La psicología dice que si mencionas estos nueve temas en una conversación, tienes habilidades sociales por debajo del promedio
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Saber llevar una conversación es todo un arte. Por eso, en algún momento, todo el mundo se ha sentido incómodo o a disgusto al hablar con alguien. Esto puede ser por muchos motivos y la psicología ha desvelado nueve temas que si una persona menciona en una conversación es posible que carezca de las habilidades sociales necesarias.
Hablar de tu estado de salud
Las visitas al médico son algo habitual en la vida de una persona, desde unos simples análisis hasta algo más grave como una operación y todo lo que conlleva. Sin embargo, hay diferencias entre cómo abordar estos temas en una conversación. Según la psicología, hay diferencias entre hablar de un problema de salud y contar lo justo y necesario, que indagar en detalles innecesarios.
Las personas que hacen lo segundo demuestran que no son conscientes de que sus interlocutores pueden sentirse incómodos. Además, estas personas no suelen darse cuenta de que hay temas que no se pueden tratar en una comida, si las otras personas se muestran interesadas o si son amigos cercanos con los que poder hablar sin tapujos.
Dar detalles personales en exceso
Es habitual que, en una conversación, los temas que se traten sean vivencias personales de cada uno. Si bien, hay que tener en cuenta con quién se está hablando. Estudios publicados por Journal of Personality and Social Psychology han señalado que las personas que, nada más iniciar una conversación con otra persona, cuentan detalles de su vida, son percibidas como desagradables.
Estas personas, además, se desahogan contras al poco de conocerlas, lo que genera rechazo. Por lo tanto, hay que medir bien el grado de confianza que se tiene con la otra parte, así como el contexto de la conversación y de la relación.
Exceso de narcisismo
Otro de los errores que cometen las personas con pocas habilidades sociales consiste en darse 'autobombo' y hablar continuamente de sus logros personales, sus éxitos y lo que han conseguido en su vida. Es lo que los expertos llaman narcisismo convencional, que una conversación gire en torno a uno mismo.
Esto puede dar a entender que esa persona necesita validación por parte de los demás y se siente insegura cuando la conversación no trata de sí misma. Además, según los expertos, estas personas no buscan crear vínculos con los demás, solo un público que les escuchen.
Hablar de temas que generan división sin tener en cuenta el contexto
Hay temas que generan mucha división: la religión, la política... Diversos estudios han señalado que las personas que sacan estos temas en una conversación sin tener en cuenta el contexto o las consecuencias que puedan provocar tienen falta de habilidades sociales.
No se trata de no hablar sobre estos temas, que son necesarios en el debate público, sino de identificar el momento idóneo para comentarlos, así como los vínculos con las otras personas presentes en la conversación y si es el momento adecuado para sacarlos a relucir.
Quejarse constantemente
Desahogarse de una situación que te molesta es necesario y positivo, de lo contrario, no expresar las emociones acaba con que la persona 'explota' -habitualmente de manera negativa-. Si bien, hay que diferenciar entre un desahogo puntual y que las conversaciones giren en torno a quejas y aspectos negativos continuamente.
Los expertos han demostrado que las personas que solo se centran en lo negativo y lo proyectan hacia los demás son percibidas como desagradables y tienden al aislamiento social. La solución es focalizarse en lo positivo y en las maneras de abordar esa situación negativa.
Hablar en el trabajo de forma negativa sobre alguien en concreto
En el ambiente de trabajo es habitual hablar sobre otros compañeros. Si bien, no es lo mismo comentar un aspecto puntual sobre alguien, que expandir rumores dañinos que se sabe que van a circular con rapidez entre los demás.
Según varias investigaciones sociológicas, los 'cotilleos' positivos refuerzan los equipos, pero los negativos merman la confianza y la persona que lo esparce es percibida como alguien en quien no se puede confiar.
Monopolizar las conversaciones
Una charla entre amigos debe ser un momento para la reflexión, para compartir con los demás. Si bien, siempre hay personas que tienden a monopolizar las conversaciones y a centrarlas en sus vivencias y experiencias.
Varios estudios han llegado a la conclusión de que las personas que hacen esto son dominantes y controladoras y no se dan cuenta de que provocan en los demás un efecto de rechazo. Además, como consecuencia de su actitud, las otras personas se sienten ignoradas e infravaloradas.
Hablar continuamente sobre dinero
El psicólogo Daniel Goleman señala en uno de sus libros que cuando una persona habla de dinero se genera una situación incómoda. Estas personas denotan inseguridad, sobre todo porque siempre hablan de cantidades elevadas de dinero o salarios elevados.
Una persona con buenas habilidades sociales sabe que, aunque los temas económicos son importantes, no son excesivamente importantes en una conversación, dado que forman parte del ámbito personal de cada uno.
Aconsejar sobre cómo hay que criar a los hijos
Es habitual que cuando una pareja tiene hijos por primera vez, otras que ya han tenido les aconsejen, les den trucos, les ayudan a afrontar algunas situaciones. Sin embargo, hay una gran diferencia entre aconsejar con una buena intención y criticar las maneras que cada persona elige para educar a sus hijos.
Por ejemplo, una situación que ocurre mucho es aquella en la que una madre primeriza recibe consejos de su suegra, pero en lugar de ayuda son reproches. Según la psicología, las personas que hacen esto no respetan los límites personales de los demás y tienen nula capacidad para interpretar las señales sociales.




