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Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland
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Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland

Author: Kenneth y Gloria Copeland

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Recibe una palabra de ánimo... una palabra de inspiración... una palabra de fe... ¡todos los días del año!
El devocional Crezcamos de Fe en Fe, escrito por Kenneth y Gloria Copeland, aborda temas de la vida diaria como resultados de la experiencia propia.
Se trata de las luchas que enfrentas a diario, luchas contra el cansancio, la irritación, los hijos, las finanzas, etc. Kenneth y Gloria Copeland te enseñarán cómo obtener la victoria, basados en La Palabra.
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  «Dichoso el hombre que honra al Señor y se deleita obedeciendo sus mandatos... vivirá sin temor a las malas noticias, y su corazón estará firme y confiando en el Señor» (Salmos 112:1,7) ¿Estás preparado para hacerle frente a alguna crisis? No esperes hasta que la crisis te tome por sorpresa para saber si lo estás. Prepárate ahora mismo. Eso fue lo que una pareja de colaboradores hizo. Estaban enfrentando una situación que hubiera aterrorizado a cualquiera. Pero cuando la crisis los golpeó, sus corazones estaban tan afirmados en la Palabra de Dios que su reacción inmediata fue actuar en fe, no en pánico. Lo que más me impresionó cuando oí su testimonio fue una expresión que repitieron varias veces: "Si no depositas, no puedes hacer retiros". Lo que ellos querían decir es que si no te tomas el tiempo para depositar la Palabra en el corazón, ésta no estará allí más tarde cuando la necesites. Terminarás lleno de dudas y en crisis, en lugar de con fe y el poder que necesitas para salir adelante. Una situación como la que enfrentó esta pareja podría ser fatal. Esta pareja tenía un niño de dos años que había sufrido una caída, en la cual se había fracturado el cráneo y lesionado seriamente el cuello. Como resultado, no sentía ni los brazos ni las piernas, y no podía moverse. A pesar de tener que llevarlo a la sala de emergencias, ellos se sintieron inundados de una paz inmensa. En lugar de lamentarse y llenarse de temor, se pusieron a orar con fe, diciendo: "Por las heridas de Jesús, nuestro hijo es sano". Efectivamente, en pocas horas, el niño fue restaurado por completo. Aun las radiografías comprobaron que había ocurrido un milagro. La moraleja de esta historia es la siguiente: la victoria no se obtuvo con la desaparición de las lesiones del cuerpo de ese niño, sino durante los días, las semanas y los meses previos, cuando sus padres estaban oyendo mensajes, estudiando la Palabra y orando en el Espíritu. La victoria se obtuvo porque ellos habían invertido tiempo para edificarse en la Palabra; al llegar la crisis, pudieron estar firmes. ¡Ahora es el momento para edificar un fundamento firme como la roca! No esperes hasta enfrentar alguna crisis. Deposita la Palabra en abundancia en tu corazón ahora, para que cuando la necesites, ésta fluya con poder. Recuerda: "Si no depositas, no puedes hacer retiros". ¡Empieza hoy mismo a efectuar esos valiosos depósitos! Lectura bíblica: Salmo 112   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
¡No pierdas la calma!

¡No pierdas la calma!

2025-12-1305:20

  «Encomienda al Señor tus acciones, y tus pensamientos serán afirmados» (Proverbios 16:3) Quizás en este momento estés a punto de tomar una decisión muy importante… Un cambio en el trabajo, en la iglesia o en tu vida personal. Sabes que necesitas consejo divino y has estado esperando con ansiedad que Él te diga algo. Si ésa es tu situación, ¡no pierdas la calma! Para ser guiado por el Señor no es necesario pasar por un proceso largo que sólo "los profesionales" espirituales llegan a dominar. Yo descubrí eso hace años cuando era una recién convertida. Quería vivir de una forma que fuera agradable a Dios, pero no sabía cómo tomar decisiones que estuvieran de acuerdo con Su voluntad. Entonces, un día mientras estudiaba la Biblia, descubrí Proverbios 16:3. De inmediato me aferré a este versículo y empecé a aplicarlo a mi vida, y ahora puedo decirte por experiencia propia que ¡funciona! También funcionará para ti si pones en práctica lo que dice ese versículo. Encomienda sin reservas tus obras y tus caminos al Señor; entrégaselas por completo. Entonces, Él empezará a ajustar tus pensamientos para que sean como los de Él, y en algún momento sabrás lo que debes hacer. Por supuesto, la fe está envuelta en el proceso. Uno de los requisitos es la confianza en Dios, y no podrás tenerla sin alimentarte de la Palabra. Luego, cuanto más encomiendes al Señor tus obras y cuanto más confíes en Él, te será más fácil y tendrás más confianza en tu habilidad de escuchar. Empieza ahora mismo con cualquier problema que te esté agobiando. Ora y ponlo en las manos del Señor. En otras palabras, cuando ores, cree que recibirás. Deja de preocuparte y empieza a creer. Aprende a vivir de esta manera, y no importa si has sido cristiano por 30 minutos o por 30 años, ¡tus pensamientos serán afirmados y tus obras saldrán bien! Lectura bíblica: Salmos 37:1-7   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Sintonízate

