Hoy estaremos leyendo Isaías 59-60, 1 Timoteo 4:1-8 y Proverbios 3:1-10. En Isaías 59, el profeta denuncia que los pecados del pueblo los han separado de Dios, pero también anuncia que el Señor mismo vendrá como Redentor para salvar a los que se arrepientan. En Isaías 60, se levanta un mensaje de esperanza: “Levántate, resplandece, porque tu luz ha llegado”. Jerusalén será iluminada por la gloria del Señor y naciones enteras vendrán a esa luz. Reflexiona: ¿Estás permitiendo que tus pecados te alejen de Dios, o estás acudiendo a Él en arrepentimiento? ¿Tu vida refleja la luz de Cristo para que otros sean atraídos hacia Él?En 1 Timoteo 4:1-8, Pablo advierte sobre los tiempos en que muchos se apartarán de la fe siguiendo enseñanzas falsas. Pero anima a Timoteo a entrenarse en la piedad, recordando que aunque el ejercicio físico es bueno, el ejercicio espiritual es mucho más valioso porque tiene beneficios eternos. Reflexiona: ¿Estás disciplinándote espiritualmente con la misma seriedad que alguien que entrena su cuerpo? ¿Qué prácticas de fe necesitas fortalecer para crecer en tu relación con Dios?En Proverbios 3:1-10, se nos llama a guardar los mandamientos de Dios en el corazón, a confiar en Él de todo corazón y a no depender de nuestra propia inteligencia. También se nos enseña a honrar al Señor con lo mejor de nuestros recursos, con la promesa de que Él traerá abundancia y provisión.
Hoy estaremos leyendo Isaías 57-58, 1 Timoteo 3 y Proverbios 2:11-22. En Isaías 57, Dios confronta el pecado y la idolatría de su pueblo, pero también ofrece esperanza a los humildes y contritos, prometiendo restauración y paz. En Isaías 58, el Señor enseña que el ayuno verdadero no consiste solo en rituales, sino en soltar las cadenas de injusticia, compartir el pan con el hambriento y cuidar de los necesitados. La verdadera espiritualidad se demuestra en amor y justicia. Reflexiona: ¿Estás viviendo una fe solo de rituales o de transformación real? ¿Tu ayuno y devoción te llevan a amar más y a servir a los demás?En 1 Timoteo 3, Pablo establece los requisitos para los líderes de la iglesia, tanto obispos como diáconos. No se trata de títulos, sino de carácter: hombres y mujeres ejemplares, sobrios, respetables, hospitalarios, llenos de fe y buena conciencia. El liderazgo en la iglesia debe reflejar el corazón de Cristo. Reflexiona: ¿Tu vida refleja las cualidades de un verdadero líder cristiano? ¿Estás cultivando el carácter de Cristo en tu casa, tu trabajo y tu servicio?En Proverbios 2:11-22, se nos enseña que la sabiduría protege al justo de caminos de maldad, de palabras perversas y de personas que abandonan el camino recto. También advierte contra la inmoralidad sexual, que lleva a la destrucción. La sabiduría guarda los pasos de los justos y asegura que permanezcan en la tierra, mientras los malvados serán arrancados.
Hoy estaremos leyendo Isaías 55-56, 1 Timoteo 2 y Proverbios 2:1-10. En Isaías 55, Dios invita a todos a venir y saciarse gratuitamente de su salvación. Su palabra es comparada con la lluvia que nunca vuelve vacía, sino que cumple su propósito. En Isaías 56, el Señor abre su casa de oración para todas las naciones, recordando que su salvación para todo el mundo. Reflexiona: ¿Estás buscando a Dios con todo tu corazón mientras está cercano? ¿Estás compartiendo su gracia con otros, reconociendo que su salvación es para todos?En 1 Timoteo 2, Pablo exhorta a la iglesia a orar por todos, incluyendo a gobernantes y autoridades, para que podamos vivir en paz y piedad. Resalta que hay un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, quien dio su vida en rescate por todos. La vida de oración y santidad es central en la comunidad cristiana. Reflexiona: ¿Tu vida de oración refleja esta intercesión amplia que Dios espera de nosotros? ¿Estás reconociendo a Jesús como el único mediador y fundamento de tu fe?En Proverbios 2:1-10, la sabiduría es presentada como un tesoro que se busca con empeño. Quien la persigue encontrará entendimiento, protección y la dirección del Señor. El temor de Dios es el inicio de este proceso, y la sabiduría guarda el camino de los que la buscan con sinceridad.
