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Womansplaining
Author: 070 Podcasts
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Conversaciones incómodas sobre feminismo desde el arte, la política y la cultura. Dirigido por Gloria Susana Esquivel. Periodista: Lina Vargas. Editado por Goldy Levy.
Womansplaining es un podcast de 070 podcasts.
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La cineasta y escritora argentina Albertina Carri ha tratado en sus películas temas como la memoria, el deseo lésbico y la pornografía, por medio de un lenguaje poético y juguetón. Precisamente su película Las hijas del fuego, de 2018, ha sido centro de ataques de trolls libertarios que apoyan el gobierno de Javier Milei, demostrando que el discurso autoritario de ultra derecha enarbola las banderas de violencia hacia las mujeres, lebianas, cineastas y artistas. La editorial colombiana Himpar acaba de publicar la novela Lo que aprendí de las bestias, en donde Albertina Carri explora el erotismo, las relaciones tóxicas entre mujeres, pero también la infancia como el lugar del trauma. ¿Qué diferencias hay entre el proceso de escribir una película y el de escribir una novela? ¿Por qué es necesario contar historias lésbicas en donde el deseo y el cuerpo de la mujer están en primer plano? ¿Cómo combatimos a los trolls libertarios?
El documental No estás sola: la lucha contra La manada dirigido por Almudena Carracedo, reconstruye los hechos que tomaron lugar en 2016 en Pamplona en San Fermín. El documental narra el momento en el que una mujer fue violada por un grupo de hombres y la manera en la que las autoridades, la justicia y los medios de comunicación intentaron revictimizarla. Pero para la directora era fundamental contar esta historia desde el ángulo de las víctimas y mostrar también cómo esta violación movilizó a miles de mujeres que no quieren sentirse valientes, saliendo de noche, sino que sencillamente quieren habitar el espacio público y el espacio de la fiesta sin ser violentadas. ¿De qué manera este documental puede enseñarnos la importancia de escuchar a las víctimas? ¿Cómo podemos des estigmatizar a las víctimas de agresiones sexuales, en una cultura que insiste que una mujer que han violado es una mujer dañada? ¿Cómo contamos una historia de manera feminista? ¿De qué forma podemos resistir la cultura de violación?
Yayo Herrero ha dedicado gran parte de su vida a pensar e imaginar nuevas formas de relacionamiento con el territorio. Para Herrero, una de las cosas que más daño le ha hecho al planeta es pensar que somos seres independientes a la naturaleza y que por esto podemos explotar nuestro territorio. Dentro del pensamiento de Herrero es claro que somos seres interdependientes y que nuestra vida está intrínsecamente relacionada con la vida de todos los seres vivos que habitan en el planeta. ¿De qué manera es urgente imaginar otras formas de relacionarnos con el territorio, que no sean por medio de la explotación? ¿Qué acciones concretas podemos tener para hacer de nuestra vida en el planeta una vida sostenible? ¿Cómo imaginamos un nuevo horizonte deseable en el que haya conciencia sobre el cambio climático? ¿Cómo mantenemos la esperanza activa?
En el ensayo “La heterosexualización de la homosexualidad (por eso odio Heartstopper)” el crítico cultural Mario Henao se pregunta qué hay detrás del modelo de representación de esta serie que cuenta la historia de amor romántico entre dos adolescentes hombres. Si bien a primera vista, Heartstopper puede verse como un triunfo de la inclusión que muestra cómo hasta Netflix está interesada en contar historias LGTB, lo cierto es que en un análisis más detenido es posible identificar cómo bajo este modelo de amor homosexual para Netflix lo que prima es la castidad, la ejemplaridad y lo que más se suprime es la disidencia. ¿De qué manera la discusión por la representación puede desviar preguntas más importantes que debemos hacernos quienes luchamos por los derechos de los cuerpos subordinados en el capitalismo? ¿Qué se esconde detrás del lema love is love, spoiler alert, maneras de que las disidencias sean más asimilables para el capitalismo? ¿Por qué las series de televisión pueden moldear nuestro deseo y hacernos sentir muy mal si no cabemos bajo los parámetros de aquellos que si merecen el amor?
