El presente video contiene la conferencia que sustentó Guillermo Marín en diciembre de 2010, dentro de los trabajos del Campamento Pedagógico organizado por el Colegio del Movimiento de la Educación Popular en la Ciudad de Oaxaca. En dos horas el ponente demuestra que la Civilización del Anáhuac es la que logró el más alto grado de Desarrollo Humano en la historia de la humanidad debido a la implementación en la vida cotidiana de los pueblos y culturas del Cem Anáhuac de seis elementos culturales: 1. El desarrollo del conocimiento biófilo Estos seis elementos culturales permitieron que la mayoría del pueblo tuviera una elevada calidad de vida. La propuesta para construir una sociedad más justa y humana, es conocer lo mejor de nuestro pasado ancestral para inspirar la construcción del futuro.
La historia está escrita por los vencedores, en ella los saqueadores se retratan a sí mismos como heroicos, leales, inteligentes, superiores al indígena y portadores de la verdadera fe. ¿Esto en realidad era así? Basta un poco de investigación y utilizar el sentido común para darnos cuenta de lo falsa y manipulada que está nuestra historia.
La historia está escrita por los vencedores, en ella los saqueadores se retratan a sí mismos como heroicos, leales, inteligentes, superiores al indígena y portadores de la verdadera fe. ¿Esto en realidad era así? Basta un poco de investigación y utilizar el sentido común para darnos cuenta de lo falsa y manipulada que está nuestra historia. La colonización mental y cultural, desde las Cartas de Relación hasta los "estudios" que la academia actualmente realiza, siguen tomando por verdaderas "fuentes" lo que escribieron conquistadores, misioneros, colonizadores y viajeros eurocéntricos. Estas mentiras y pésimas apreciaciones se han convertido en "verdades académicas" con las que se reescribe la misma historia colonial, una y otra vez, sin ningún sentido crítico y analítico. Esta ignorancia "del otro" se ha convertido en mitos y fantasías con las que se interpreta la historia oficial, que a todas luces es hispanista y colonizadora. Se requiere re-pensar la historia y re-construir una "Historia Propia-Nuestra", en la que esté libre de mitos y fantasías colonizadoras. Porque, solo el conocimiento de la "verdadera historia", nos permitirá liberarnos de la injusticia, la pobreza y la desigualdad en la que vive más de la mitad de los mal llamados mexicanos.
Por la feroz negación colonial y neocolonial de los Valores y la misma existencia de la Civilización del Anáhuac, los "investigadores", desde Hernán Cortés y su "fuente" -las Cartas de Relación-, pasando por Francisco Javier Clavijero, -primer historiador de la ideología criolla-, hasta los actuales investigadores que siguen asumiendo como dogmas las imprecisiones producto del desprecio del "otro" por el eurocentrismo y las tergiversaciones dolosas que han tratado de justificar las injusticias, crímenes de lesa humanidad y los robos que se realizaron durante la conquista y los tres siglos de Colonia, los mexicanos actuales somos ajenos al maravilloso legado cultural, prodigo en un humanismo que exalta la espiritualidad de nuestro Patrimonio Cultural tangible e intangible. Personas como Laurette Séjurné, Rubén Bonifaz Nuño o Guillermo Bonfil Batalla nos invitan a la descolonización y la revaloración de "lo propio-nuestro". Lo más ancestral y profundo de nuestro ser actual que hunde sus raíces en un proyecto de desarrollo humano y espiritual como Teotihuacán. Vernos en "El Espejo Humeante" de la identidad, con otros ojos y con el corazón verdadero, es descubrirnos a nosotros mismos. Implica reconocernos y afirmarnos en nuestros VALORES y PRINCIPIOS, universales y perennes, en la Toltecáyotl.
La Toltecáyotl sustenta que el equilibrio entre la maravilla luminosa de ser una partícula consiente de energía y el terror telúrico de ser materia efímera se resuelve con la muerte o con la Batalla Florida. Esta "lucha interior" tiene como propósito liberar la "energía espiritual de la inercia de la materia", las armas de los guerreros de La Muerte Florecida eran "flor y canto", entendidos como "belleza y sabiduría". Esta temeraria empresa, solo reservada para aquellos seres humanos que estaban dispuestos al sacrifico máximo en la lucha contra "el enemigo interior" a través de disciplina, refrenamiento, responsabilidad, intento inflexible y templanza. Simbólicamente los guerreros y guerreras se encomendaban a la advocación de "Aquél por quien se vive" en la figura filosófica/religiosa de Xipe Totec, "El Señor del descarando", que implica el acto ritual de "descarnar" la materia, que, al corromperse, arrastra a los abismos de la estupidez humana a la "chispa divina". Para liberarla de su destino, los guerreros se desapegaban del mundo material comenzando con su propia persona que, simbólicamente se representaba con la descarnación.
