Google ha negado haber utilizado datos del ChatGPT de OpenAI para entrenar a su nuevo chatbot generativo de IA, Bard. La empresa presentó a Bard el mes pasado en respuesta al popular generador de IA de OpenAI, que ha captado la atención de importantes empresas tecnológicas. Mientras que Microsoft se sumó rápidamente, Google se quedó atrás. Sin embargo, un informe reciente de The Information acusó a Google de utilizar datos públicos del ChatGPT sin permiso para ayudar a desarrollar a Bard.

Bard se construyó sobre una combinación de modelos de aprendizaje automático y datos de entrenamiento. Google utilizó su Modelo de Lenguaje para Aplicaciones de Diálogo (LaMDA) para formar la sintaxis del chatbot y, para los datos de entrenamiento, la empresa utilizó bibliotecas de código abierto para investigadores de IA. Sin embargo, parece que estos datos de dominio público no fueron suficientes para Google, y la empresa recurrió a las respuestas del ChatGPT compartidas públicamente a través de ShareGPT para entrenar a Bard.

Según el informe, el investigador de IA de Google Jacob Devlin advirtió a los principales ejecutivos, incluido el CEO Sundar Pichai, que utilizar los datos del ChatGPT violaría los términos de servicio de OpenAI. Devlin dejó la empresa y ahora trabaja para OpenAI. Estaba preocupado de que si Google aprovechaba los datos del ChatGPT, Bard podría acabar con respuestas similares.

Google ha enviado una declaración a WinFuture afirmando que el entrenamiento de Bard no se basó en datos del ChatGPT. "Bard no está entrenado en datos de ShareGPT o ChatGPT", dijo la empresa a la publicación. Sin embargo, no está claro si se utilizó en algún momento datos del ChatGPT para entrenar a Bard antes de su lanzamiento y si Bard opera con algún tipo de ese entrenamiento.

Google ha estado caminando por una cuerda floja entre las preocupaciones éticas y la falta de progreso, y se ha apresurado a crear a Bard en un plazo avanzado. Incluso Pichai pidió a los empleados de Google que dedicasen hasta cuatro horas de su día para solucionar algunos problemas en su desafío al ChatGPT antes de su lanzamiento, según Business Insider.

En conclusión, aunque Google niega haber utilizado datos del ChatGPT para entrenar a Bard, las acusaciones plantean preocupaciones sobre el uso de datos públicos por parte de gigantes tecnológicos y las preocupaciones éticas en torno al desarrollo de la IA. Aún está por verse si surgirá alguna evidencia adicional sobre las acusaciones, pero está claro que el uso de datos públicos en el desarrollo de la IA seguirá siendo un tema controvertido en la industria tecnológica.