Las princesas de Disney nos llevaron a replantearnos qué cosas compramos (o no) de nuestra media naranja, el amor romántico y nuestra búsqueda de parejas. Qué locuras llevamos dentro mientras esperamos que nuestro príncipe azul llegue o mientras encontramos a la princesa de la cual seremos los salvadores (hoy en día salvadores económicxs claro está jaja)