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La Revolución del Parto
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La Revolución del Parto

Author: Marissa

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La Revolución del Parto es un podcast dedicado a compartir relatos de nacimientos fuera del hospital.Buscamos recuperar la autonomía y poder de este importante rito de pasaje. Buscamos desinfantilizar el embarazo y la maternidad con conversaciones centradas en madres que están gestando y criando un futuro diferente. Buscamos deconstruir el pensamiento colonizador que minimiza el importante trabajo de las parteras indígenas y el poder de las parturientas. Espero que las historias compartidas siembren semillas de curiosidad e imaginación para todas las personas embarazadas que las escuchen. ¿Qué pasaría si nos contamos una historia diferente sobre el parto?
98 Episodes
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Francisca había ingresado en la universidad para estudiar antropología y decidió junto con su compañero interrumpir la anticoncepción para planear un embarazo.En ese primer parto ella fue a un hospital público de la ciudad donde vivía y sufrió violencia obstétrica; pero con toda las emociones positivas que sintió al tener a su bebé cerca salió del hospital pareciendo satisfecha. Sin embargo, esa sensación de sentirse ultrajada la acompañó hasta que pudo entender y nombrar la violencia que habían ejercido sobre ella.Para cuando ella y su familia se sentían listes para recibir a un nuevo integrante, ella decidió que quería parir en casa. Por ello comenzó a indagar sobre quienes podrían acompañarla, aunque en esa región no había precisamente una matrona. El equipo que conformó  para acompañarla durante el parto estaba integrado por otra mujer que había parido en casa y había acompañado algunos partos; además de su compañero y su hermana que sería quien acompañaría a su hija durante el proceso. Franciscs tuvo un embarazo lleno de información y hábitos para poder trascender sus miedos y su parto se desarrolló con tanta armonía que ella después de eso tuvo una necesidad muy fuerte de compartir su historia y aprendizaje con otras mujeres.Fue así que ella comenzó a formarse de forma autodidacta como doula, y de boca en boca se fue dando a conocer en la región para acompañar a las mujeres durante su trabajo de parto.Posteriormente se formó en medicina placentaria y ahora junto a una matrona acompaña partos en Valdivia, Chile.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Esther vive en República Dominicana, donde los altos índices de cesárea han levantado preocupaciones de los expertos, pero donde no se hace nada para cambiar la situación.Esther nació por cesárea y las historias de las mujeres de su familia tenían como tema recurrente la desinformación. La abuela de Esther, quien fue madre a los 15 años, llegó a su primer parto creyendo que a los bebés los traía la cigüeña.Pero desde muy joven Esther estaba profundamente interesada en el parto. Vio un programa de Discovery Health sobre el parto en casa y ahí se plantó en ella la semilla de un parto amoroso.Esther empezó a aprender más sobre el parto durante su primer embarazo. Escuchó este podcast y tomó un entrenamiento de doula. Ese primer embarazo se perdió a las 9 semanas pero Esther siguió su camino de educación y cuando se embarazó de nuevo llegó armada de muchos conocimientos que la fueron guiando para convencer a su esposo médico de que el parto en casa era la mejor opción para su familia.Después de investigar encontraron una partera que les pudo atender y tuvieron una bella experiencia de nacimiento en casa.