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Compartiendo la Fe y unos mates en lectio divina

Compartiendo la Fe y unos mates en lectio divina
Author: Parroquia de Colalao del Valle
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Invitamos a ser parte del programa "Compartiendo la Fe y unos mates" con la lectura orante del Evangelio del día (con saludos, sugerencias, avisos, etc.) escribiendo al face: Jose Casimiro Torres o a los celulares cuyos números se dan en el transcurso del programa. Desde ya agradecidos a todos por su colaboración.
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Una lectura orante con el Evangelio para esta jornada; proclamación del texto bíblico, música instrumental, comentario bíblico, de reflexión, oración y música cristiana en consonancia con un tema de reflexión u oración.
Compartí todos los días por esta plataforma una lectura orante con la Palabra de Dios.
Grupo de laicos de la parroquia de San Carlos (Salta) lleva a cabo el "Pesebre Viviente" con aporte de reflexiones, oraciones y textos de la Sagrada Escritura, Magisterio y locales.
La representación del pesebre viviente, es un signo de religiosidad popular que convoca cada año, a muchas personas, invitando a recordar y resignificar la fiesta
de la Navidad, centrándola en su verdadero foco: JESÚS:
Por eso, ha de ser preparada con mucha dedicación y como una actividad evangelizadora, que involucre a muchas personas y que a la vez, sea un tiempo de oración, de trabajo en comunidad puesto a los pies del pesebre, para que Jesús
venga a nuestros corazones y a nuestros hogares.
El obispo prelado de Cafayate, mons. José, hizo leer un texto donde agradece a Dios por estos cincuenta años de vida como Iglesia Particular y solicita a la feligresía, autoridades y personas de buena voluntad, a asumir y desarrollar la vocación, servicio y responsabilidades con humildad y generosidad, llevando la vida humana al centro.
El lunes 7 de octubre de 2019 el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, mons. Mario Aurelio Poli, presidió la Solemne Misa Patronal y de clausura del Año Jubilar por los cincuenta año de vida de esta jurisdicción eclesiástica.
Participaron de la Eucaristía los diez obispo del Noroeste Argentino. Para esta ocasión estuvo presente el segundo obispo y emérito de esta Iglesia Particular, mons. Cipriano García Fernández o.s.a.
El evangelio de hoy nos habla del episodio de la mujer que fue acogida por Jesús durante una comida en casa de Simón, el fariseo. Uno de los aspectos de la novedad que la Buena Nueva de Dios trae es la actitud sorprendente de Jesús hacia las mujeres. En la época del Nuevo Testamento, la mujer vivía marginada. No participaba en la sinagoga, no podéis ser testigo en la vida pública. Muchas mujeres, sin embargo, se resistían contra esa exclusión.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Grabación de oraciones, canciones, Evangelio-homilía (mons. Agustín Radrizani) y consagración de los santos óleos en la catedral de la arquidiócesis de Mercedes-Luján (Bs. As.) en la mañana del miércoles 17 de abril de 2019. La misa es conocida con el nombre “de crismal”.
La grabación es tomada del ambiente.
La visita del ángel a María evoca las visitas de Dios a varias mujeres del Antiguo Testamento: Sara, madre de Isaac (Gn 18,9-15), Ana, madre de Samuel (1 Sam 1,9-18), la madre de Sansón (Jueces 13,2-5). A todas ellas fue anunciado el nacimiento de un hijo con una misión importante en la realización del plan de Dios.
María se dejó guiar por la fe. Ésta la llevó a creer a pesar que parecía imposible lo anunciado. El Misterio se encarnó en ella de la manera más radical que se podía imaginar.
Ciudad del Vaticano, 24 de febrero de 2019: En la Sala Regia, tras la celebración de la Santa Misa, el Santo Padre Francisco pronunció un amplio discurso como conclusión del Encuentro sobre “La protección de los menores en la Iglesia”. El Pontífice condena estos crímenes abominables” que involucran a millones de niños en el mundo, formas de abuso y explotación, detrás de las cuales se esconde la “mano del mal”, que “no perdona ni siquiera la inocencia de los niños”
Barbara Castelli.
Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-02/papa-francisco-discurso-conclusion-proteccion-menores-vatiab.html
Hoy es el día más grande, la noche más grande de todo el año, es la noche de la resurrección; después de toda esta preparación de la Cuaresma, de todo este tiempo en cual procuramos ir adentrándonos en este misterio grande de la pasión muerte y resurrección de Jesús, llegamos esta noche, en la cual este gran signo del cirio encendido irrumpe con su luz con su calor en ese templo que está como una señal de toda la humanidad y del corazón de cada uno de nosotros en plena oscuridad.
