En este libro, San Agustín nos lleva al profundo combate interior entre su vieja voluntad carnal y su nueva voluntad espiritual, mostrándonos la batalla entre el deseo y la fe, el dolor y la esperanza. A través del relato de su encuentro con figuras piadosas como Simpliciano y Pontifiano, y de testimonios de conversiones poderosas como la de Victorino, el autor revela la dinámica de su transformación espiritual. Desde las dudas y vacilaciones hasta la experiencia definitiva en el jardín de Casiciaco, donde un mandato divino lo lleva a la acción, este libro es un testimonio apasionado de la lucha humana por romper las cadenas del pecado y abrazar la gracia liberadora de Dios. Una narración que invita a todos a contemplar la misericordia divina, la importancia de la humildad y el poder del amor que transforma.