Claim OwnershipHABLEMOS CON LA VERDAD
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© LUIS MORENO
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Reflexiones el Evangelio del día para jóvenes y adultos que nos ayudan a mejorar la calidad de vida
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Para Jesús creer no es suficiente, es necesario que lo que se cree se
traduzca en obras concretas las cuales manifiesten nuestra adhesión al credo que profesamos.
Es esa fe sencilla y que nace del corazón la que por mucho tiempo ha sido pilar de la Iglesia pues a través de ella Dios acerca a sus hijos e hijas para que reconociendo las maravillas que El ha hecho en su vida le sirvan con sencilles y amor.
En la lectura del evangelio de este día Jesús visita la casa de Simón. Llama la atención que el Señor visite la casa de uno de sus apóstoles lo cual nos invita a reflexionar que tanto le abrimos nuestra casa a Dios.
El evangelio de este día nos recuerda que todos hemos sido enviados a esparcir la buena nueva del Evangelio y que esta responsabilidad no solo es de los sacerdotes sino de todo católico que ama a Dios con sincero corazón.
LA FIESTA DE LA PRESENTACION DEL SEÑOR NOS RECUERDA QUE PARA LIBERARNOS DEL PECADO, LA MONOTONIA DE LA VIDA Y TENER VIDA EN ABUNDANCIA ES NECESARIO RELACIONARNOS CON JESUS.
Si no profundizamos en la fe y la vivimos, jamas llegaremos a entenderla y mucho menos podremos amarla.
En Jesús el llamado de la hora nos recuerda el momento en que el Padre pide a Jesús estar enfocado al 100% en su misión. Pará nosotros implica el vivir nuestro compromiso bautismal a cabalidad.
El miedo es algo que muchas veces nos domina y no nos permite A avanzar en la vida espiritual. En el evangelio de hoy reflexionamos cómo vencerlo
Si mientras caminamos por la calle alguien nos dijera que Dios o la Santísima Virgen María nos quieren hacer un regalo, y que además tenemos la oportunidad de escoger el regalo, ¿Qué le pediríamos? Escuchemos la reflexión del evangelio de hoy y descubramos qué podemos pedirle a Dios y cómo hacerlo.
Al volvernos a proponer este texto para el Evangelio del día de hoy, la Iglesia vuelve recalcarnos la importancia de hacer las cosas por amor y con amor. Si embargo, sentir amor no es suficiente, es necesario que el amor vaya acompañado de obras concretas que manifiesten lo que llevamos en el corazón. En el evangelio de hoy reflexionamos sobre la importancia de vivir en el Amor de Dios.
El evangelio de este día podríamos resumirlo en una frase “las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”, escuchemoslo.
En la lectura del dia de hoy Jesús quiere centrar nuestra atención en las actitudes que deben surgir en nosotros como fruto del ayuno, la oración y la limosna.
La cuaresma es un camino que nos lleva hacia el verdadero acontecimiento que da sentido a nuestra fe: la Resurrección.
No podemos decir que primero es la ley y segundo la caridad o viceversa pues la vivencia de una nos lleva como consecuencia a vivir la otra.
La experiencia del desierto enfatiza esa austeridad y recogimiento con el que debemos vivir la cuaresma pues este tiempo debemos considerarlo como una oportunidad de vivir un retiro espiritual cambiando nuestros hábitos diarios para buscar hacer oración y penitencia pidiendo a Dios misericordia.
El “sígueme” de Jesús no solo se limita a aquellos que hemos sido llamados por Dios al ministerio sacerdotal o la vida consagrada. Es una invitación para todos y cada uno de nosotros los seres humanos a vivir cerca de su amor y ayudar a la Iglesia en la ardua tarea de difundir el evangelio por todos los confines de la tierra.
En el evangelio de hoy Jesús nos recuerda que en el tiempo de cuaresma es necesario practicar el ayuno como medio de
purificación y de control de nuestra naturaleza pecadora.
Este día en que nos es impuesta la ceniza es una oportunidad de reflexionar y cambiar, no de solamente utilizar este signo como algo externo que nos identifica como seguidores de Jesús. Sino como un verdadero signo de conversión y arrepentimiento.
En el evangelio de este día Jesús habla con sus discípulos sobre el no dejarse influenciar por maneras de pensar demasiado humanistas o centradas en el egoísmo.
En la época de Jesús la lepra era una enfermedad de excluidos. Para protegerse de los leprosos se les prohibía entrar en las ciudades. La lepra era una enfermedad social.
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