Masdividendos

Probablemente el último reducto de la elegancia y la educación en la inversión. Invertir y prosperar, como estilo de vida. Buscando siempre la excelencia.

Actualidad Semanal +D. Semana 46/2025

El día que un alpinista murió al lado de una fila de gente con selfie sticks (Historia real) En mayo de 2019, un alpinista murió a pocos metros de la cima del Everest. No por una avalancha, ni por una tormenta, ni por quedarse sin oxígeno. Murió esperando turno en un atasco a 8.800 metros de altura. A su alrededor, más de 200 personas hacían cola para subir a la cumbre más famosa del planeta. Había turistas sin experiencia, influencers buscando “la foto”, escaladores profesionales desesperados… y una cuerda fija donde todos tenían que pasar uno tras de otro, como si en el supermercado sólo tuvieran una única caja abierta en hora punta. Había gente con edemas pulmonares, otros con los dedos congelándose lentamente, otros sin oxígeno porque habían calculado mal… y aun así la fila seguía avanzando como si la montaña fuese un parque temático. Lo más inquietante no fue la tragedia. Lo inquietante fue el patrón: Cuando mucha gente quiere lo mismo a la vez, la dificultad no está en la cima. Está en la cola. Y la cola mata más que la montaña. Esa historia es incómoda porque habla de algo que hacemos sin darnos cuenta. Nos obsesionamos con la meta, ignoramos el atasco y asumimos que llegar arriba es solo cuestión de fuerza de voluntad, cuando en realidad depende de dinámicas colectivas que nadie controla. Pues bien: esta semana, en los mercados, ha pasado algo peligrosamente parecido. No voy a contarte el qué. Para eso está el episodio. Solo te digo que hemos visto gente escalando sectores sin mirar dónde pisan, empresas pidiendo oxígeno a mitad de ascenso, modelos de negocio que parecían cimas y resultaron cuellos de botella y avalanchas que no vinieron por los riesgos obvios… sino por la cola, por la acumulación de decisiones idénticas tomadas por demasiada gente al mismo tiempo. Si quieres entender por qué hay semanas en las que la bolsa se parece más al Everest que a un Excel y por qué algunos inversores llegan a la cima sin aire mientras otros se quedan atrapados en la fila nuevo episodio de Actualidad Semanal +D.

11-16
27:51

Actualidad Semanal +D. Semana 45/2025

El hombre que ganó una fortuna sin hacer nada En 1929, Jesse Livermore era el trader más famoso de Wall Street. Acababa de ganar cien millones de dólares apostando contra el crash mientras el resto del mundo perdía sus ahorros. Años después, un periodista le preguntó cuál había sido su secreto. Su respuesta fue desconcertante: "Nunca fue mi pensamiento lo que me hizo ganar todo ese dinero. Siempre fue mi capacidad de estarme quieto. ¿Lo pillas? Mi capacidad de estarme quieto y no hacer nada." En una profesión donde se venera la acción, donde se glosa de forma heroica, donde cada día trae cien oportunidades de comprar o vender, donde el movimiento se confunde con progreso, el hombre más exitoso de su época atribuía su fortuna a... no hacer absolutamente nada. Lo llamaba "el dinero sentado". El dinero que ganas precisamente porque resistes la tentación de actuar. Porque hay momentos en los mercados donde la mejor jugada es no jugar. Donde la prudencia vale más que la audacia. Donde reconocer que no entiendes lo que está pasando es infinitamente más valioso que pretender que lo entiendes. El problema es que vivimos en una era que glorifica la acción. Donde quedarse quieto se interpreta como cobardía. Donde tener efectivo sin invertir se considera una oportunidad perdida. Hasta que no lo es. En el nuevo episodio de Actualidad Semanal +D, exploramos esa línea invisible entre la visión y la locura, entre la prudencia y el miedo, entre saber cuándo actuar y cuándo "estarse quieto" mientras el resto del mundo corre hacia el precipicio. No te diremos qué hacer con tu dinero. Pero después de escucharlo, entenderás mejor cuándo NO hacer nada es la jugada más inteligente del tablero. Disponible en todas las plataformas más prestigiosas o en el primer comentario.

11-08
35:07

Actualidad Semanal +D. Semana 44/2025

Imagina que enciendes la consola y entras en el videojuego más esperado de la década. Un mundo abierto, hiperrealista, de una escala nunca vista. Cada brizna de hierba, cada reflejo en el asfalto, cada conversación de los personajes no jugables ha sido diseñada con un detalle obsesivo. La experiencia es perfecta, inmersiva, casi indistinguible de la realidad. Ahora, para un segundo y piensa en lo que no ves. Piensa en los siete años de desarrollo. En los miles de programadores y artistas trabajando hasta la extenuación. Piensa en el presupuesto de mil millones de dólares, una apuesta de todo o nada por parte del estudio. Piensa en las tecnologías que tuvieron que inventarse sobre la marcha, en los callejones sin salida, en las crisis creativas. Piensa en el código desechado, en las tramas abandonadas, en los personajes eliminados para ahorrar memoria. Toda esa perfección en tu pantalla se asienta sobre un caos invisible de ambición, sacrificio y riesgo brutal. Pues bien, ahora mismo, la economía global está haciendo exactamente eso. Está construyendo en tiempo real un nuevo mundo, una nueva simulación, con todos nosotros dentro. Y la promesa, como la de ese videojuego, es deslumbrante. Pero las preguntas importantes, las que de verdad definen esta nueva era, son las que se esconden detrás de la interfaz. ¿Qué ocurre cuando la empresa que fabrica los "motores gráficos" de esta nueva realidad se vuelve más valiosa que la suma de varios países? ¿Quiénes son los personajes que están siendo eliminados del guion para optimizar el rendimiento del sistema? ¿Qué pasa si millones de jugadores deciden ignorar la misión principal y empiezan una rebelión en el sistema financiero del juego, solo para ver qué ocurre? Y lo más extraño de todo: ¿qué sucede si, en un rincón olvidado del mapa, un grupo de desarrolladores descubre un "cheat code", no para el juego, sino para la biología humana misma? En el nuevo episodio de "Actualidad Semanal +D", no te leemos el anuncio del videojuego. Te llevamos a la sala de los desarrolladores. Analizamos el código fuente de esta nueva realidad para entender las reglas que nadie nos está contando. La partida más importante de nuestra vida se está jugando ahora mismo. Y ni siquiera sabíamos que éramos los protagonistas. Descúbrelo. Ya disponible en tu plataforma de podcast (o en el primer comentario)