Creo que leer a Gabriela Wiener es una experiencia que se asemeja a la de hablar con una amiga que no le tiene miedo a experimentarlo todo. Porque Gabriela escribe de una manera honesta, desde las entrañas dice ella, pero también desde las dudas y los autocuestionamientos que conlleva hablar de la libertad, el cuerpo y el deseo. Tal vez esa manera de escribir, poniendo el cuerpo, situándose desde el lugar de una mujer migrante, por ejemplo, es la que atrae a lectores y lectoras jóvenes que llenan sus charlas con una mirada atenta frente a todas esas cosas que Gabriela tiene por decir. Hoy arrancamos una nueva temporada de Womansplaining con una conversación sobre escritura, pero también sobre las grietas que existen en las utopías dentro de las que militamos. Una conversación sobre la poesía y el exceso, pero también sobre el deseo y las incoherencias dentro de nuestros activismos que zanjamos con humor. ¿De qué manera los libros de Gabriela Wiener han inventado maneras de hablar sobre esos deseos que a veces callamos? ¿Por qué es importante señalar una y otra vez las prácticas racistas de las instituciones culturales? Y, la pregunta fundamental que hace la misma Gabriela en su novela Huaco Retrato, si la teoría me la sé, ¿cómo hago para metérmela en el cuerpo?
Para la cantautora La Muchacha, Isabel Ramírez Ocampo, las canciones le han entregado valentía. Heredera de Violeta Parra y parcera de los vientos y las cordilleras, sus canciones se han convertido en himnos feministas, desahogos contra la violencia estatal y conjuros hierbateros. ¿Cómo es escribir y cantar canciones que están llenas de rabia? ¿Cómo se puede hackear la industria musical por medio de la juntanza con amigas? ¿Cuál ha sido su camino de descubrimiento feminista?
Para la tatuadora Li Restrepo, es fundamental crear espacios seguros para que las personas se sientan en confianza cuando llegan a tatuarse con ella. No solo porque este es un espacio en donde le estamos permitiendo al tatuador o a la tatuadora infringirnos dolor físico en el cuerpo, sino también porque el dolor nos vuelve vulnerables. ¿De qué manera podemos cuidar nuestros cuerpos cuando vamos a hacernos un tatuaje? ¿Cómo se leen los cuerpos tatuados? ¿Hay espacio en el mundo del tatuaje si soy una persona tierna? ¿Cuándo empezaron las mujeres a tatuar?
Para la historiadora Gabriela Ardila Biela, la historia del fútbol practicado por mujeres en Colombia es una historia de autogestión, rebeldía y dignidad. Si todos los deportes han servido como constructores del género, esto es, decir qué es lo que deben hacer los hombres y qué deben hacer las mujeres, el fútbol practicado por hombres se ha convertido en sinónimo de heroísmo, gallardía y masculinidad, mientras que el fútbol practicado por mujeres se ha convertido en una amenaza por ser poco delicado, para machorras y nidos de lesbianismo y perdición. ¿Por qué se mira con suspicacia a las mujeres que juegan y se interesan por el fútbol? ¿De qué manera la FIFA puede verse como un ejemplo perfecto de todo lo que está mal en el capitalismo y cómo se podría evitar que trataran a las jugadoras de fútbol como una mercancía? ¿Qué lugar ocupan y han ocupado las árbitras, directivas, narradoras y comentaristas de fútbol?
Para la filósofa Laura Quintana, la palabra censura se queda corta para hablar de aquellos movimientos sociales y políticos que han manifestado un disenso. En su trabajo filosófico, Quintana se ha preguntado por diferentes prácticas de borramiento de parte del poder, un borramiento que tiende a imponer una versión de los hechos, pero también se ha preguntado por estrategias que nos permitan resistir esos abusos que buscan silenciar e invisibilizar a los cuerpos que disienten. ¿De qué manera los medios de comunicación hacen visible (o invisible) problemáticas sociales? ¿Cuál es la mejor estrategia para resistir la desinformación? ¿Es la cultura de la cancelación una herramienta política o más bien una estrategia puritana para despolitizar y desmontar debates importantes?
El escritor y crítico de cine Manuel Betancourt ha dedicado su carrera a analizar cómo las historias que se cuentan en cine y en televisión pueden moldear subjetividades. En uno de sus ensayos, Betancourt analiza Hombres, una serie que se transmitió en Colombia en 1996 y que si se observa de cerca puede darnos muchas pistas sobre la manera en la que las masculinidades y las divergencias sexuales, raciales y de clase son vistas en Colombia. ¿Qué tipos de masculinidad han contado las telenovelas colombianas? ¿Por qué Don Armando es el peor tipo de gomelo, esto es, el gomelo con poder que discrimina y se burla de todo lo que esté en las márgenes? ¿Cómo estos productos audiovisuales han sido testimonio de las fuertes violencias de clase que estos personajes hacen aparentes? ¿En verdad a alguien le gusta Big de Sex and The City?