Hoy estaremos leyendo Isaías 53-54, 1 Timoteo 1:12-20 y Proverbios 1:20-33. En Isaías 53, encontramos una de las profecías más claras del Mesías que vendría. Jesús cargó con nuestros pecados, fue despreciado, rechazado y llevado como cordero al matadero. Pero su sufrimiento trajo salvación y sanidad. En Isaías 54, después del dolor del Siervo, se anuncia la restauración de Israel: Dios promete multiplicación, protección y una paz inquebrantable para su pueblo. Reflexiona: ¿Estás viviendo con gratitud por el sacrificio de Cristo en la cruz? ¿Cómo puedes apropiarte hoy de la paz y la sanidad que Él ganó para ti?En 1 Timoteo 1:12-20, Pablo reconoce que fue un blasfemo y perseguidor, pero que la gracia de Cristo lo transformó. Resalta que Jesús vino a salvar a los pecadores, de los cuales él se consideraba el peor. Con esta declaración, muestra que la misericordia de Dios es más grande que cualquier pecado. Advierte también contra aquellos que naufragan en la fe por rechazar la buena conciencia. Reflexiona: ¿Reconoces la magnitud de la gracia de Dios en tu vida? ¿Estás cuidando tu fe y tu conciencia para no desviarte del propósito de Cristo?En Proverbios 1:20-33, la sabiduría se presenta como alguien que clama en las calles, invitando a los simples a aprender y a rechazar la necedad. Quien escucha vivirá seguro y confiado, pero quien desprecia su voz sufrirá las consecuencias de sus propias decisiones.
Hoy estaremos leyendo Isaías 51-52, 1 Timoteo 1:1-11 y Proverbios 1:8-19. En Isaías 51, Dios anima a su pueblo a mirar hacia la roca de la que fueron tallados: Abraham y Sara, recordando que Él los multiplicó y los bendijo. Les promete consuelo, justicia y salvación que alcanzará a todas las naciones. En Isaías 52, aparece un anuncio glorioso: ¡Qué bellos son los pies del mensajero que trae buenas noticias! Es una profecía del evangelio y del anuncio de la paz de Cristo. También se anticipa al Siervo que sufriría que sería exaltado después de su sacrificio. Reflexiona: ¿Estás confiando en que la salvación de Dios se extiende incluso en medio de tiempos difíciles? ¿Eres portador de las buenas noticias a quienes te rodean?En 1 Timoteo 1:1-11, Pablo escribe a su hijo espiritual Timoteo para advertir contra falsas enseñanzas y para recordar el propósito de la enseñanza verdadera: amor que brota de un corazón puro, una conciencia limpia y una fe sincera. Explica que la ley es buena cuando se aplica correctamente, mostrando la necesidad del evangelio a los pecadores. Reflexiona: ¿Tu fe se expresa en amor genuino y en una conciencia limpia? ¿Estás usando la Palabra de Dios para edificación y verdad, o como argumento vacío?En Proverbios 1:8-19, el sabio exhorta a escuchar la instrucción de los padres y a evitar la trampa de juntarse con pecadores que incitan a la violencia y al egoísmo. La avaricia y la ambición desmedida solo llevan a la destrucción.
