El primer viaje internacional del Papa León XIV a Turquía y Líbano muestra un pontífice conmovido, afectuoso, sobrio y con ideas claras, destacando su visión agustiniana y espiritualidad de comunión. Pronto ofrecerá su primera ofrenda a la Inmaculada y se trasladará al palacio apostólico en enero tras reformas. Este viaje marca su diplomacia internacional, promoviendo la paz, el diálogo interreligioso y el ecumenismo, poniendo el foco en Líbano y sus vulnerables. Aboga por tender puentes entre cristianos y musulmanes frente a ideologías divisivas. También se aborda la crisis de salud mental juvenil en España, el aumento de suicidios adolescentes, el bullying y el difícil acceso a servicios públicos. Se urge a la Iglesia a ofrecer una pastoral juvenil integral que atienda estas heridas más allá de respuestas superficiales. La fe cristiana impulsa una sociedad de cuidados, donde acompañar y valorar al prójimo es esencial para una comunidad más humana.