Versos en los que la Décima Musa explica su postura acerca de las críticas que recibe por su forma de ser y crear: “y así, siempre me causa más contento / poner riquezas en mi entendimiento/ que no mi entendimiento en las riquezas”.
El amor que provoca y a la vez se nos niega como un dulce enemigo, representado aquí en las palabras de Sor Juana: “¿para qué me enamoras lisonjero, / si has de burlarme luego fugitivo?”
A través de un lenguaje brillante y la figura del retruécano, Sor Juana Inés de la Cruz explora la paradoja que implica enamorarnos de quien no nos corresponde, y despreciar a quien nos quiere bien.
Dos sonetos satírico-burlescos que parodian la conquista y los juegos amorosos a través de rimas grotescas, desenfadadas, que escandalizaron a los contemporáneos de Sor Juana Inés de la Cruz