Sintonízate

2025-12-1205:21

  «Pues el que habla en lenguas extrañas le habla a Dios, pero no a los hombres; y nadie le entiende porque, en el Espíritu, habla de manera misteriosa» (1 Corintios 14:2) ¿Alguna vez te has preguntado por qué le está tomando tanto tiempo al Señor poner las cosas en orden en la vida de la Iglesia o en tu propia vida? Si te has preguntado eso, déjame decirte algo que aprendí hace algunos años: no es el Señor quien se atrasa, ¡sino nosotros! No es culpa de Dios que la Iglesia todavía tenga manchas y arrugas como tampoco es culpa de Dios que no estemos viviendo en victoria total. Él es el gran "YO SOY" y está siempre dispuesto a oírnos. Somos nosotros los que nos quedamos siempre cortos. Podemos comparar eso con la recepción de una radio. Si uno no sintoniza la frecuencia exacta, no podrá oír la emisora. No es culpa de la estación, pues las señales están siendo emitidas. Lo que ocurre es que uno no ha sintonizado la frecuencia correcta. Eso mismo nos pasa a nosotros. No hemos sintonizado nuestro espíritu lo suficiente como para que reciba la voz del Espíritu de Dios. Sí, de vez en cuando recibimos algunas cosas, pero por lo general hacemos que la señal se desvanezca; no sintonizamos de una forma constante la frecuencia de Dios. ¿Cómo puedes ajustar tu sintonía espiritual? Orando en el Espíritu. La oración en otras lenguas es el método más rápido y eficaz que conozco para sintonizar la frecuencia de Dios. Pues, en lugar de orar tus propios pensamientos y planes, estarás orando los de Dios. La Biblia dice que cuando oras en lenguas le hablas misterios a Dios. En el espíritu estás mencionando partes del plan de Dios que ni siquiera entiendes con tu mente. Por la unción del Espíritu Santo, estás orando según la perfecta voluntad de Dios. Dios sabe cómo librar a Su pueblo y cómo convertirnos en la Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga. Él tiene un plan que funciona. Y si nos conectamos con ese plan y comenzamos a liberarlo en la Tierra por medio de la oración en el Espíritu, orando conforme a Su voluntad y no según la nuestra, nuestra era presente llegará muy pronto a su fin. Si todos sintonizamos nuestra mente y nuestro corazón con lo que Dios está haciendo, habrá una explosión del poder de Dios que transformará este mundo. Comienza a ajustar tu sintonizador espiritual hoy mismo. Invierte una hora orando en otras lenguas. Pon tu espíritu en la longitud de onda de Dios y mira cuán rápido las manchas y las arrugas comienzan a desaparecer de tu vida. Lectura bíblica: 1 Corintios 14:1-19   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
  «En ese momento apareció, junto con el ángel, una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: «¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!» (Lucas 2:13-14) La Navidad es una época muy importante del año. Es la temporada cuando el mundo entero oye el mensaje del nacimiento de Jesús y la gente se vuelve más bondadosa. Es el tiempo perfecto para sembrar semillas de amor en la vida de las personas que encontramos en el camino. Esas semillas a veces pueden adquirir la forma de una palabra amable a alguien en medio del bullicio y el trajín de las compras. Otras veces, pueden tomar la forma de una oportunidad de orar por alguien y ministrarle. Pero no importa dónde te encuentres, debes estar preparado para aprovechar cualquier oportunidad para ayudar a los demás. Yo he tenido experiencias asombrosas después de entregar unos cuantos dólares a alguien en necesidad. En el momento de entregar ese dinero, les digo: "Este dinero es del Señor Jesucristo. Yo le sirvo a Él y Él me ha dicho que te ayude". Es asombroso ver cómo la gente está más dispuesta a oír cuando uno dice las cosas con amor. Mucha gente nunca ha conocido a nadie que de verdad les muestre interés ni amor. En esta temporada navideña, se esa clase de persona para con los demás. Difunde el mensaje de paz que es posible en Jesucristo, y el de Su buena voluntad para con los hombres. ¡Quién sabe cuántas de esas semillas echen raíces un día y hagan entrar a alguien en el glorioso reino de Dios! Lectura bíblica: Lucas 2:1-20   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Busca primero a Dios