Alba Centauri es una sicóloga y sexóloga que ha dedicado gran parte de su vida a reflexionar sobre las relaciones humanas. Su trabajo como activista sobre diversidad relacional me ha llamado muchísimo la atención pues, en mi propio camino como feminista, la experiencia me ha llevado a cuestionar muchísimas normas a la hora de relacionarme. Y, a la vez, a veces me ha costado llevar la teoría a la práctica, pues gestionar las emociones, el deseo e intentar ser empática con otros a veces me cuesta. ¿En una cultura que todo el tiempo está hablando de límites, acuerdos y vínculos, como podemos hacer lo que dice el corazón? ¿Cómo hago lo que dice el corazón si, a diferencia de Shakira, yo sí creo en Sartre, Beauvoir y Carlos Marx? ¿Existen los celos en las relaciones no monógamas? Spoiler alert, sí. ¿Amar implica sufrir?
Para les
activistas Luz Marina Araque y Lesly Valbuena Caicedo, la Asociación Colombiana
de Endometriosis ha sido un espacio vital para la sanación. A lo largo de los
años, esta Asociación ha brindado espacios de contención para pacientes de
endometriosis a quienes la ginecología tradicional les ha pedido que se
aguanten su dolor y lo normalicen. Sumado a esto, otras corrientes de
ginecología alternativa culpan a las y los pacientes de tener una mala
menstruación por no estar a gusto con su feminidad y causar bloqueos. Según
estudios de esta Asociación, la endometriosis afecta al 20% de personas en
capacidad de menstruar y tarda, en promedio, 8 años para ser diagnosticada,
pues muchas y muchos de los pacientes normalizan el dolor. ¿Por qué la
endometriosis es una enfermedad que genera tanta indiferencia médica? ¿Qué hay
detrás del imaginario de que las mujeres y personas menstruantes debemos
aguantar dolor? ¿Por qué son tan polémicas las leyes que piden una licencia
menstrual?
En el documental “Utopía” la directora Laura Gómez Hincapié plantea un diálogo con sus padres, quienes a lo largo de varias décadas han militado en la izquierda. Su padre, quien estudió en la Unión Soviética, se ilusionó con la Revolución Cubana y vio caer la Unión Soviética, piensa que esta generación de jóvenes ha perdido el ímpetu en la lucha política, mientras que su madre, líder sindical quien dio la lucha para introducir temas de género en este ambiente tan machista, está convencida en la fuerza de las nuevas generaciones. Laura, por su lado, hace parte de la generación que vivió la plebitusa y el estallido social de 2021. ¿De qué manera se ha hecho y se sigue haciendo la revolución? ¿Es posible creer en las utopías políticas? ¿Dónde dejamos al feminismo en todo esto? Hoy, en un capítulo especial de Womansplaining, planteamos un diálogo intergeneracional entre Laura y su madre, Ruby Hincapié, y nos preguntamos por la historia, la lucha social y el fuego político.
Para la activista Natalia Prieto experimentar la ciudad desde su bicicleta no solo la ha ayudado a sentirse más empoderada, sino que también le ha mostrado zonas que necesitan mejor planeación e iluminación. Para ella y para cientos de otras mujeres que hacen parte de colectivos que utilizan la bicicleta como forma de resistencia, montar en cicla es una manera de apropiarse de la ciudad. ¿De qué manera los colectivos feministas de bicicletas están haciendo un urbanismo colaborativo, esto es, pintando murales, reclamando alamedas y transformando sus barrios? ¿Cómo reclamamos el derecho a un espacio público que nos violenta? ¿Será verdad que a las mujeres no les gusta el ciclismo?
En lo que va de 2023, 227 mujeres han sido víctimas de feminicidio en México. Esta cifra, completamente aterradora, ha sido un llamado de alerta para escritoras como Laura Baeza, quienes han decidido escribir sobre esa violencia de manera urgente.
¿De qué manera la literatura puede ayudar a poner en palabras experiencias de violencia que ocurren contra los cuerpos de las mujeres? ¿Qué otras formas de violencia están tan inscritas en la sociedad Latinoamericana que han permitido que las mujeres seamos tratadas como algo prescindible? ¿Quiénes están llamadas a recordar a las víctimas de estas violencias?
Las críticas literarias Sandra Gilbert y Susan Gubar han notado que es una experiencia común para las mujeres que escriben estar constantemente leyendo y examinando la vida de esas otras mujeres que escribieron antes que ellas. Como si se tratara de un constante ejercicio de observación a las precursoras, las escritoras buscamos, en bibliotecas y en talleres literarios, modelos que nos permitan sentir la confianza que se necesita para dar el paso definitivo y lanzarse a escribir.
¿De qué manera esa indagación dentro de otras lecturas ha moldeado la escritura de tres escritoras latinoamericanas? ¿Por qué imaginar comunidades sin jerarquías puede ser un gran mecanismo literario que bebe del feminismo? ¿De qué manera la mirada y las obsesiones pueden moldear un estilo de escritura? ¿Cómo organizar talleres de escritura para permitir que otras escritoras jóvenes también ganen la confianza necesaria para publicar?
