en uno de sus muros, al colarse los rayos de luz por ella, se proyectaba en la pared opuesta la imagen del exterior, invertida tanto horizontal como verticalmente. Es lo que siglos más tarde, Kepler llamaría cámara oscura. La palabra «cámara», de hecho, viene del árabe y de los textos de Alhazen, que influyeron a gente como Leonardo da Vinci, Descartes o el propio Kepler. Y es que en sus libros sobre óptica fue capaz de desmontar las teorías griegas sobre el funcionamiento de la luz, que aún en su época se consideraban correctas, y de describir, a través de sus experimentos, la anatomía y el funcionamiento de nuestros ojos, como un sistema óptico. Para escribir esos libros, eso sí, Alhazen tuvo que recurrir a medidas extremas. Tras despertar la ira del califa de turno, tuvo que hacerse el loco, literalmente. Sólo recluyéndose en su casa durante años pudo dedicarse a descifrar la realidad. Y es que, Alhazen, como muchas de las personas que cambiaron el mundo, fue considerado un hereje.Y hoy vamos a celebrar la herejía, porque se me han juntado distintas lecturas que he ido acumulando en los últimos meses con una idea que tengo a medio cocinar sobre la necesidad que tenemos de poner a prueba mucho de lo que damos por sentado en nuestra sociedad, en nuestras empresas… y en nuestra vida en general. Eso sí, no sé muy bien qué va a salir de aquí, ya te lo digo. Patrocinador del capítulo: PortobelloStreet.es Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/194-creatividad-vii-espera-lo-inesperado-ii-peces-cabreados-furias-asesinas-y-las-primeras-bicicletas/)Hace 60 años, una joven psicóloga llamada Bernice Eiduson comenzó un largo proyecto de investigación sobre la personalidad y los hábitos de trabajo de 40 científicos destacados. Entre los sujetos del experimento había cuatro ganadores del premio Nobel, incluido Linus Pauling que lo ganó dos veces, y un clásico de este podcast: Richard Feynman, cómo no. La investigación duró décadas. De hecho siguió tras la muerte de Eiduson. Y una de las preguntas que trataron de responder fue: «¿Cómo es posible que algunos científicos puedan producir trabajo de alto nivel a lo largo de toda su vida?» ¿Qué tienen de especial? ¿Es su personalidad? ¿Son sus habilidades? ¿Sus rutinas? El patrón que encontraron era claro, aunque sorprendente para algunas personas. Los mejores científicos cambiaban constantemente de tema. Durante sus primeros 100 artículos de investigación, el tema cambiaba una y otra vez. Y no es que cambiaran 3, 5 o 10 veces. De media, los científicos que eran más creativos, durante más tiempo, cambiaron el tema de investigación en sus primeros 100 artículos 43 veces. Y el proyecto de Eiduson no ha sido el único en encontrar resultados similares. Distintos investigadores en diferente campos han llegado a conclusiones similares: las personas más creativas tienen varios proyectos diferentes a la vez. Así empieza una charla TED en la que Tim Harford, un escritor y autor de un podcast muy recomendable del que ya te he hablado alguna vez —Cautionary Tales— habla de creatividad. Y su conclusión es que lo que él llama la multitarea a cámara lenta, es decir, cambiar de tema con frecuencia es algo omnipresente entre la gente creativa.Y dice que es algo que se entrena, que a fuerza de hacerlo, despierta la creatividad. Claro que habría terminado mucho antes si hubiera leído a un griego que hace 2.500 años decía cosas como que «los amantes del conocimiento deben abrir sus mentes a muchas cosas». Bueno, o como se dijera en griego, que cualquiera lo pronuncia. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/193-modelos-mentales-21-estrategia-militares-ocultistas-mantas-que-no-tapan-y-un-ruso-que-salvo-el-mundo/)Agosto de 1916. Cientos de miles de soldados sufren las penurias de la guerra en los más de 800 km de trincheras que se han dispuesto a lo largo de Francia y Bélgica, desde las montañas hasta el mar. Las alambradas y las ametralladoras hacen imposible que nadie avance. La caballería, considerada hasta hacía poco, la fuerza militar más desequilibrante había acabado siendo completamente inútil. Sin embargo, a pocos cientos de kilómetros detrás de las trincheras, civiles y militares franceses y británicos se reunieron para ver la demostración de un invento increíble. Era una mañana calurosa, con el cielo despejado. En la distancia, empezaron a