Busca primero a Dios

2025-12-1005:18

  «Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6:33) Siempre que Kenneth y yo hablamos de vivir por fe, sé que hay personas que piensan: "Eso es fácil para ustedes, porque son predicadores y han tenido éxito". En cierto modo es verdad que hemos tenido éxito, pero ha sido así porque nuestro llamado exige que le pongamos atención a Dios, y ponerle atención a Él siempre produce éxito. Pero no siempre hemos vivido de esa manera. Es más, la primera vez que vi a Kenneth Copeland en persona, lucía lo más lejano a un predicador que alguien pudiera ser. Era piloto de aviones y cantaba en clubes nocturnos. En cuanto a mí, era una estudiante universitaria que no sabía nada del nuevo nacimiento y que había dicho que jamás me casaría con algún predicador. Poco después de casarnos, Kenneth inició un negocio que pensamos que nos haría ricos. Dejé mi trabajo y me fui a trabajar para esa nueva compañía. Dos semanas más tarde, el negocio fracasó. Terminamos durmiendo en una cama plegable que se hundía en la mitad. Teníamos una mesita metálica que Kenneth había fabricado en la secundaria y un televisor en blanco y negro. No teníamos ni refrigerador, ni estufa. Cocinaba en mi cafetera y en una sartén eléctrica, y ponía la comida afuera en una caja de cartón para que se mantuviera fría. Estábamos en la quiebra, sin empleo y endeudados hasta la coronilla. No teníamos a donde ir, ni muebles. No teníamos absolutamente nada. Entonces, un día, tomé la Biblia que la madre de Kenneth le había regalado para su cumpleaños. Ella le había escrito una dedicatoria con este versículo: «Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas». La abrí y leí Mateo 6. Decía que Dios tenía cuidado de las aves. Por primera vez en mi vida entendí en mi corazón que Dios se interesaba por mí. Me imaginé que si Él cuidaba de las aves, ¡ciertamente cuidaría de mí! Me arrodillé en aquella habitación casi vacía y le dije a Jesús que si Él podía hacer algo con mi vida, yo se la entregaba. Eso es todo lo que recuerdo haber dicho. No sabía que acababa de nacer de nuevo. Dos semanas después, Kenneth encontró un trabajo. Nos mudamos a un apartamento amueblado y compramos un mejor automóvil. En medio de todo eso, sucedió algo más: Kenneth también nació de nuevo. No te preocupes si "no has tenido éxito". Por supuesto que nosotros no lo tuvimos al principio. Sigue caminando con Dios y deja que Él te dé la victoria. Él es un Dios bueno para con todos (Salmos 145:9). Toma la decisión en tu corazón de buscarlo primero a Él, y todas las otras cosas serán añadidas. Lectura bíblica: Salmo 128   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
  «El amor nunca falla» (1 Corintios 13:8, AMP) El temor al fracaso. Es algo que todos hemos experimentado alguna vez en la vida. La psicología nos dice que debemos hacer cambios para enfrentar ese temor. Pero la Palabra de Dios nos dice que hay una manera de vivir a prueba de fracasos: el camino del amor. Si quieres conocer el verdadero éxito, deberás aprender a ser movido y motivado por el amor. Eso fue lo que Jesucristo hizo cuando estuvo en el mundo. Cuando Juan el Bautista fue brutalmente asesinado, Jesús se apartó para estar solo, pero aún en esa hora de agotamiento físico y mental, no se desvió del camino del amor. En Mateo 14:6-14 leemos que cuando Él vio la gran multitud que lo seguía, tuvo compasión de ellos y sanó a los enfermos. Solía preguntarme cómo pudo Jesús volver la espalda a ese terrible crimen y no tomar venganza. Pero lo que yo no había visto es que Jesús, en efecto, sí se vengó. Él venció las obras de Satanás con la compasión, venció el odio con el amor. Atacó a Satanás en el mundo espiritual al destruir sus obras que producen males y enfermedades. La compasión no trata las cosas a un nivel superficial, sino que va a la raíz del problema; y por eso siempre triunfa. Podrías decir: "Un momento, yo no puedo hacer eso; yo no soy Jesús". ¡Sí, si puedes! Porque la Palabra de Dios dice que el amor de Jesús ha sido derramado en tu corazón (Romanos 5:5). Y 1 Juan 2:5 dice que el amor de Jesús se perfecciona en ti cuando guardas la Palabra de Dios. Comprométete hoy a vivir una vida de amor. Observa a Dios convertir el fracaso en éxito en tu hogar, en el trabajo y en cualquier situación, porque ¡el amor nunca falla!   Lectura bíblica: Mateo 14:1-14   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Dos cosas a la vez

Dos cosas a la vez

2025-12-0805:20

  «Por tanto, vivan en el Señor Jesucristo de la manera que lo recibieron: arraigados y sobreedificados en él, confirmados en la fe y rebosantes de acciones de gracias, que es como fueron enseñados» (Colosenses 2:6-7) Confirmados en la fe y rebosando en acciones de gracias. En estos días, esas dos cosas parecen ser una combinación extraña. Durante los últimos años, mucha gente ha aprendido acerca de la fe y acerca de lo que significa abundar en acciones de gracias, pero ha sido difícil operar en ambas cosas a la vez. La gente de fe quiere confesar la Palabra todo el tiempo, pero no alaba mucho a Dios. Y a quienes les gusta alabar a Dios, sólo quieren saltar, gritar, danzar y pasarla bien con el Señor, y es algo difícil convencerlos de que tomen la Palabra en serio. El éxito es el resultado de combinar ambos a la vez. Así que, ¡hazlo! Combina esas dos cosas en tu vida. Cuando te encuentres atravesando una dificultad, no te limites a quedarte con el ceño fruncido y los puños cerrados, aferrado a tu fe. Levanta también las manos en alto y alaba. Comienza a dar gracias a Dios aun en medio de lo que está sucediendo a tu alrededor. Sigue dándole gracias por la respuesta hasta que la recibas. Además de mantenerte firme en la Palabra, deja que el gozo del Señor te ayude a danzar de júbilo sobre ella por un tiempo. Eso te llevará a cumplir tu destino de una forma más rápida… y tanto tú como Dios se gozarán mucho más en el camino. Lectura bíblica: Colosenses 2:1-10   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Acércate al Señor

