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La mesa de la cocina
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La mesa de la cocina

Author: Gonzalo Altozano

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No se trata de un podcast de cocina, ojo. Lo del nombre es para subrayar la dimensión doméstica del asunto: un boli pilot azul, un cuaderno de notas de tapa blanda, una grabadora, una pila de libros, un micrófono, algo que contar y eso, una mesa, la mesa de la cocina.
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'El joven JFK'

'El joven JFK'

2024-05-3113:28

Era el novio que toda madre querría para su hija y toda hija para sí. Apuesto, elegante, de buena familia, con un futuro prometedor, daba la impresión de ser uno de esos varones bendecidos por el destino desde la cuna y cuya única responsabilidad en la vida era elegir con cuidado. Segundo de nueve hermanos, había disfrutado de todas las ventajas de las familias numerosas sin padecer una sola de sus estrecheces: de las mansiones en las que transcurrió su niñez ninguna tuvo menos de veinte habitaciones. Su apellido le singularizaba como miembro de una de las familias más pujantes de unos Estados Unidos ya poderosos pero sin historia suficiente todavía para hablar de abolengo. Como cualquier otra aristocracia, la norteamericana habría de forjarse en los campos de batalla y en los parlamentos, donde estaba llamado a brillar con luz propia aquel joven nacido en Massachusetts en 1917 y cuyo perfil terminaría ilustrando las monedas de medio dólar y su nombre bautizando un aeropuerto internacional: John Fitzgerald Kennedy. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
En una ocasión, hace ya unos años, entrevisté a Albert Boadella, dramaturgo. Como siempre hago para entretener la espera, cualquier espera, llevé conmigo un libro. Recuerdo el título: Cuplé, de Ana Diosdado. Lo recuerdo no porque su lectura me cambiara la vida o algo similar, sino por la conversación previa a la entrevista con Boadella. Al tratarse de una obra de teatro, pensé que me ganaría el favor del entrevistado. Si acaso lo logré, no fue por eso. Lejos de alabarme el gusto, Boadella me dijo que el teatro no se lee; se ve. Y trazó un paralelismo con la música. La música se escucha. Nadie lee una partitura. Estuve lento. Debí haberle respondido que, de saber solfeo, yo leería partituras, menos por esnobismo que por una inclinación a leer hasta los papeles rotos de las calles. Partituras no, pero obras de teatro, unas pocas. Por el placer de leer y, también, por sentirme director, escenógrafo, responsable de reparto, de vestuario, de luces, acomodador, público y hasta apuntador; sin moverme del sofá o interrumpiendo la función a mi antojo para ir al cuarto de baño o al ambigú, no teniendo que esperar el entreacto. Todo lo he vuelto a experimentar con la lectura de ‘San Vicente Ferrer 34’, la primera pieza teatral, todavía sin estrenar, de Iñaki Domínguez. Una incursión, otra más, de mi antropólogo de cabecera a los bajos fondos de Madrid. Poneos cómodos, si tal cosa es posible en un narcopiso de Malasaña, y estad atentos a los hilos invisibles del azar que han llevado a Iñaki de los yonkis, los chungos y las musas al teatro. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
Andar, ver y contar. No otra cosa es el periodismo. Con esta fórmula, nada original, arranqué el otro episodio que hice con Bustos en este podcast, hace ya un par de años. Con una diferencia. Esta vez, Jorge no se ha ido a La Mancha, tras las huellas del Quijote, ni a Francia, en busca del sueño de la Ilustración. No le ha hecho falta. Le ha sobrado con salir todas las mañanas de su casa al trabajo, o regresar cada noche. Su barrio, ese en el que se ha hipotecado para las próximas décadas, es el del Palacio de Oriente y, también, el del centro de acogida de indigentes más grande de la capital y, posiblemente, de España: el San Isidro, conocido como el Casi, por su acrónimo. A lo largo de un año, o más, Jorge, subdirector de un periódico de tirada nacional, uno de los columnistas más leídos y comentados del momento, habitual de las tertulias de la radio y de la tele, se ha metido en el papel de reportero y, en sus ratos libres, ha entrevistado a mendigos, trabajadores sociales, monjas de la caridad y, sin que el producto final se resintiera, concejales. Lo ha hecho sin apriorismos ni romantizar la pobreza ni, más meritorio todavía, dar la turra al transeúnte medio. El resultado de su andar, ver y contar es un ejercicio de observación, reflexión y confidencia editado por Libros del Asteroide con su primor habitual. ‘Casi’: una crónica del desamparo. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