oír el ruido de un motor mecánico, el sonido de piezas metálicas girando y clavándose en el suelo, como si de enormes orugas se tratara y vieron acercarse lentamente una máquina de 28 toneladas de metal. Estaban frente al primer tanque de la historia.Aquellas primeras máquinas eran torpes y poco fiables, pero podrían haber sido perfectamente la solución a aquellas interminables trincheras. Durante la Primera Guerra Mundial, sin embargo, apenas llegaron a usarse. Unos pocos convencidos de su utilidad trataron de persuadir a la cúpula militar de la necesidad de cambiar por completo la estructura del ejército y aprovechar esa nueva tecnología. Un tipo extremadamente inteligente pero al parecer muy peculiar, amante entre otras cosas del ocultismo, el General J.F.C Fuller, llegó incluso a diseñar una estrategia completa con la que sorprender a los alemanes y destruir sus centros neurálgicos en unas pocas horas, con los tanques atravesando sus trincheras sin detenerse. Sin embargo, la guerra terminó antes de que ese plan se pusiera en marcha. Pasaron los años, Alemania se rehizo y acabó bajo el mando de Hitler. Y al estallar la guerra conquistó media Europa a una velocidad de vértigo, usando tanques, con una idea muy similar a la Fuller: la Blitzkrieg o guerra relámpago.Pero lo curioso no es eso. Lo curioso es que mientras crecían los rumores de que Alemania estaba reconstruyendo su ejército en secreto, ¿sabes a qué se dedicó el ejército británico durante todos esos años? Pues, para empezar, a prohibir los libros de Fuller. Sus ideas eran consideradas radicales y él, poco menos que insoportable. Que tratara a todo el mundo como si fuera imbécil, seguramente no ayudó.Lo otro que hizo el ejército fue volver a las buenas costumbres. Se dedicaron a pulir sus cascos, encerar sus botas y cuidar de sus caballos. Y cuando tuvieron que responder a la amenaza de la militarización nazi, multiplicaron por 10 el gasto en heno y otros alimentos para caballos. A los oficiales de caballería les dieron un segundo caballo. A los oficiales de tanques, les dieron otro caballo más. Maravilloso. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/191-del-largo-ahora-al-ultimo-ser-humano)Es posible que hayas escuchado alguna vez el discurso de inauguración de Steve Jobs en Stanford. Es uno de esos vídeos con los que uno se topa de vez en cuando en internet. Mucha gente recuerda y cita frases que pronunció ese día. Como aquello de que los puntos sólo se unen mirando hacia atrás, o lo de que conviene preguntarse si lo que vas a hacer hoy es lo que querrías hacer si fuese el último día de tu vida. O como las palabras con las que cerró aquel discurso, por las que mucha gente recuerda a Steve Jobs: “Stay Hungry. Stay Foolish.” Algo así como «Mantente hambriento. Mantente alocado», pero suena mucho mejor en inglés. Aunque de lo que no solemos acordarnos es de que esas palabras no son suyas. Lo dice él mismo justo antes de esa frase, cuando cuenta que las leyó a mediados de los años 70, en la última página del último número de una revista bastante peculiar: The Whole Earth Catalog. El Catálogo de la Tierra Completa. Esas palabras, “Stay Hungry. Stay Foolish”, fueron la manera en la que tuvieron de despedirse de sus lectores.Aquella revista fue fundada en los años 60 por un tipo peculiar: Stewart Brand. Y la historia detrás de esas palabras resume a la perfección su filosofía. En 1966, Brand creó una campaña para exigir a la NASA que compartieran con el mundo las fotos que tenían de la Tierra vista desde el espacio. Sí, porque en 1966, la mayor parte de la gente no había visto una foto de la Tierra. Así que nuestro amigo decidió distribuir chapas con una frase: «¿Por qué no hemos visto una foto de la Tierra al completo?» Estaba convencido de que la imagen de aquella canica azul de la que hablamos hace unos cuantos capítulos podía cambiar el mundo. De ahí vino el nombre de la revista. Brand era una de tantas personas obsesionadas con el efecto perspectiva del que te he hablado varias veces. De hecho, tenía una especie de proyecto en el que quería contraponer las imágenes de cómo se veía el amanecer de la Tierra desde el espacio como cómo se vivía siendo un humano en la Tierra. Y en sus propias palabras, se «imaginaba un autoestopista al amanecer, en una carretera perdida, con el sol saliendo y trenes pasando a su lado. La