Greta Thunberg y Ada Colau se subirán en la flota que irá hasta Gaza para llevar ayuda
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Barcelona será este domingo el punto de partida de una expedición inédita: la Global Sumud Flotilla, considerada por sus organizadores como "la mayor misión humanitaria de la historia". La iniciativa reunirá a activistas de 44 países, entre ellos Greta Thunberg y Ada Colau, y zarpará desde el puerto de la capital catalana cargada de alimentos, agua y material de primera necesidad con destino a Gaza.
La exalcaldesa Colau y la activista sueca ya intentaron sin éxito sumarse a otras flotillas en el pasado. En esta ocasión lo harán junto a representantes políticos como Lucía Muñoz (Podemos Baleares) o Pilar Castillejo (CUP), además de periodistas, médicos y artistas. Cada barco tendrá un perfil específico: desde una embarcación compuesta íntegramente por mujeres hasta otra formada por veteranos del ejército estadounidense.
Los impulsores destacan que es la primera vez que una flotilla parte directamente desde España hacia Gaza, eligiendo Barcelona por su peso histórico en movimientos sociales y de protesta.
Formación y cultura antes de zarpar
La expedición está rodeada de un ambiente cultural y reivindicativo. Desde este viernes, los activistas reciben en Barcelona una formación intensiva mientras el Moll de la Fusta acoge conciertos, talleres y charlas. El programa incluye actuaciones de Tribade, Macaco, Clara Peya, Lluís Llach y artistas palestinos como Marwan o Sol Band.
Este espacio servirá también como lugar de despedida de la flotilla, que prevé sumar a cientos de simpatizantes antes de hacerse a la mar.
La salida está programada para la mañana del domingo. La previsión es que la expedición llegue el 4 de septiembre a Túnez, donde se unirán nuevos barcos al convoy antes de proseguir hacia Gaza. Si todo marcha según lo planeado, en siete u ocho días los barcos alcanzarán la costa palestina para descargar el material.
Los organizadores confían en lograrlo pese a los posibles impedimentos del Gobierno israelí y recuerdan que en 2008 otra misión logró entrar por mar. Además, prevén que distintos puertos mediterráneos se sumen con embarcaciones de apoyo o salidas simbólicas de acompañamiento.
Israel ha advertido en otras ocasiones de que no permitirá vulnerar su bloqueo marítimo, lo que convierte cada travesía en un pulso diplomático. Aun así, los promotores de la flotilla insisten en el carácter estrictamente humanitario de la misión y en la necesidad de visibilizar la situación de la población gazatí.