Hoy estaremos leyendo Isaías 49-50, 2 Tesalonicenses 3 y Proverbios 1:1-7. En Isaías 49, aparece el Siervo del Señor, llamado desde el vientre para traer restauración a Israel y ser luz para las naciones. Aunque Israel se siente olvidado, Dios responde con ternura: “¿Acaso puede una madre olvidar a su hijo? Pero aunque ella lo olvidara, yo nunca te olvidaré” (v. 15). En Isaías 50, el Siervo describe su obediencia frente al sufrimiento, mostrando un anticipo de la entrega de Cristo, que no se echó atrás a pesar del dolor. Reflexiona: ¿Estás viviendo con la certeza de que Dios nunca te olvida? ¿Cómo puedes reflejar a Cristo siendo luz en medio de un mundo en tinieblas?En 2 Tesalonicenses 3, Pablo exhorta a la iglesia a trabajar con responsabilidad y no vivir en desorden. También anima a perseverar en la oración, a apartarse de la pereza y a no cansarse de hacer el bien, aun cuando haya oposición. Reflexiona: ¿Estás cultivando una vida disciplinada que honra a Dios? ¿En qué áreas necesitas renovar tu compromiso de no cansarte de hacer el bien?En Proverbios 1:1-7, se establece el propósito del libro: impartir sabiduría y disciplina para vivir con justicia y prudencia. El principio de todo conocimiento verdadero es el temor del Señor. Sin esta base, todo lo demás queda vacío.
Hoy estaremos leyendo Isaías 47-48, 2 Tesalonicenses 2 y Salmo 150. En Isaías 47, Dios anuncia el juicio contra Babilonia, una nación orgullosa que confiaba en su poder y sus hechicerías, pero que sería derribada por la mano del Señor. En Isaías 48, el Señor recuerda a Israel su rebeldía, pero reafirma que Él actúa para mostrar su gloria y cumplir sus promesas. Les asegura que no fueron los ídolos quienes predijeron lo que sucedería, sino Él, el único Dios verdadero. Reflexiona: ¿Has puesto tu confianza en tu fuerza o en cosas pasajeras en lugar de en Dios? ¿Estás dispuesto a dejar el orgullo y descansar en que solo el Señor tiene control de tu historia?En 2 Tesalonicenses 2, Pablo advierte sobre la venida del hombre de pecado y el espíritu de maldad que ya estaba en acción. Sin embargo, anima a los creyentes a no dejarse engañar, a mantenerse firmes y a aferrarse a la verdad del evangelio. Les recuerda que Dios los eligió para salvación mediante la obra del Espíritu y la fe en Cristo. Reflexiona: ¿Estás firme en la verdad o te estás dejando influenciar por voces de confusión? ¿Qué prácticas diarias puedes fortalecer para aferrarte más a la Palabra de Dios?En el Salmo 150, todo concluye con un llamado universal a la alabanza. Con instrumentos, con danzas, con todo lo que respira, se nos invita a exaltar al Señor. Este salmo nos recuerda que toda nuestra vida debe convertirse en una expresión de adoración.
Hoy estaremos leyendo Isaías 45-46, 2 Tesalonicenses 1 y Salmo 149. En Isaías 45, Dios revela que aún usa a reyes que no lo conocen, como Ciro, para cumplir sus planes. Nos recuerda que no hay otro Dios fuera de Él, que la salvación y la justicia provienen únicamente de su mano. En Isaías 46, se contrasta la impotencia de los ídolos que los hombres cargan con la fidelidad del Dios vivo que carga a su pueblo desde antes de nacer hasta la vejez. Reflexiona: ¿Estás confiando en tu fuerza o en cosas pasajeras? ¿O estás descansando en el Dios que carga tu vida en cada etapa?En 2 Tesalonicenses 1, Pablo anima a la iglesia en medio de la persecución, recordándoles que Dios traerá justicia: descanso a los que sufren y juicio a los que rechazan el evangelio. Él ora para que los creyentes vivan de manera digna de su llamado, siendo fortalecidos en todo por el poder de Dios. Reflexiona: ¿Estás viviendo de una forma digna del llamado que Dios te hizo? ¿Cómo puedes ser ejemplo de fe y perseverancia aun en medio de la dificultad?En el Salmo 149, el pueblo de Dios es llamado a cantar un cántico nuevo. La alabanza no solo es expresión de gozo, sino también de victoria espiritual, pues el Señor se complace en su pueblo y da triunfo a los humildes.