Acércate al Señor

2025-12-0705:25

  «La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes…» (Colosenses 3:16) Las cosas en este mundo van de mal en peor. Recientemente, el Espíritu Santo ha estado poniendo un mensaje urgente en mi corazón. Me ha estado diciendo: "Acércate más a tu Padre celestial, cultiva tu relación con Él. Si no lo haces, no te irá bien; pero si lo haces, verás el derramamiento más glorioso de Dios que jamás podrías imaginarte". Ese mensaje no es sólo para mí. Es también para ti y para todo creyente sobre la Tierra. Vivimos en los últimos días de esta época. Cristo vendrá pronto. Es un tiempo emocionante, pero también es un tiempo peligroso. Quienes no hagan lo que el Espíritu dice y no se acerquen al Señor, irán de calamidad en calamidad. No obstante quienes obedezcan, vencerán las calamidades y las convertirán en cosas gloriosas, en el nombre de Jesús. El primer paso para acercarte más a Dios es entender que llegas a conocerlo primero en Su Palabra. El tiempo que empleas en meditar en el Nuevo Testamento es tiempo dedicado a Jesús. La mayoría de los creyentes no se da cuenta de esto. En vez de conocer al Señor por medio de Su Palabra, muchos tratan de hacerlo a través de los sentidos físicos, y desde ya que eso no da resultado. Para que el Espíritu Santo controle tu mente es necesario que la Palabra predomine en tus pensamientos; con el tiempo, tus sentimientos seguirán el orden correcto de las cosas. Recuerda esto: Juan 1 dice que Jesús es la Palabra. Eso significa que cuando le dedicas tiempo a la Palabra, le estás dedicando tiempo a Jesús. Cuando la Palabra de Dios habita ricamente en ti, ¡Jesús también lo hace! No vivas de calamidad en calamidad. Al contrario, toma esos eventos y conviértelos en algo glorioso, en el Nombre de Jesús. Acércate más a Jesucristo y a la Palabra de Dios para que te vaya bien en estos tiempos peligrosos. Lectura bíblica: Juan 1:1-14   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
  «Así ha dicho el Señor: «Reprime tu llanto y tus sollozos; seca las lágrimas de tus ojos, porque no has trabajado en vano: tus hijos volverán de ese país enemigo.—Palabra del Señor. » Tus descendientes tienen esperanza; tus hijos volverán a su propia tierra.—Palabra del Señor.» (Jeremías 31:16-17) Jesús nos ha redimido de la maldición. A muchos se nos ha enseñado muy bien acerca de esa redención del pecado, de la enfermedad y de la pobreza en nuestra propia vida. Pero muchas veces se nos olvida que esa redención también ejerce poder sobre la destrucción que el diablo intenta traer sobre la vida de nuestros hijos. En Deuteronomio 28, versículos 16 al 68, leemos acerca de la maldición de la ley. Observa lo que la maldición dice en cuanto a los hijos: «Ante tus propios ojos tus hijos y tus hijas serán entregados a otra gente, y tú no podrás impedirlo, y día tras día tus ojos desfallecerán esperando que vuelvan» (Versículo 32). «Tendrás hijos e hijas, pero no los retendrás, porque serán llevados en cautiverio» (Versículo 41). Un sin número de padres cristianos se encuentran sufriendo, sin necesidad, las consecuencias de esa maldición. Sus hijos e hijas están siendo llevados cautivos por las drogas, el alcohol y las perversiones. ¡Pero no debe ser así! Debido a que Jesucristo ya anuló la maldición de la ley, estos padres tienen la autoridad en el nombre de Jesús de echar a Satanás fuera de la vida de sus hijos. No dejes que el diablo tome el control de tus hijos. Cuando observes en ellos las primeras señales de rebeldía, confiesa las promesas de Dios sobre ellos y rehúsate a darle al diablo lugar para hacer de las suyas. Recuerda que tus niños no entienden acerca de las fuerzas invisibles que vienen contra ellos. Por lo tanto, tu responsabilidad como padre o madre es levantarte contra esas fuerzas en defensa de ellos. Así que cumple con tu deber. Luego, aprovecha cada oportunidad para mostrarles tu amor. Dios sabe cómo liberar a tus hijos. Haz tu parte y confía en que Dios hará la Suya, ¡y los hará volver de la tierra del enemigo! Lectura bíblica: Isaías 60:1-5   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
«El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga alguna necesidad» (Efesios 4:28) Siempre me asombra que, cuando predico sobre la prosperidad, alguien se acerca y me dice: "Yo no necesito mucho dinero. Soy una persona sencilla con una vida sencilla. Simplemente le pido a Dios lo suficiente para suplir mis necesidades". Algunos creen que eso significa ser humilde, pero no lo es. ¡Es egoísmo! No lo consideran así, pero en realidad están diciendo: "Lo único que me preocupa es poder cubrir mis necesidades. No tengo deseos de ayudar a satisfacer las necesidades de los demás". Bien, esas personas podrían pedirle a Dios un millón de dólares, usar lo suficiente para cubrir sus necesidades y donar el resto. Pero ni siquiera se les ocurre hacerlo, ya que cuando se trata de dinero, el mundo les ha lavado el cerebro haciéndoles creer que si tienen exceso, deben guardarlo. Esa creencia ha sido un obstáculo para el ministerio de Jesucristo en el mundo de hoy. Ha hecho que ministros del evangelio abandonen su llamado y consigan trabajos seculares para poder subsistir. Esto también ha perjudicado a las iglesias y paralizado el crecimiento de los ministerios que hubieran podido alcanzar miles de almas para el Señor. No hay duda de que se necesita dinero para predicar el evangelio. Jesús lo sabía, y contrario a lo que piensa mucha gente, el ministerio de Jesús no carecía de fondos. Había tanto dinero circulando por Su ministerio que fue necesario nombrar un tesorero: su nombre era Judas. Pero Jesús no acumuló ese dinero para Sí mismo. Lo entregó para cubrir las necesidades de los que le rodeaban. Tal era Su fama de ser generoso que en la noche de la última Cena, cuando Judas salió repentinamente de la habitación, los discípulos creyeron que Jesús lo había enviado a darles a los pobres. ¿Puedes imaginarte lo mucho y las tantas veces que Jesús le había dado a los pobres para que los discípulos dieran ese hecho por sentado? Jesús jamás fundó ningún imperio mundano para Sí. Pero eso no significa que era pobre. Quiere decir que era la persona más generosa que jamás haya existido sobre la faz de la Tierra, y ya es tiempo de que comencemos a seguir Sus pasos. No rechaces la riqueza que Dios quiere darte sólo porque crees que no la "necesitas". Atrévete a aceptarla, y luego repártela con quienes sí la necesitan. Deja de trabajar para vivir y empieza a trabajar para dar… y descubrirás el verdadero propósito de las riquezas. Lectura bíblica: Lucas 12:15-31   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
«Honra al Señor con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.» (Proverbios 3:9-10) El libro de Proverbios nos expone un principio muy básico para tener éxito. Y es el siguiente: si quieres que Dios te honre y te bendiga en algún aspecto de tu vida, deberás honrarle en esa área en particular. Si quieres que Dios te bendiga económicamente, deberás honrarle con tu dinero, o como este versículo lo dice, con lo mejor de todo lo que produces. En otras palabras: tendrás que diezmar. Kenneth y yo sabemos eso por experiencia. Cuando empezó nuestra vida con el Señor, estábamos en una situación económica terrible. Estuvimos en esa condición por varios años porque no éramos constantes diezmando. ¡Tratábamos de diezmar por algún tiempo, pero luego abandonábamos! Entonces, un día, tomamos la decisión firme de diezmar sin importar las consecuencias. Ahí fue cuando empezamos a salir de los problemas económicos. Cuando empezamos a honrar a Dios con nuestro diezmo, entonces el Señor empezó a bendecirnos en ese aspecto de una manera milagrosa. Quizás digas: "Bueno Gloria, la verdad es que en este momento no puedo darme el lujo de diezmar". Déjame decirte que no puedes darte el lujo de no hacerlo. Si no empiezas en este momento a honrar a Dios con tu dinero, el próximo año te encontrará en la misma situación económica. Así que, hazlo aunque parezca que no puedes hacerlo. ¡Dios es fiel! Si le honras con el diez por ciento que le pertenece, Él te ayudará con el resto. Dale al Señor las primicias. Hazlo con fe y lleno de expectativa. Al diezmar, adora a Dios y agradécele por lo que ya ha hecho en tu vida. Te quedarás maravillado cuando veas lo que Él puede hacer. Lectura bíblica: Malaquías 3:8-12   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados
¡Habla como Dios!

