Discover
Voces de la SER
4552 Episodes
Reverse
Quiero decir, con esto, que a veces contar los hechos como pasaron de verdad es dificilísimo. Sobre todo si no tienes vergüenza, que justo es la cosa que le pasa al Tribunal Supremo.
Me refiero a facilitar, por ejemplo, el transporte entre pueblos, entre ciudades pequeñas y, ya puestos, entre Extremadura y el resto del mundo.
Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre el acto de conmemoración del 50 aniversario de restauración de la monarquía
Hubo quien mintió en relación con el caso de los delitos fiscales reconocidos por la pareja de Isabel Díaz Ayuso y hubo quien intentó desmontar la mentira contando la verdad. Y ha ganado la mentira, reconocida en sede judicial, ante los magistrados. Miguel Ángel Rodríguez coló una mentira donde él ya sabía que iba a colar.
La ONU no lo reconoce, pero quizá sea porque no hace ni falta: todo el mundo tiene derecho a desesperar de su país de cuando en cuando. Pero igual que cabe la maldición, a veces es necesaria la alabanza. Y a mí, por ejemplo, me basta la tortilla de patata para tener en lo más alto las aportaciones de España al género humano. Ahora la tortilla de bar de cada día corre peligro, entre gripes aviares y el precio de los huevos. Esos huevos que alimentaban, que eran sanos, que costaban poco y que nos permitían mil versiones. Ahora lo más difícil, sin embargo, va a ser pagar los huevos al precio que antes pagábamos los huevos con trufa.
Como dice el PP, España es una dictadura. Pero una dictadura un poco rara, donde el Fiscal General es condenado por revelación de secretos y los jueces de instrucción acorralan a los dos secretarios de organización del partido en el Gobierno, a la esposa y el hermano de Sánchez. Olvidan que el PP se enfrentan los próximos meses a un rosario de causas y sentencias judiciales: Gürtel, Púnica y Kitchen. La linterna de la justicia acecha al PP y al PSOE porque en ambos hay sombras de corrupción y de abuso de poder. Ese es el denominador común de todos los casos, ya sean delito o no. Lo de García Ortiz, lo de Ábalos, lo de la Diputación de Almería y lo de Bárcenas, todo tiene un mismo origen.
Joaquín Estefanía reflexiona sobre la condena del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado por revelación de secretos
Soledad Gallego-Díaz reflexiona sobre la condena del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado por revelación de secretos
Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre la condena del Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado por revelación de secretos
Si todo el mundo actuara como hacen esos corruptos capaces de arramblar con dinero público, incluso en circunstancias tan terribles como una pandemia, el sistema entero se derrumbaría. La mayoría de los ciudadanos no robamos, no nos lucramos con el dinero de todos ni violamos leyes claramente establecidas. Sea por convicción o por miedo a las consecuencias de nuestros actos, la inmensa mayoría nos esforzamos por salir adelante sin transgredirlas normas. Con lo que ha costado conquistar la soberanía popular, desaisnos de regímenes injustos y autoritarios y que los que nos gobiernan sean escogidos entre nosotros.
Pasa el tiempo y nos enfrentamos de nuevo con la corrupción política de siempre. Hablo en este caso del informe de la UCO sobre Santos Cerdán y las contrataciones públicas del Gobierno de Navarra de la mano de una importante empresa de este país, pero hablo también de lo ocurrido en una Diputación Provincial presidida por el PP y de tantos y tantos casos, algunos conocidos, otros no tanto que se van acumulando. Y lamentablemente la impresión es que no parece que haya forma de escapar de ellos o no parece, quizá, esto es lo más grave, que haya una auténtica voluntad en la clase política de acabar de una vez con todas estas corruptelas.
Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre la petición del fiscal de 24 años de cárcel contra José Luis Ábalos, ex secretario de organización del PSOE; y por la excarcelación de su sucesor en el mismo cargo, Santos Cerdán
El Partido Popular tiene un problema, aparte de con la verdad, con la espalda. Lo comprendí el lunes cuando el muy en funciones president de la Generalitat de València declaró ante la Comisión del Congreso que posiblemente había guardado en la mochila el móvil, ese artilugio del que en el día de la tragedia dependían vidas y haciendas de su comunidad. No bastó con esta lección de anatomía práctica. Recibí otra, horas más tarde, por el alcalde popular de Alpedrete (Comunidad de Madrid, no digo más) que se negó a calificar de violencia doméstica el asesinato de una mujer a manos de su marido. Andan los del PP, desde que se hicieron amiguitos de su camada escindida color verde vómito, muy ajetreados con las palabras, pues quieren hacer ver que no son lo mismo que los otros mientras siguen convenciendo a los otros de que son lo mismo que ellos.
El empate frente a Turquía sabe a poco después de completar una fase de clasificación casi perfecta
Hoy se va a formalizar Ia presentación de la candidatura de Juan Francisco Pérez Llorca como candidato a suceder a Carlos Mazón en la Presidencia de la Generalitat Valenciana. Se pretende así cerrar un periodo de desgaste político del Partido Popular y evitar nuevas elecciones en la Comunidad. No resuelve el problema de la renovación política ni de la asunción de responsabilidades, ya que se trata de alguien que ha ligado toda su trayectoria política, precisamente a Carlos Mazón. Pérez Llorca va a encarar la reconstrucción desde la ignorancia y el desprecio de las causas estructurales que provocaron ese desastre.
Joaquín Estefanía reflexiona sobre los últimos días del franquismo
Xavier Vidal-Folch reflexiona sobre la visita de Zelenski a España
El director de 'El Larguero' considera que es una de las grandes favoritas de cara al Mundial 2026
Como estamos en la semana que estamos, voy a recordar la mañana en la que yo, me desperté con la noticia de que Franco había muerto. Y como llevo mucho tiempo preocupado por el deterioro de la democracia y sus debilidades, me animo a recordar la muerte del Caudillo para celebrar en mi mirada todo lo que España le debe a la democracia. Lector de García, preparándome para estudiar en la universidad, miraba hace 50 años un país en el que ser homosexual era un delito. Un país en el que las mujeres no podían vivir con libertad cuando pensaban en el amor o en el trabajo. Poner en duda la democracia es algo razonable para los que son millonarios y no quieren pagar impuestos o para los que traen sus fortunas a Madrid, compran viviendas y quieren hacer negocio con ellas.
Hace 47 años fue asesinado por disparos de la policía armada José García Caparrós en Málaga, cuando participaba en una manifestación en favor de la autonomía andaluza. Sus hermanas podrán por fin acceder a la documentación completa sobre la Comisión que convocó el Congreso de los Diputados. Podrán leer los folios sin tachaduras. Los sucesos acababan sin culpables en el banquillo o con instrucciones desastrosas. El crimen de los Galindo o el de los Urquijo son dos ejemplos. También del plano nacional, Mazón continúa el vía crucis de las comparecencias en las comisiones de investigación. Y de lo internacional, Zelenski llega a España en plena ruta exterior para conseguir apoyos contra Rusia. El Presidente ucraniano sufre problemas internos de corrupción que lastran su círculo más próximo.