Hoy estaremos leyendo Isaías 43-44, 1 Tesalonicenses 5:12-28 y Salmo 148. En Isaías 43, Dios recuerda a Israel que ellos le pertenecen porque Él los rescató. Les promete estar con ellos en medio de las aguas y del fuego, asegurando que nada los destruirá porque son su pueblo escogido. En Isaías 44, el Señor denuncia la insensatez de la idolatría: el hombre fabrica ídolos con sus propias manos y luego les rinde culto, olvidando al Dios verdadero que lo formó. Dios, en cambio, asegura que solo Él perdona y redime.Reflexiona: ¿Estás viviendo con la seguridad de que le perteneces a Dios? ¿Hay algo que hayas levantado como un “ídolo” en tu vida que compite con la fidelidad que solo Él merece?En 1 Tesalonicenses 5:12-28, Pablo cierra su carta con exhortaciones prácticas para la vida cristiana: reconocer a los líderes espirituales, vivir en paz, animar a los desanimados, ayudar a los débiles, ser pacientes con todos y no pagar mal por mal. Además, nos llama a vivir una vida de alegría, oración constante y gratitud en toda circunstancia, porque eso agrada a Dios.Reflexiona: ¿Tu vida refleja alegría, oración y gratitud constantes? ¿Cómo puedes crecer en paciencia y servicio hacia otros en tu día a día?En el Salmo 148, toda la creación es convocada a alabar al Señor: los ángeles, el sol, la luna, los astros, los mares, los montes, los animales, y finalmente la humanidad. La alabanza no es solo una acción, es un reconocimiento de que todo lo creado existe para exaltar al Creador.
Hoy estaremos leyendo Isaías 41-42, 1 Tesalonicenses 5:1-11 y Salmo 147:11-20. En Isaías 41, Dios reafirma a su pueblo que no deben temer porque Él los sostiene con su mano poderosa. Aunque las naciones se levanten, el Señor es quien da fuerzas al débil y defiende a Israel. En Isaías 42, encontramos la profecía del Siervo del Señor, una clara referencia a Jesús: Él traerá justicia con mansedumbre, será luz para las naciones y abrirá los ojos de los ciegos. Dios es quien renueva y cumple sus promesas con poder. Reflexiona: ¿Estás confiando en la mano poderosa de Dios cuando enfrentas temor? ¿Reconoces a Jesús como la luz que trae justicia y libertad a tu vida?En 1 Tesalonicenses 5:1-11, Pablo enseña que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, pero los creyentes no están en tinieblas, sino en la luz. Por eso, deben vivir sobrios, alertas y revestidos de fe, amor y esperanza. La seguridad está en que Dios no nos destinó para ira, sino para recibir salvación por medio de Jesucristo. Reflexiona: ¿Estás viviendo como un hijo de la luz, alerta y preparado para el regreso de Cristo? ¿Tu vida refleja fe, amor y esperanza?En el Salmo 147:11-20, el salmista declara que el Señor se complace no en la fuerza de los hombres, sino en los que le temen y esperan en su amor inagotable. Se exalta el poder de Dios que envía la nieve, el hielo y el viento, y también da su Palabra a Israel, mostrando su grandeza y su fidelidad.
