El libro de los Hechos nos muestra cómo Pablo y sus compañeros dependían completamente de la guía del Espíritu Santo en su ministerio.
La carta de Santiago es una de las más prácticas del Nuevo Testamento, desafiándonos a vivir una fe auténtica que impacta cada área de nuestra vida.
Hechos 13 y 14 nos muestran cómo el evangelio se propaga poderosamente durante el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé, llevándolos a varias regiones.
En Hechos 11-12, la iglesia sigue expandiéndose, guiada por el Espíritu Santo. A pesar de la persecución, Dios sigue obrando. Pedro es liberado milagrosamente.
En Hechos 9-10, el Espíritu Santo continúa obrando con poder, guiando la expansión del evangelio desde los judíos hasta los gentiles.
Hoy vemos una serie de eventos importantes en el inicio de la iglesia: Esteban murió lleno del Espíritu, perdonando a sus enemigos como Cristo lo hizo.
En los primeros capítulos de Hechos, vemos el poder del Espíritu Santo impulsando la obra de la Iglesia, equipando a los apóstoles para predicar a Cristo.
Hoy iniciamos el libro de los Hechos. Estos capítulos nos muestran el comienzo de la iglesia, impulsada por el Espíritu Santo. A través de la oración.
En Lucas 24 y Juan 20-21, los discípulos se encuentran con el Cristo resucitado, transformando su incredulidad en fe.
La resurrección de Jesús en Mateo 28 y Marcos 16 es nuestra esperanza de vida eterna. Él venció la muerte.
En Lucas 23 y Juan 18-19 presenciamos el juicio y crucifixión de Jesús. Vemos Su misericordia hacia Sus enemigos y el ladrón arrepentido.
En Mateo 27 y Marcos 15 vemos la culminación del sacrificio de Jesús. Él soportó humillación y dolor por amor a nosotras, abriendo el camino al cielo.
En Juan 14-17, Jesús nos da la paz que solo Él puede ofrecer y promete el Espíritu Santo para fortalecernos. Nos anima a permanecer en Su amor.
En Lucas 22 y Juan 13, Jesús, con profundo amor por Sus discípulos, les enseña sobre el servicio y la humildad al lavarles los pies.
En Mateo 26 y Marcos 14 vemos la última cena, la traición de Judas y la advertencia a Pedro. Jesús nos muestra el camino de la sumisión y oración.
En las tres parábolas de Mateo 25, Jesús nos llama a estar alertas y a ser buenos administradores de lo que Dios nos ha dado.
En este capítulo, Jesús advierte sobre estar vigilantes ante Su regreso. Nos invita a orar, vivir en arrepentimiento y gratitud, y mantenernos fieles.
Marcos 13 nos recuerda que debemos estar velando y orando, esperando el regreso de Cristo. Aunque enfrentemos dificultades, confiemos en Su promesa.
En Mateo 23 y Lucas 20-21, Jesús confronta la hipocresía de los fariseos, recordándonos que Dios busca un corazón humilde y transformado.
En Mateo 22 y Marcos 12, Jesús nos llama a amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.