11-02
28:50

Actualidad Semanal +D. Semana 43/2025

En 1904, la maratón olímpica de St. Louis fue ganada por un hombre que hizo la mayor parte del recorrido en coche. No es una broma. El segundo clasificado fue llevado en volandas a la meta, casi muerto, tras haber sido "reanimado" con una mezcla de veneno para ratas y coñac. Otro corredor fue perseguido durante una milla por perros salvajes. Solo 14 de los 32 participantes lograron terminar una carrera que se ha descrito como el evento más extraño de la historia olímpica. La lección de aquella maratón no es sobre correr. Es sobre la abismal diferencia entre las reglas que se anuncian y el juego que realmente se juega. Sobre cómo un sistema que se presenta como la cumbre del mérito y la competición puede ser, bajo la superficie, un caos gobernado por el absurdo, las trampas y la pura irracionalidad. Esta semana, el mercado financiero es la maratón de St. Louis. Vemos corredores que presumen de volar gracias a la inteligencia artificial, pero nadie se atreve a mirar si llevan un motor escondido bajo el dorsal. Vemos a otros que avanzan a trompicones, dopados por el puro frenesí de la multitud, sin rumbo ni estrategia, aplaudidos por una grada que solo quiere ver el espectáculo del colapso. Y, por supuesto, vemos a los jueces cambiando las reglas a mitad de carrera para favorecer a sus amigos, repartiendo indultos como si fueran botellas de agua en un avituallamiento. En el nuevo episodio de "Actualidad Semanal +D" no vamos a cronometrar a los líderes de la carrera. No vamos a aplaudir al que cruza primero la cinta. Vamos a investigar de qué está hecha la bebida que les dan. Vamos a buscar las huellas de los neumáticos en el recorrido. Y vamos a preguntar quién demonios soltó a los perros. Porque en los mercados, como en aquella maratón, la única forma de no acabar exhausto y envenenado es entender que casi todo el mundo está haciendo trampas. Escúchanos. Te contamos cómo.

10-26
29:10

Actualidad Semanal +D. Semana 42/2025

En 1845, dos de los barcos más avanzados tecnológicamente que el mundo había visto zarparon de Inglaterra. Se llamaban HMS Erebus y HMS Terror. Sus cascos estaban reforzados con placas de hierro, un avance revolucionario. Estaban equipados con motores de vapor auxiliares, calefacción central y una biblioteca con más de mil libros. Llevaban provisiones enlatadas para tres años, otra maravilla de la época. Su misión, bajo el mando del aclamado explorador Sir John Franklin, era conquistar el último gran premio de la geografía: el Paso del Noroeste. La confianza del Almirantazgo británico era absoluta. No se trataba de una expedición de riesgo, sino de una gloriosa formalidad. La tecnología, la experiencia y el capital del mayor imperio del mundo garantizaban el éxito. Los barcos navegaron hacia el Ártico y se desvanecieron para siempre. Nunca regresaron. Décadas más tarde, los restos de la expedición revelaron la horrible verdad. Los cascos reforzados fueron aplastados como cáscaras de huevo por la presión del permafrost, una fuerza de la naturaleza que sus ingenieros habían subestimado. Y las latas de comida, esa supuesta garantía de supervivencia, estaban mal selladas con plomo, envenenando lenta y sistemáticamente a la tripulación, nublando su juicio y llevándolos a la locura y al canibalismo. La tecnología que debía salvarlos fue, en realidad, el instrumento de su perdición. La historia financiera está llena de expediciones Franklin. Momentos en los que, armados con la tecnología más avanzada y una confianza inquebrantable, nos lanzamos a conquistar nuevos mundos, ciegos a los peligros fundamentales que nos rodean. Hoy, tenemos nuestros propios HMS Erebus y HMS Terror. Se llaman Inteligencia Artificial, Finanzas Cuantitativas y Disrupción Tecnológica. Y también tenemos nuestras propias provisiones enlatadas: narrativas de mercado que nos prometen un viaje seguro y rentable. Pero, ¿y si nuestros cascos reforzados no son rivales para el invierno económico que se avecina? ¿Si las mismas innovaciones que celebramos como nuestro sustento contienen un veneno que aún no hemos detectado? ¿Y si la diferencia entre un visionario y un necio es, simplemente, una cuestión de suerte y del grosor del hielo? Esta semana, en "Actualidad Semanal +D", no ofrecemos mapas. Ofrecemos una brújula para navegar en la niebla. Un análisis profundo de las fuerzas invisibles y las verdades incómodas que se esconden bajo la superficie de los titulares. Dejamos las narrativas enlatadas en el muelle y nos preguntamos qué es lo que realmente importa cuando el hielo empieza a crujir. Ya disponible en tu plataforma de podcast favorita.