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Mariel es una mujer de muchos talentos que creció y ha vivido casi toda su vida en la Ciudad de México. Desde muy chica soñaba con tener una familia grande y ser mamá joven, pero nunca se informó a profundidad de cómo sería el proceso de embarazo y parto. Durante la gestación los médicos la catalogaron como paciente de alto riesgo debido a la historia de su madre y le programaron una cesárea sin ningún motivo médico real. Mariel aceptó sin cuestionar, ella estaba viviendo muchos otros tipos de estrés en su vida cotidiana y nunca pensó que los médicos le recomendaran algo que no fuera lo mejor. El nacimiento de su segundo hijo también fue por cesárea. Después de eso le dijeron que sólo se podían tener tres cesáreas porque el riesgo a su vida aumenta después de cada cirugía. Cuando Mariel descubrió que su tercer hijo era como los otros un varón, empezó a considerar el parto vaginal después de cesárea. Los doctores rápidamente descartaron su idea y le dijeron que esa posibilidad costaría al menos una vida. Mariel se desanimó pero los algoritmos de redes sociales le fueron mostrando algunos recursos e historias, la conectaron con grupos de apoyo, y Mariel se dio cuenta que era posible y seguro tener un parto vaginal. Al principio Mariel luchó por su derecho a tener ese parto vaginal después de dos cesáreas en el sistema médico pero entre más se fue informando más fue aprendiendo que había otras opciones. Después de hablar con varias parteras encontró al fin a una partera con la que conectó profundamente y quien la acompañó durante un parto en casa transformador en que la vida de Mariel empezó un nuevo ciclo de sanación, armonía y abundancia.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Esta semana nos acompaña Fernanda Figueroa desde Panguipulli, Chile para compartirnos su historia de parto.Fernanda planeó amorosamente un parto en casa con un equipo que combinaba lo tradicional y la medicina moderna. Durante su gestación se informó, creció, expandió su visión del parto.Al final, durante el labor de parto Fernanda decidió junto con su matrona y su partera transferirse al hospital, en donde tuvo que usar su voz para pedir lo que necesitaba. Después de varios días, de derrumbar barreras y desafiar parámetros, Fernanda parió a su hija luz en la clínica.Durante el puerperio Fernanda se ha encontrado cara a cara con la culpa materna en varias de sus manifestaciones y nos comparte sus sabias reflexiones sobre los parámetros que se había impuesto y su gran deseo de vivir la maternidad amorosamente con lo que es y existe en el presente y no con lo que ella hubiera querido o creído que debía ser.Y sí tú también te encuentras maternando desde la culpa y los mandatos ajenos, te invito a que te unas a nuestro taller de crianza respetuosa y maternidades feministas que empieza en junio.https://www.larevoluciondelparto.com/store/p1/crianzapacifica.htmlSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
En este episodio Marissa visibiliza algunas de las cuestiones a las que nos enfrentamos las madres desde el momento en el que nos embarazamos.Por un lado, ese amor inconmensurable y esa fuerza que sacamos de nuestras entrañas para poder gestar, parir y lograr que nuestrxs hijxs se desarrollen. Y por otro lado, están también las exigencias de la sociedad patriarcal que no reconoce nuestra labor, los consejos no pedidos, los juicios que se pueden emitir según el tipo de crianza que llevemos y un largo etcétera. Todo esto nos lleva a cuestionarnos, a dudar de la forma en la que estamos y muchas veces a culpabilizarnos.De igual manera, el modelo de crianza con apego contrapuestos a la deuda del feminismo con la maternidad; en el sentido de que pareciera que no considerara la compatibilidad de los derechos de las crías con los derechos de las madres; pueden generar que naveguemos de un extremo a otro sin encontrar la forma de comulgar en un punto medio entre nuestro autocuidado y una crianza respetuosa para nuestrxs hijxs.Por ello, Marissa nos cuenta su experiencia con la maternidad, los retos a los que se ha enfrentado y las herramientas que ha encontrado en su camino como doula. Ella encontró en la crianza pacífica respuestas para transitar las dificultades de la crianza, reconociendo que no es un proceso lineal y que lleva bastante tiempo lograr incorporar éstas prácticas a nuestra vida cotidiana con naturalidad.Si quieres conocer más de este recurso te invitamos al taller que compartirá durante el mes de junio, da clic en las notas del episodio.Taller de crianza respetuosa y feministaSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
