El Espíritu Santo es quien nos capacita y nos da el poder para poder compartir las buenas nuevas.
Una de las cualidades que debemos tener los hijos de Dios es la Gratitud por todo lo que nuestro amado Señor nos brinda.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.