Claim OwnershipEs Momento de Buscar a Dios
Subscribed: 0Played: 1
Subscribe
© Pastor Diac. Alberto Hernandez
Description
Reflexiones Bíblicas de Interés, que te ayudarán en el crecimiento espiritual.
120 Episodes
Reverse
Vivimos tiempos en los que muchas iglesias han perdido el sentido profundo del temor de Dios. No se trata de tenerle miedo, sino de honrar, respetar y obedecer con reverencia al Dios Santo. El temor de Dios es el fundamento de una vida cristiana sana y una iglesia firme.Pero… ¿es la iglesia actual realmente temerosa de Dios? ¿Cómo se ve una iglesia que teme al Señor? ¿Y qué sucede cuando ese temor se pierde?
En un mundo lleno de creencias, religiones y filosofías, es importante entender qué realmente define la fe del creyente según la Biblia. La fe no es un simple pensamiento positivo ni una emoción pasajera, sino un firme fundamento que transforma la vida del cristiano. En este tema descubriremos qué define nuestra fe según la Palabra de Dios.
Con el paso del tiempo, las rutinas espirituales pueden volverse mecánicas. Oramos, leemos, asistimos a la iglesia… pero nuestro corazón ya no late con la misma pasión por Dios como al principio. Esta fue la advertencia que Jesús dio a la iglesia de Éfeso: tenían obras, paciencia, y doctrina… pero habían dejado su primer amor.Hoy Dios nos llama a renovar esa relación íntima y fervorosa, a volver al fuego del comienzo.
En un mundo donde los valores están divididos entre lo espiritual y lo material, entre lo eterno y lo temporal, Jesús nos confronta con una verdad ineludible: no podemos tener dos lealtades absolutas. Su declaración no es una sugerencia, es una afirmación directa y absoluta. Cada creyente debe tomar una decisión sobre a quién servirá. No se trata de compatibilizar intereses, sino de definir el señorío de nuestras vidas.
Vivimos rodeados de promesas humanas que fallan; por eso la palabra esperanza suele sonar frágil. En la Palabra de Dios, sin embargo, la esperanza no es un deseo incierto, sino la confianza absoluta en que Dios cumplirá todo lo que ha dicho. Él es el “Dios de esperanza” que “no miente” (Tit 1:2) y cuyo carácter asegura el cumplimiento de cada promesa (Nm 23:19).
Vivimos en un mundo donde las personas buscan identidad, pertenencia y propósito. Sin embargo, la Palabra de Dios nos revela una verdad transformadora: los que creen en Jesucristo son hechos hijos de Dios. Esta no es solo una metáfora, sino una realidad espiritual con profundas implicaciones para nuestra vida presente y futura.
Vivimos en tiempos en los que la fe está siendo constantemente desafiada. La vida cristiana no es una autopista sin obstáculos; es un camino de perseverancia y fidelidad, especialmente en los días finales. Jesús no prometió una vida libre de pruebas, pero sí prometió estar con nosotros en medio de ellas.Juan 16:33"En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo."Las pruebas que enfrentamos hoy son solo una antesala de una prueba mayor que vendrá sobre toda la tierra. Esta prueba será decisiva para muchos: afirmará a unos, y derrumbará a otros.
En medio del ruido del mundo moderno, la rutina diaria y las múltiples distracciones, muchos creyentes pierden de vista lo más esencial: buscar la presencia de Dios. La Escritura nos enseña que no hay mayor necesidad para el ser humano que vivir en comunión con su Creador. Pero esta búsqueda no es accidental, es intencional, constante y profundamente transformadora.
Vivimos en un mundo donde las pruebas son inevitables: enfermedades, pérdidas, incertidumbre económica, conflictos personales. A veces, la oscuridad parece cubrirlo todo. Pero es precisamente en los tiempos más difíciles donde la fe se convierte en nuestro sustento más firme.
En un mundo que nos invita constantemente a servir nuestros propios intereses, placeres y ambiciones, Dios nos llama a algo más elevado: a vivir para Él y a servirle con todo nuestro ser. Servir a Dios no es una opción secundaria en la vida del creyente, sino una parte esencial de nuestra identidad como hijos suyos. Pero, ¿Qué significa realmente servir a Dios? ¿Cómo lo hacemos? ¿Y por qué es tan importante?