10-19
29:09

Podcast +D episodio 127. Conversando con Dudweiser

En este nuevo episodio tenemos el placer de conversar con Dudweiser, que además de liderar la iniciativa del Club del Libro +D, es una mente con una curiosidad insaciable. Recorre con nosotros este itinerario por la Inteligencia artificial, Nvidia, redes sociales, polímatas o la definición personal de qué es realmente el éxito, temáticas que dan vida a un capítulo que hemos disfrutado enormemente. Este episodio es posible gracias al patrocinio de Ford. Descubre más en www.ford.es

10-16
01:45:43

Actualidad Semanal +D. Semana 41:2025

El 10 de agosto de 1628, el navío de guerra más formidable jamás construido se hundió en el puerto de Estocolmo tras navegar 1.300 metros. No lo derribó un cañonazo enemigo, sino un exceso de ambición. El rey Gustavo II Adolfo de Suecia quería una demostración de poder sin precedentes. Ordenó a sus ingenieros que añadieran una segunda cubierta de cañones al buque insignia Vasa. Los constructores, en privado, sabían que el barco se volvería peligrosamente inestable, demasiado pesado en su parte superior. Pero nadie contradice a un rey. El día de su viaje inaugural, con una ligera brisa, el Vasa se escoró, el agua entró por las troneras de los cañones inferiores y la obra maestra de la ingeniería naval sueca se fue a pique ante una multitud horrorizada. La lección del Vasa no es sobre barcos. Es sobre cómo la fe ciega en una narrativa de poder puede desafiar, y finalmente ser humillada, por las leyes inmutables de la física. Esta semana, en los mercados financieros, hemos visto construir varios barcos como el Vasa. Hemos visto gigantes tecnológicos que se pagan a sí mismos con acuerdos circulares, añadiendo cubiertas de cañones de valoración sin el lastre de beneficios reales. Hemos sido testigos de una batalla bancaria donde las promesas de dividendos se usan como artillería, mientras la propia estructura de la oferta cruje bajo el peso del riesgo. Hemos observado empresas que baten récords de ventas mientras sus cimientos legales y de gobierno corporativo se tambalean. E incluso hemos mirado hacia un imperio donde los capitanes de industria, de repente, desaparecen de cubierta. En el nuevo episodio de Actualidad Semanal +D no te contamos las noticias. Desmontamos el barco pieza a pieza para ver si está en condiciones de navegar. Analizamos la física financiera que se esconde detrás de la euforia, la anatomía de lo absurdo y el andamiaje que sostiene las valoraciones más espectaculares. Porque la pregunta más importante en finanzas nunca es cuán grande es el barco, sino si se mantiene a flote cuando sopla la primera brisa. Y esta semana, amigos, sopla una brisa muy extraña. Escúchalo ya. Disponible en tu plataforma de podcast favorita.

10-11
29:58

Actualidad Semanal +D. Semana 40/2025

En 1918, un grupo de hombres se ganó el apodo de “El Club de los Suicidas”. No eran espías ni soldados de trincheras. Eran los primeros pilotos del servicio de correo aéreo de Estados Unidos. Su trabajo era simple en teoría y demencial en la práctica: volar de costa a costa entregando cartas. No tenían radares. Ni GPS. Ni, la mayor parte del tiempo, radios que funcionasen. Volaban de noche guiándose por hogueras que los agricultores encendían en sus campos y de día, si la niebla lo permitía, siguiendo las vías del tren como si su biplano fuera una locomotora con alas. Eran la encarnación de la toma de decisiones en un entorno de incertidumbre radical. Cuando se enfrentaban a lo desconocido —una tormenta imprevista, una brújula loca, el silencio repentino del motor— no se lanzaban a la locura. Se convertían en maestros de la gestión del riesgo porque sabían que la gravedad, a diferencia del gobierno, nunca se toma un descanso. La falta de datos les hacía más cautelosos, no más audaces. Avancemos rápido un siglo. Esta semana, el gobierno de los Estados Unidos ha decidido, por voluntad propia, apagar las luces. Ha desconectado los faros de la economía, suspendiendo la publicación de los datos de empleo e inflación que actúan como nuestro mapa y brújula. Nos ha metido a todos en la niebla. Pero en lugar de la cautela extrema de aquellos pilotos, Wall Street ha reaccionado con la euforia de un emperador romano en plena bacanal. Es una de las paradojas más fascinantes de nuestro tiempo. En la era con más acceso a la información de la historia, provocamos un apagón informativo y la reacción del capital no es el miedo, sino una fiesta desenfrenada. Una fiesta en la que un jeque saudí decide comprar los sueños de tu adolescencia por una cifra que marea, mientras en Silicon Valley se pagan múltiplos de ciencia ficción por empresas que prometen el paraíso digital mañana, aunque hoy quemen más dinero que un dragón con hipo. Este nuevo episodio de Actualidad Semanal +D explora precisamente este mundo al revés. ¿Qué sucede cuando la economía más grande del mundo vuela a ciegas, pero el capital privado decide que es el momento perfecto para firmar el cheque más grande de la historia? ¿Por qué mientras en Washington se juega a la parálisis, en los despachos de Riad y Cupertino se juega a ser Dios? ¿Y qué nos dice de nosotros mismos una guerra santa por nuestra cafeína matutina, donde los gramos de proteína han reemplazado a la poesía italiana? Este episodio no es un resumen de noticias. Es una autopsia en directo de la lógica del mercado en un momento de locura colectiva. Es la historia de cómo, en medio de la niebla más espesa, algunos han decidido que es el mejor momento para pisar el acelerador a fondo. Si queréis entender por qué la ausencia de un mapa no impide que pongan en marcha la rotativa de billetes, y por qué deberíais, al menos, mirar con atención por la ventanilla… ya sabéis dónde encontrarnos. Actualidad Semanal +D. Ya disponible en tu plataforma de podcast preferida. Abrochaos el cinturón. O no. Al fin y al cabo, parece que hoy el riesgo está de moda.

