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Filosofía y Pensamiento

Filosofía y Pensamiento
Author: Fundación Ramón Areces
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© 2025 Fundación Ramón Areces
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Descubre a través de nuestros podcast las conferencias y conversaciones más interesantes en las que personalidades nacionales e internacionales del mundo de la filosofía reflexionan sobre los temas que preocupan a la sociedad actual.
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Con una guerra a gran escala asolando Europa desde hace más de dos años, Europa ha entrado en una nueva era. El periodo posterior a 1945, conocido convencionalmente como posguerra, fue seguido por el periodo posmuro, que duró desde la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 hasta la invasión a gran escala de Ucrania por Vladimir Putin el 24 de febrero de 2022. Un continente que ha logrado avances tan enormes en la difusión de la libertad, la democracia y las instituciones del Occidente euroatlántico -tanto la UE como la OTAN- durante el medio siglo transcurrido desde el fin de las dictaduras en España, Portugal y Grecia se enfrenta ahora a una Rusia agresiva, a un populismo nacionalista que se extiende por el corazón de Europa Occidental, a unos Estados Unidos que amenazan con reducir su compromiso con Europa y a potencias no occidentales, como China e India, que limitan seriamente el poder de Occidente para marcar la agenda internacional.
Basándose en su nuevo libro, Europa: Una Historia Personal, Timothy Garton Ash explorará los logros y fracasos de Europa en su historia reciente. Se preguntará qué nos deparará este nuevo periodo y qué debemos hacer como europeos para darle forma.
La ciencia moderna nace cuando rompe sus tutelas teológico-filosóficas, y se compromete con la noción de evidencia empírica. A partir de las revoluciones científicas cambia la jerarquía: es la filosofía la que se mide con una ciencia erigida en modelo de conocimiento. Si acaso, la filosofía tendrá que dar cuenta de por qué funciona, de cuáles son sus reglas de justificación, esas que no se cumplen en otros intentos de entender el mundo, como sucede con las llamadas ciencias sociales. La historia reciente ha cambiado los parámetros: la buena ciencia está tutelada por unas disciplinas humanísticas de dudosa calidad y que sin embargo ofician como fiscales de las investigaciones, ofreciendo una imagen de la ciencia que la identifica como un discurso ligado al ejercicio del poder y la dominación. Esa presencia ha conducido a una justificada desconfianza que, desafortunadamente, ha alcanzado al conjunto de los quehaceres filosóficos, precisamente en un momento en el que los nuevos desarrollos tecnocientíficos (IA, posthumanismo, ingeniería genética, información cuántica, superconductividad, investigación espacial, etc.) reclaman una ponderación racional que sólo una filosofía informada está en condiciones de realizar. A través de un diálogo entre dos de nuestros mejores filósofos de la ciencia se abordarán estos nuevos retos intentando responder a la pregunta de si puede esperar algo (bueno) la ciencia de la filosofía.
En la campaña electoral estadounidense de 2024, el presidente Biden ha dicho que "la democracia está en juego". Su adversario, el expresidente Trump, también ha hecho de la democracia una cuestión electoral. Cuando el sistema se convierte en la cuestión, existe una posibilidad real de que los resultados de las elecciones de 2024 sean impugnados por ambos bandos.
Estados Unidos no es el único país en el que la propia democracia se ha convertido en una cuestión electoral. En la India, los opositores al Primer Ministro Modi afirman que su probable victoria en las actuales elecciones pondrá en peligro la democracia india. En la Hungría de Orbán, sus oponentes pretenden, del mismo modo, hacer de su desmantelamiento de la democracia, durante su mandato, la cuestión electoral en futuras elecciones.
En tiempos normales, la democracia reproduce su legitimidad de forma performativa mediante su funcionamiento cotidiano: revisión judicial, supervisión reglamentaria por parte de las comisiones electorales, cuando existen tales instituciones, debate en la sociedad civil, prensa libre. Cuando esto funciona, el veredicto de los votantes pone fin a la crisis. En caso de crisis, la legitimidad no siempre puede restablecerse mediante el funcionamiento cotidiano. Los que pierden pueden decidir tomarse la justicia por su mano, especialmente en las democracias nacidas de la revolución, como Estados Unidos y Francia. Cuando los sistemas políticos pierden legitimidad a ojos de los "perdedores", la tradición revolucionaria puede legitimar la insurrección. Esto ocurrió el 6 de enero de 2021 en el Capitolio estadounidense.