¡Habla como Dios!

2025-12-0305:09

  «Porque de cierto les digo que cualquiera que diga a este monte: "¡Quítate de ahí y échate en el mar!", su orden se cumplirá, siempre y cuando no dude en su corazón, sino que crea que se cumplirá» (Marcos 11:23) Jesús no dijo: "Cualquiera que le hable a Dios acerca de este monte". Él dijo que deberíamos hablarle directamente al monte, declarando lo que deseamos que haga. Desde el punto de vista humano, eso parece ridículo. Pero 1 Corintios 1:27 nos explica que Dios ha escogido lo que el mundo considera ridículo para confundir a los sabios. Al mundo siempre le parecerá una tontería que un creyente hable como si lo que Dios ha prometido fuera una realidad, especialmente cuando esas promesas parecen contradecir la evidencia física a nuestro alrededor. Pero si quieres mantener al enemigo derrotado, ésa es la manera en que deberás hablar. La Biblia dice que ¡Dios mismo habla de esa manera! En Romanos 4:17, leemos que Dios «…llama las cosas que no existen, como si existieran». Dios no espera hasta que las circunstancias estén en orden para hablar; al contrario, las circunstancias se ponen en orden porque Él habla. Tú puedes hacer lo mismo si haces que tus palabras estén de acuerdo con las de Dios, y las confiesas con tu boca por fe. Quizás te preguntes: "Pero, ¿y si nada sucede después de hablar? ¿Qué pasa si la situación no cambia inmediatamente?". Cuando Jesús le habló a la higuera en Marcos 11:14, no regresó instantes más tarde para ver qué había sucedido. Cuando le habló, Él lo consideró un hecho. Sigue Su ejemplo. Deja que tu fe hable. Ponte de acuerdo con la Palabra de Dios. Lectura bíblica: Lectura bíblica:  Marcos 11:12-23   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados
Libera tu fe