El corazón es el lugar del reencuentro donde se elabora la conciencia humana, por los sentimientos de amor que evoca y su dinamismo, constituye el núcleo del pensamiento religioso. Al tener nuestra propia batalla florida, el corazón sufre y sangra simbólicamente. La concepción Anahuaca del corazón. Laurette Séjurné
Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, es un símbolo filosófico espiritual de la Toltecáyotl que está presente desde el periodo Preclásico con los olmecas, pasando por el periodo Clásico con los toltecas y llega al periodo Postclásico con los mexicas. Su importancia en la concepción del mundo, la vida y el ser humano es fundamental. Por lo tanto, no fue un hombre, ni un dios, dado que los Viejos Abuelos no tenían "dioses" como los europeos. Para ellos aquello que regía al universo no tenía nombre, ni representación, era invisible, impalpable e innombrable y con "flor y canto", metafóricamente se referían a él como "Aquél por quien vivimos". Esta manifestación de lo inconmensurable tenía muchas advocaciones y una de ellas era la "Serpiente Emplumada". El quetzal simbolizaba al Espíritu y el cóatl a la materia, de modo que, "El Quetzal-cóatl" era el símbolo por excelencia del equilibrio entre el Espíritu y la materia. La Maestra Laurette Séjurné, antes que nadie, se acercó a esta verdad espiritual a partir de sus trabajos en Teotihuacán y quedó plasmado en su maravilloso libro "Pensamiento y Religión en el México antiguo". FCE Méx. 1957 de donde se tomaron algunos textos.
La Ley del Centro o Quincunce es la síntesis iconográfica con la que los toltecas representaron de manera visual el pensamiento filosófico de la Toltecáyotl y que fue común a todos los pueblos y culturas del Anáhuac a lo largo de más de tres mil años, y que sigue presente, en las manifestaciones artísticas del llamado "Arte Popular" de todos los pueblos originarios del continente, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, lo que fortalece la hipótesis que en el continente somos una sola civilización y no dos, como afirma la anquilosada academia. Texto tomado de "Pensamiento y Religión en el México antiguo", de Laurette Séjurné editado en los Breviarios (128) del Fondo de Cultura Económica.
Solo el corazón del poeta puede hablar con el alma que ve lo que a los ojos le es negado. Del libro EL CERDADO CÓSMICO De La Venta a Tenochtitlan" de Rubén Bonifaz Nuño y con música de Oscar Hernández se realiza este video para invitarnos a vernos a nosotros mismos con otros ojos y aquellos Anáhuacas que el colonizador llama "indígenas" y que son los hijos de los hijos más cercanos de los Viejos Abuelos toltecas.
Mitla, el recinto de La muerte es lo normal, la vida es la excepción, y si no echa una ojo al universo y mira que poca vida existe a nuestro alrededor. No para siempre estamos en ésta tierra, solo un poco aquí, y la búsqueda del sentido de la vida llevo a nuestros ancestros a descubrir las inconmensurables posibilidades humanas en el mundo de la energía. Mitla Oaxaca, es donde empezaba el camino hacia el Mictlan, es donde los sabios se preparaban para volver ahí de dónde venimos. "Cuando morimos, no en verdad morimos porque vivimos, resucitamos, seguimos viviendo, despertamos. Esto nos hace felices". Cantares mexicanos.
La zona arqueológica de Yagul en el Valle de Tlacolula, Oaxaca resulta uno de los lugares con mayor energía de los Viejos Abuelos. Enclavado a los pies de una elevada formación rocosa tiene frente a sí al Valle de Tlacolula, la majestuosa montaña del Lagarto, el cerro de las Nueve Puntas y a sus espaldas el Valle de Díaz Ordaz con una vista maravillosa. Su juego de pelota es muy especial y la arquitectura del conjunto tiene una serie de pasillos, patios y cuatro pequeñas habitaciones por patio, así como las bases de juego de columnas lo que le da un aspecto de "laberinto", que indiscutiblemente estaba ligado a su elevado objetivo de estudio e investigación de las posibilidades humanas en el campo de la energía y su interrelación con la naturaleza y el universo.
Monte Alban nombrado en lengua zapoteca Daany Beédxe (la Montaña del Jaguar) y en la lengua franca de los toltecas (náhuatl) Tehuantepec, es uno de "Los Centros de Conocimiento" más antiguos, importantes y espectaculares del Cem Anáhuac. Construido sobre un conjunto de cuatro cerros durante mil trescientos años, acarreando miles de millones de piedra de kilómetros de distancia y subiéndolas a pulso a cuatrocientos metros de altura por todos los pueblos y culturas de lo que hoy es el estado de Oaxaca. Una visón descolonizada de "lo propio-nuestro" que nos inspira y nos despierta la adormecida conciencia enajenada por la cinco centenaria colonización mental y espiritual de los invasores-explotadores. Una visita diferente de lo más esencial y profundo de nuestra raíz ancestral.
