Oda al instrumento hecho a base de grafito y arcilla que obra en beneficio de todo aquel que escribe pero también de quien corrige: “es un placer con él tachar la palabra que no encaja, el adjetivo traidor”.
Impresiones de una ciudad que amanece y el ejército de mujeres trabajadoras que la inundan con sus perfumes, vestidos y sus piernas envueltas en medias “esa segunda piel que las hace más desnudas”
Cada año puntual y brevemente estallan las jacarandás, sometiendo la ciudad bajo su imperio: ”como amantes orgullosas que nos otorgan una nueva oportunidad.”
Ideario de un hombre amante de la poesía que creía que “una página limpia es un cuerpo dispuesto a la entrega, un barco a punto de ser tomado por asalto”.
Vicente Quirarte lee una serie de textos que pertenecen al volumen "Peces del aire altísimo", cuya presencia, a pesar de su carácter tan personal, se justifica con el siguiente epígrafe de Chesterton “ese joven no era un poeta, pero seguramente era un poema”.