Innovador láser permite rescatar la Catedral de Mérida sin daños
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De estilo renacentista-manierista, la Catedral de San Il defonso, erigida en el siglo XVI, en Mérida, Yucatán, es atendida con un equipo láser de luz pulsada de 100 watts, para retirar las pintas realizadas durante la marcha del 8 de marzo de 2023, las cuales afectaron sus fachadas exteriores norte, este y oeste.
Las labores, que comenzaron en febrero de 2024 y concluirán en enero de 2026, están a cargo de la empresa IG Restauración y Arquitectura, bajo la supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con recursos de un seguro federal por siniestros destinado a la preservación de monumentos históricos. Con el fin de utilizar herramientas y métodos menos invasivos en la piedra caliza, se determinó intervenir las áreas dañadas con una técnica innovadora: el láser.
Por lo general, se realizan procesos de limpieza químicos o fisicoquímicos que son poco amigables, tanto con el usuario como con el medioambiente y los materiales de soporte, refirió la restauradora-perito del Centro INAH Yucatán, Karla Martínez López.
El equipo láser portable, operado por restauradores especialistas, permitió retirar la mayoría de la pintura en superficie, mientras que una mínima parte fue eliminada con solventes y limpieza mecánica, explicó la responsable de la supervisión. En la fachada este se intervinieron 40 metros cuadrados, y en la norte, 220. En la fase actual, precisó, se atiende la cara principal de la catedral (portada oeste), con 50 por ciento de avance en los trabajos.
Aunado al retiro de la pintura, la restauradora detalló que el diagnóstico dictaminó que la mampostería de esos muros estaba en mal estado de conservación; se observó pérdida de juntas constructivas y de aplanados, procesos de disgregación y desprendimientos, así como áreas de humedad concentrada. La restauración debe ser integral, aseveró, por lo que se estabilizaron y consolidaron aplanados y secciones de piedra. Se fijaron algunas zonas de aplanados originales en riesgo de desprendimiento, y se recuperaron juntas constructivas del inmueble, elaboradas con mampostería y cal.
Martínez López agregó que los materiales de madera y los tres portones de la fachada principal presentaban daños a causa de la aplicación, en intervenciones anteriores, de pintura de mala calidad, lo que provocó que la madera se resecara.
“Para resarcirlos se están liberando todas estas capas de color y se recupera el barniz, basado en la técnica original de manufactura”.