Nos preparamos para celebrar el Domingo de Ramos, el tiempo cuaresmal ha quedado atrás, y nos encontramos situados ya en el pórtico espiritual de la Semana Santa. El día de “Ramos” nos recuerda el ingreso triunfal de Jesús a Jerusalén, momentos antes de su pasión y muerte. La liturgia en este día nos presenta dos lecturas del evangelio, una primera que se realiza en el exterior del templo a modo de procesión, sobre el ingreso de Jesús a Jerusalén. Y la segunda lectura, es el evangelio de este día, el extenso relato de la pasión y muerte de Jesús.
En el Evangelio de hoy, vamos a meditar sobre el encuentro de Jesús con la mujer que iba a ser lapidada.
Por su predicación y por su manera de actuar, Jesús incomodaba a las autoridades religiosas. Por esto, las autoridades procuraban todos los medios posibles para acusarlo y eliminarlo. Le traen delante a una mujer sorprendida en flagrante adulterio. Bajo la apariencia de fidelidad a la ley, usan a la mujer para esgrimir argumentos en contra de Jesús.
Con demasiada frecuencia pasa inadvertida que Jesús pronunció no una, sino tres parábolas (Lc 15,3-32), para defender una costumbre muy suya, que escandalizaba a los que se creían buenos: comía con frecuencia con pecadores públicos (Lc 15,2).
Hay que entender, pues, la parábola del ‘padre que tenía dos hijos’ (Lc 15,11-32) y las otras dos que la anteceden (Lc 15,3-7: la oveja perdida; Lc 15,8-10: la moneda perdida), como argumento con el que Jesús defiende su insólito comportamiento. Come con pecadores porque sabe que Dios goza con la conversión de, siquiera, uno de ellos (Lc 15,7.10). El pecador recuperado para Dios hace que Dios recupere su alegría y las ganas de fiesta: tal es el poder del pecador que retorna a su Dios.
A partir de hoy comenzamos una serie de tres domingos que nos traen de nuevo a la escuela en la que se aprende a ser discípulo: la escuela del perdón. El Señor nos invita a renovar nuestra vida volviendo a las aguas bautismales donde se muere al pecado y brota el hombre nuevo en Cristo Jesús.
El evangelio lo podemos dividir en dos partes: (a) Los hechos nos exhortan (13,1-5) (b) El tiempo de la misericordia (13,6-9).
Una clave fundamental para entender esta escena es lo alto de la montaña y la decisión de Jesús de ir a orar. El monte y la oración de Jesús en el evangelio de Lucas nos hablan del ser mismo de Jesús, Él es un hombre orante. Este clima espiritual nos ayuda a comprender que esta escena es el relato de una experiencia de fe.
Mateo y Lucas nos describen las tres tentaciones. Lucas cambia el orden de las tentaciones que narra Mateo. Lucas hace que las tentaciones terminen en Jerusalén. Lucas describe la irradiación del Evangelio desde Jerusalén. Recuérdese que, según Hechos de los apóstoles, (su autor es el mismo Lucas), en Jerusalén acontece la ascensión de Jesús y la venida del Espíritu en Pentecostés. Ahí es donde nace la Iglesia. A diferencia de Mateo que presenta a Jesús Resucitado en Galilea y desde allí envía a sus discípulos a predicar el Evangelio por todo el mundo (Mt 28, 16-20).
Forma parte de la conocida enseñanza que comienza con las bienaventuranzas. Lucas presenta esta enseñanza como una instrucción a los discípulos. Al hacerlo así va persiguiendo un fin pedagógico: configurar el comportamiento de todo aquel que quiera ser seguidor de Jesús.
En nuestra sociedad, amamos a los que nos aman; hacemos el bien a quienes nos lo hacen y prestamos, a quienes sabemos nos lo van a devolver. Una conducta muy razonada, que no compromete en nada. Pero obrando así, ¿qué es lo que nos distingue de los que no tienen fe? Al cristiano se le pide un "plus" en su vida: amar al prójimo, hacer el bien y prestar sin esperar recompensa, pues eso es lo que hace Dios con nosotros, que nos ama primero para que nosotros le amemos.
Aunque Jesús dirige su palabra a los discípulos, su enseñanza no concierne solamente a ellos. En su auditorio hay discípulos que le siguen de cerca, una masa de gente que acude de todas partes llevada por la curiosidad y algunos que han bajado de Jerusalén y le observan maliciosamente. En realidad las bienaventuranzas, excepto la última que recae especialmente sobre los discípulos, son para los pobres y los afligidos de este mundo.
El relato de hoy forma parte de un conjunto de milagros que Jesús realiza entorno al lago de Genesaret.
Podemos distinguir tres partes en el texto. En la primera (vv. 1-3), la gente acude a Jesús para escuchar la Palabra de Dios y él les predica desde la barca de Simón Pedro. En la segunda (vv. 4-7) se narra la pesca milagrosa y la tercera (vv. 8-11) muestra la reacción de Simón y los hijos de Zebedeo, y cómo después de esto comienzan a seguir a Jesús.