En este episodio de La Biblia en un año, vemos a Pablo llegar a Éfeso, una ciudad brillante por fuera pero profundamente necesitada de Dios. Allí encuentra a doce hombres dispuestos a recibir la verdad completa del Evangelio, y al imponer sus manos sobre ellos, el Espíritu Santo los llena de poder. Durante dos años, Pablo predica, enseña, sana enfermos y muestra la autoridad de Jesús con señales que transforman la ciudad. Incluso los demonios reconocen su nombre, mientras los falsos exorcistas son expuestos, y muchos habitantes abandonan su magia, queman sus ídolos y se rinden al Señor. Pero el avance del Evangelio también provoca oposición. Los artesanos liderados por Demetrio levantan un motín furioso al ver que sus ganancias en los templos de Artemisa desaparecen. Aun así, Dios protege a su pueblo, y la obra de Cristo sigue creciendo en medio de la persecución. La historia de Pablo en Éfeso nos recuerda que donde el Espíritu Santo se mueve, las tinieblas retroceden, los corazones cambian, y la verdad de Jesús transforma incluso los lugares más difíciles.

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