10-04
25:14

Actualidad Semanal +D. Semana 38/2025

De día, Sir Isaac Newton era el guardián del Royal Mint, el genio de ojos fríos que clavó el universo a una pizarra con las leyes de la gravedad. Pero su verdadera pasión, el proyecto que consumió más años de su vida que la física, era un secreto. Estaba intentando convertir el plomo en oro. Newton no era un iluso. Era el hombre más inteligente del mundo, y entendió que la alquimia no era solo una búsqueda de riqueza, sino el intento de encontrar un atajo en las reglas de la realidad. El premio no era una ganancia, era reescribir el juego por completo. Arriesgó su salud y su fortuna en la persecución de un imposible que, si funcionaba, lo haría todo posible. Hoy, el espíritu del laboratorio secreto de Newton está vivo. Ha vuelto a una escala que él jamás habría podido imaginar. El plomo ahora se llama "datos". La Piedra Filosofal se llama "Inteligencia Artificial General". Y los nuevos Newtons son los titanes de Silicon Valley, invirtiendo fortunas que harían sonrojar a los reyes del siglo XVII en la misma y febril búsqueda de un atajo para el futuro. Pero mientras esta gran y deslumbrante apuesta se lleva todos los focos, ¿qué ocurre con el mundo de las cosas tangibles? ¿El mundo del plomo, por así decirlo? ¿Qué pasa con los fabricantes de coches cuando el oráculo financiero más famoso del mundo, Warren Buffett, vende de repente su participación en el mayor de ellos? ¿O con los bancos que libran una guerra tan encarnizada que han tenido que contratar a todo el ejército de mercenarios de Wall Street? ¿Y qué nos dice de la economía real que las ventas de una simple caja de pasta de los años 70 sean un indicador más fiable que cualquier informe gubernamental? El episodio de esta semana de Actualidad Semanal +D no es sobre tecnología. Es sobre la peligrosa y seductora psicología de la euforia. Exploramos qué tienen en común Isaac Newton, Mark Zuckerberg y un oso de peluche que vale más en bolsa que muchas empresas de IA. Es un viaje al corazón de la obsesión humana por transformar lo mundano en milagroso, y por qué las lecciones de un horno del siglo XVII podrían ser la mejor guía para navegar los mercados de hoy. Disponible ya. Suscríbete a Actualidad Semanal +D donde quiera que escuches tus podcasts. O en el primer comentario.

09-28
25:15

Actualidad Semanal +D. Semana 38/2025

En la madrugada del 11 de julio de 1804, dos de los hombres más poderosos de América se encontraron en un campo de Weehawken, Nueva Jersey. No eran dos cualquiera. Uno era Alexander Hamilton, el arquitecto del sistema financiero estadounidense y Padre Fundador. El otro era Aaron Burr, el Vicepresidente en ejercicio de los Estados Unidos. El código de honor de la época dictaba una salida elegante: disparar al aire. Un gesto para salvar la reputación sin derramar sangre. Hamilton, según escribió la noche anterior, fue a eso. Al llegar su turno, levantó su pistola y disparó contra las ramas de un árbol, por encima de la cabeza de Burr. El disparo del honor. Aaron Burr no fue a salvar el honor. Fue a ganar. Apuntó con calma y disparó. La bala alcanzó a Hamilton en el abdomen. Murió al día siguiente. Ese duelo no es una anécdota. Es el manual de instrucciones de esta semana en Wall Street. Hemos visto el disparo de Hamilton: el recorte de tipos de la Reserva Federal, predecible y telegrafiado, cumpliendo con el ritual que todos esperaban. Pero mientras mirábamos al cielo, han sonado otros disparos. Los de verdad. Pactos impensables entre gigantes de los semiconductores que redefinen el mapa de poder. Decretos que buscan cambiar las reglas del juego bursátil. Maniobras silenciosas en el sector farmacéutico y logístico que decidirán los ganadores de la próxima década. En el nuevo episodio de "Actualidad Semanal +D", hacemos lo que los segundos de Hamilton no supieron hacer: dejamos de analizar el honor para centrarnos en la puntería. Identificamos quién está disparando al aire y quién, como Burr, está apuntando al centro de la diana estratégica para ganar. Si quieres entender las jugadas que de verdad importan, las que no salen en el comunicado oficial, ya sabes dónde encontrarnos. Y si no, en el primer comentario.

09-22
23:08

Podcast +D 126. Con Luis Angel Hernandez de Salud financiera

Arrancamos la vuelta del verano pasando un buen rato con Luis Angel Hernandez, creador de Salud financiera, divulgador y podcaster que está haciendo un buen trabajo aportando su conocimiento, sin demasiado miedo a molestar al establishment de la industria, cosa que le honra. Durante la conversación hablamos de multitud de temas, desde los errores frecuentes de los inversores, el lado oscuro de cierta parte residual de la industria financiera que incluso llega a las amenazas al más estilo mafioso y muchas cosas más que seguro te gustará saber. Este podcast es posible gracias al patrocinio de FORD. Descubre más en www.ford.es