Hoy vivimos tiempos la palabra de Dios es distorsionada para a las necesidades humanas, intereses personales o corrientes culturales. Sin embargo, la Palabra de Dios nos exhorta a mantenernos firmes en el Evangelio puro, tal como fue predicado por Jesucristo y sus apóstoles, sin adulterarlo.
Vivimos tiempos inciertos: enfermedades, crisis económicas, problemas familiares, soledad, presión social, y un mundo cada vez más alejado de Dios. Todo esto puede provocar desaliento, una sensación de cansancio interior, desesperanza y debilidad espiritual.Pero Dios, a través de Su Palabra, nos dice: “No vivas desalentado”. El desaliento no debe gobernar nuestra vida, porque no estamos solos. ¡Tenemos al Dios Todopoderoso de nuestro lado!
Vivimos en un mundo lleno de tentaciones, influencias negativas y caminos que aparentan ser buenos, pero llevan a la destrucción. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara: Dios no quiere que vivamos en el mal ni en la oscuridad, sino que seamos santos, limpios y apartados para Él.
En la vida todos enfrentamos tiempos difíciles: enfermedades, pérdidas, incertidumbres, angustias económicas, conflictos familiares, soledad, etc. En medio de esas situaciones, es fácil sentir que Dios está lejos. Pero la verdad que la Biblia nos recuerda una y otra vez es que Dios no abandona a los suyos, especialmente cuando más lo necesitan.
En la vida cristiana, una de las preguntas más comunes que los creyentes se hacen es: ¿Estoy realmente salvo? La inseguridad sobre nuestra salvación puede surgir por dudas, tropiezos o incluso por la influencia de doctrinas que ponen condiciones humanas a la gracia de Dios. Sin embargo, la Palabra de Dios nos da certeza de que podemos estar seguros de nuestra salvación si vivimos conforme a la voluntad de Dios y confiamos en Sus promesas.
En esta ocasión el Pastor Diac. Alberto Hernández, nos expone una reflexión a la luz de la palabra y nos hace una pregunta ¿Qué haremos el día de mañana?, es una pregunta que muchas veces nos preguntamos a cada momento por qué surge las preocupaciones, el estés, el desánimo y muchas otras cosas que pasan por nuestros pensamientos. Pero la respuesta nos la dió el Señor Jesús, cuando nos dijo que no nos preocuparanos de nada de eso, que lo más importante era estar en su presencia y hacer su voluntad y eso nos llevaría a buscar el reino de Dios y así Él obrara en nuestra vida.
El Pastor Diac. Alberto Hernández nos insta en esta reflexión andar en amor, ya que Dios es amor y si seguimos su palabra tenemos el deber en vivir en amor con cada uno de nuestro prójimo, ese el mandato que el Señor Jesucristo nos dejó.
En esta ocasión el Pastor Diac. Alberto Hernández nos expone una reflexión a la luz de la palabra y nos alienta a no dejar nuestro primer amor, cuando conocimos a Dios y transformo nuestra vida, deseábamos siempre dedicarle tiempo a Él, todo el tiempo era estar en comunión, pero el espíritu se enfría y empieza el desanimo y lo que era primero en nuestra vida, se convierte en lo último que queremos hacer.
En este ocasión el Pastor Diac. Alberto Hernández nos expone una reflexión a la luz de la palabra de Dios y nos habla de su gracia y de lo bondadoso y amoroso que es con nosotros nuestro Dios por cada una de las cosas que hace con nosotros, pero que hacemos nosotros para seguir teniendo esa gracia y como es nuestro compromiso con él.
Dios nos envió a la tierra para aprender y crecer por medio de experiencias agradables y también dolorosas. Él nos permite elegir entre el bien y el mal y nos deja decidir si serviremos a otros o si nos enfocaremos en nosotros mismos. El desafío es tener fe en su plan aun cuando no tengamos todas las respuestas.
Comments
Download from Google Play
Download from App Store
United States