‘Napoleones de barrio’. Así tituló Jaime Revès uno de los textos políticos que más he releído y más me ha influido. En él, Revès, exponía una serie de casos de éxito que tenían como protagonistas a ciudadanos del común en pie de lucha, organizados alrededor de una causa local, enfrentados a unos poderes sin rostro ni alma. El ensayito de Revès participaba del espíritu de la célebre frase de Eduardo Galeano: «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo». Espíritu que Jaime imprime al capítulo que firma en ‘Ser conservador es el nuevo punk’, libro en defensa de la comunidad, la identidad, la belleza y el espíritu, del que son autores, además de Revès, Rodrigo Gómez Lorente, Enrique García-Máiquez, Jaime Cervera, Marisa de Toro, Esperanza Ruiz y Carlos Hernández Quero. Me detengo en el último, por ser el entrevistado de este episodio. Su texto, titulado «Recuperar lo local», está estructurado en subcapítulos tales como «Densidad social», «Identidad colectiva», «Tierra y patrimonio», «Compromiso con la polis», «El retorno de la geografía» o «Cómo combinar lo local y lo nacional». ¿Suena abstracto? El desarrollo de la formulación no lo es. Se encarna en la experiencia vital de Carlos, escenificada fundamentalmente en el barrio de Tetúan y en el municipio de Guadarrama, ciudad y campo, asfalto y naturaleza. No diré que Carlos Hernández disputa estos territorios a la izquierda, como si fueran patrimonio de uno de los dos polos en continua lucha. Hace algo más acertado: definir lo local como una suerte de sentido común de época. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
Se le ha definido, a Jorge Freire, como uno de los diez filósofos cuyas reflexiones marcarán el pensamiento y los debates de las próximas décadas. Espero que el vaticinio sea más acertado que ese otro que, año tras año, pospone el deshielo del polo norte para el verano que viene. Lo espero por la doble vanidad de presumir de amigo y de que, por segunda vez, se haya sentado en La mesa de la cocina; la primera para analizar la agitación como el mal de la impaciencia y esta segunda para criticar la banalidad del bien, que nos reduce a la condición de marca personal. Frente a agitaciones, banalidades y gilipolleces varias, la necesidad y vigencia, siempre, de pensarnos a nosotros mismos. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
Con 25 años, Winston Churchill ya había participado en cinco guerras en tres continentes, siendo a la vez soldado y cronista. Poco después, brillaría en la tribuna de oradores. El resto de su carrera, ciertamente larga, lo empleó en sobreponerse a su fama de joven promesa, recuperarse de mil y un batacazos políticos, convivir con el perro negro de la melancolía, ser voz que clama en el desierto, resultar vencedor de una guerra mundial y ganar el Premio Nobel de Literatura. Episodio escrito, producido y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
En redes sociales, cuando publicite el episodio, diré que hay quien está en posesión de enormes confidencias políticas y, sin embargo, prefiere hablar ante el micrófono de libros, como Kiko Méndez-Monasterio, por más que únicamente haya hojeado unos pocos, todos con la letra grande y cantidad de dibujos. Lo diré. Y será verdad. Y no lo será. Es verdad que Kiko es conocedor de secretos, si no de Estado, casi. No es verdad que no haya leído. Lo ha hecho mucho y bien. ¿Entonces? Entonces soy yo quien le insistió en hablar de libros, no sé si como continuación o resumen de una larga conversación de años, ya veinte, con alguna pausa más o menos prolongada. A los aficionados a las cuestiones de gabinete, les anuncio que la próxima vez que Kiko se siente en ‘La mesa de la cocina’ será para hablar de politiqueos, actualidad y otras pornografías. Empeño mi palabra. O no. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