09-19
01:44:59

Actualidad Semanal +D. Semana 37/2025

La lección de la melaza El 15 de enero de 1919, el arma homicida más extraña de la historia se movió por Boston a 56 km/h. Era una ola de dos pisos de altura, densa, pegajosa y con un olor enfermizamente dulce. Era melaza. Un gigantesco tanque de almacenamiento, que contenía casi nueve millones de litros de melaza, reventó en el barrio de North End. La ola resultante arrasó edificios, descarriló un tren y mató a 21 personas. La investigación posterior reveló la verdad. No fue un accidente impredecible. Durante años, el tanque había dado señales de alarma. Hacía ruidos extraños, gemía bajo la presión y, lo más evidente, tenía fugas. Los niños del barrio iban con sus jarras a recoger la melaza que se filtraba por las grietas. ¿La solución de la compañía propietaria? No fue reforzar la estructura ni vaciar el tanque. Fue pintar el tanque de color marrón para que las manchas de las fugas no se vieran. Ocultaron el síntoma en lugar de arreglar el problema. Y mientras todo parecía estable por fuera, la presión interna seguía aumentando hasta que el sistema entero falló de la forma más catastrófica y pegajosa imaginable. Y hoy, uno mira los mercados y no puede evitar oler a melaza. Vemos un gigantesco y rentable tanque, el S&P 500, que parece más sólido que nunca. Y al mismo tiempo, escuchamos los gemidos: un mercado laboral que se debilita, una inflación que no se va, un consumidor que pierde la confianza. Son fugas evidentes. Y la respuesta del mercado, por ahora, parece ser pintar el tanque de un brillante color "Inteligencia Artificial" para que todo luzca bien, mientras la presión de la economía real sigue creciendo por dentro. Esta semana, en ACTUALIDAD SEMANAL +D, no admiramos el color del tanque. Tomamos un martillo y golpeamos el acero para escuchar si suena a hueco. Analizamos si la euforia actual es la celebración de una estructura sólida o el último gemido antes de la ruptura. La pregunta no es si el tanque es rentable. La pregunta es cuánta presión puede soportar antes de que la pintura deje de ocultar las grietas. La respuesta (o al menos, las preguntas correctas) está en el nuevo episodio. Disponible ya en Spotify, Apple Podcasts y donde sea que escuches a la locura en formato audio. Si lo necesitas, también en el primer comentario.

09-14
26:18

Actualidad Semanal +D. Semana 36/2025

En 1975, un joven ingeniero de 24 años llamado Steve Sasson creó algo milagroso en un laboratorio de Kodak. Era una cámara que no usaba carrete. Un dispositivo del tamaño de una tostadora que captaba una imagen en blanco y negro y la guardaba en una cinta de casete. Tardaba 23 segundos en grabar cada foto. La calidad era pésima. Le presentaron el invento a los directivos de Kodak. Quedaron fascinados por la tecnología. Y después, la enterraron. Su lógica era impecable: "¿Por qué íbamos a vender un producto que amenaza nuestro increíblemente rentable negocio de los carretes de fotos?". Se pasaron la siguiente década perfeccionando la calidad de su película, construyendo una fortaleza inexpugnable para proteger su imperio. El problema es que no entendieron la verdadera naturaleza de la amenaza. Kodak no fue destruida por un competidor como Fuji. Fue aniquilada por el futuro que ella misma había inventado y decidido ignorar. Esta historia no es sobre fotografía. Es sobre la ceguera autoimpuesta. Y está ocurriendo ahora mismo, en las empresas más grandes del mundo. Estamos viendo a compañías enteras protegiendo con uñas y dientes su "negocio de los carretes", mientras en sus propios laboratorios de I+D, un ingeniero de 24 años acaba de crear el invento que las hará irrelevantes. Estamos presenciando a reguladores obsesionados con el tamaño de las empresas, sin darse cuenta de que la verdadera amenaza no es el monopolio, sino la obsolescencia. Y estamos viendo a inversores aplaudiendo resultados trimestrales basados en un modelo de negocio que, sin que ellos lo sepan, ya tiene fecha de caducidad. En el nuevo episodio de "Actualidad Semanal", no hablamos de lo que pasó. Hablamos de lo que los directivos, en sus salas de juntas, han decidido enterrar. Te mostramos los "laboratorios secretos" del mercado donde se está gestando el futuro que muchos prefieren no ver. No te lo querrás perder. Escúchalo ahora en tu plataforma de podcast favorita. Enlace además, en el primer comentario.

09-06
27:14

Actualidad Semanal +D. Semana 35/2025

Faltaban tres segundos para el final de la final olímpica de baloncesto de 1972. Estados Unidos, que nunca había perdido un partido olímpico en su historia, acababa de anotar para ponerse 50-49 por delante de la Unión Soviética. El caos se apoderó de la cancha, pero el partido parecía terminado. O eso creían. Un árbitro detuvo el juego. En medio de gritos y protestas, se decidió inexplicablemente resetear el reloj y dar a los soviéticos una nueva oportunidad. La jugaron y fallaron. Estados Unidos celebró de nuevo. Pero entonces, ocurrió algo que nadie había visto jamás. El propio secretario general de la FIBA, la máxima autoridad del baloncesto mundial, bajó de las gradas, se acercó a la mesa de anotadores y ordenó que el reloj se volviera a poner en tres segundos por tercera vez. En ese último y polémico intento, la Unión Soviética anotó. Hoy, más de cincuenta años después, las medallas de plata del equipo estadounidense siguen guardadas en una cámara acorazada en Suiza. Ningún jugador ha ido nunca a recogerlas. Porque la lección que aprendieron aquella noche no fue sobre perder un partido, sino sobre algo mucho más profundo. Aprendieron que el riesgo más grande en cualquier juego no es el talento de tu oponente. Es la integridad del árbitro. El peligro real no viene de los jugadores que conoces, sino de las reglas que creías inamovibles y que, de repente, dejan de serlo. Esta semana, en los mercados, hemos visto a más de un árbitro bajar de las gradas para reescribir el reglamento en tiempo real. Hemos analizado a la empresa que todos creen entender, solo para descubrir que su verdadero partido no se juega en la cancha de la tecnología, sino en el tablero de ajedrez de la geopolítica. Hemos visto a gigantes del consumo tropezar no por sus productos, sino por el peso invisible de decisiones tomadas a miles de kilómetros. Y hemos descubierto por qué algunas compañías se casan solo para poder divorciarse. Porque en los mercados de 2025, saber quiénes son los jugadores ya no es suficiente. La verdadera ventaja está en entender quién, y por qué, puede parar el partido. La historia completa, y las claves para navegar este caos, en el nuevo episodio de nuestro podcast. Ya disponible en tu plataforma preferida, o en el primer comentario.

