¿Alguna vez diste por hecho que tu equipo, tu familia o tu iglesia te había entendido… pero al final nadie hizo lo que pediste? 😅 Esa frustración puede doler porque no solo se trata de tareas sin cumplir, sino de relaciones desgastadas y confianza debilitada.

El error más grande en la comunicación es pensar que ya sucedió. Yo lo aprendí a la mala en una junta que, literalmente, solo existió en mi mente. En este episodio te cuento esa historia y lo que descubrí sobre mi responsabilidad como líder.

Aquí vas a encontrar principios que te ayudarán a:

1. Conectar desde el corazón antes que con la cabeza (usando historias y vulnerabilidad).
2. Preparar tu mensaje con claridad, constancia, coherencia y conexión.
3. Definir claramente qué quieres que tu equipo sienta, sepa y haga.
4. Evitar malos entendidos y transformar tus palabras en acciones reales.

Si eres líder de un equipo, trabajas con voluntarios, o incluso quieres mejorar la manera en que hablas con tu familia, este episodio te dará herramientas prácticas para comunicarte de forma clara, inspiradora y efectiva.