Discover
CADA MAÑANA
169 Episodes
Reverse
Nehemías 2:18
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.
Marcos 16:18
Tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Juan 13:14
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
- Hechos 20:35
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
-1 Timoteo 2:8
El cierre de la semana se enfoca en la respuesta humana a la sanidad: la gratitud. Invita a reconocer los beneficios recibidos de Dios para llevar una vida de adoración, recordando no olvidar ninguno de sus favores.
Texto clave: Salmo 103:2
Se reflexiona sobre el origen de la sanidad: el amor de Dios. Destaca que tanto la sanidad como el perdón son expresiones directas de Su misericordia, la cual evita que seamos consumidos.
Texto clave: Lamentaciones 3:22-23
Este día trata sobre la sanidad integral. Enseña que el perdón trae reconciliación con Dios y que esta sanidad restaura la vida en todas sus dimensiones (física y espiritual), deseando salud y prosperidad para el alma.
Texto clave: 3 Juan 1:2
Se aborda la sanidad de las heridas internas. El enfoque está en cómo Dios cura las dolencias emocionales y espirituales que surgen a raíz del pecado, la culpa o el sentimiento de rechazo, sanando a los "quebrantados de corazón".
Texto clave: Salmo 147:3
Este día se enfoca en la limpieza espiritual. Explica cómo el perdón de Dios no solo borra el pecado, sino que también libera el alma para que pueda recibir sanidad. Se basa en la promesa de que los pecados serán emblanquecidos como la nieve.
Texto clave: Isaías 1:18
Dios se revela como sanador desde el Antiguo Testamento. Su promesa
de restauración está ligada a la obediencia, la comunión y su fidelidad eterna.
Jesús honra la fe activa. La confianza en su poder abre el camino a
milagros, mostrando que la sanidad no es solo un acto físico, sino una respuesta
espiritual.
La sanidad divina no es parcial. Dios restaura completamente, trayendo
paz, propósito y renovación.
Dios realiza milagros cuando todo parece perdido. Las heridas
profundas son terreno fértil para su poder.
Jesús no solo salva, sino que transforma.
Gálatas 2:20 – “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí…”
El poder del nombre de Jesús para traer salvación.
La salvación requiere una respuesta activa del corazón.
No hay exclusión: toda persona puede ser salva. Jesus murió por todos.
Jesús como el Cordero que quita el pecado del mundo.
Ser salvo no es el final, es el comienzo de una transformación.




