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Voces Anónimas - (Cuarta Temporada)

36 Episodes
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La alquimia es una antigua disciplina que combina elementos de la química, la física, el misticismo, la astrología, la medicina, el espiritualismo y el arte. Si bien adopta diferentes formas, es citada con mayor frecuencia en la cultura popular como el proceso mediante el cual se transforma el plomo u otros metales en oro. La Alquimia como disciplina filosófica y espiritual busca la transmutación del ser humano en sí mismo, a través del conocimiento y el enriquecimiento de su alma. Se cuenta que los alquimistas deben hallar la piedra filosofal para elaborar el elixir de larga vida o panacea universal, y así alcanzar la inmortalidad. Muchos creen que esta disciplina es algo ajeno al Uruguay, pero lo cierto es que en nuestro país existieron al menos dos alquimistas reconocidos que dejaron una huella imborrable. Si bien la figura de Francisco Piria es tan fuerte que parece dominar todos los mitos y las leyendas que giran en torno a la alquimia en nuestro país, uno de sus alumnos, Humberto Pittamiglio, supo hacerse un lugar importantísimo en la historia y el folklore uruguayo, sobre todo en Montevideo. Su castillo, ese sitio en donde pasaba largas horas tratando de abrir misteriosos portales a través de experimentos alquímicos, hoy sigue en pie en plena rambla, en el barrio Trouville, resistiendo el paso del tiempo entre edificios residenciales. Una de las leyendas más populares está directamente relacionada con Humberto Pittamiglio y su castillo. Se cuenta que unas décadas atrás, en el interior de esta enigmática construcción, estuvo escondido nada más ni nada menos que el Santo Grial. Otra leyenda urbana que circula en el presente se relaciona con el retorno de este misterioso alquimista a su castillo, unos cuántos años después de su muerte.
Una misteriosa dama recorre las calles de la ciudad de Fray Bentos... en busca de compañia...
¿Lo que vemos es todo lo que existe? Hay muchas personas que aseguran que no, que hay una multitud de entidades extrañas y misteriosas que habitan el universo y que están muy cerca de nosotros. Tanto que, en algunos casos, podemos llegar a descubrir que convivimos con algunos intrusos que no son de este mundo, y son capaces de instalar el terror más puro en nuestro propio hogar. Esto fue lo que comprobó Maximiliano, un joven argentino que en el año 2010 se mudó a una casa ubicada en el barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires. Fue allí donde este muchacho descubrió que convivía con un intruso para nada amigable.
La estancia siniestra El campo es un lugar mágico, cargado de infinidad de historias que descansan ocultas bajo el gigantesco manto del silencio. Y basta levantar ese manto para descubrir un universo repleto de relatos fascinantes. Es verdad que el campo es un lugar tranquilo, ideal para vivir en paz, pero también es escenario de algunas historias de terror que son espeluznantes. En Brasil, específicamente en Santa Vitória do Palmar, localidad del estado de Río Grande do Sul, muy cerca del límite con Uruguay, se encuentra una estancia que esconde unos secretos verdaderamente siniestros. Dicen que los muertos que descansan en esas tierras cada tanto regresan del Más Allá, para contar un pasado macabro que fue enterrado junto con sus cuerpos.
Juan Lacaze, una pequeña y joven localidad ubicada al sur del departamento de Colonia, Uruguay, a pesar de contar con menos de sesenta años de vida, arrastra una herida que sangra en la memoria de sus habitantes, sobre todo en la de aquellos que conocen esta siniestra historia. Al comienzo de la década del ochenta, los integrantes de una banda local de rock pesado se prepararon para recibir a un joven de unos veinte años, que aspiraba a ser parte del grupo de música. Decidieron que, para ser uno de ellos, él debería superar una singular prueba de ingreso.
El vínculo que une a los hermanos es algo tan poderoso y especial que ha generado infinidad de relatos que pretenden reflejar qué tan profundo puede llegar a ser ese lazo. Y qué tan peligroso, también. Algunas de estas historias nos hablan de conexiones entre hermanos realmente poderosas. Tan poderosas, en algunos casos, que parecen trascender lo estrictamente físico, o incluso continuar más allá del implacable límite que impone la muerte. Esta es la historia de Edward Mordrake, un joven que nació en el siglo XIX en la Inglaterra victoriana. Perteneciente a una familia de la realeza , apuesto, inteligente y con excelentes aptitudes para la música, Edward podría haber sido la envidia de muchos. Pero guardaba un secreto. Un oscuro secreto.
La existencia de vida en otros planetas siempre ha sido una incógnita para los seres humanos. Se estima que en el Universo observable hay alrededor de 100.000 millones de galaxias y 300.000 trillones de estrellas. Teniendo en cuenta estos datos, sería bastante egoísta pensar que somos la única forma de vida. Además, se conocen pruebas y testimonios que demostrarían que los extraterrestres no solo existen, sino que también visitan cada tanto nuestro planeta Tierra. En Uruguay, en el año 1976, ocurrió un hecho relacionado con el fenómeno ovni que fue noticia en el país y no tardó en dar la vuelta al mundo. Sucedió en el límite del departamento de Paysandú, en una estancia llamada La Aurora.
