En este episodio de El Disparadero exploramos el diálogo eterno entre la permanencia y el cambio en el arte. Desde las cuevas de Tito Bustillo hasta las últimas exposiciones de Estefanía Martín Sáenz y Fuensanta Sobejano, recorremos cómo las huellas humanas atraviesan el tiempo y cómo cada obra se transforma con cada mirada.

Reflexionamos sobre lo que permanece incluso cuando todo cambia, sobre las imágenes que sobreviven (¡hola, Warburg!), sobre esa necesidad humana de dejar huella, y sobre cómo cada obra renace cada vez que alguien la mira (gracias, Duchamp, por complicarnos la vida).

Además recomendamos dos paradas imprescindibles: en Valencia, próximamente la exposición de Anselm Kiefer en el Centro de Arte Hortensia Herrero, una experiencia intensa, cargada de memoria, materia y paisajes simbólicos; y en Madrid, la colectiva Si no, el invierno en Ilgaz Yildiz Gallery, con obras de María Gimeno, Ana Nance y Gueuzde Yu, una propuesta íntima y evocadora que, a través de cerámica, hilos y papeles, explora memoria, cuerpo e identidad.

¡Dale al play y que la permanencia te pille cambiando!