DiscoverPadre René Adriaenséns
Padre René Adriaenséns
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Padre René Adriaenséns

Author: Sacerdote enamorado de Cristo

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Sacerdote católico.
Capellán en la Ciudad de los Niños.
Parte de mi dedicación pastoral es con jóvenes universitarios.
63 Episodes
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La perfección a la que Dios nos llama es la del amor. Sabernos hijos muy amados, nos llevará a querer agradar a nuestro Padre Dios en todo lo que hacemos.
Si se arroja al demonio mudo, todo sale bien, se camina feliz, todo marcha. (Cf. Forja 127).
La vida de San José pone ante nuestra mirada la belleza de una vida fiel.
El Señor se nos da con todo su Ser en la Eucaristía. Nosotros queremos corresponder a ese amor con una vida generosa.
Tener la luz de Cristo que disipa las tinieblas. Iluminar a los demás con la seguridad que Cristo está siempre con los brazos abiertos para recibirnos.
¿Tú has sentido miedo? Yo muchas veces. Cómo hacer para superarlo. En el evangelio el Señor nos dice “Tranquilícense y no teman. Soy yo”. Tratar a Jesús nos dará mucha paz, seguridad y confianza.
“Va y vende cuanto tiene y compra aquel campo” (San Mateo 13, 44- 52). El señor nos enseña a descubrir el tesoro de la amistad con él y en él con todos los demás.
E56 - Ser buena tierra

E56 - Ser buena tierra

2020-07-1814:00

Este domingo la Palabra del Señor nos habla de la semilla que lanzó el sembrador, alguna cayó en buena tierra y dio mucho fruto.  La buena tierra no se da por sí sola, hay que prepararla.  ¿Cómo podemos trabajar en nuestra vida para llegar a ser esa buena tierra? Vamos a platicarlo en este podcast.
¿Te has preguntado alguna vez si eres una persona sencilla y humilde? ¿En qué consisten estas virtudes? ¿Son realmente importantes? La Palabra de Dios del próximo domingo nos lleva a meditar en estas virtudes mirándolas en Jesucristo. Él no solo fue humilde, sino que sufrió humillación y a través de esa humillación nos rescató de la esclavitud del pecado. “Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (San Mateo 11, 25-30). Hoy quiero compartirte un poco de la vida de Santa Teresita del Niño Jesús, que mostró a la Iglesia un camino de santidad en la humildad y sencillez.
Te has preguntado qué es lo que te hace realmente feliz. Si examinamos nuestra vida quizá podamos encontrar que los momentos de mayor gozo es cuando hemos sido generosos. El evangelio del próximo domingo nos recuerda “el que salve su vida la perderá y el que la pierda por mí, la salvará”.
¿Cómo es posible que un joven profundamente cristiano termine formando parte del cuerpo militar élite de la Alemania Nazi?  La vida de este joven Alemán de nombre Gereon Goldmann confirma que se puede ayudar a los demás, hacer el bien y combatir el mal, en este caso el nazismo, incluso en los peores ambientes, como las SS. Nuestro Señor nos invita este domingo “no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”...
Padre, me siento cansado, desanimado, qué libro me recomienda para encontrar una luz. Recordé un libro que leí hace unos años “El hombre en busca de sentido” de Víctor Frankl. Él sostiene que “quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo”. “Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea”.
Jn 6, 51-58 “Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él... El que come de este pan vivirá para siempre”. Celebramos la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, agradeciendo al Señor con toda nuestra vida su Amor que llega al extremo de quedarse para siempre con nosotros en la forma de pan y vino. Hacemos actos de Fe, esperanza y caridad. Señor creo firmemente que en la Eucaristía estás realmente presente con tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.
E50 - La Amistad

E50 - La Amistad

2020-06-0518:03

Padre , ¿cuáles son las cosas que más le han enriquecido en su vid? Sin duda la amistad. La amistad es lo que más valoro en la vida, primero la amistad con Dios y de ahí con todos los demás. Es la mejor forma de disfrutar la vida, es a lo que le dedico más tiempo. Así nos enseña Jesús. Un amigo es un tesoro.
Jn Mc 12, 1-12 “¿Acaso no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente? El Señor nos prepara una viña y nos la deja para que la trabajemos y demos frutos de fe, buena conducta, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, amor fraterno, caridad.  Quien encarna todos estos frutos es Jesús, Él quiere marchar con nosotros para ayudarnos, no lo rechacemos como hicieron los malos viñadores, al contrario, dejémosle entrar, solo con Él podemos edificar nuestra vida sobre roca firme.
Preparando la solemnidad de Pentecostés queremos fijarnos en sus frutos, que son los Santos. El Espíritu Santo continúa obrando en el corazón de los fieles las maravillas que realizó en los comienzos de la predicación evangélica.
Jn 21, 15-19 “Señor. tú lo sabes todo; tú bien sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas”. El Señor confía en Pedro, perdona sus negaciones pasadas y Pedro por tres veces confirma su amor al Señor, ahora con la experiencia de su debilidad, lo hace con toda humildad, “tú sabes que te quiero”. Cada uno queremos hacer este acto de Fe y de amor ante el Señor. Una consecuencia de este amor es cuidar de los demás, ayudarlos a que caminen hacia el Señor.
Jn 17, 20-26 “... que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos uno... que los amas, como me amas a mí”. Jesús sacerdote intercede ante el Padre para que nosotros participemos de la unidad perfecta de la Santísima Trinidad. Si lo pensamos despacio es para que nuestro corazón y nuestra cabeza rebosen de gozo y de paz. Todo el amor del Padre para nosotros, el mismo amor con que ama a Jesús es para cada uno de nosotros. Ante nuestras tristezas, preocupaciones, necesidades, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, a la presencia de Dios en nuestra alma.
Jn 17, 11-19 “Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros”. La oración sacerdotal de Jesús en la última cena. Intercede por cada uno para que participemos en el amor de las tres Divinas Personas, “que sean uno, como nosotros”.  Nuestra vida ha de ser un trato continuo con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en medio de nuestras actividades ordinarias, que reflejemos ese amor de Dios.
Jn 17,1-11 “ Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo... y por el poder que le diste sobre toda la humanidad, dé la vida eterna a cuantos le has confiado”. Jesús hace su oración sacerdotal en esa perfecta comunicación entre las tres Personas Divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En esa corriente de amor estamos incluidos nosotros. Jesús nos quiere dar la vida eterna, es decir el conocimiento del Dios verdadero.
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