María creció en Rosario, Argentina cuando aún no era la gran ciudad que es ahora. Ella consciente de haber nacido por cesárea comenzó a preguntarse acerca de qué significaba para ella en su vida haber llegado a este mundo a través de este proceso, más allá de pensar en la maternidad.Ella tuvo la oportunidad de acompañar a varias mujeres de su familia, así como sus amigas; en los procesos de embarazo, parto y postparto.Después de reiniciar un vínculo amoroso con quien había sido su compañero años antes concibieron a un alma libre que no estuvo en este plano mucho tiempo; sin embargo, después de soltar esa vida y honrarla concibieron tiempo después otra semilla de vida.Esa primer gestación culminó en una cesárea, y a pesar de que ese no era su deseo principal estaban felices de recibir a su hijo; quien a lo largo de su corta vida les acompañó para sanar esa herida.Cuatro años después concibieron a su segunda hija, el plan era recibirle en casa pero debido a un largo trabajo de parto decidieron trasladarse al hospital donde tomaron todo lo que aconteció con amor por la conexión que tenían con la dicha de recibir a su hija; además ayudó mucho que el equipo del hospital fuera amoroso y respetara las decisiones de la familia.El cuarto embarazo María lo recibió con sorpresa, le costó aceptarlo pues fue apenas al año del nacimiento de su hija. Después de meditarlo decidió continuar con el embarazo y su tribu la sostuvo en todo momento. Ella hizo un ejercicio de introspección para reconocer qué era lo que ella necesitaba en esta cuarta gestación ; logrando que con el apoyo de su compañero, su madre, sus amistades, y su equipo de parteras pudieran cubrir todas sus necesidades para recibir a su hijo en casa.Taller de Crianza Respetuosa y FeministaProyecto cosmética naturalSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
Nancy nos acompaña desde Chetumal, Quintana Roo de nuevo para compartirnos la historia de su segundo parto.Debido a que no hay posibilidad de acceder a atención con parteras, Nancy decidió que quien la acompañaría sería una buena amiga que tiene un proyecto de partería en Tulum.Durante las últimas semanas Nancy comenzó a sentirse ansiosa porque para llegar hasta el lugar donde tenía pensado parir tenían que conducir 3 horas en carretera, además existía la posibilidad de que su compañero no pudiera estar presente por motivos de trabajo. Ella logró tranquilizarse meditando y entregándose al proceso. En cuanto su pareja llegó de su viaje de trabajo ella decidió que lo mejor era irse  a la casa de su hermano, que vivía a una hora de donde tenía pensado parir.Ya estando allá pudo relajarse y sintió que era tiempo de ir a la casa de su partera para sumergirse en el proceso. Ahí pudo conectar con la meditación para transitar las contracciones. A pesar de que el parto transcurría durante la fiesta de la independencia de México Nancy en algún  punto dejó de escuchar los sonidos de la música y la pirotecnia.En medio del trance y sumergida en la tina dio a luz a su segunda hija acompañada de su equipo de parto. De regreso a Chetumal tuvo que enfrentarse al postparto sin una red de apoyo que sostuviera a la familia. Fue un reto reconfigurarse pero después de una visita familiar ella pudo al fin sentirse tranquila y relajarse. Para finalizar Nancy nos contó acerca del proyecto en el que colabora para promover y facilitar la labor de la partería en un sistema que no apuesta por este modelo para las mujeres.Si quieres conocer más puedes visitar los siguientes enlaces:www.redparterascertificadas.orgwww.escuelaparteras.comSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