En 1929 Virginia Woolf publica su ensayo “Un cuarto propio”, una meditación estética y feminista sobre lo que necesita una mujer para poder ser escritora. Esto es, 500 libras al año y un cuarto propio en la casa (aislado de los hijos y los maridos) al que le entre buena luz del sol. En la actualidad, las escritoras han tenido que rebuscar ese cuarto propio y reinventarlo en talleres literarios autogestionados o becas en programas de escritura creativa. Así mismo, las escritoras hablan de manera transparente de la escritura como un proceso colectivo y no como un proceso misterioso que se le revela a unos pocos genios. ¿De qué manera las escritoras colombianas están creando esos cuartos propios? ¿Cómo inventarse un nuevo lenguaje poético que hable de la violencia que ocurre sobre nuestros cuerpos y sobre nuestro territorio? ¿Cómo escribimos sobre el deseo, la maternidad, el poliamor y ser travesti? Hoy en Womansplaining: ¿Cómo armar un cuarto propio?
En el libro La ciudad de las damas, escrito en 1405, la escritora francesa Cristina de Pizan imagina algo que, aún hoy, es revolucionario: una ciudad en donde las mujeres pueden sentirse libres y seguras. La infraestructura que no piensa en las diversidades y la falta de iluminación, son solo dos ejemplos de cómo, para las mujeres, pensar en disfrutar la ciudad y la noche se convierte en un riesgo. Además, puertas adentro, habitar un espacio urbano también resulta difícil pues tenemos obstáculos que van desde la discriminación hasta puertas que no están pensadas para el tamaño y la fuerza de las mujeres.
¿Cómo podemos reclamar la ciudad y sentirnos más seguras? ¿De qué manera la arquitectura y el urbanismo feminista está pensando otra manera de diseñar ciudades? ¿Será posible diseñar una casa que se ajuste a las necesidades de las mujeres y no a las de los agresores? ¿Será que algún día puedo cumplir el sueño de salir al parque a solas, de noche, en Bogotá?
Hablar de mujeres y dinero es hablar de una relación que, a lo largo de la historia, ha estado mediada por el silencio. No solo porque las grandes teorías económicas (a ti te hablo, mercados que se regulan solos) han dejado por fuera las tareas del cuidado, al considerarlas irrelevantes porque no generan valor monetario, sino porque durante siglos las mujeres no podían acceder a herencias, préstamos de vivienda o un salario digno. Además, aún hoy, muchas de las transacciones en las que las mujeres pueden participar siguen mediadas por relaciones como el matrimonio, lo que deriva en relaciones de dependencia, abuso y violencia económica. Pero, ¿qué constituye la violencia económica? ¿por qué desde su divorcio, Shakira ha tenido que trabajar el triple, como la mayoría de las mortales? ¿Qué hay detrás del prejuicio de la mujer gasolinera? ¿Cómo podemos garantizar que las mujeres accedan a un salario digno?
Una de las cosas que más escucho, tal vez con más frecuencia de la que debería, es que las feministas matamos el humor. No me queda claro aún como cometimos ese crimen, si tal vez lo sofocamos o lo emburundangamos, pero cada vez que alguien quiere quejarse del feminismo, generalmente alude a cómo somos unas amargadas que queremos censurar e imponer la dictadura de la corrección política. Pero, ¿es cierto que las feministas no tenemos sentido del humor? O, ¿será más bien que el humor ramplón, que se burla de comunidades oprimidas sencillamente no es chistoso? ¿Por qué es importante el lugar de enunciación a la hora de hacer chistes? ¿Qué es más transgresor, aprender a reírse de una misma y de sus desgracias —esto es, de todas las opresiones que nos atraviesan— o hacer un chiste fácil sobre el cuerpo de otres? Hoy en Womansplaining: hablemos sobre humor.
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Es largo, tortuoso y desafiante su proyecto. Pero no desfallecer. Lo vamos a lograr. No se conseguirá los frutos inmediatamente como los deseamos. Desde el principio de la humanidad, somos utilizadas como siervas, complacientes, pero nunca se nos reconoce la igualdad como personas, teniendo en cuenta las diferencias físicas, etc etc., inherentes a nuestro Ser femenino. No sólo hay que educar a los hombres,tenemos que comenzar por nosotras. Por repetición, por desconocimiento, miedo, creencias religiosas machistas, y, por, duele reconocerlo, buscar la protección del macho alfa, permitimos que se nos pisoteen en todas las formas, física, mental, psico!ogica. Sólo les pido que no desfallezcan.