— Yo creo que es hora de ver, qué exactamente hacían esos abuelos suyos, en los tiempos de Roma antigua.
— Una caída siempre se desencadena cuando alguien, ya sea una persona, una empresa, una nación, o hasta una religión, empieza a creer en sus propias mentiras.
— Mientras Amílcar Barca maldecía la situación, Lutacio Cátulo la acogía.
— Por qué? Porque los romanos eran unos optimistas eternos, y siempre pensaban, que esta era la oportunidad que no se podían dar el lujo de desperdiciar.
— Sabemos que cuanto más un gobierno prohibe alguna actividad realizada por un pueblo, más esa actividad es realizada por ese pueblo.
— La única institución humana que rechaza el progreso, es el cementerio.
— Cuando un estado se siente amenazado por un mayor poder — ese estado no dudará en sacrificar ganancia económica, a corto plazo — para obtener seguridad militar, a largo plazo.
— De los nueve hombres — dos Cornelios, dos Fabios, un Emilio, un Licinio, un Manlio, un Junio, y finalmente un Claudio, solo dos eran puramente plebeyos, pero uno de esos dos plebeyos, terminó ganando aquel día.
— El tema era que nadie se fuese a enterar quién le prestaba dinero al gobierno, cuando el gobierno estaba en apuros de índole militar.
— No por nada existe el dicho que dice, que cuando uno está en la parte mas profunda de una fosa, sólo existe una dirección. Pa’arriba!
— Júpiter le dió inmortalidad a Juturna, como recompensa por haberle arrebatado la virginidad — calculo yo, una hora antes de eso.
— A dónde él entraba, la gente se callaba, para ver si Corvino tenía algo para decir.
— Brundisium fue la ciudad, donde el famoso poeta Virgilio murió, al cabo de un viaje de regreso, desde Grecia.
— Vemos que Tito Livio fue uno de los pocos historiadores que nunca tomaron parte en la política de Roma.
— Llega un momento, en que uno tiene que hacer un paso hacia atrás, y mirar lo que está haciendo.
— Según Dionisio de Halicarnaso, dió muerte a todos los vagabundos que podía encontrar en la ciudad.
— La única regla del Pancracio era que no se podía meter dedos en los ojos del oponente — todo lo demás estaba permitido.
grodhagen
El audio es bién desde episodio 8.