Desde que era adolescente Tania tuvo curiosidad acerca del parto, particularmente del que se lleva a cabo en casa. Por ello durante varios años los libros y las historias la acompañaron para conocer un poco más de ese proceso.Posteriormente con su compañero indagaron un poco más acerca de la violencia obstétrica y otros temas pues a ambos les apasiona la niñez y la crianza.Fue poco tiempo después de hablar acerca de que tenían seguridad para embarazarse que concibieron a su hija Selva. Ambos estaban muy emocionados, sin embargo el compañero de Tania no estaba muy seguro del parto en casa; así que siguieron al mismo tiempo la ruta de la partería y la ruta institucional durante el embarazo.Ya al final del embarazo fueron transitando los miedos que tenían con respecto a parir fuera de una institución y organizaron todo para su parto en casa; pero evitaron decirle a sus familiares pues no querían contagiarse de los miedos y las preocupaciones que podrían tener los demás.A pesar de que la labor de parto fue larga, y en ocasiones Tania dudó de su poder para dilatar, ella transformó sus miedos en afirmaciones poderosas que la permitieron recibir a su hija en la comodidad de su hogar acompañada de su compañero y sus dos parteras.Libros:Nosotras Parimos de Verónica MarcoteEl bebé es un Mamífero de Michel OdentSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
¿Te has preguntado alguna vez, qué es para ti ser una madre perfecta? ¿Has logrado acercarte a ser esa madre que tanto imaginas? ¿Sabes desde dónde viene esa idea de perfección? ¿Te has detenido a observar si ese afán de alcanzar ese estándar te lastima o lastima a otras madres?Esta y otras reflexiones de la maternidad son las que plasma Marissa en este breve pero poderoso episodio. Cuestionarse desde donde vienen los estándares de las madres que, según pensamos, necesitamos ser; ayudará a poder vivir este proceso de una manera más amable para nosotras y nuestrxs hijxs.Ojalá todas podamos ser madres reales sin sentir culpa o vergüenza y sin hacer que otras madres sientan lo mismo Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Esta semana nos acompaña Agnese Soncin, italiana residente de Zitácuaro Michocán, para compartirnos su historia de iniciación a la maternidad.Agnese creció en un pequeño pueblo al norte de Italia. Durante sus estudios universitarios de teatro conoció a su compañero Sebastián, originario de México. Agnese tuvo la oportunidad de visitar México varias veces con su pareja y le gustó mucho. Cuando empezó la pandemia Agnese y Sebastián regresaron a México y vivieron en la selva de Oaxaca por un tiempo. Agnese empezó a sentir una gran necesidad de expresar sus ideas y deseos sobre un futuro con hijos, a pesar de que no era lo que estaban planeando en ese momento. Después de mudaron a la ciudad de México, la cual fue demasiado intensa para Agnese que nos estaba acostumbrada a la inmensidad de la ciudad. Agnese descubrió el mundo del parto humanizado y empezó una formación como doula. Al poco tiempo se dio cuenta de que estaba embarazada y recibió su atención prenatal de la misma partera que la estaba guiando en su camino como doula.Agnese vivió un embarazo con muchos retos emocionales, incluyendo depresión perinatal. Quería un parto en casa pero ella y su pareja aún no tenían un hogar propio. Finalmente encontraron en Zitácuaro una comunidad antroposófica y ahí por fin tuvieron su propia casa.Buscaron el respaldo y apoyo de algún médico que pudiera ser parte su plan B, pero no encontraron a nadie en quien pudieran confiar plenamente. Aún así el plan siguió, el embarazo avanzó, y la partera, aunque con dudas y retos, los siguió acompañando.La labor de parto se insinuaba, pero no se establecía. La fuente se rompió y las contracciones no tenían ritmo. El proceso fue confuso para Agnese, las cosas no estaban fluyendo. Al final tuvieron que transferirse al hospital, donde el personal fue hostil y apresurado. Agnese todavía está sanando de esta experiencia de no ser validada, de sentirse sola, de no ser respetada durante el nacimiento de su hijo.