Hoy estaremos leyendo Isaías 39-40, 1 Tesalonicenses 4 y Salmo 147:1-10. En Isaías 39, vemos la imprudencia de Ezequías al mostrar todos sus tesoros a los enviados de Babilonia. El profeta Isaías le advierte que un día todo sería llevado cautivo. Esto nos recuerda que la vanidad y la falta de discernimiento pueden traer consecuencias a generaciones futuras. En Isaías 40, Dios consuela a su pueblo con palabras de esperanza: Él es el Creador eterno que sostiene el universo y da fuerzas al cansado. Su grandeza está más allá de todo, pero cuida de los que confían en Él. Reflexiona: ¿Qué cosas estás mostrando o entregando sin sabiduría en tu vida? ¿Estás confiando en que el Dios eterno puede renovar tus fuerzas cuando te sientes débil?En 1 Tesalonicenses 4, Pablo llama a los creyentes a vivir en santidad y agradar a Dios, especialmente en su conducta sexual, recordando que hemos sido llamados a la pureza y no a la inmoralidad. También enseña sobre la esperanza en la segunda venida de Cristo: los que han muerto en Él resucitarán, y los que vivan serán arrebatados para estar siempre con el Señor. Reflexiona: ¿Estás viviendo tu vida en santidad, reflejando que perteneces a Dios? ¿Tu esperanza está firme en el regreso de Cristo?En el Salmo 147:1-10, se nos invita a alabar al Señor porque Él reconstruye, sana a los quebrantados y sostiene a los humildes. Declara que Dios cuenta las estrellas y las llama por su nombre. Aunque los hombres confían en la fuerza de caballos o guerreros, el salmista recuerda que lo que agrada a Dios es la confianza de su pueblo en Él.
Hoy estaremos leyendo Isaías 37-38, 1 Tesalonicenses 3 y Salmo 146. En Isaías 37, el rey Ezequías recibe las amenazas del rey de Asiria. Su respuesta no es rendirse ni buscar alianzas humanas, sino llevar la carta de intimidación al templo y extenderla delante del Señor. Dios responde con poder, enviando a su ángel y derrotando al ejército enemigo. En Isaías 38, vemos otra crisis en la vida de Ezequías: una enfermedad mortal. Pero al clamar con lágrimas, Dios le concede quince años más de vida. Esto nos recuerda que nuestro Dios responde a la oración y cambia situaciones imposibles. Reflexiona: ¿Qué cargas necesitas extender hoy delante del Señor en oración? ¿Confías en que Él tiene poder para defenderte y añadir vida donde parece haber sentencia de muerte?En 1 Tesalonicenses 3, Pablo expresa su preocupación por los creyentes en medio de la persecución, pero se llena de gozo al saber que permanecen firmes en la fe. Él ora para que el Señor los fortalezca, los haga crecer en amor y los prepare irreprochables para la venida de Cristo. Reflexiona: ¿Tu fe permanece firme aun en medio de pruebas? ¿Estás buscando crecer en amor y santidad mientras esperas el regreso de Jesús?En el Salmo 146, el salmista nos invita a poner nuestra confianza en el Señor y no en los poderosos de la tierra. Declara que Dios es el Creador, el que da justicia a los oprimidos, alimento al hambriento y libertad a los cautivos. Termina proclamando: “El Señor reinará para siempre” (v. 10).
Hoy estaremos leyendo Isaías 35-36, 1 Tesalonicenses 2:13-20 y Salmo 145:12-21. En Isaías 35, se pinta una visión de restauración y esperanza: el desierto florecerá, los ciegos verán, los cojos caminarán y los mudos cantarán. Dios promete un camino de santidad para su pueblo, donde solo los redimidos podrán andar y llegar a Sión con alegría. Luego, en Isaías 36, vemos a Senaquerib, rey de Asiria, enviando a su comandante para intimidar a Jerusalén, burlándose de su confianza en Dios. Este contraste nos recuerda que en medio de amenazas y burlas, el pueblo de Dios tiene promesas firmes de restauración. Reflexiona: ¿Dónde estás permitiendo que el miedo de tus circunstancias apague la visión de restauración que Dios tiene para ti? ¿Estás caminando en la certeza de que tu Dios viene a salvarte?En 1 Tesalonicenses 2:13-20, Pablo celebra que los creyentes recibieron la palabra como lo que realmente es: palabra de Dios viva y transformadora. A pesar de la persecución, perseveraron como lo hicieron las primeras iglesias en Judea. Pablo también expresa su amor profundo por ellos, diciendo que son su gloria y su corona delante de Cristo. Reflexiona: ¿Estás permitiendo que la palabra de Dios actúe poderosamente en tu vida? ¿Vives con la convicción de que tu fe puede ser motivo de gozo y honra para otros en el Señor?En el Salmo 145:12-21, David declara que Dios sostiene a los que caen y levanta a los agobiados. Él abre su mano y sacia con bondad a todo ser viviente. El salmista resalta la cercanía del Señor con quienes lo invocan de corazón, y termina diciendo: “Que todo lo que respira alabe su santo nombre por siempre jamás” (v. 21).