Si la democracia está hoy en crisis, una de las razones es que sus tradiciones históricas y su mejor característica -la impugnabilidad inherente a sus normas- hacen que su legitimidad sea condicional y performativa. Tenemos que pensar en la crisis democrática como algo inherente al propio sistema y aprender a pensar en la crisis como una oportunidad para mejorar la legitimidad performativa del sistema.
La magia del ajedrez radica en su naturaleza como metáfora de la vida. Sobre el tablero se representan jerarquías, luchas por el espacio y juegos de poder similares a los de cualquier civilización. De ahí que sus reglas y su lenguaje –enroque, gambito, jaque, mate, tablas…– se utilicen a menudo para hacer más comprensible la complejidad de la política mundial. Más allá de su función metafórica, cabe interrogarse sobre su capacidad para anticiparnos un futuro estrechamente ligado a la inteligencia artificial, de la que fue acaso el primer exponente. Este diálogo entre el ajedrez y la historia se acaba proyectando, así pues, en un futuro inmediato, aquel en el que sabremos hasta qué punto la inteligencia humana es compatible con las máquinas creadas por ella.
La historia del populismo empieza en Estados Unidos con la creación del People’s Party a finales del siglo XIX y los primeros usos del término populista/populismo. Su origen está en la llamada primera globalización y en el malestar que provocó en ciertos sectores sociales, perjudicados por los fuertes movimientos migratorios y por los cambios en el comercio mundial que trajo consigo la revolución de los transportes y las comunicaciones. No es casualidad que la oleada globalizadora de finales del siglo XX provocara la proliferación de partidos populistas en Europa y América. Esta sesión ofrecerá un análisis de la naturaleza y tipología del populismo del siglo XXI y planteará las preguntas más acuciantes sobre su futuro inmediato. ¿Se está agotando el ciclo populista en Europa? ¿Hasta qué punto una victoria de Trump en Estados Unidos relanzaría la ola populista en el mundo? ¿Fue el populismo el verdadero “efecto 2000”?.
El siglo XXI nos enfrenta a problemas inéditos fruto de nuevos procesos económicos (la globalización), políticos (la crisis de legitimidad de las democracias liberales) y sociales (el incremento de flujos migratorios). Nuestras miradas políticas tradicionales se limitaban a determinar qué nos debemos los unos a los otros como miembros de un Estado. Hoy debemos abordar asuntos complejos como nuestros deberes hacia las generaciones futuras, el tratamiento de la emigración y las fronteras, el encaje de las minorías, o nuestra relación con los animales y el medio ambiente. La ampliación del foco que impone la nueva realidad nos obliga a pensar sobre la pertinencia de nuevos derechos que nacen con dificultades para ser institucionalizados. Desde la filosofía política contemporánea se examinarán, en forma de debate abierto, algunas de las cuestiones que plantean estos debates desde la convicción de que la filosofía no puede desatender su voluntad de pensamiento práctico y que carece de justificación si vuelve la espalda al empeño de ayudarnos a ordenar cabalmente la vida compartida.
La idea de progreso se convirtió en el siglo XIX en la nueva religión de la modernidad, que daba un final feliz a las convulsiones revolucionarias iniciadas a finales del siglo XVIII. De ahí la fuerza de una literatura anticipatoria, con Julio Verne como principal exponente, llena de máquinas inverosímiles y criaturas extraordinarias. Su enorme éxito popular creó las condiciones que hicieron posible la aparición en el siglo XX de los géneros futuristas en los nuevos soportes audiovisuales, principalmente, la radio, el cómic, el cine y la televisión. Los temas eran en parte los mismos, pero cada momento histórico y cada avance técnico ofrecía una versión distinta de los viejos mitos de la literatura fantástica, desde la llegada a la luna hasta los insondables misterios del fondo del mar.
A lo largo de esta sesión se mostrarán los ejemplos más enigmáticos y sugerentes de estos clásicos de la cultura de masas; viñetas de cómics, escenas de películas y series de televisión en las que se reconocen los temores y fantasías de una sociedad que proyecta sus traumas en el futuro e intenta superarlos convirtiéndolos en pura ficción. En “Imágenes que nunca fueron” se planteará finalmente una cuestión crucial: ¿hasta qué punto nuestra visión actual del futuro responde a los viejos patrones de la literatura y la iconografía de anticipación o aporta una forma novedosa de representarlo? Aunque cabe una pregunta aún más acuciante: ¿y si las máquinas estuvieran diseñando ya nuestro imaginario?