08-31
26:20

Actualidad Semanal +D. Semana 34/2025

En 1940, el tercer puente colgante más largo del mundo empezó a bailar. No era una vibración sutil; era una ondulación salvaje, una danza de acero y hormigón contra una fuerza que sus brillantes ingenieros nunca previeron: un viento de apenas 67 km/h. Lo apodaron 'Galloping Gertie'. Cuatro meses después de su inauguración, se derrumbó. Esa misma fuerza, ese viento invisible que tuerce estructuras que parecían eternas, está soplando hoy en los mercados. Gigantes que definieron industrias enteras están empezando a 'bailar'. Sus cimientos, antes considerados inamovibles, se enfrentan a ráfagas de innovación, cambios en el consumidor y presiones geopolíticas que sus CEOs, al igual que aquellos ingenieros, quizás subestimaron. Pero aquí viene lo interesante: no todos los puentes se caen. Algunos se refuerzan justo a tiempo. Otros son rescatados por una mano inesperada que ve valor en las ruinas. Y unos pocos, los más astutos, aprenden a usar el propio viento a su favor. En el nuevo episodio de nuestro podcast, no te contamos las noticias. Te llevamos al centro de la tormenta. Analizamos qué titanes están al borde del colapso, quién está apostando miles de millones en su rescate y por qué la mayor oportunidad de la década podría estar escondida en la estructura que más se tambalea. Dale al play. Es hora de entender el viento. En tu plataforma habitual de podcasts o en el primer comentario.

08-23
23:56

Actualidad Semanal +D. Semana 33/2025

En 1747, el gobierno británico tuvo una idea que, sobre el papel, parecía brillante. Para recaudar fondos sin la impopularidad de un impuesto sobre la renta, decidieron gravar las ventanas. La lógica era simple: cuantas más ventanas tenía una casa, más rico era su propietario. Era un impuesto sobre la riqueza disfrazado de impuesto sobre la arquitectura. El resultado no fue el que esperaban. La gente no se limitó a pagar más. Hicieron algo mucho más extraño, algo profundamente humano: tapiaron sus ventanas. Calles enteras de Londres se llenaron de fachadas con cicatrices de ladrillo donde antes había luz. La gente eligió vivir en la oscuridad antes que pagar por la luz. Es una lección perfecta sobre incentivos: la gente no juega al juego que tú creas; juega al juego que ve. Encuentran los atajos, las puertas laterales y las formas de tapiar la ventana para que el recaudador pase de largo. Doscientos setenta y ocho años después, estamos viviendo en la Casa de las Ventanas de nuevo. Un gobierno anuncia un arancel del 100% que parece un muro infranqueable para toda una industria. Pero, enterrada en la letra pequeña, hay una exención. Una puerta lateral. Una forma de evitar el impuesto por completo. Y resulta que un puñado de empresas llevaba años con la llave de esa puerta en el bolsillo. ¿Cómo es posible que una compañía anuncie el crecimiento más explosivo de su historia y vea su acción desplomarse minutos después? ¿Por qué una nación de consumidores dice sentirse ansiosa por el futuro, pero gasta dinero como si acabara de encontrar un billete de lotería premiado en un viejo abrigo? ¿Y qué ocurre cuando un CEO es forzado a dimitir no por su consejo de administración, sino por un ejército anónimo de inversores coordinado en internet? La hoja de cálculo dice una cosa. El corazón humano, otra. Y el mercado, de alguna manera, tiene que ponerle precio a la diferencia. El nuevo episodio de Actualidad +D no trata sobre las noticias. Trata sobre la maquinaria detrás de las noticias. Seguimos el dinero a través de las puertas laterales, los canales ocultos y las lagunas legales. Analizamos las historias que no tienen sentido en la superficie, porque ahí es casi siempre donde se esconden las verdaderas ideas. Es un viaje a las decisiones, los miedos y los incentivos que realmente mueven el capital en un mundo que ha decidido tapiar sus ventanas. Escúchalo ahora. Dondequiera que escuches tus podcasts.

08-16
28:52

Actualidad Semanal +D. Semana 32/2025

En 1942, el barco más lujoso y avanzado del mundo, el SS Normandie, se hundió de la forma más estúpida posible. No lo hundió un torpedo nazi en medio del Atlántico. Se incendió y volcó en su propio muelle de Nueva York, víctima de una cadena de pequeños errores absurdos mientras lo convertían en un buque de guerra. La soberbia de su tamaño y su tecnología hizo que nadie prestara atención a las chispas de una soldadura. Esa historia, la de un coloso que ignora los pequeños riesgos hasta que es demasiado tarde, es la mejor metáfora que he encontrado para el mercado actual. Vivimos en un mercado que parece invencible. Una fiesta impulsada por una narrativa tan potente –la de la Inteligencia Artificial– que casi nos ha hecho olvidar las reglas básicas de la física financiera. Pero bajo la superficie, las chispas saltan por todas partes. ¿Qué ocurre cuando la misma empresa que fabrica los cazas más avanzados del mundo no puede llegar a un acuerdo con sus propios mecánicos? ¿Qué pasa cuando un jurado decide que la promesa de un coche que se conduce solo no es un argumento de venta, sino una posible negligencia mortal? ¿Y si la mayor guerra empresarial del momento no se librara con semiconductores, sino con fármacos para adelgazar en una batalla caníbal por miles de millones? Al final, todo se reduce a una pregunta: ¿estamos a bordo de un cohete tecnológico que nos llevará a una nueva estratosfera de prosperidad, o estamos en la cubierta del Normandie, admirando los lujos y la música mientras, bajo nuestros pies, alguien acaba de cortar el cable equivocado? En el episodio de esta semana no te damos respuestas fáciles. Te damos las preguntas correctas y las herramientas para que encuentres tu propia verdad.