Hoy estaremos leyendo Isaías 33-34, 1 Tesalonicenses 2:1-12 y Salmo 145:1-11. En Isaías 33 y 34, se anuncia juicio contra las naciones que han oprimido a Israel, pero también se proclama esperanza para el pueblo de Dios. Isaías describe a un rey que reinará con justicia y un futuro en el que el Señor será la fortaleza y salvación de su pueblo. En contraste, el capítulo 34 muestra el juicio contra Edom como símbolo del destino de las naciones rebeldes. El mensaje es claro: Dios es justo para salvar a su pueblo y juzgar al mal. Reflexiona: ¿Estás confiando en el Señor como tu verdadera seguridad en tiempos de incertidumbre? ¿Vives con la esperanza puesta en el Rey justo que gobierna para siempre?En 1 Tesalonicenses 2:1-12, Pablo recuerda cómo llevó el evangelio a los creyentes con valentía y sinceridad, a pesar de la oposición. Él no buscaba agradar a los hombres, sino a Dios, y se comportó como un padre amoroso que anima y exhorta a sus hijos. Su meta era que vivieran de una manera digna de Dios, respondiendo al llamado de su reino y gloria. Reflexiona: ¿Tu vida busca agradar a Dios antes que a las personas? ¿Estás animando y exhortando a otros a vivir de una manera digna de su llamado?En el Salmo 145:1-11, David exalta la grandeza y bondad del Señor, declarando que su nombre será bendecido por siempre. Reconoce que cada generación debe proclamar las obras poderosas de Dios y celebrar su justicia. Este salmo es un llamado a la adoración y a transmitir la fidelidad del Señor de generación en generación.
Hoy estaremos leyendo Isaías 31-32, 1 Tesalonicenses 1 y Salmo 144. En Isaías 31 y 32, el profeta advierte al pueblo que confiar en Egipto para obtener protección es un error, porque la verdadera ayuda solo viene del Señor. Isaías anuncia que Dios mismo defenderá a Jerusalén como un león que no teme y como un ave que protege a sus crías. En el capítulo 32 se profetiza sobre un rey que reinará con justicia y príncipes que gobernarán con rectitud, una referencia al reinado mesiánico de Cristo. La promesa incluye que el Espíritu traerá paz, justicia y seguridad al pueblo. Reflexiona: ¿Dónde buscas ayuda en tiempos de crisis: en recursos humanos o en el Señor? ¿Estás viviendo bajo el reinado justo de Cristo y dejando que su Espíritu produzca paz en tu vida?En 1 Tesalonicenses 1, Pablo agradece a Dios por la fe, el amor y la esperanza de la iglesia en Tesalónica. Reconoce que, aunque sufrieron, recibieron el evangelio con poder y con gozo del Espíritu Santo, convirtiéndose en ejemplo para muchos. Su testimonio se esparció de tal manera que otros hablaban de cómo habían dejado los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, esperando la venida de Jesucristo. Reflexiona: ¿Tu vida refleja un testimonio que inspira a otros a buscar a Dios? ¿Estás viviendo con fe, amor y esperanza, aun en medio de pruebas?En el Salmo 144, David reconoce que el Señor es su roca, quien le entrena para la batalla y lo libra de sus enemigos. También lo describe como su misericordia, fortaleza y libertador. Aunque David habla de guerra y peligro, su confianza está en el Señor como la fuente de toda victoria y bendición.