La frase «sujétame el cubata» surgió la vez que alguien osó retar a Charlie Buzón con que no había huevos para lanzar un videojuego con un viejo filósofo español como héroe y protagonista. Así nació Symploke, la leyenda de Gustavo Bueno, el contenido, y así nació Videojuegos Fermín, el continente. Ninguna multinacional se ha interesado por el juego y la empresa diseñados por Buzón. No tiene pinta de que lo vayan a hacer. Tanto mejor. Así no se llevan a Charlie a Silicon Valley, donde languidecería por la falta, si no de sol, sí de toros, botellines, quinquis y casticismo. Vaya mi agradecimiento a Diego Garrocho y Jorge Freire por ponerme tras la pista del personaje. Y mis disculpas por adelantado a aquellos oyentes a los que la entrevista se les haga corta. Tienen mi palabra de que Charlie va a ser un habitual de ‘La mesa de la cocina’. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
Sostiene Garrocho que hay títulos mucho mejores que los libros a los que dan nombre. A pesar de su fuerza evocadora, «El último verano» no forma parte de esta categoría, por ser los ensayitos que lo componen de mucha sustancia. Lo de «ensayitos», conste, es por la extensión de cada uno de ellos: corta. Realmente, más que ensayos, son artículos de prensa, publicados en un tiempo, este, en el que el columnismo goza de excelente salud, a la que Garrocho contribuye desde las páginas de ABC, donde ejerce de colaborador y de jefe de Opinión. Casi nada. Nadie piense que «El último verano» es una recopilación de textos al tuntún. Tiene un sentido y un propósito. Sirva la conversación que sigue para intuir cuáles son. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf
Producida por Televisión Española, escrita por Ana Diosdado y dirigida por Pedro Masó, «Anillos de Oro» se estrenó en 1983 y se ha repuesto en incontables ocasiones. La serie, lejos de legitimar el divorcio, se limitaba a narrar posibles crisis matrimoniales, construyendo una casuística de ficción, con sus correspondientes dosis de dramatismo. Si el hilo argumental de la serie era el divorcio, el punto donde se sustanciaban los conflictos no era la alcoba de las distintas parejas ni los juzgados de familia, o no solo, sino, principalmente, el despacho de abogados montado por Lola y Ramón, interpretados por Ana Diosdado e Imanol Arias. «Anillos de Oro», como escribió Garci, eran historias con sabor a calle. Episodio producido, escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
En un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo como el que vivimos, de un escritor -en general, de un hombre- no se exige originalidad, si acaso solidez, certidumbre, sencillez y claridad. Nada de esto significa que el hombre en cuestión -el escritor, para ser precisos- quede exento de la obligación de emocionar, como paso previo al menos inexcusable deber de invitar a la reflexión. Tales obligaciones son de necesario cumplimiento siempre, por recurrentes que sean los temas y alto el nivel de exposición. Es el caso de José Peláez. Érase -y es- un hombre atado a una columna, a una hija, a una sentencia de divorcio, a una empresa, a una fe, a unos bares, a una ciudad, a una tierra. Y todo sin resultar cansino, conduciendo al lector al razonamiento por la emoción, con el oficio del profesional de la publicidad y en la mejor tradición del columnismo español. Entrevista conducida por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
Con la muerte de Rafi Escobedo quedó sin resolver el principal interrogante del caso: si el asesinato de los Urquijo lo cometió él solo o en compañía. Probablemente, nunca se sepa. Han pasado muchos años. Los suficientes para despojar al asesino de la condición de víctima y otorgar esta a los únicos merecedores de tan indeseado honor: Manuel de la Sierra y Torres y María Lourdes de Urquijo y Morenés, los marqueses de Urquijo. Episodio producido, escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