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Virginia creció en Guatemala en una zona llena de árboles y naturaleza; en un principio no pensaba en tener bebés pues a ella le encantaba viajar y pensaba que quizá no sería tan sencillo con la responsabilidad de la crianza. Sin embargo cuando ya llevaba un rato en la relación con su compañero de vida, decidieron planear un embarazo. Aunque viajaban constantemente a la capital  para los chequeos médicos en busca de un parto humanizado; al final del embarazo las opciones desinformadas de los ginecólogos que consultaron fueron desalentadoras diciendo que Virginia no podría tener un parto vaginal. Lamentablemente ella sufrió violencia obstétrica durante la cesárea y eso la dejó decepcionada.Sin embargo cuando se embarazó por segunda vez ya había estado en contacto con mujeres que habían parado en casa así que no dudó en ir por ese camino.Su parto fue acompañado con amor por una doula y una partera que le compartieron las herramientas necesarias para que su bebé naciera en agua en la comodidad de su hogar.Trece años han pasado desde la cesárea y nos cuenta las reflexiones que ha hecho a lo largo de los años para transformar en aprendizaje el dolor que sintió en esa experiencia.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Ivett creció en un pequeño pueblo de Honduras. En la adolescenciase fue a una localidad un más grande para poder estudiar y trabajó por varios años en el magisterio.A los veintiocho años conoció a un pintor de quien se enamoró y concibieron a su hijo Inti.La relación no estaba funcionando, además Ivett no se sentía feliz con su ritmo de vida. Justo en ese momento unos amigos le propusieron ir a un festival en Guatemala y ahí ella pensó que había encontrado un sitio en el que se sentía identificada y comprendida.Por ello decidió mudarse al lago Atitlán en Guatemala para vivir su embarazo.A pesar de que al principio tuvo una serie de incidentes desafortunados logró sobreponerse. Encontró trabajo y un espacio tranquilo para rentar; además conoció a la partera que la acompañaría.Ella tuvo una confianza plena en el proceso y afortunadamente tuvo un parto hermoso con la comunidad que ella formó ahí, además de la compañía de su hermano y su madre.A casi siete años del nacimiento de su hijo ella nos comparte las reflexiones sobre los factores a considerar para un parto en casa. Además nos habla de los retos de ser mamá autónoma; y de las diferencias que hay ahora que está acompañada de su pareja.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Aranza recuerda que desde niña tenía curiosidad por el proceso de gestación, fue quizá eso lo que la llevó a estudiar enfermería.Al estar haciendo sus prácticas en el hospital se dio cuenta de que el trato hacia las mujeres que estaban a punto de parir no era el mejor la mayoría de las veces, pero ella por instinto intentaba brindarles un cuidado más amoroso.Cuando ella se dio cuenta de que estaba embarazada fue algo estresante pues ella tenía otros planes y estaba con los trámites de titulación. Sin embargo con el apoyo de su familia y de la familia de su pareja; tuvieron más tranquilidad para conocer  al equipo de parteras que les acompañarían en el proceso.Por practicidad Aranza decidió parir en una casa de parto. Fue un proceso de varios días en donde se hizo uso de distintas herramientas como caminatas en el bosque, vaporizaciones vaginales, movimiento libre y otras más. Su madre la acompañó en el postparto pues en su experiencia sabía que es mejor pasar ese proceso acompañada. Por otro lado ha tenido retos para gestionar la maternidad  y la actividad laboral.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
En la familia de Rosy parecía que el parto en casa estaba tan normalizado que poco se hablaba de ello, durante su infancia ella vivió de cerca los partos de las mujeres de su familia pero sin conocer a profundidad de lo que trataba el proceso. Desde temprana edad se interesó por la enfermería y a los 14 años se fue a la ciudad para comenzar a estudiar esta disciplina. Comenzó desde muy joven a trabajar en hospitales y pareciera que poco a poco fue olvidando la normalidad con la que se veía el parto con partera en su comunidad de origen. Cuando se embarazó por primera vez sabía que quería que la atención ginecológica fuera con una mujer pues sentía que el trato era más amable. Ella siguió las indicaciones de su ginecobstetra y al sentirse presionada optó por la cesárea. Aunque no tuvo una experiencia que ella considerara como mala, no le agradó el hecho de que le dieran fórmula a su bebé por ejemplo. Para su segundo