Dos de los sentimientos más complejos, atemorizantes e inhabilitadores que los humanos somos capaces de sentir. Te invito a que me acompañes en este análisis con investigación acerca del entendimiento que tenemos de estos dos entes y logremos ver un poco mejor cómo es que funcionan en nuestro día a día incluso hasta el final de nuestras vidas.
Dicen que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional, y estoy completamente convencido de que muchas veces terminamos sufriendo la vida de más simplemente por el hecho de aferrarnos a una idea que queremos, sin darnos cuenta la decretamos como real, empezamos a vivir en ella, y después, cuando muchas veces no termina siendo como queríamos, o incluso termina fallando completamente, nos encabronamos con la vida porque no nos dio eso (que en el fondo sabemos que ni siquiera teníamos asegurados). Ese es el problema que te comparto el día de hoy, desde mi punto de vista.
La vida está llena de emociones y sentimientos muy fuertes y bonitos; el amor es uno de ellos. La pregunta aquí es qué ocurre cuando nos enamoramos, pero después de eso...qué ocurre cuando las cosas desafortunadamente no funcionan y tenemos que afrontar esa realidad tan poco agraciada para nuestra meta ya propuesta. Me parece fascinante y aterrador cómo es que nuestro corazón tiene la capacidad de olvidar a alguien y dejar de sentir todo eso que alguna vez sintió...solamente porque ahora sabemos que las cosas no serán posibles. Acompáñame al episodio de hoy y platiquémoslo juntos.
Desde el inicio de la existencia, la humanidad ha intentando descifrar el sentido de la vida. Dependiendo de cómo lo veas, hemos invertido o perdido todo ese tiempo, porque a la fecha no hemos logrado una conclusión universal. Así pues, hoy te muestro mi perspectiva de esta idea, esperando que te entregue utilidad para tranquilizar esa idea que hoy en día nos puede causar un agobio tan grande.
La tentanción de generarnos una expectativa de vida con relación a la existencia de muchas personas naturalmente puede ser muy alta, y el problema es que - en general - eso nunca logrará traernos algo de provecho. Así, en este capítulo te narro un poco acerca de mi perspectiva, cómo lo he vivido, y por qué poco a poco he adoptado la costumbre de dejar de compararme para poder tener una vida más tranquila.
Al día de hoy vivimos alrededor de una exagerada romantización del amor, de amor en pareja y, por ende, del amor romántico. Pero la realidad es que sabemos (o deberíamos entender) que existen muchos factores reales en todo esto que más que beneficiarnos, completamente nos perjudican, y la sociedad nos ha acostumbrado a verlos con cariño y apego, cuando estoy seguro de que no debería ser así.
En el incesante mundo moderno, todo se mueve y lo hace demasiado rápido. Lo interesante aquí, es que muchas veces intentamos movernos tan rápido y tan coordinados como él, que perdemos la escencia de todo, y nos perdemos a nosotros mismos. En el intento de estar corriendo y persiguiendo a quién sabe qué tanto, mermamos la oportunidad de darle enfoque y paciencia a todas las cosas que realmente queremos hacer.
¿Cuál es el verdadero promotor de los propósitos? ¿Cuál es la más genuina piedra angular de nuestras metas? ¿Quiénes son realmente felices haciendo lo que hacen, y quiénes son Falsos Íconos? En el análisis de los logros humanos, siempre encontraremos una causa que nos haga vernos impulsados hacia ellos; que siempre responda la pregunta: ¿por qué o para qué estás haciendo esto? En la sociedad moderna, sin embargo, es lamentable saber que en muchas de las ocasiones la razón de hacer algo es el dinero. Y aunque es cierto que es demasiado necesario para poder vivir, estoy seguro de que no es la mejor razon, ni la que nos brindará la mayor felicidad al final del día.
Uno de los demonios más tentativos que existen es la tristeza, y su morboso y malvado potencial para volverse cómoda y tranquila es suficiente para que, en un descuido, nos atrape sin que nos demos cuenta, y de un día para otro, ya no encontremos la necesidad de salir de ahí.
Uno de los pesos más grandes que podemos cargar es el de la culpa y la falta del perdón. Mientras que solemos perdonar - u olvidar - lo que la gente nos hace, normalmente olvidamos perdonarnos a nosotros mismos, o carecemos de la habilidad para hacerlo. Ahí es donde perdemos tanta energía; tanta vida...
Los humanos podemos llegar a ser seres bastante rencorosos, lo que nos lleva a la planeación de acciones incorrectas que simplemente traerán consecuencias bastante graves para ambos lados de la moneda: nosotros mismos y los que nos hicieron algún mal. Todo esto simple y sencillamente porque tenemos sed de venganza; uno de los sentimientos más peligrosos y perjudiciosos que podemos presenciar.
En la búsqueda de propósitos o justificaciones, siempre surge la pregunta "¿Por qué?". ¿Pero, qué ocurriría si cambiamos la pregunta de una manera bastante sutil?
El peligro de vivir en la zona de confort es que puede ser tan asfixiante, pero a la vez tan acogedora, que nos sentimos cómodos en un plano que nos hace daño y no nos permite avanzar y crecer, pero no nos damos cuenta de ello y hasta disfrutamos de vivir allí. Te reto a que derribes esa barrera y comiences a vivir tu verdadero potencial.
La sociedad actual nos ha acostumbrado a que la felicidad la encontramos en tener y en lograr, y nos hizo darle la espalda a lo esencial, al día a día, a lo que realmente importa. Sin saber disfrutar el camino, el sabor del éxito resulta insípido y efímero. Éste es el final de la primera temporada de este bonito proyecto. Gracias infinitas a todos los que han escuchado y compartido, así como a los que me han apoyado y animado a seguir con esto. Ojalá que les siga gustando mucho el contenido y lo sigan compartiendo. Nos vemos en la segunda temporada. Los quiero mucho.
Existe una curiosa ambivalencia en el ser humano entre la felicidad y la tristeza, y en el lado de lo segundo, habita una posibilidad que resulta ser muy personal, y que nos puede llevar al abismo más profundo de nuestro propio ser.
Desde el núcleo de nuestra naturaleza más humana llega un sentimiento imposible de evitar, así como el miedo o el amor, que amenaza con ser una navaja de doble filo sin que lo podamos notar a primera vista. Analicemos un poco la ambición, el por qué puede ser tan enfermiza, y por qué podría ayudarte tanto si la aprendes a controlar.
¿Por qué la Incertidumbre mata? ¿Por qué nos causa tanto conflicto humano? ¿Qué se oculta detrás del miedo que nos provoca?
Pero no siempre... ¿cierto? Haber entendido mal esta frase fue nuestra perdición humana al enfrentar realidades en las que no pudimos, y al ser seres ambiciosos seguramente caímos en el coraje y la frustración por no haber alcanzado eso que tanto queríamos.
Existen en la vida momentos de realización en donde entiendes algo de una manera distinta, y cambias de plano; dejas de ser el mismo. Eso es lo que yo entiendo como Epifanía. Y en el momento en que la Epifanía es acerca de algo nuclear... ahí está la Génesis. Gracias a mis amigos Alex Díaz y Álvaro Medina, así como a mi padre Mat, por haberme dado la oportunidad de hablar con ellos acerca de este tema tan complicado para mí de explicar con palabras.