Flanaghan cada vez esta más confundido, Hans quiere ingresar a Wuhan con otra identidad.
Flanghan tiene diferencias con Chinchulín, faltan agallas para seguir el viaje porque la velocidad la pone Chinculín (poderoso el chiquitín).
Flanaghan esta mareado (no se sabe si por la edad o el alcohol), pero sabe muy bien lo que pasa en el estudio de radio... una aventura en Wuhan pero con los ojos en Figueroa.
Flanaghan insiste en recuperar a Chinchulín en Wuhan, pero Hans no lo acompaña en su cometido.
Ted se sorprende de Chinchu Lín y sus tácticas de manejo. ¿El miedo será un indicio de su edad o de un agente?
En Wuhan, Ted prueba el 5G en Wuhan y desconfía de Figueroa como un infiltrado ¿Será cierto?, mientras continua su misión.
Flanaghan recuerda la contraseña para evitar las balas, además se simpatiza con el chino, conductor del transporte de línea.
Ted reacciona rápido ante la señal, pero ... ¿y la contraseña?... la edad no viene sola ¿Cómo saldrá de esta situación?
Hans no colabora con la misión, entre sueños le dice verdades a Flanaghan, pero él, Hans es la única esperanza para el agente. ¿Cómo continuará el viaje en tierras cercanas a Wuhan?
El invisible solo pudo recorrer 8 kilometros, el viaje a Wuhan se hace más extenso. Hans no solo le toma el pelo a Flanghan sino también el agua.
Hans en una maniobra única logra agregar el invisible ¿Será que Flanaghan aprendió la palabra mágica para encender El Invisible?
Ted prueba el resaque, un misterioso "remedio" chino para superar las malas noches, mientras Hans prepara el invisible para partir a Wuhan.
Flanaghan comienza su vuelo a Wuhan, la nueva misión ¿Cuál será el objetivo?
Cruzando el Estrecho de Magallanes con un piloto con poca experiencia.
Ted cuenta sus experiencias con Hans, el gran danés, el piloto que viaja que lo lleva por el mundo.
Nuevamente Flanaghan frente a frente con los distribuidores ilegales de cigarrillos... o no?
Flanaghan comienza a usar cubrebocas, la pandemia apremia.
El sueño de Flanaghan lo venció, la operación hizo estragos, eran cajas pero...