La pérdida de un ser querido puede ser algo devastador. Muchos, incluso, al sufrirla, caen en una profunda depresión y sienten una angustia tan grande que llegan a sentirse, de alguna manera, culpables por el destino funesto de aquel que ya no está. Cualquiera de estas personas daría lo que sea por tener una mínima oportunidad de volver el tiempo atrás y hacer algo para evitar aquel fallecimiento. ¿Qué pasaría si ese ser querido a punto de cruzar el umbral entre la vida y la muerte tiene una chance, encuentra la manera de comunicarse con alguien que puede evitar que pase al otro lado? Eso les sucedió a Alejandro y Micaela, una joven pareja que se amaba como pocas, y que tuvo una oportunidad de vencer a la muerte cuando la fatalidad los separó. Desde aquel limbo entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, uno de ellos pudo realizar una última llamada.
Coimetrofobia es la palabra con la que se denomina al miedo irracional y enfermizo a los cementerios. Miedo que bien puede originarse en esa única e insoportable certeza que brota de cada rincón de una necrópolis: allí lo único vivo es la Muerte. La cuestión es que son muchas las personas que le temen a los cementerios, personas que sufrirían mucho con solo pisar uno de ellos, especialmente en horas de la noche. Algunos años atrás, un joven que le temía profundamente a los cementerios se vio obligado a luchar contra su miedo, contra esa sensación de que algo amenazante se escondía detrás de las frías lápidas. Aquella noche él debía atravesar el cementerio de su pueblo. Y tenía que hacerlo solo. Ni siquiera en sus pensamientos más oscuros imaginó la escalofriante experiencia que estaba a punto de vivir.
No hay que subestimar la tarea que cumplen los guardias de seguridad, ellos se encargan de vigilara los edificios velando así por la seguridad de la gente y muchas veces estos hombres cumplen con su trabajo en completa soledad. Esto se da generalmente en horas de la noche, allí donde el silencio y la oscuridad se vuelven cómplices del peligro y el miedo. Y hay edificios, sobretodo los que son muy antiguos que en los momentos de soledad parecen no estar vacíos sino que por el contrario algo muy extraño parece manifestarse en su interior. No debe ser fácil para los guardias de seguridad trabajar solos durante la noche en estos lugares en los que se cuentan que se producen algún tipo de actividad paranormal. En Montevideo, en el barrio La Blanqueada existe un edificio muy antiguo que según dicen es escenario de algunos fenómenos inexplicables.Se trata del lugar donde está ubicada la Universidad Católica del Uruguay Damaso Antonio Larrañaga. Cuentan que allí algunos años atrás los guardias de seguridad del edificio tuvieron que enfrentarse con algunas presencias tenebrosas que eran capaces de helarle la sangre hasta el más valiente.
No existe rincón en el planeta que no guarde historias sobre casas encantadas, también conocidas como casas asombradas o embrujadas. Hace algunos años, Erich, un joven uruguayo del departamento de Canelones, descubrió que en su ciudad, Santa Lucía, había una casa encantada. Era la suya. En esta mansión, que es conocida en todo Canelones como Villa Argentina, suceden algunos fenómenos muy extraños, que hasta el día de hoy nadie puede explicar.
El reino de los espíritus ha interesado al ser humano desde tiempos inmemoriales. Y mucho más luego de que algunas personas, a las que se denominan médiums, comenzaran a demostrar cierta habilidad para comunicarse con ese otro lado, con el mundo de los muertos. Estas personas, dotadas de facultades paranormales y percepciones extrasensoriales, pueden observar entidades que la mayoría de la gente no ve. Esas entidades, aseguran, son espíritus de gente fallecida, almas atormentadas que por alguna razón no pueden dejar este mundo. La historia de Laura y Violeta, madre e hija respectivamente, nos habla de lo peligroso que puede resultar haber nacido con semejante don. Es que estas dos mujeres mexicanas, acostumbradas a percibir este tipo de presencias, jamás imaginaron que un día esos espíritus terminarían arrastrándolas hacia ellas.
Las personas que disfrutan de salir a acampar suelen ser aventureras, curiosas pero sobretodo amantes de historias terroríficas que se cuentan a la luz de un fogón. Así era un grupo de amigos del Departamento uruguayo de Artigas, ellos solían acampar juntos y al hacerlo se divertían muchísimo, pero una vez fue diferente a las demás. Aquellas vacaciones dejarían de ser divertidas por culpa de una extraña criatura. Ocurrió en el año 2003 en un monte ubicado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Artigas, ninguno de esos trece amigos imagino que ellos mismos terminarían convirtiéndose en los protagonistas de una de esas historias aterradoras que hielan la sangre junto a una hoguera de campamento.