embarazo no cuestionó que tuvieran que hacerle otra cesárea debido a la previa, entonces transitó de nuevo ese camino sabiendo que evitaría que a su bebé le dieran fórmula.Ella y su pareja no pensaban en tener más bebés, sin embargo comenzaron a cuestionarse desde dónde venía esa negativa a la posibilidad.La interrogante fue más fuerte cuando una mujer de su familia había decidido parir con partera; entonces ella por curiosidad quiso indagar en el tema. A partir de ahí reafirmaron su deseo de tener un bebé más por lo que preguntaron a las parteras si consideraban posible tener un parto vaginal en casa después de dos cesáreas. Las parteras fueron honestas con ella en cuanto a los posibles riesgos pero le dijeron que si era factible y podían intentarlo. Rosy y su familia se organizaron para poder tener el parto en su casa; así fue que ella pudo vivir esta experiencia en su hogar y nos comparte sus reflexiones acerca de esta decisión.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Camila ha tenido un proceso en los últimos años para reconectarse  con la tierra, la alimentación saludable y con ello las semillas. Cuando cumplió 30 años comenzó a preguntarse si quería ser madre , después de platicarlo con su compañero decidieron que querían concebir.A pesar de que en su familia estaba normalizado el parto en hospital y las cesáreas, para Camila esa no era la opción ya que desconfiaba del sistema médico; así que a pesar del miedo que sentía su familia ella estaba decidida a parir en casa. Conoció a un ginecobstetra que atendía partos en casa y tenía una formación más integral por lo cual ella se sintió cómoda llevando su control prenatal con él y con la compañía de una doula que estaba formándose como partera. Durante el parto el doctor no pudo llegar debido a compromisos laborales pero ella se sintió muy tranquila con la presencia femenina de su suegra  y la doula, además  del acompañamiento masculino de su compañero.  A pesar de las dificultades que pueden existir en el postparto ella ha encontrado con el apoyo de su familia las herramientas para transitar el camino de la maternidad.Notas del episodioApoya el podcast en PatreonParticipa en buymeacoffeeDona en paypalSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
Durante su adolescencia Daniela tuvo la inquietud de estudiar Enfermería y obstetricia, aunque no era precisamente lo que ella buscaba  siguió la ruta hacia la partería. Después de que ella y su pareja hubieran decidido no tener bebés y a cuatro días de que el se hiciera la vasectomía, Daniela se dio cuenta de que estaba embarazada. Para ella y su compañero fue muy retador por lo que ella necesitaba mucha contención, pero al ser partera ella sintió que su red de apoyo pensaba que por su experiencia tenía todo controlado. Debido a la cuestión económica se le dificultó encontrar a quien acompañara su embarazo y que también la impulsó a mudarse a casa de su familia, sin embargo gracias a su red de contención pudo sentirse tranquila en ese aspecto. Su trabajo de parto comenzó de forma consistente y su familia la apoyaba en lo que ella necesitaba pero horas después ella sentía demasiado dolor y angustia, ella sentía miedo y quería irse al hospital. Sin embargo ella pensó que lo que estaba sientiendo no fue validado y que no tuvo la contención que ella hubiese imaginado. El parto y el postparto la confrontaron mucho con ella misma y con la romantización de los procesos de la maternidad; todo eso le permitió compartirnos sus reflexiones sobre sus expectativas, el acompañamiento que ella esperaría ofrecer al ser partera y sobre la necesidad de planear el postparto.Notas del episodioApoya el podcast en PatreonParticipa en buymeacoffeeDona en paypalSupport the showwww.larevoluciondelparto.com
