Dios es nuestro padre, pero no siempre comprendemos la grandeza de esas declaraciones.
Nuestro deber como creyentes es vivir conforme a la voluntad de Dios.
Debemos mantenernos sanos internamente, de nada sirve estar completo pero herido del corazón por la ausencia de Dios.
Si hemos fallado delante de Dios, él nos ofrece una nueva oportunidad para reconciliarnos y estar en armonía con él.
La palabra de Dios nos enseña que debemos permanecer puros y santos delante de él, muchas veces no es fácil, y el pecado puede llegar a convertirse en una adicción incluso dentro de la iglesia.
En nuestra sociedad es muy común encontrar casos de jovencitas embarazadas, de abusos, de violaciones, nosotros como cristianos también estamos expuestos a ese tipo de tentaciones, solo Dios puede darnos la libertad de todo pecado.
Como cristianos tenemos luchas constantes en contra del pecado, pero Dios tiene poder para darnos libertad y dominio propio
Nosotros como hijos y cristianos tenemos una responsabilidad dentro de nuestros hogares
Vivimos en un mundo donde la lealtad y la fidelidad se ven cada vez menos en nuestro diario vivir, pero Dios sigue siendo fiel para con nosotros.
Las congregaciones muchas veces están llenas de envidia, lo cual nos aleja de la presencia y la voluntad de Dios, alegrémonos cuando otros triunfan y gocémonos en la presencia de Dios.
La relación entre madres e hijos puede llegar a ser complicada y hasta tensa, pero el amor debe prevalecer en la vida de ambos
El orgullo es una de las cosas que nos aleja de Dios, y que muchas veces no nos damos cuenta del daño que hacemos a las personas y a nosotros mismos
El perdón de Dios es lo mas maravilloso que existe, pero somos capaces nosotros de perdonar y transmitir el amor que Dios nos a entregado
La culminación de esta saga nos enseña como mantenernos íntegros y libres de las adicciones y todo aquello que nos aleja de Dios
Las adicciones tienen gran poder sobre una gran cantidad de personas, cristianos incluidos, solo el poder de Dios puede romper las ataduras y dar la libertad
Las cadenas del pecado y las tentaciones de satanás son luchas que nosotros como cristianos estamos expuestos todos los días, nuestras luchas en este mundo serán duras, solo Dios tiene el poder de romper esas cadenas y darnos verdadera libertad.
A pesar de todas la pruebas y dificultades, nuestra confianza y fortaleza deben permanecer en el Señor