Libera tu fe

2025-12-0205:16

«Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas» (Marcos 11:25) Son pocos los creyentes que entienden bien la estrecha correlación entre la fe y el perdón. Jesús habló de esa relación en la enseñanza sobre la fe que mueve montañas, según Marcos 11:22-26. Él dijo: «Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá. Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo…» (versículos 24-25). Jesús unió esas dos frases a propósito. Su propósito era que entendiéramos que liberar a los que nos han ofendido es fundamental para recibir de Dios. El quería que grabáramos en nuestro corazón el hecho que no podemos recibir respuesta a nuestras oraciones y al mismo tiempo, guardar rencor. El rencor obstaculiza el canal de la fe y te deja indefenso, sin poder alguno en contra de los obstáculos de la vida. Si has estado orando por algo y parece que la respuesta no llega, examina tu corazón para ver si tienes falta de perdón. Pídele al Espíritu Santo que saque a la luz cualquier rencor que esté escondido. Quita de en medio lo que esté paralizando tu fe, y pronto verás cumplirse las cosas por las cuales has estado orando. Lectura bíblica: Mateo 18:21-35   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
«Por tanto, es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que nos extraviemos» (Hebreos 2:1) A todos nos ha sucedido. Ponemos un poco de la Palabra de Dios en nuestros cinturones espirituales. Obtenemos algunas victorias. Por primera vez en muchos años nos va muy bien en la vida. Pero, de pronto, nos desviamos del camino y nuestro mundo se derrumba, y tenemos que comenzar otra vez. Eso fue lo que le sucedió a los creyentes de quienes se habla en la carta a los Hebreos. Habían avanzado tanto en la vida espiritual que ya podían ser maestros. Pero con el tiempo se desviaron tanto del camino que fue necesario volver a alimentarlos como a bebés de pecho (lee Hebreos 5:12). ¿Qué fue lo que los hizo tropezar de esa manera? Ellos dejaron que otros asuntos se interpusieran en el camino de la fe. Dejaron que se les olvidaran las promesas de Dios. Por esa razón se desviaron. Esto mismo le ha sucedido a multitud de creyentes en los últimos años. "Bueno, hermano Copeland —dicen algunos—, estamos cansados de este asunto de la fe. La verdad es que no tenemos tanto tiempo para permanecer en la Palabra". Esos creyentes se han olvidado de las promesas de Dios. No es que hayan dejado de creer en ellas; están más interesados en otras cosas. Han bajado mucho su nivel de conocimiento de la Palabra, y ya que un nivel bajo de Palabra equivale a niveles bajos de fe, pronto empezaron a sufrir derrotas en áreas de su vida donde antes habían triunfado. No dejes que eso te suceda. Cuando las cosas vayan bien, no sólo disfrutes las bendiciones de Dios, sino que también profundiza en lo que Él tiene para ti. Presta más atención a las promesas de Dios, concéntrate en seguir adelante y en fortalecerte espiritualmente, no sólo para que te sea suplido lo que necesitas, sino también para ayudar a los demás en sus necesidades. Recuerda: Un nivel bajo de la Palabra = un nivel bajo de fe = tropiezo. No te distraigas tanto disfrutando las victorias presentes, para que mañana no termines en derrota. Examina las cosas que has aprendido. Presta más atención a la Palabra―no menos. Mantente avanzando de fe en fe y así Satanás y sus secuaces, en vez de tratar de hacerte tropezar, se lamentarán: "¡Oh, no, ahí viene otra vez ese hombre de fe tras nosotros!". Lectura bíblica: Hebreos 5:11-14, 6:1-12   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
  «Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá» (Juan 15:7) La palabra permanecer es muy importante. Cuando Jesús nos dijo que obedeciéramos Sus mandamientos y guardáramos Su Palabra, no estaba refiriéndose a que nos limitáramos a seguir un montón de normas y reglas de alguna religión. Lo que Él quiso decir fue que debemos dejar que Su Palabra―¡la cual es viva!―hiciera su morada en nosotros. Nos estaba diciendo que debemos pasar tiempo en ella, meditar en ella, llenar nuestra mente y nuestra boca de ella, y dejar que guíe nuestros pasos y acciones. El apóstol Pablo lo dijo de la siguiente manera: «La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes» (Colosenses 3:16). La mayoría de los creyentes no tienen idea alguna de lo que eso significa. Y esa es una de las razones por las cuales experimentan tan poco poder. En una ocasión, Oral Roberts dijo que si la Palabra permanece en nosotros y está viva y produciendo fruto, puedes oírla. ¿Sabes lo que es tener cierta melodía constantemente en la cabeza y estar oyéndola todo el día? Pues bien, cuando permaneces en la Palabra, la tendrás siempre en tu cabeza y la oirás todo el día. Muchas veces he estado en medio de situaciones muy difíciles, preguntándome qué hacer. De repente escucho un versículo en mi interior. Esa era la respuesta a mi situación. He sido liberado por la Palabra de Dios que mora en mí. Por lo tanto, invita al Espíritu Santo para que intervenga a tu favor. Tan solo mantente diciéndole: "Cualquier cosa que traigas a mi memoria de la Palabra será exactamente lo que haré. Seré obediente a cada orden de Jesús que Tú me recuerdes". Toma la firme decisión de permanecer en la Palabra. Pronto descubrirás que la Palabra permanece en ti.   Lectura bíblica: Colosenses 3:1-16   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
No compres una mentira