Si algo une un pasado lejano, incluso imaginario, y un futuro incierto es la idea de civilización, entendida a partir de una tecnología propia y de un hábitat específico, generalmente urbano –de ahí la etimología latina de civilización: civis, civitas–. Esta primera sesión del ciclo Visiones del futuro planteará un diálogo interdisciplinar en torno a la civilización hacia la que nos encaminamos, a partir de una reflexión sobre la capacidad de la inteligencia artificial y de las tecnologías de la información para crear nuevas formas de convivencia que hagan realidad –o no– el concepto de aldea global acuñado por MacLuhan hace sesenta años. ¿Llegarán los algoritmos a sustituir a sus creadores y a privar al ser humano de su capacidad de decisión? ¿Qué nos dice la computación aplicada al ajedrez sobre el futuro de la inteligencia humana? Este diálogo entre la demografía, el humanismo, la arquitectura y la técnica pretende iluminar nuestro horizonte histórico en sus aspectos más candentes y abordar los límites del pensamiento para imaginar el mundo que viene.
Las ideas de algunos son como un repertorio fijo de imágenes, algo así como un álbum de fotos que no varían, aunque con el tiempo se arrugan un poco y amarillean hasta hacerse más o menos irreconocibles. Otros quisiéramos que nuestras ideas fuesen más bien como las figuras que se forman en un caleidoscopio cuando lo agitamos, que pueden combinar las mismas piezas de colores en mil figuras diferentes que sólo de tanto en cuanto aciertan a repetirse. Cuando vuelve a aparecer alguna de las que más nos gustaron antes el reencuentro nos propicia una grata sorpresa, una especie de íntimo saludo. A lo largo de mi vida, una vida ya indiscutiblemente larga, mi caleidoscopio intelectual ha tomado muchas configuraciones, pero no ha variado en lo esencial, los colores y formas que combina. Quizá visto desde fuera, dé la impresión de cambios radicales, pero a mi juicio mantiene un perfil muy similar: respeto la opinión del que vea dispersión e inconsistencia, pero a mí me parece más cerca de la monotonía. Claro que no todos los campos ideológicos son iguales: en política me veo arrastrado con más frecuencia a posiciones opuestas, mientras que, en mi experiencia vital más honda, las oscilaciones son mínimas. Quizá donde mejor he reflejado últimamente esta trayectoria es en el más reciente de mis libros, "Carne gobernada".
¿Cómo cambian las economías políticas? En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, las economías políticas occidentales han cambiado drásticamente, ya que las fuentes del crecimiento económico y las formas en que se ha gestionado la economía han cambiado. Podemos pensar en estos enfoques de la gestión económica como las estrategias de crecimiento del gobierno.
La conferencia rastreará el movimiento de estas estrategias de crecimiento a través de tres eras de modernización, liberalización y crecimiento basado en el conocimiento y se preguntará: ¿qué impulsa cambios importantes en las estrategias de crecimiento?
Con base en la experiencia de la posguerra inicial, se argumentará que estos cambios dependen de la presencia de tres condiciones que proveen motivación, medio y motor para el cambio. La motivación surge de una experiencia de crisis, los medios de la evolución de las ideas económicas y el motor está en la política electoral.
Por lo tanto, el proceso de cambio es uno en el que los desarrollos económicos dentro del capitalismo y los desarrollos políticos dentro de la democracia se combinan para producir cambios importantes en la postura que toman los gobiernos hacia la economía. El conferenciante terminará explorando la posibilidad de que las democracias occidentales estén ahora en la cúspide de otro cambio importante en los regímenes de crecimiento.
En esta conversación, con Juan Luis Suárez (CulturePlex Lab, Canadá) presentamos los análisis de cuatro expertos internacionales recogidos en el número 486 de la Revista de Occidente (noviembre 2021), quienes desde diferentes puntos de vista analizan la situación de la confianza en el mundo actual y apuntan soluciones desde los ámbitos de la filosofía, la salud y las políticas públicas, el mundo digital y los países iberoamericanos.
Michael Sandel, uno de los filósofos más prestigiosos de nuestra época, sostiene que para superar las crisis que asedian nuestras sociedades hemos de repensar las ideas de éxito y fracaso que han acompañado la globalización y el aumento de la desigualdad. La meritocracia genera una complacencia nociva entre los ganadores e impone una sentencia muy dura sobre los perdedores. Sandel defiende otra manera de pensar el éxito, más atenta al papel de la suerte, más acorde con una ética de la humildad y la solidaridad y más reivindicativa de la dignidad del trabajo