Angie creció en el campo y posteriormente se mudó a la ciudad. Después de vivir el duelo de una pérdida gestacional volvió a embarazarse y comenzó a buscar las mejores opciones para su parto. Descubrió la existencia del parto humanizado y tuvo una buena experiencia en un hospital con dos doulas; sin embargo se dio cuenta que el estrés del papeleo y los traslados al hospital no son amables con los procesos de quienes van a parir. Para su segundo embarazo estaba segura de que pariría en casa y contactó a una partera que había conocido en otra faceta de la vida de ambas. Se armó un equipo de parto con dos doulas y la partera que vivía bastante lejos pero Angie se sentía tranquila. Durante ese embarazo conectó mucho con su cuerpo, su familia y la parte espiritual. El parto se desarrolló en la calma de su casa con su familia y el equipo de parto. A pesar de que tuvo miedo en algún momento tuvo el sostén para poder trascenderlo.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
Al finalizar su licenciatura Sandra se dio cuenta de que le apasionaba el campo: sembrar sus alimentos y transformarlos en deliciosas creaciones. En esta búsqueda conoció a su compañero en Canadá, ambos con la idea de tener una familia concibieron a Amapola. Recibieron la noticia en tiempos de pandemia y el compañero de Sandra tuvo que volver a Canadá a trabajar, ella se quedó en el Estado de México con su familia y logró aceptar que quizá su compañero no estaría presente en el parto por la situación mundial. Afortunadamente volvió a tiempo junto con su suegra y toda la familia se involucró en el parto. Al nacer su bebé tenía complicaciones respiratorias pero Sandra y su compañero confiaron siguiendo su instinto cuidando de esa condición en casa hasta que pocos días después se estabilizó.Cuando Amapola tenía nueve meses recibieron la noticia de su segundo embarazo con alegría. Sandra y su pareja decidieron volver a pasar el embarazo y parto en el Estado de México. Con el apoyo de su familia lograron tener un bello parto en casa. Ambos continúan trabajando la tierra y cuidando las semillas de vida.Para compartir tu historia manda un mensaje de voz (o varios) al número de WhatsApp +13609721863Support the showwww.larevoluciondelparto.com
  Cinthya había nacido con partera por lo que siempre tuvo curiosidad por ese proceso. Sin embargo cuando se embarazó dudó un poco de la decisión de tener un parto en casa pues su familia tenía miedo de que algo saliera mal.Gracias a una amiga conoció a una partera que también tenía experiencia en el hospital por lo que le inspiró confianza y posteriormente a su familia también.  Había un acuerdo con su familia de que tendría el trabajo de parto con la partera para después irse al hospital pero durante ese lapso ella decidió que no quería eso, así que se quedó en el consultorio de la partera. Fue un proceso muy rápido, Cinthya lo disfrutó mucho a pesar de laa fuertes contracciones. Su parto fue rápido, con el apoyo de su familia y de su amiga ha podido trascender los retos del postparto como las complicaciones con la lactancia.Notas del episodioApóyanos en PatreonApóyanos en Buy me a coffeeDona en PayPal Support the showwww.larevoluciondelparto.com
La historia de Sarahi

La historia de Sarahi

2022-10-2553:15

Sarahi tenía 18 años cuando decidió salir a viajar para dedicarse al arte circense y la artesanía, dejando su hogar en Quetzaltenango, Guatemala. A los 19 años estando en El Salvador se dio cuenta de que estaba embarazada y decidió regresar a la casa de su familia para pasar todo el embarazo ahí.Sabiendo que su mamá había parido en casa, Sarahi y su madre buscaron una comadrona de la comunidad donde ella trabajaba.La atención fue muy buena y a pesar de que el día que se detonó la labor de parto ella había recibido una mala noticia Sarahi logró conectarse con el momento. Sin embargo al tener un recordatorio de esa situación, la dilatación disminuyó considerablemente. Por eso ella decidió optar por una de las dos opciones que le propuso la comadrona: ir al hospital público. Ahí sufrió violencia obstétrica y no pudo convivir con su bebé Adara hasta cuatro días después de que a ella la dieran de alta.Cuando su bebé estuvo con ella, y con el ejemplo que había tenido de su madre, tuvo la fortaleza para trascender cualquier obstáculo de la maternidad, sobrevivir a la violencia doméstica y continuar viajando con su hija.Support the showwww.larevoluciondelparto.com
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