Hay una desconexión interna que reclama su lugar. Estamos muy conectados afuera. Pero dentro de nosotros, no.
Que el Corazón se abra si acaso se rompe. No te quedes en pedazos. Florece desde lo más profundo.
También escucharás un breve relato de una chica cuya madre fue alcohólica y cómo influyó en sus relaciones sentimentales.
Intenta prestar atención a tu corazón y deja de reaccionar a todo. Así todo se verá más claro.
Desde tu Corazón puedes ver más claro, no desde tu mente llena de ruido.
Las heridas van sanando en la medida en que permitimos que entre nueva luz a nuestra vida. Esas heridas te hacen buscar ayuda y te hacen aprender a ampliar tu perspectiva.
Tus emociones te llevan a lo más profundo de tu Alma, si te das permiso de vivirlas con respeto y amor.
Son nuestros mejores maestros para llevarnos a lo profundo de nuestra Alma.
Evitar ambientes intoxicados, agresividad, intolerancia. Evitar el drama, tirarte al suelo, o ansiar la validación ajena.
Más allá de buscar la felicidad o el amor, necesitamos permitir que esa felicidad germine en nosotros para gozar el camino.
Unirse por Amor es una cosa. Pegarse a otra persona por temor, es otra muy distinta.
Presta atención a lo que realmente pasa, sin añadir más dolor. Eso te equilibra para decidir tu siguiente paso.
Cuando algo termina y sientes que has perdido, recuerda que la vida te tiene preparado un nuevo camino.
Si estás lleno de pasado, el presente tampoco puede encontrarte.
Te comparto un breve relato basado en el libro "Las Mujeres que Aman Demasiado" de la autora Robin Norwood, puede resultarte muy revelador.
Pasar de ser reaccionarios y agresivos, a ser más sabios y ver claramente, requiere de transitar un camino con nuestras emociones para sanarlas.
Quedarnos en la superficie del problema, nos hace perdernos ahí. Ir a lo profundo, es ver lo que el Alma ve. Qué necesitamos aprender de ese problema.
Esta entrevista fue realizada hace algunos años, pero tiene una vigencia total con estos tiempos. Las enfermedades mentales requieren de comprensión y apoyo.
En el Ascenso a la montaña de la vida, cuenta la cantidad de cosas que hacemos. En el Descenso, es la Calidad de nuestra Presencia en la Vida que Habitamos.
Libérate de las estructuras mentales añejas que ya no sostienen nada más que miedo y amargura. Atrévete a brillar con nueva Luz!