El 7 de enero de este año, con 24 horas de retraso, los Reyes Magos me hicieron un regalo inesperado: una entrevista a DJ Nano. Mejor: me trajeron a casa a DJ Nano para que lo entrevistara. Andaba yo fascinado con la biografía de Nano, ese chaval que en los 90 recorría la noche de Madrid, de discoteca en discoteca, subido a una scooter, cargado con maletas de discos, y que hoy triunfa en festivales del mundo entero. Nano y yo no nos conocíamos, salvo por redes sociales, donde nos habíamos intercambiado algún mensaje; él para recomendar mi podcast, con esa generosidad suya a la que es difícil acostumbrarse; y yo, para pedirle una entrevista. Aunque Nano me dijo sí a la propuesta, era difícil cuadrar una fecha. ¿Cómo iba a ser fácil, si el tío no para quieto, en el escenario y fuera de él? Hay mandatarios internacionales con más espacios en blanco en la agenda que él. Pero, hombre de palabra como es, Nano buscó un hueco, el sábado aquel por la tarde, a pocas horas de una actuación, y en mi casa, para facilitarme el trámite. ¿He dicho ya que resulta difícil acostumbrase a su generosidad? Otra muestra fue, al marcharse, el regalo extra que Nano nos hizo a mi mujer y a mí: dos entradas para The Rhythm of the Night, espectáculo del que era -y es-promotor y mucho más, y en el que iba a pinchar esa noche. ¿Un musical? Mucho más que eso. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
Nunca me he hartado de ser muy del siglo XXI. Como nunca me harté de ser muy del siglo XX. O no hasta el punto de tomar la escopeta, silbar al can, salir al monte y, sin más, darme el gusto durante unas horas o unos días de ser paleolítico, como Ortega describió con cariño el ejercicio venatorio o caza. Me habría gustado ser cazador. Como me habrían gustado tantas otras cosas, como mercenario en el Congo o compositor de canciones ligeras. Queda el consuelo del periodismo, profesión que permite al que la ejerce ponerse el traje y calzarse los zapatos (metafóricamente, se entiende) de tantísimos hombres, vivir un sinfín de vidas. Hoy le tomo prestada la suya a Lolo de Juan, un hombre alerta -y vuelvo a Ortega- hecho de andar y andar, subir riscos, bajar cárcavas y barrancos, silenciar el paso, pacientar en esperas, tener puntería y, principalmente, de la menos musculosa de las operaciones, o sea, mirar. En suma, cazar. Entrevista realizada por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: GonzaloAltozano Instagram: galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
Lamento decepcionar: Joven Europeo no es aquel niño gordo, inmensamente gordo, que, hace años, acodado en el bordillo de una piscina municipal, rodeado de enanos, arremetía contra panchitos, cubanos y todo eso, un 15 de junio cualquiera, día mundial de la tranquilidad desde entonces. Joven Europeo es Miguel Rovira y, si alguna vez sufrió sobrepeso, cosa que dudo, hoy se machaca en el gimnasio en agotadoras jornadas de pesas y MMA. Entonces ¿por qué titular la entrevista como la he titulado? Porque rara es la vez que Miguel y yo nos encontramos y no recurrimos a Álvaro, el gordito tranquilón y pelín xenófobo de Fuentecerrada, provincia de Teruel. O a Ramón El Vanidoso, yonqui de Pitis que vestía de Emidio Tucci. Separándonos veinte años a Joven y a mí, son muchos los referentes -véase Álvaro, véase Ramón- que nos unen. Hay montones más, solo que de menor contenido y alcance intelectual. Los bohemios del Madrid de la década de los 20 del siglo pasado, por ejemplo. Los Sawa, los Gálvez, los Carrere, a mí me interesan; a Miguel, además, le inspiran, hasta el punto de salir tras su pista cuatro noches por semana, si no cinco. Ni a su edad le hubiera seguido el ritmo. Como mucho, alguna noche me he unido a las muy solicitadas y exclusivas cenas que organiza Coco Robatto, de las que son habituales Jano García, Dani de Fernando o Javier Martínez Fresneda, entre otros, y donde Joven Europeo brilla con ingenio propio. De su agilidad en la respuesta, de su facilidad para la fórmula, de su buen humor siempre, aparte de los asistentes a las tenidas, disfrutan sus decenas de miles de seguidores en redes sociales y disfrutará una legión de lectores el día que por fin se anime con un libro. Cierto es que, hoy por hoy, sus trabajos y sus días se le van en labores políticas llamadas a convertirse con el paso del tiempo en episodios nacionales. Y tiene 27 años, el tío. ¿Promete o no promete? Qué suerte la mía de llamarme su amigo. Entrevista realizada por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: GonzaloAltozano Instagram: galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
