Madres, abuelas, esposas… Pasada cierta edad, las mujeres quedan relegadas a un segundo plano en el cine. Mujeres silenciadas y robadas de cualquier protagonismo que acaban siendo los complementos emocionales de los protagonistas masculinos

En su última película, Gracia Querejeta quiere dar voz a estas mujeres que normalmente no ocupan el lugar central de la historia. En su conversación con Begoña Piña, la directora junto al co-guionista Antonio Mercero comentan las desventajas de volverse invisible con los años en una sociedad donde envejecer nunca ha estado muy bien visto.