No compres una mentira

2025-11-2905:21

«Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán» (Deuteronomio 28:2) "Bueno, hermano, estoy seguro de que al final descubrirás que las dificultades económicas son en realidad una bendición disfrazada". ¿Alguna vez has oído a alguien repetir esa frase a otra persona que está mal económicamente? Es posible que así sea. Es una creencia popular muy común. El problema con esa creencia es que es una mentira que el diablo ha usado para mantener a los creyentes a raya. Como resultado, muchos cristianos están sufriendo una derrota financiera tras otra. Así que mejor vayamos hoy a la Palabra de Dios para aclarar el asunto de la prosperidad y la pobreza. Aclaremos de una vez por todas cuál es la bendición y cuál es la maldición. La respuesta la encontramos en Deuteronomio 28. Lo que Dios describe en los versículos del 1 al 14 es la bendición—o la prosperidad. En cambio, en los versículos 15 al 31 nos describe la pobreza—y Dios la llama una maldición. La maldición tiene como fin principal la destrucción. Su objetivo no es enseñarte algún tipo de lección especial ni hacerte más espiritual, sino el de destruirte. No importa que la pobreza sea mucha o poca; es, y siempre será, una maldición. Satanás ha hecho todo lo que ha podido para convencer al pueblo de Dios de que la pobreza es una bendición disfrazada, ¡pero la pobreza es algo que el diablo inventó! Así que no le creas ni por un momento. Renueva tu mente con la Palabra de Dios. Si eres hijo de Dios, no tienes porqué vivir bajo la maldición de la pobreza ni de ninguna otra clase de maldición. ¡Ya has sido redimido! Lectura bíblica: Deuteronomio 28:1-31   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Imita a los fieles

Imita a los fieles

2025-11-2805:23

  «Acuérdense de sus pastores y líderes en autoridad [pues han sido ellos], quienes les dieron a conocer la palabra de Dios. Observen con atención los resultados de su conducta… e imiten su fe» (Hebreos 13:7, AMP) Aparte de la Palabra de Dios y de la oración, no hay nada que pueda ayudarte más que el observar e imitar a un verdadero hombre de fe. Yo lo descubrí de una manera sorprendente hace muchos años cuando era estudiante en la Universidad Oral Roberts. Como copiloto del avión que transportaba al hermano Roberts y su personal a las campañas de sanidad, tuve la oportunidad de observarlo en acción: yo iba a donde él iba, lo oía predicar y lo veía imponer las manos sobre los enfermos. Nunca olvidaré el día que tuve la oportunidad de poner en práctica algo de lo que había aprendido con él. Yo había estado en algunas de sus campañas, pero todavía era muy inexperto en la vida espiritual. Se me había asignado la tarea de ayudar a las personas inválidas para que el hermano Roberts impusiera las manos sobre ellas. Era la primera vez que me encontraba en un salón rodeado de toda clase de enfermedades. Cuando el hermano Roberts entró, en vez de imponer él mismo las manos sobre las personas, me tomó por la manga del saco y me dijo: "Haz tú la oración y pon las manos sobre esas personas". Debí haberme puesto pálido, pues nunca antes había orado por cosas como esas. Quizás hubiera orado por un dolor de cabeza o por un serio dolor en una uña, pero nada más. La primera mujer a la que nos acercamos tenía cáncer de estómago y pesaba menos de 40 kilos: era el retrato de la misma muerte. Me dirigí hacia ella y antes de que pudiera abrir mi boca, escuché una voz que dijo: "En el nombre de Jesús, toma tu lecho y anda". Al instante, ella escupió ese cáncer sobre el piso. Luego saltó de ese lecho y gritó: "¡Estoy sana!", y comenzó a correr por todo el salón. Esa experiencia cambió mi vida. Cuando me acerqué a la siguiente persona y levanté mis manos, podía sentir la sanidad fluyendo. Había visto a Jesús sanar por medio del hermano Roberts, así que, en mi mente, podía ver a Jesús sanando a través de mí. Tú puedes hacer lo mismo. Busca a una persona que camine en un nivel de fe y poder superiores a ti, y aprende de ella. Reconoce a Jesús en esas personas e imítalas. Con el tiempo, otros empezarán a ver a Jesús en ti. Lectura bíblica: 2 Reyes 2:1-15   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
  «Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes. Por tanto, manténganse firmes y fajados con el cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de justicia, y con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz. Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno. Cúbranse con el casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Efesios 6:13-17)   La Biblia nos enseña que como creyentes debemos ser una fuerza de ocupación del Señor hasta que Él regrese. En el campo militar, ocupar significa: "Tomar posesión o apoderarse de un territorio y sus tropas, invadiéndolo o instalándose en él". Para llevar a cabo esa tarea en una forma eficaz hasta que el Señor venga, la mayoría de nosotros tendrá que cambiar de actitud. Tendremos que tener presente que Jesucristo ya venció y ya obtuvo la victoria. Así es. Satanás fue derrotado y despojado en el Calvario; él es quien está a la defensiva, no nosotros. Es más, Jesucristo nos ha dado Su armadura y Su espada para mantener en su lugar a ese diablo derrotado. Podrás ser un debilucho de 45 kilos, pero si te revistes de la armadura de Dios, el diablo nunca lo notará. Huirá de ti como si fueras el mismo Jesucristo. Piénsalo. ¿Qué harías si fueras el diablo y te encontraras cara a cara con un creyente vestido con la armadura, el yelmo y las armas de Dios? Siempre y cuando ese creyente se limite a declarar las palabras de Dios, creerás que es el mismo Señor quien está dentro de la armadura. No se te olvide ninguno de los componentes de la armadura que se te ha provisto. Revístete con su totalidad. Haz que el diablo esté siempre a la defensiva—¡y participa de la fuerza de ocupación hasta que Jesús regrese! Lectura bíblica: Lucas 12:35-44   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
¿Cuál es tu nombre?