08-10
26:47

Actualidad Semanal +D. Semana 31/2025

Imagina a dos empresarios en Estados Unidos, alrededor de 1860. El primero es un hombre hecho a sí mismo, dueño de una próspera compañía de carretas. Conoce cada ruta, cada atajo y cada peligro entre Missouri y California. Su negocio se basa en la resistencia de sus caballos, la dureza de sus hombres y su habilidad para navegar un terreno hostil. Su mundo se mueve a 5 kilómetros por hora. Para él, el mayor riesgo es una tormenta de nieve en las Rocosas o un eje de rueda roto en el desierto. El segundo empresario es un visionario, o quizás un loco. No le interesan los caballos ni los caminos de tierra. Está obsesionado con algo nuevo: dos tiras de acero paralelas que se extienden hacia el horizonte. Su negocio es el ferrocarril. Su mundo se moverá a 50 kilómetros por hora. Sus riesgos no son el clima o el terreno, sino el precio del acero, los políticos en Washington y conseguir una cantidad de capital que a la mayoría le parece una fantasía. Vivían en el mismo país, en la misma época, pero habitaban universos económicos distintos. Uno luchaba por optimizar un mundo que estaba a punto de desaparecer. El otro construía, con un coste y un riesgo desorbitados, un mundo que aún era invisible para la mayoría. Esa misma fractura está ocurriendo ahora mismo, en tiempo real, en los mercados. Mientras la economía "de las carretas" —la de los coches, el acero, los bienes de consumo— se enfrenta a sus propias tormentas de nieve en forma de aranceles, guerras comerciales y cadenas de suministro rotas, la economía "del ferrocarril" —la del silicio, los datos y la inteligencia artificial— está tendiendo las vías de un futuro que opera a una velocidad y una escala completamente diferentes. No son dos sectores. Son dos realidades paralelas. Y esta semana, el choque entre ambas ha sido atronador. En el nuevo episodio de nuestro podcast, no vamos a analizar el mercado. Vamos a realizar una autopsia a dos mundos. Exploraremos el "Greenlash", esa violenta reacción política y económica que está costando miles de millones a los gigantes industriales. Y, al mismo tiempo, nos sumergiremos en la "Fiebre del Silicio", una carrera armamentística en la que cuatro empresas están invirtiendo el PIB de un país desarrollado cada año para construir una nueva realidad. ¿Cómo es posible que Ford pierda cientos de millones por una decisión política, mientras Microsoft cruza el umbral de los 4 billones de dólares gracias a ella? ¿Qué nos dice la caída en desgracia del rey de los medicamentos para adelgazar sobre la fragilidad del éxito? ¿Y por qué la historia de Tesla es un laberinto que nos advierte sobre el peligro de confundir una buena historia con una buena inversión? La pregunta ya no es si el mercado sube o baja. La pregunta es: ¿en qué tren viajas? Pulsa play para descubrirlo.