mentalidad de un joven autoestopista es una de las mentalidades más libres que hay». Y remataba, diciendo “You are always a little bit hungry and you know you are being completely foolish” «Siempre tienes un poco de hambre y sabes que estás siendo completamente alocado»Te he dicho que Brand es un tipo peculiar, pero seguramente no tanto como nos lo parece hoy. Como todos, fue un producto de su tiempo. Alguien que nació en 1938 y que pasó los primeros 30 años de su vida en una época de progresos tecnológicos increíbles. Progresos que nos permitirían ser dueños de nuestras vidas. De hecho, si en lugar de irnos a la última página, del último ejemplar del Whole Earth Catalog, nos vamos a la primera página de su primer ejemplar, publicado en 1968 con una imagen completa de la Tierra en su portada y leemos el pequeño manifiesto con el que se presenta, nos encontramos con la siguiente declaración, que es bastante difícil de traducir, pero vamos a intentarlo: «Propósito:Somos como los dioses y ya puestos podríamos aprender a hacerlo bien. Hasta ahora, el poder y la gloria que remotamente hemos alcanzado —a través de gobiernos, grandes empresas, la educación formal, la iglesia— han sido exitosos sólo hasta el punto en el que sus groseros defectos oscurecen los auténticos avances. En respuesta a este dilema y a esos avances, se está desarrollando todo un campo de poder personal —el poder de los individuos para dirigir su propia educación, encontrar su propia inspiración, dar forma a su entorno y compartir su aventura con quien quiera estar interesado. El Catálogo de la Tierra Completa busca y promueve herramientas para ayudarte en ese proceso»¡Toma ya!  Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
(NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO AQUÍ: https://www.jaimerodriguezdesantiago.com/kaizen/190-guerreros-de-la-roca/)«La mentalidad de una persona común contiene un porcentaje enorme de inconsciencia. Somos prisioneros de la costumbre y ni siquiera lo sabemos. Una persona corriente tiene aproximadamente sesentamil pensamientos diarios, y la mayoría de ellos son los mismos todos los días. La tarea del guerrero es liberar la mente consciente de estos pensamientos repetidos, para así dirigir la atención de forma deliberada y responder de manera espontánea y no habitual a situaciones de riesgo. La plena atención y la espontaneidad son las claves para obtener poder, y el primer paso para mejorar estas cualidades es alumbrar la penumbra del reino de nuestro inconsciente» — Arno Ilgner¡Toma ya! Unos cuantos capítulos atrás te hablé del miedo a través de los aprendizajes de Alex Honnold, un escalador al que cariñosamente llamé hombre-cabra, un poco por la combinación entre su capacidad para trepar y las cosas que se le ocurría hacer. El ser y el estar a veces se diferencian poco. Hace más tiempo aún, en el capítulo 154, te hablé de nuestro diálogo interior. Es decir, de cómo según nos hablemos a nosotros mismos, cambia nuestra manera de ver el mundo y nuestro rendimiento. Y en ambos capítulos mencioné de pasada un libro, el mismo del que te he leído un párrafo al principio: The Rock Warriors Way, que en España se llamó, Guerreros de la Roca, de Arno Ilgner. Que, por cierto, la edición que tengo yo en castellano, que te dejo enlazada en las notas, está repleta de fotos alucinantes de escalada. Y por si no te había quedado claro con el párrafo que te he leído antes, te diré que es un libro bastante peculiar. Se publicó por primera vez en 2003, pero el lenguaje que usa a mí me suena a veces a ese batiburrillo de ideas pseudocientíficas y esotéricas que fue la cultura New Age de los 70. O al menos eso creo, porque yo no la viví. En cualquier caso, a lo que iba es que el lenguaje que usa es extraño y puede generar algo de rechazo. A mí me lo generó al principio, desde luego. Y además, tampoco aconsejaría a nadie tomárselo muy al pie de la letra, no creo que tenga una base científica muy sólida. Pero, dicho todo esto, creo que es exactamente lo que promete ser: un manual de entrenamiento mental. Dirigido a escaladores, sí, pero con un montón de lecciones que nos pueden ser útiles a todos. O eso espero, porque es precisamente de lo que vamos a hablar en el capítulo de hoy. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.
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Comments (12)

