El proceso vuelve a empezar. La muerte acecha. El futuro lo van a decidir unos jueces con lenguaje militar y las decisiones que podrían haber cambiado la historia, llegan tarde
Después de doce días de libertad, Miguel Hernández vuelve a ser detenido y enviado a una prisión de Madrid. Comienza el procedimiento 4487
Fue a la vez por lo civil y por lo penal. El primero lo dejó marchar, pero el segundo estuvo a punto de acabar con él
El poeta pierde el miedo. Dos meses después de la detención es llamado a declarar ante el Juez de la Prensa de Madrid. En esa declaración reconoce sus ideales antifascistasLa instrucción acaba, el juez militar firma sus conclusiones y el Consejo de guerra dicta sentencia
Esta no es una serie de reportajes sobre la vida de Miguel Hernández, aunque se habla de ella. Tampoco es una serie sobre la obra del poeta, aunque se habla de ella. Esta es una serie sobre la memoria, que cuenta los dos procesos sumarísimos que el franquismo, recién terminada la guerra, abrió contra Miguel Hernández, al que condenaron a muerte pese a que luego le conmutaran la pena. Murió igualmente poco después, en la treintena, enfermo y sometido a la dureza y la precariedad de la cárcel