¿Cómo es la filosofía del antiguo Anáhuac? Los temas filosóficos como el yo, el espíritu, la creación, el sentido de la vida, entre otros, eran tratados y entendidos de una manera que ha sido sepultada a base de bautismos, falsas creencias, malas interpretaciones y malinchismo. La Toltecáyotl, que representa la sabiduría y experiencia milenaria del Anáhuac, no desapreció, sigue presente entre nosotros. Ha llegado la hora de reconocer lo nuestro.
La milenaria Civilización del Anáhuac tuvo múltiples lenguas y muchas variantes de cada una de ellas en tiempo y espacio, razón por la cual se usó a la lengua náhuatl como medio de intercomunicación entre todas las culturas a lo largo de más de tres milenios de desarrollo humano. El náhuatl tuvo a su vez muchas variantes y "niveles". El que hablaban los hombres y mujeres de conocimiento, los toltecas de todas las culturas, era el más elevado por su sentido metafórico y abstracto. Cada lengua anahuaca que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días es un verdadero homenaje a la capacidad de resistencia de la civilización Madre y una gran responsabilidad para los hijos de los hijos de Los Viejos Abuelos. Guillermo Marín.
Comprender, enseñar y juzgar la historia y cultura del Cem Anáhuac desde el punto de vista eurocentrista es un grave error que seguimos cometiendo hasta nuestros tiempos. Interpretar la filosofía de un pueblo sin saber su lenguaje, "traduciendo" términos del náhuatl que no tienen sinónimo en español es poco acertado (¿teotl = dios?), pero realmente son pocos los antropólogos que dominan el nahuatl y comprenden la filosofía indígena. Es comprensible ya que son en su mayoría extranjeros los que se han dedicado a explicar lo propio nuestro, y fueron extranjeros, los españoles, los que narraron "los cimientos" de lo que ahora es México desde lo que ellos conocían, y como lo conocían. Estamos a tiempo de desempolvar el espejo y mirar nuestro propio rostro. Comparar la filosofía del Anáhuac con la filosofía europea del siglo XVI no es muy acertado. Newton no había nacido, Galileo aun no usaba telescopios ni se conocía el Big Bang. El conocimiento lo tenía la iglesia y la Inquisición decía lo que era cierto o falso. No existía ni siquiera el concepto de "científico". Debemos hacer una revisión de los conocimientos de la sociedad científica y filosófica que era la sociedad Anáhuaca. Aqui unas palabras de Rubén Bonifaz Nuño en la toltecápsula de Guillermo Marín.
Una revisión somera de algunas de las culturas que conforman la Civilización del Tawantinsuyo o de la Zona Andina y las similitudes con la Civilización del Anáhuac en Norte América que nos llevan a la conclusión que estamos frente a una sola civilización, desde Alaska hasta la Tierra del Fuego.
Los guerreros buscaban sabiduría, para resolver los desafíos de la materia y del espíritu. Era tan importante la batalla entre la materia y el espíritu (Atl tlachinoli o "agua quemada") que lo representaron en el escudo nacional poniéndolo en el pico del águila, nosotros lo hemos sustituido por una serpiente, y es la búsqueda del equilibrio entre dos opuestos (agua y fuego), para que surja un nuevo elemento equilibrado (vapor). Pero ¿Qué eran las batallas floridas? Una explicación de Guillermo Marín.
Si a un estudiante mexica de filosofía en el año 1500 le hubiesen preguntado ¿Cómo será el mundo dentro de 500 años? Conociendo una sociedad que se dedicaba a estimular el potencial espiritual, educada, longeva, totalmente abastecida, sin guerras, con armas primitivas, con un culto por las artes y una armonía que llevaba perdurando por siglos ¿Se hubiera acercado a lo que es la realidad? Tal vez pensaría que ya solo se podía decaer, pero seguro que nunca se hubiera imaginado esto. ¿Podemos siquiera imaginar lo que será México los próximos 10 años? Aprendamos de nuestros sabios abuelos.
Las seis civilizaciones con origen autónomo del mundo son la raíz y el cimiento de la vida humana civilizada en el planeta. No ha existido ningún otro pueblo más antiguo que Mesopotamia, Egipto, Anáhuac, China, India y la Zona Andina o Tahuantinsuyo. Todas las demás civilizaciones y culturas del mundo tomaron prestamos culturales a estas seis civilizaciones Madre. Los actuales mexicanos somos hijos de los hijos de una civilización que le ha dado mucho al mundo y que poco se ha reconocido. La colonización mental y cultural nos hace perder la memoria histórica, y con ello el valor y el orgullo de ser un pueblo “original” y mucho más antiguo que el europeo. Recuperar la auto estima como personas, familia y pueblo es una tarea inaplazable para reconstituir un sociedad justa y participativa.