Hace años, comencé a tomar notas para un libro. ‘¿Qué fue de Cobra Kai?’, pensé titularlo. Se trataba de la crónica de unos niños mal de familia bien, reyes de la noche del Madrid de los 90. Cuando llegaban a Pachá la gente, como si fuera el Mar Rojo, se abría para dejarles paso; siempre les tocaba bailar con la más guapa; y raro era el fin de semana que no se pegaban dos, tres o más veces. Su nombre era leyenda. Recordaban a la pandilla de rubios cachas, forrados y malotes de Karate Kid, por eso el título del libro que nunca escribí. Y eso que di con el líder, al que llamaré Johny Lawrence, quien se mostró dispuesto a colaborar conmigo y con el que trabé cierta amistad, que dura hoy. Lawrence me facilitó el contacto de montones de personajes de la época, para que me ayudaran a poner negro sobre blanco cantidad de historias que andaban de boca en boca, veinte, incluso treinta años después. Lo tenía tan fácil, que me lo tomé con calma. Mal hecho. Cuando leí que un tal Iñaki Domínguez había publicado un libro titulado ‘Macarras Interseculares’, corrí a la librería con miedo de que se hubiese adelantado. Mi temor resultó fundados. El autor le dedicaba un capítulo a la legendaria Panda del Moco, una suerte de hermanos mayores de mis Cobra Kai. Peor. En sucesivos estudios sobre macarrismo, Iñaki ahondaría en el fenómeno. Así hasta su título más reciente, protagonizado por El Judío, El Francés, El Italiano y otros pijos malos, muy alejados del estereotipo de los Borjamaris y Pocholos con jersey Lacoste al hombro, gomina en el pelo y patata en la boca. ¿Para qué ponerme a investigar y escribir, si ya lo había hecho Iñaki, y de manera insuperable? Porque el arriero anda equivocado: en ocasiones como esta, no hay que saber llegar, hay que llegar primero. Entrevista realizada por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: GonzaloAltozano Instagram: galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
El último pasaje del Evangelio de San Juan es enormemente sugestivo: “Hay otras muchas cosas que hizo Jesús, y que si se escribieran una por una, pienso que ni aún el mundo podría contener los libros que se tendrían que escribir”. ‘Gracia de Cristo’, de Enrique García-Máiquez, no es uno de esos libros. Máiquez no saca a la luz hechos nunca contados de Jesús a su paso por el mundo, bien por la vía de la investigación, bien por la de la imaginación. No menos sugerente, Enrique sí maneja episodios de sobra conocidos por fuerza de una predicación multisecular. Ahí el mérito de nuestro autor: recorrer senderos trilladísimos y hallar lo que, estando a la vista desde hace siglos, incomprensiblemente ha permanecido tantas veces escondido: la sonrisa de Jesús en los Evangelios. Entrevista realizada por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: GonzaloAltozano Instagram: galtozanogf iVoox, Apple, Spotify, Amazon.
Confieso que le prejuzgué. Cuando su nombre comenzó a sonar, me apresuré a situarle entre los columnistas de su generación, tan descollantes como talentosos entonces, a pesar de su cansina e innecesaria querencia a posar de canallitas. (Qué bien que se les esté pasando: ¡madurez, divino tesoro!) Confieso que le prejuzgué, digo, hasta que, vencida mi resistencia, le leí. Hugues no iba de canalla, como otros, por no necesitar fabricarse una biografía urgente: sospecho que su adolescencia fue algo distinto que sábados de merendola y peliculón. Diría que me acalambró. ¿Qué, su prosa? También. Pero, sobre todo, la ausencia total de impostura con la que abordaba -y aborda- sus textos. Y la poca importancia que se otorga a sí mismo. Nada parece envanecerle, ni el logro de una marca personal en unos tiempos, estos, en los que tal cosa se antoja imperativo categórico. Estos ojos que habrán de comerse la tierra le han visto rechazar, con más alivio que esfuerzo, ofertas de incorporación inmediata a tertulias millonarias en audiencia. Si acaba de publicar un libro y nos hemos enterado por terceros. Empiezo a pensar que su modelo periodístico no son los muy sobados Umbral, Capote, Zweig o Chaves Nogales. Es Bartleby, el escribiente. Como él, Hugues preferiría no hacerlo. Por eso, por el vencimiento de la pereza, gracias por la entrevista, Paco. Entrevista realizada por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple y Amazon.