Los mimos son artistas que mediante la mímica narran una historia sin la intervención de palabras. Se valen de movimientos, expresiones y gesticulaciones que le permiten al espectador comprender la narración. De esa forma, los mimos son capaces de robarle una sonrisa a la gente y deslumbrarla con su técnica basada en un complejo lenguaje de gestos. Sin embargo, estos artistas de caras pintadas son también protagonistas de algunas historias de terror. En Buenos Aires, Argentina, existe una leyenda urbana escalofriante. Cuentan que en el barrio de Almagro, específicamente en la esquina de Sarmiento y Salguero, aparece un mimo. Pero este no es un mimo cualquiera, pues dicen que los que se encontraron cara a cara con él, experimentaron el terror más puro.
La Tabla Ouija lleva muchos años abriendo el portal entre los vivos y el mundo de los muertos. A través del tiempo se han registrado una cantidad de casos desconcertantes, sesiones con consecuencias aterradoras en diferentes partes del mundo. Es que la tentación por comunicarse o por querer saber que hay del otro lado es tan fuerte que pocos pueden resistirlo. En el año 2004 tres amigos argentinos se juntaron para llamar a un familiar fallecido a través de la tabla Ouija. Ellos jamas imaginaron lo peligroso que resultaría todo, tan peligroso como una verdadera cita con La Muerte.
En épocas pasadas, el contacto con lo paranormal era una materia totalmente hermética. Solo unos pocos elegidos, poseedores de dones especiales, eran capaces de atravesar esos umbrales que conducían a mundos más allá del nuestro. Ahora todo cambió. Hoy en día, mediante algunos objetos específicos unidos a ciertas reglas, cualquiera de nosotros tiene al alcance la posibilidad de abrir puertas hacia lo desconocido, hacia reinos tan seductores como peligrosos. El juego en el que se sumergió Alex, el protagonista de esta historia, es una de estas posibilidades. Él se animó a atravesar uno de los portales más sombríos, uno que, una vez abierto, puede tornarse aterradoramente peligroso si no se obedece una sencilla regla: no mirar hacia atrás.
El Diablo en el espejo Muchos mitos y leyendas que tienen como protagonista al Diablo hacen referencia a que su figura se manifiesta en días sagrados para el cristianismo, en las llamadas fechas santas. Por ejemplo, aseguran que Lucifer aparece los Viernes Santos en las discotecas para llevarse algunas almas al Infierno. Y esta creencia está apoyada por varias muertes extrañas ocurridas en clubes nocturnos, muertes que quedaron registradas en diferentes noticias periodísticas. Otra de estas apariciones diabólicas se encarna en la leyenda urbana que afirma que el ser más temible de todos puede ser llamado por cualquiera de nosotros en otra fecha santa: Nochebuena. Para concretar esta oscura invocación hay que pararse frente a un espejo el 24 de diciembre, poco antes de medianoche, y llamarlo por su nombre. David, un joven argentino, decidió poner a prueba esta leyenda, sin saber que estaba arriesgando su propia vida. Y fue así que se animó a llamar al mismísimo Diablo parado frente a un espejo de su casa.
Con el correr de los años la Leyenda de la Llorona se a convertido en la más popular de la ciudad de Montevideo. Es por eso que muchas personas llegan hasta su hogar en el Parque Rivera intentando poner a prueba la veracidad de este mito. Es así como nacieron una cantidad de anecdotas relacionadas a este misterioso espanto femenino. Relatos que son contados una y otra vez por quienes llegaron a escuchar su llanto terrorífico, en algunos casos quienes llegaron a verla de cerca. Hay muchas personas dispuestas a contar sus experiencias con la Llorona, pero lo que no es fácil de conseguir es una prueba, un documento que testifique que ella no vive solamente en su leyenda urbana, sino que ademas es parte de una terrorífica realidad. Hoy compartiremos la historia de unos amigos que una noche de octubre del año 2010 se acercaron al Parque Rivera con una cámara de foto y así a través de una serie de fotografías que tomaron consiguieron una prueba que marcaría un antes y un después en la Leyenda de la Llorona.
En el estado mexicano de Guanajuato, existe un museo que es muy popular y que gira en torno a la muerte. Se trata del Museo de las momias de Guanajuato, en cuyo interior se exhiben decenas de momias naturales muy antiguas que, además de poseer una rica historia, son protagonistas de algunas experiencias escalofriantes que ocurren dentro del museo.
Hay quienes creen que los seres humanos venimos al mundo porque tenemos alguna misión que cumplir y que por mas insignificante que parezca justifica nuestras vidas. Muchos asocian la palabra misión con un largo recorrido luchando contra la adversidad y superando obstáculos, seguramente muchas misiones sean así, pero hay otras que constan de un simple acto algo casi imperceptible pero tan trascendente que puede llegar a cambiar la vida no solo de una sino de muchas personas. Todo esto esta relacionado con la última misión, historia que tiene como protagonista a una joven uruguaya llamada Lorena Flores. Su experiencia tiene que ver con la vida, la muerte y lo próximas que pueden estar estas dos palabras aún cuando creamos que entre ellas hay un abismo.
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