08-02
26:02

Actualidad Semanal +D. Semana 30/2025

En la primavera de 1940, Francia se sentía segura. Había pasado las dos décadas anteriores invirtiendo el equivalente a miles de millones de euros en la construcción de una maravilla de la ingeniería defensiva: la Línea Maginot. No era un muro; era una idea hecha hormigón y acero. Fortalezas subterráneas conectadas por trenes internos, cúpulas de artillería retráctiles que emergían de la tierra como setas de metal, y campos de tiro entrelazados con una precisión matemática. El orgullo de una nación herida, forjado para garantizar que el horror de la Gran Guerra jamás se repitiera. Estaba diseñada para detener al enemigo en seco, para desangrarlo en un asalto frontal inútil. Era la respuesta perfecta a la guerra de 1918. Seis semanas después, los soldados alemanes desfilaban por los Campos Elíseos. La Línea Maginot no fracasó por ser débil. Fracasó por ser una obra maestra de la irrelevancia. Mientras un millón y medio de hombres esperaban en sus búnkeres una ofensiva que nunca llegó, el zumbido de los Stukas y el rugido de los Panzers se escuchaban en otra parte. El ejército alemán no intentó atravesar la fortaleza. Simplemente, la rodeó. Atravesaron el "intransitable" bosque de las Ardenas, un lugar que el alto mando francés había descartado por pura falta de imaginación. La mayor fortaleza del mundo no fue derrotada por la fuerza, sino por un cambio de paradigma. Por una nueva idea. Esta historia no trata sobre tanques y trincheras. Trata sobre la peligrosa comodidad de prepararse para la última guerra, sobre la ceguera que produce la experiencia pasada y sobre cómo los sistemas más complejos pueden volverse inútiles, no porque fallen, sino porque el mundo a su alrededor cambia las reglas del juego sin avisar. Y hoy, en los mercados financieros, una nueva Línea Maginot está siendo defendida con una fe inquebrantable. Sus soldados son analistas, gestores de fondos y graduados de las mejores escuelas de negocio. Sus murallas son los múltiplos; sus fosos, los flujos de caja descontados; su artillería, los informes trimestrales y las proyecciones de beneficios. Están perfectamente equipados para luchar la guerra financiera del siglo XX, una guerra de lógica, valor y fundamentales. Pero el enemigo ya no ataca de frente. Una ofensiva relámpago, lanzada desde foros anónimos de Reddit, es capaz de tomar por asalto una cadena de grandes almacenes y convertirla en un campo de batalla especulativo. Un arma psicológica, en forma de una valoración empresarial que desafía la gravedad y la cordura, redefine el valor hasta hacerlo irreconocible, atrayendo capital como un agujero negro. Y mientras tanto, una fuerza aérea de narrativas sobre inteligencia artificial bombardea el mercado con la promesa de un futuro tan radicalmente distinto que hace que los resultados del trimestre actual parezcan una nota a pie de página en un libro de historia. El mercado ya no es un debate sobre números. Es una guerra de narrativas. Una batalla por la atención y la creencia. Y los viejos generales, atrincherados en sus fortalezas de Excel, miran sus pantallas y no entienden por qué sus defensas no funcionan. No entienden que el juego ya no consiste en tener la mejor fortaleza, sino en anticipar por dónde va a rodear el enemigo el campo de batalla. En el nuevo episodio de Actualidad Semanal +D, no te vamos a dar las viejas armas para defender la vieja fortaleza. Eso sería inútil. Te ofrecemos algo mucho más valioso: un mapa de este nuevo y desconcertante territorio. Hemos ido de safari a través de esta locura, hemos hablado con los nuevos generales y hemos intentado descifrar su estrategia. Analizamos las empresas que viven de contar historias y aquellas que, silenciosamente, están construyendo el mundo donde esas historias ocurrirán. Exploramos la psicología que permite que un meme valga más que un balance y que una promesa de futuro eclipse una realidad de pérdidas. La pregunta que debes hacerte no es si tus análisis son correctos. La pregunta es si estás luchando en la guerra correcta. Escúchalo ya. Puede que sea la pieza de inteligencia más valiosa que consumas esta semana. El enlace está en comentarios o bien disponible en tu plataforma de podcasts favorita.

07-26
22:33

Actualidad Semanal +D. Semana 29/2025

En 1943, el destino de Europa pendía de un hilo. Los Aliados necesitaban invadir el continente, y el punto de entrada lógico, casi obvio, era Sicilia. El problema es que era tan obvio para los Aliados como para los alemanes, que habían fortificado la isla hasta los dientes. Atacar de frente sería un suicidio. Hacía falta algo más. No más barcos, ni más aviones, ni más soldados. Hacía falta una historia. La solución que ideó la inteligencia británica fue una de las más extrañas y brillantes de la historia militar. La llamaron Operación Mincemeat. Tomaron el cuerpo de un vagabundo galés que había muerto por ingerir veneno para ratas, le dieron una nueva identidad —el Capitán William Martin, de los Royal Marines— y le ataron a la muñeca un maletín que contenía cartas "secretas". Las cartas, escritas con una minuciosidad de novelista, insinuaban que la verdadera invasión sería en Grecia y Cerdeña, y que Sicilia era solo una distracción. Luego, lanzaron el cuerpo desde un submarino frente a la costa de España, sabiendo que las corrientes lo llevarían a la orilla y que las autoridades proalemanas lo encontrarían. Los alemanes mordieron el anzuelo. Se tragaron la historia entera. Trasladaron divisiones enteras de tanques y miles de soldados fuera de Sicilia para defender Grecia. Cuando los Aliados desembarcaron en Sicilia semanas después, encontraron una resistencia mucho menor de la esperada. La operación salvó miles de vidas y cambió el curso de la guerra. La victoria no se decidió por la fuerza bruta, sino por la capacidad de hacer que tu enemigo mirara fijamente al lugar equivocado. La historia no se repite, pero rima. Hoy, en los mercados, se está librando una guerra similar. Una guerra por la atención. Durante años, nos han enseñado a mirar los indicadores obvios: la inflación, las actas de la Fed, el crecimiento del PIB, los datos de empleo. Son las "Sicilias" de la inversión, los puntos lógicos donde todos creemos que se decide la batalla. Pero, ¿y si mientras analizamos obsesivamente cada decimal de esos informes, el verdadero juego se está jugando en otro tablero? ¿Y si las amenazas de aranceles, el caos político, los anuncios impulsivos y las peleas en redes sociales no son el "ruido" que debemos ignorar, sino el "cuerpo en la costa" diseñado para desviar nuestra atención? El motor del mercado ha cambiado. Ya no funciona con la lógica predecible de la economía, sino con la física impredecible del caos. Y en este nuevo paradigma, los ganadores no son los que mejor analizan los datos de ayer, sino los que entienden la narrativa que se está construyendo para mañana. En el nuevo episodio de nuestro podcast, exploramos este cambio tectónico. No te diremos qué va a pasar. Te contaremos una historia que conecta los puntos aparentemente inconexos: ¿Qué tiene que ver un muñeco de peluche de 44.000 millones de dólares con el futuro de la alimentación global? ¿Cómo es que la guerra por tu bol de ensalada del mediodía está siendo impulsada por robots de medio millón de dólares? ¿Y por qué el destino de la empresa más valiosa del planeta depende menos de su tecnología y más de la habilidad de su CEO para jugar al ping-pong diplomático entre Washington y Pekín? Hemos entrado en la era del "capitalismo de la atención". Una era en la que la volatilidad es un producto manufacturado y la incertidumbre es la estrategia. Ignorarlo no es ser un inversor paciente. Es ser el ejército que defiende la playa equivocada. Es hora de aprender a leer el nuevo mapa. Pulsa play.

07-19
25:45

Recommend Channels