Apreciar la entrega del Señor Jesús al instituir la Eucaristía y valorar, su encarnación, pasión, muerte y resurrección, asumiendo el tesoro de la Tradición, y el compromiso de vivir de la Eucaristía y de la proclamación de la venida del Señor en gloria y majestad.
Dios en su infinito amor que quiere que todos los hombres se salven nos ofrece su salvación por amor en su Hijo Jesucristo, que es la luz del mundo y ofrece su vida para que por medio de ella nosotros experimentemos el amor del Padre y asumiendo también nuestra vocación como un Proyecto Personal de Vida sirvamos en santidad y justicia
El Siervo del Señor, Jesucristo nos manifiesta su fidelidad al llamado del Padre y su forma de actuar que no oprime, ni humilla, sino que es tierno y compasivo, que alaba al Padre con su entrega generosa, invitándonos a fijar nuestra mirada en Él, para admirarle e imitarle
Meditación sobre el libro de la Sabiduría, que nos presenta el destino de los justos y el de los insensatos; a la luz del amor de Dios que permanece siempre, en medio de las dificulatades de la vida. En cambio para los insensatos la muerte es una desgracia.