Hoy estaremos leyendo Isaías 29-30, Colosenses 4 y Salmo 143. En Isaías 29 y 30, Dios confronta la hipocresía de Jerusalén, que honra con palabras pero no con el corazón. Isaías anuncia que la sabiduría humana y las alianzas con Egipto no podrán salvarlos; solo la confianza en el Señor traerá salvación. Sin embargo, en medio del juicio, aparece un mensaje de esperanza: “En descanso y en quietud estará su salvación; en la calma y en la confianza estará su fuerza” (30:15). Dios anhela mostrar gracia a su pueblo si se vuelven a Él. Reflexiona: ¿Tu adoración a Dios nace del corazón o solo de los labios? ¿Estás confiando en tus propias fuerzas y alianzas humanas o descansando en la fuerza del Señor?En Colosenses 4, Pablo anima a perseverar en la oración, a ser vigilantes y agradecidos. Pide también que oren por él para que pueda proclamar el misterio de Cristo con claridad. Exhorta a los creyentes a vivir con sabiduría hacia los de afuera, aprovechando cada oportunidad para mostrar a Cristo con sus palabras y acciones. Reflexiona: ¿Estás siendo intencional en vivir con sabiduría frente a los que no creen? ¿Tus palabras reflejan gracia y apuntan a Cristo?En el Salmo 143, David clama al Señor pidiendo misericordia y liberación. Reconoce su debilidad y busca la guía de Dios en medio de la angustia: “Hazme saber por el camino que debo andar, porque a ti he elevado mi alma” (v. 8). Este salmo refleja dependencia total en Dios como guía, refugio y justicia.
Hoy estaremos leyendo Isaías 27-28, Colosenses 3:12-25 y Salmo 142. En Isaías 27 y 28, se presenta tanto juicio como esperanza. El Señor destruirá a los enemigos simbolizados en el Leviatán, pero también cuidará de su viña, Israel, con amor y protección. En el capítulo 28, sin embargo, se reprende a Efraín y Judá por su orgullo y borrachera espiritual. Dios les advierte que no confíen en alianzas humanas ni en sus propias fuerzas, sino en su fundamento firme: “Yo pongo en Sión una piedra probada, preciosa, de cimiento estable” (28:16), una profecía que apunta a Cristo como el fundamento seguro. Reflexiona: ¿Estás construyendo tu vida sobre cimientos humanos o sobre la roca firme que es Cristo? ¿Reconoces que solo Él puede sostenerte en medio de la confusión y la prueba?En Colosenses 3:12-25, Pablo instruye a los creyentes a vestirse del carácter de Cristo: compasión, humildad, mansedumbre y paciencia. Nos llama a perdonar como Cristo nos perdonó y a vivir en amor, que es el vínculo perfecto. También enseña cómo vivir la fe en el hogar y el trabajo, recordando que todo lo que hagamos debe ser “de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (v. 23). Reflexiona: ¿Tu vida diaria refleja el carácter de Cristo? ¿Estás sirviendo en tu familia, trabajo o ministerio con la motivación de agradar al Señor más que a las personas?En el Salmo 142, David clama a Dios desde una cueva en medio de su angustia. Se siente solo y sin refugio humano, pero reconoce que el Señor es su esperanza y su parte en la tierra de los vivientes. Su oración refleja vulnerabilidad y confianza absoluta en que Dios lo librará de sus enemigos.
Hoy estaremos leyendo Isaías 25-26, Colosenses 3:1-11 y Salmo 141. En Isaías 25 y 26, encontramos un cántico de victoria. Isaías celebra que el Señor ha destruido a los enemigos y preparado un banquete para todos los pueblos, anunciando la victoria sobre la muerte: “Él devorará la muerte para siempre” (25:8). En el capítulo 26, se proclama que Dios es la fortaleza eterna, digno de confianza absoluta, y que Él guarda en completa paz a quienes confían en Él. Reflexiona: ¿Estás confiando en la paz que solo Dios puede dar? ¿Tu seguridad está puesta en las promesas del Señor, incluso frente a la adversidad y la muerte?En Colosenses 3:1-11, Pablo llama a los creyentes a vivir una vida nueva en Cristo. Ya que hemos resucitado con Él, debemos poner nuestra mirada en lo eterno y despojarnos del viejo hombre con sus pasiones y pecados. Ahora, en Cristo, somos renovados y transformados, y todas las divisiones humanas pierden sentido, porque Cristo es todo y en todos. Reflexiona: ¿Estás viviendo de acuerdo con tu nueva identidad en Cristo? ¿Estás dejando atrás el viejo hombre y poniendo tu mente en las cosas de arriba?En el Salmo 141, David eleva una oración pidiendo que su clamor llegue a Dios como incienso. Suplica que el Señor guarde su boca, lo libre del mal y lo aparte de las trampas del enemigo. Es un recordatorio de la necesidad de vigilancia espiritual y dependencia total de Dios en medio de la tentación.