A ojo de buen paseante, la ribera del Manzanares va, de ancho a ancho, del puente de los Franceses al de Segovia, entre la ermita de la Virgen del Puerto y la sala la Riviera, y de largo a largo, de la Casa de Campo al Parque de la Bombilla hasta Príncipe Pío, antigua estación del Norte. El barrio lo tiene todo para una entretenida y melódica educación sentimental, con una escuelita infantil Antonio Mercero, una placa conmemorativa de Cecilia, la cantante, y una biblioteca pública Corín Tellado; igualmente, el sitio es ideal para desarrollar una mente sana en un cuerpo sano, con unas instalaciones a las que da nombre alguien que fue síntesis de lo uno y lo otro, don José María Cagigal, filósofo del deporte. Aparte, la ribera del Manzanares son galerías comerciales en las que todavía se guarda la vez, un conservatorio de danza, un teatro para niños, un local de bailes de salón, una escuela de actores, una parroquia de barrio, una cancha de basket solitaria como un cadillac, calles frondosamente arboladas, bares con terraza, un cine y una piscina de verano y una taberna maja y goyesca, Ilucientes, frente a la ermita de San Antonio de la Florida, donde reposan los restos del genio de Fuendetodos… y de todos. Raro es el día en que, de ida a mis quehaceres o de vuelta a casa, no pase con la moto por la ribera, con la vana ilusión de perderme por las cuatro calles que forman la colonia Manzanares, una de esas joyas escondidas que atesora Madrid, construida hace un siglo al amparo de la Ley de Casas Baratas, igual que la colonia Albéniz, la de Bellas Vistas, la de Cruz del Rayo, la de Fuente del Berro, la Popular Madrileña o, para pasmo de todos, El Viso. Rara es, también, la semana en la que alguna noche no cenemos pizza para dos y jazz en Óscar Patanegra, bar de actuaciones, con sillas y mesas de cinc junto al río cuando la autoridad y el buen tiempo lo permiten. Óscar y Compañía, con sus camisetas negras con la leyenda ¡Reinvéntate tú!, son la mejor garantía frente la dictadura hípster y su lacra de la gentrificación. También resiste, a escasos metros, como una roca, Casa Mingo, donde al entrar los relojes se retrasan un siglo, como poco. Casa Mingo, su pollo asado, su sidra y sus camareros de uniforme, merecen ser declarados bien de interés cultural. ¿Qué somos en este podcast, ultraconservadores resentidos que claman contra lo moderno solo por ser moderno? Eso, jamás. La ribera ya no es esa escuela de vida en la que se educó chico de barrio, pequeño héroe de cuento de Aldecoa, como San Pol de Mar no es escenario de luchas pandilleras a lo West Side Story, como lo fue en los 80, cuando un caballo blanco desbocado galopó, violento, asesino, la ciudad. Y está bien que las cosas hayan cambiado. Como están bien los ascensores externos recién incorporados a los viejos edificios de ladrillo visto, habitados por jubilados con carrito de la compra, y que los bloques de enfrente, los de Aniceto Marinas, algo más modernos, conserven ese aire que inspiró a Juanjo Alonso Millán una de sus más disparatas comedias de faldas, El Plan Manzanares. Y hasta aquí, una aproximación a pie de la ribera. La siguiente postal, si acaso, cenital, desde el teleférico. Episodio escrito y narrado por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple y Amazon.
Edgar Neville pasó de ser un joven apuesto y atlético al caballero de la oronda figura de sus últimos años. Uno y otro, siempre sonrientes, bon vivants sin límite horario, escalaron los más altos salones y descendieron a las más animadas verbenas, haciendo de cada instante, por intrascendente que fuera, una belle epoque. Episodio escrito por Gonzalo Altozano. Sonido: César García. Diseño: Estudio OdZ. Contacto: galtozanogf@gmail.com Twitter: @GonzaloAltozano Instagram: @galtozanogf iVoox, Spotify, Apple y Amazon.
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