Prontos seremos una estadística de muerte, pero entre hoy y ese día, quedan muchas cosas por hacer.
Los agricultores nos dan de comer. El Estado los ignora. ¡Vergüenza!
El sentido de libertad es más fuerte que el miedo.
Muchos países en el mundo ven una luz al final del túnel y empiezan a relajar sus condicionamientos. Me pregunto si, en nuestro país, estamos viendo una luz al final del túnel o es un tren que viene en dirección contraria.