Luis Pérez

R. Q. R. S El s V q. Msss.

Oct 13th
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Luis Pérez

I yuy want to go to the y yyyyy yyyyyyyyyyyyyy u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u u y u u yty a la UU uu u u u u u u yu yr yru yy uu u u u uyuu u u u yr u u want u u want u want u want u u want y u u want u u want u uyuu yuy u y u u you want u u want u u uyuu u u u u u u u u u u u u u u u u u u u

Oct 13th
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Franz

Me pareció muy bueno el tema, de hecho si pudieras darte el tiempo para hacer un segundo te lo agradecería, se me vino a la mente un dialecto casi olvidado de una isla en la que no poseen ni una sola grosería y que ademas de ello estan obligados o mejor dicho acostumbrados a decir siempre un piropo por asi decirlo o un aspecto positivo antes de comenzar una frase o en un saludo o despedida el nombre exacto no lo recuerdo pero usted que tiene mas herramientas seguro la encontrara un abrazo y a por mas millones. Pdta: otro tema que me gustaria seria la grafologia buen dia.:)

Jun 12th
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Franz

me quedo con : hay una enorme diferencia entre saber algo y creer saber algo honestidad y verdad.

Jun 7th
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Franz

Lo mejor es ser directo, claro no siempre se puede ser directo cuando una situacion te importa mas por la misma situacion o por la persona a quien se la dices pero e tenido bastante mas resolucion diciendo desde un principio NO no puedo tengo algo importantisimo que hacer, y aprender como sustnetarla sutilmente o simplemente no decir nada mas , arrancando siempre con el NO y asi si se pudiera talves aunque no muy amenudo , resultaria mas satisfactorio aun por que las demas personas aun sabiendo que no podria, se alegrarian y pensarian de manera que hice un esfuerzo en asistir o comprometerme a tal cosa. Osea siempre es mejor ser sincero y aprender a decirlo.

Jan 27th
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Franz

Jaime,quiero tu libro . buen tema que escojiste de entre muchos buenos que tienes.

Jan 24th
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Franz

El mundo requiere un cambio de conciencia y si se trata de tecnologia ya es hora de que por lo menos los autos utilicen hidrogeno u otra alternativa o almenos permitir que se usen alternativas ya reglamentadas de dos o mas elementos como la luz solar junto con la electricidad u otras, en esta epoca y no poder desarrollar un coche de carcasa de luz solar , creo que japon ya se a adelantado pero para otros fines pero serio mejor para la conservacion del medio ambiente y la naturaleza otro aspecto tambien seria el desarrollo de adecuacion bacterias que degraden desechos como los que han decubierto para la degradacion de celulares y CPUs y recaptacion de las particulas de oro que tienen estos, pero como avanza la tecnologia solo a conveniencia ;pues que esa conveniencia sea bien dirigida.

Dec 21st
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R.

Enchufado!!!

Oct 1st
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Alexey Vorotnikov Rubatino

Cuando regresa con otro temas??

Aug 16th
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Bruno Loyola

Muy buen podcast

Jul 17th
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Alejandro Alberdi

Buenísimo el podcast!!!

Jun 5th
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Alberto Ramirez Sanchez

genial! muy útil! me encanta este tipo de filosofía!

Jan 21st
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