El llamado de Dios es a brillar por lo que él ha puesto dentro de nosotros, Muchos quizás hemos sido quebrados por la vida o por diferentes circunstancias y es ese quebrantamiento el que nos califica para brillar y dar gloria a Dios por lo que ha hecho en nosotros.
Ver a Dios con nuestros ojos físicos es difícil que suceda, pero, así como Saulo de Tarso no veía a nadie, pero si escuchaba la voz de Jesús, debemos procurar mantener nuestros oídos atentos a la voz de Dios por medio de su palabra y su Espíritu Santo. La voz nos guía siempre a un lugar seguro.
El acusador te dice, si caíste ya no tienes otra oportunidad, pero Jesús te dice no te detengas sigue adelante, serás un ejemplo para otros en cómo a pesar de estar en la lona tres veces te levantaste y no te dejaste vencer, ¡si! Es posible vencer al enemigo aun después de una zarandeada.
Dios se hizo como uno de nosotros y subió a la montaña se adhirió a un árbol y su sangre fue derramada para proveernos salvación. Mirando este retrato, recordemos una historia de amor contada por un Padre amoroso y un hijo obediente.
Este es el mensaje de Resurrección, VEN quien quiera que seas Y VE observa que la tumba está vacía, el sacrificio fue hecho la sangre fue derramada para cubrir tus pecados, AVANZA gozoso, deja la tristeza, celebra tu libertad y DILE a los demás lo que Dios ha hecho por ti y en ti.
¿se siente Jesús en su casa, en nuestras congregaciones, en nuestra habitación y en nuestro corazón? ¿Hay servicio, adoración y testimonio en cada una de estas? Entreguemos a Dios el control de nuestra congregación de nuestra familia y de nuestra propia vida, como sus amigos sentémonos a la mesa para disfrutar de su palabra de su presencia y su corrección.
Cuando cambiamos nuestra mente Dios comienza a transformar nuestro corazón, no es por mi disciplina o por mi fortaleza, sino que al reconocer nuestra condición y culpabilidad frente al Señor comienza en nuestro corazón un proceso de sanidad donde y de nuestro corazón saldrá con cada ofensa abundancia de perdón en lugar de palabras que denotan amargura. Dejemos lo malo de nuestro corazón para que podamos entrar en el REPOSO.
Si no tienes una relación personal con Dios, atiende a su llamado para que camines en su propósito y así todas las cosas trabajen juntas para bien, tus heridas, tus caídas y los errores que has cometido se pueden convertir en ingredientes que traigan a tu vida y a tu familia un bien, pero para ello es necesario amar a Dios y el quiere mostrarte su amor a través de Jesús, acéptalo en tu corazón.
El sometimiento a Dios, la esperanza y la Fe en él son clave para romper con todo aquello que nos impide la conquista de áreas de nuestra vida, bendiciones de Dios y la restauración de relaciones.
Existen diferentes formas en que una persona se puede extraviar del camino correcto, Si de alguna manera nos hemos perdido hoy es un buen día para acercarnos al Padre a través de Jesús tocados por el Espíritu Santo y recuperar así la identidad que Dios nos ha dado.
Así como Mefiboset pudo haberse sentido en algun momento, que había perdido todo y que no había esperanza para el y no sentirse digno de nada, Dios uso a David para demostrar su misericordía, regresandole todo lo que le pertenecia y poniendolo en un lugar de privilegio. Dios siempre nos ve con ojos de misericordia, dandonos el lugar que nos merecemos.
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Pedro dijo ¿Qué mejor opción tenemos? Si no es vivir creyendo en ti por lo que ya has hecho en nosotros porque ciertamente nos has demostrado que eres el Hijo de Dios. Solo tu eres el pan de vida eterna decidimos comer tu naturaleza creyendo en lo que dices.
La receta para la ansiedad causada por los problemas de la vida es hacer lo que Pedro hizo y que posteriormente aconsejaba ECHA tu ansiedad sobre él porque él cuidará de nosotros. POR MEDIO DE LA FE PODEMOS SER PESCADORES DE MILAGROS.
Aunque ande en valle de sombra de muestre no temeré mal alguno, el valle de lágrimas (Bacá) se convierte en una fuente, Josafat se angustió cuando vio los tres ejércitos venir contra su pueblo, pero oró, ayunó y adoraron a Dios todos juntos, el enemigo se confundió y se mataron ellos mismos, y ese valle de desesperación de lágrimas quizás se convirtió en el valle de Beraca que significa bendición. Él es Dios en los montes y también en las vegas.
Avancemos, no nos quedemos en la misma montaña, para los israelitas representaba dejar una época de deambular por el desierto, era tiempo de pasar el Jordán para conquistar nuevos territorios y vivir en plenitud. Para nosotros es vivir una vida plena a través del Espíritu Santo siguiendo la verdad, conquistando territorios nuevos y poseyendo las promesas de Dios. No se trata de nuestros planes y resoluciones sino de Dios que ha resuelto bendecirnos.
La verdadera prosperidad no es tener cosas materiales sino tener paz, que es lo que realmente nuestra alma necesita y Jesús es el Príncipe de Paz el único que la puede dar. Rindamos nuestras pasiones y deseos al Señor y experimentaremos la paz que tanto anhela nuestro corazón.
Cualquier área incompleta de nuestra vida Dios quiere completarla y eso se logra estando en su presencia. La adoración se trata de revelación y transformación. Dios quiere sanar tu corazón y bendecirte como la mujer que admiro la santidad de Cristo y su perfección, arregló aquello que estaba defectuoso. Sed santos porque yo soy Santo dijo el Señor, no es en un contexto de mandato obligatorio sino porque él está completo y puro nosotros podemos en un proceso experimentar esa sensación de plenitud. Que la santidad no sea algo que nos aterroriza sino algo que nos atrae.
¿Necesitas con urgencia un cambio de vida? ¿Te sientes cansado o inconforme con la vida que llevas? deja que la palabra de Dios te guíe, escucha la voz de Dios que te llama, renuncia a tu pasado y pon tu presente en las manos del Señor. Vuelve a comenzar, hoy el Señor te da una nueva oportunidad. Si oyes hoy su voz no endurezcas tu corazón.
Hay un dios que está en el mundo y otro que está en nosotros ¿A cuál nos vamos a someter? Dios hizo un pacto lleno de promesas para cada uno de nosotros y nuestra familia, debemos ponernos bajo el pacto.
Dios quiere hacer cosas nuevas, pero también quiere renovar aquellas cosas que se han endurecido, quizás tu vida espiritual, ya no oras como antes, ya no tienes hambre de la palabra, sirves a Dios por compromiso o has dejado de servirle, sigue remojando el alma en la palabra de manera intencional y Dios ira poniendo su Espíritu en ti. Hay que nacer del Agua y del Espíritu.