¿Cuál es tu nombre?

2025-11-2605:23

  «Y todo lo que hagan, ya sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él» (Colosenses 3:17) ¿Sabías que tu nombre ha cambiado? Tu nombre ya no es más el nombre que tenías antes de que nacieras de nuevo. Te deshiciste del primer nombre cuando celebraste el pacto con Jesucristo. Para apreciar completamente lo que ese cambio significa, tienes que pensarlo a la luz de lo que sabemos del pacto de sangre. Cuando alguien hace un pacto de sangre, se entrega por completo, deja de ser dueño de sí mismo. Y sus posesiones y deudas, así como sus virtudes y defectos, le pertenecen para siempre a la persona (hermano de sangre) con quien hace el pacto. Cuando estableces un pacto de sangre con alguien, adquieres el nombre de esa persona; éste se convierte en tu nombre para siempre. No puedes escaparle―bueno o malo―es tuyo. Cuando recibiste a Jesucristo como Señor y Salvador, Él tomó tu nombre; el cual era pecado, debilidad, temor, pobreza y todo lo que heredaste de Adán. Jesús te quitó esos nombres y te dio Su Nombre a cambio. ¡Eso es cierto! En Efesios 3:15, dice que todo el Cuerpo de Cristo ha sido llamado en el en el cielo y en la Tierra. Eso significa que ahora tienes el nombre de Jesús y la autoridad que conlleva ese nombre. Tan solo piensa de quién has tomado tu nombre nuevo: Jesús, Dios Fuerte, Sabiduría, Libertador, León de la tribu de Judá, Palabra de Vida, Abogado, Proveedor, Yo Soy, Consolador, Salvador, Príncipe de Paz, Admirable, Consejero, Cordero de Dios, Jehová de los ejércitos, Raíz de David, Autor y Consumador de nuestra fe, Camino, Sanador, Hijo de Dios, Verdad, Piedra angular, Rey de reyes, Luz del mundo, Gran Pastor, mi Fortaleza y mi Canto, Juez Justo, Sol de Justicia, Resurrección y Vida, Alfa y Omega. ¡Alabado sea Dios! Esos nombres abarcan toda necesidad que puedas tener, y el poder de Dios se encuentra en el Nombre de Jesús para hacer de ese nombre una realidad en tu vida (Hechos 3:16). Ya no puedes llamarte a ti mismo "desanimado". No debes responder cuando el diablo te diga: "Oye, pobre hombre"; ése no es tu nombre. Jesús te ha despojado de esos antiguos nombres. Medita en los nombres del Señor; todos y cada uno de ellos están incluidos en el nombre de Jesús, el Nombre sobre todo nombre, y a ti te ha sido dado ese nombre ¡con todo el poder y la autoridad que éste conlleva! Lectura bíblica: Efesios 3:16-21   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
Aviva el poder

Aviva el poder

2025-11-2505:25

  «Al acordarme de tus lágrimas siento deseos de verte, para llenarme de gozo... Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios, que por la imposición de mis manos está en ti. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Timoteo 1:4, 6-7) Hay momentos en los que sabes lo que Dios quiere que hagas; sin embargo, no sientes tener la fuerza espiritual necesaria. De alguna manera, te sientes internamente seco. Sabes que la Palabra asegura que «del interior del que cree en mí, correrán ríos de agua viva» (Juan 7:38). Pero en esos momentos, ni siquiera puedes encontrar el riachuelo, mucho menos el río. La Palabra de Dios nos da una orden clara y precisa referente a esas situaciones: nos dice que debemos avivar el fuego del don de Dios que mora en nosotros. ¡Avívate tú mismo! Cualquier cosa que necesites ya la tienes en tu interior. Jesús la depositó allí. Todo lo que necesitarás alguna vez en la vida para hacer lo que Dios te ha llamado a hacer, ya ha sido puesto en tu interior por el Dios todopoderoso. La fe, el poder y el amor ya están ahí. Créelo. Decláralo en voz alta. Confiesa lo siguiente, para ti mismo: "En el nombre de Jesús, avivo el don que está en mí por la fe. No esperaré hasta sentirme avivado, sino que lo avivo por la fe. Estoy dando un paso de fe y sé que después, ¡los sentidos me seguirán!" "Avivo también el amor y el poder de Dios que están en mí. Despierto y echo fuera al diablo de mis asuntos. Cobro vida en el Espíritu del Dios viviente. ¡Estoy avivado!" Lectura bíblica: 2 Timoteo 1:1-8   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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