Hoy estaremos leyendo Isaías 23-24, Colosenses 2 y Salmo 140. En Isaías 23 y 24, el profeta anuncia el juicio contra Tiro, ciudad famosa por su comercio y poder económico. Sus riquezas no pudieron salvarla del día del Señor. En el capítulo 24 se presenta un panorama más amplio: el juicio de Dios alcanza a toda la tierra, mostrando que todo lo humano es pasajero. Sin embargo, aun en medio del juicio, se vislumbra esperanza, porque el Señor reinará gloriosamente en Sión y traerá restauración. Reflexiona: ¿Estás confiando en las riquezas y logros humanos o en la soberanía del Señor que permanece para siempre? ¿Tu seguridad está en lo terrenal o en el Reino eterno de Dios?En Colosenses 2, Pablo advierte contra los falsos maestros y enfatiza la suficiencia de Cristo. Recuerda que en Cristo habita toda la plenitud de Dios y que en Él hemos sido hechos completos. Por medio de su cruz, Cristo nos dio vida, perdonó todos nuestros pecados y desarmó a los poderes espirituales, triunfando sobre ellos. Por eso, no debemos dejarnos arrastrar por reglas humanas, sino vivir arraigados en Cristo. Reflexiona: ¿Estás viviendo con la convicción de que Cristo ya venció en la cruz? ¿Tu vida está arraigada en Él, o sigues confiando en tradiciones y esfuerzos humanos?En el Salmo 140, David clama a Dios por protección contra hombres violentos y malvados que traman su ruina. Reconoce que solo el Señor puede guardarlo de los lazos del enemigo. Su oración es un recordatorio de que en medio de las amenazas y la injusticia, Dios sigue siendo nuestro protector y defensor.
Hoy estaremos leyendo Isaías 21-22, Colosenses 1:24-29 y Salmo 139:12-24. En Isaías 21 y 22, el profeta anuncia la caída de Babilonia y de Jerusalén. Aunque los pueblos confiaban en sus riquezas y fortificaciones, la palabra del Señor muestra que nada de eso puede sostenerlos cuando descuidan su relación con Dios. Jerusalén recibe un reproche fuerte: en lugar de humillarse y clamar al Señor, eligió fiesta y banquete en medio del juicio. El mensaje es claro: la confianza en recursos humanos nunca reemplaza la dependencia de Dios. Reflexiona: ¿En qué estás confiando en medio de tus batallas: en tus recursos o en el Señor? ¿Estás buscando refugio en diversiones o en la presencia de Dios?En Colosenses 1:24-29, Pablo habla de su gozo en medio del sufrimiento porque sabe que su misión es dar a conocer el misterio de Dios: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. Su ministerio se centra en anunciar a Cristo, enseñando y exhortando con sabiduría para presentar a todos maduros en Él. Pablo trabaja y lucha con la fuerza que Dios le da. Reflexiona: ¿Vives consciente de que Cristo habita en ti como la esperanza de gloria? ¿Estás dejando que Él te lleve a la madurez en la fe y al servicio con poder?En el Salmo 139:12-24, David reconoce que Dios lo formó desde el vientre y que todos sus días ya estaban escritos en su libro antes de que existiera uno solo. Maravillado por la grandeza del Señor, pide que lo examine, lo pruebe y lo guíe por el camino eterno. El salmo termina con una entrega total: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos” (v. 23).