Cinco personas han fallecido en Canarias en los últimos días como consecuencia del fuerte oleaje que afecta al archipiélago. Cuatro de ellas murieron en Tenerife, en una zona costera precintada en Los Gigantes, y la quinta víctima perdió la vida en Lanzarote, donde fue arrastrada por una ola en la zona de Los Charcones, en el municipio de Yaiza. Las autoridades mantienen activada la prealerta por fenómenos costeros ante un episodio de mar de fondo especialmente intenso.

El último fallecido en Lanzarote

El último fallecido es un joven de 27 años que se encontraba en la costa junto a otro hombre cuando una gran ola los sorprendió y los empujó al mar. La llamada de auxilio se recibió poco antes de las cuatro de la tarde y activó un amplio dispositivo de rescate, con helicópteros del GES y Salvamento Marítimo, efectivos de bomberos, Guardia Civil, Policía Local y ambulancias del Servicio de Urgencias Canario.

La víctima fue recuperada de una parada cardiorrespiratoria y trasladada en estado crítico al Hospital Doctor José Molina Orosa, donde finalmente murió. Con su fallecimiento, son ya 5 las víctimas mortales de este episodio de mar muy alterada y 61 las registradas en el litoral canario en lo que va de año.

Cuatro víctimas en Tenerife

Los otros cuatro fallecimientos se produjeron en una piscina natural de Los Gigantes, en la costa sur de Tenerife. Una ola de grandes dimensiones golpeó y arrastró a un grupo de personas que se encontraban en una zona que se hallaba vallada y cerrada por riesgo de oleaje. Entre las víctimas hay turistas de nacionalidad rumana y eslovaca, además de un hombre de 35 años y una mujer de 55. Varios heridos fueron atendidos por contusiones, y continúa la búsqueda de una persona desaparecida.

El alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro, lamentó los hechos y recalcó que el acceso estaba correctamente señalizado y prohibido. Ha explicado que, para avisar del peligro, hay carteles en varios idiomas (castellano, inglés y alemán) con el siguiente aviso: "Información importante para su seguridad: zona peligrosa en situación de fuerte oleaje", acompañados de tres fotos que mostraban las consecuencias en el caso de que una ola arrasara la piscina. Además, la zona estaba vallada, pero los visitantes hicieron "palanca" y se arrastraron por debajo de las vallas.

De hecho, durante la tarde hubo alrededor de 20 personas en la piscina, según el alcalde, a pesar de que la prealerta ya advertía de que podían producirse olas de entre dos y tres metros, sobre todo durante la pleamar. "El mar empieza a advertir, se ponen al borde del muro, viene una olita, parece que no pasa nada, pero ocurre", ha lamentado.

La situación de prealerta por mar de fondo abarca todo el archipiélago y está respaldada por los avisos de Aemet, que prevén mar combinada de entre 2 y 4 metros y fuerte oleaje del norte y noroeste. Y este escenario, coincide con fuertes mareas, que amplifican el impacto del agua en la costa, sobre todo en momentos de pleamar.

Por ello, las autoridades insisten en que se evite acercarse a espigones, charcos y piscinas naturales, pescar en zonas no vigiladas, realizar fotografías desde primera línea o acceder a lugares restringidos. Los servicios de emergencia recuerdan que, aunque desde tierra la situación parezca estable, el comportamiento del mar puede variar de forma brusca y convertir una simple visita a la costa en un suceso irreversible.