El centro de menores migrantes de Telde, en Gran Canaria, está en el punto de mira tras difundirse mensajes internos que revelan visitas de padres magrebíes a sus hijos, quienes permanecen bajo tutela pública después del encuentro.
Según lo que publica ‘La Gaceta’ en las capturas de los mensajes consta que los padres viajan, acompañan a los menores a actividades y regresan a su país el mismo día, sin recuperar la custodia.

La denuncia, publicada en redes sociales por el usuario @CanarioToday, cuestiona los protocolos del Gobierno canario y el papel de la ONG gestora, Quórum Social 77, ya señalada por otras polémicas. 

El caso reabre el debate sobre el control administrativo de estos centros, la fiscalización de las visitas y el uso de fondos públicos en un sistema tensionado por la presión migratoria.

Igualdad alerta del auge del término 'charo' como insulto a las mujeres

El Instituto de la Mujer alerta del uso creciente del término «charo» como insulto en redes sociales, calificándolo de herramienta de «misoginia digital». 

Según un informe del Observatorio de la Imagen de las Mujeres (una entidad pública que depende del Ministerio de Igualdad), la  palabra ‘Charo’, popularizada hace más de una década, se ha consolidado como mecanismo de desprecio hacia mujeres que se definen como feministas.

El estudio señala que el término «charo» agrupa estereotipos sexistas y contribuye a ridiculizar referentes de mujeres progresistas.

Desde el Instituto de la Mujer sostienen que usar el término ‘charo’ es una manera de silenciar a las mujeres, por lo que reclama reforzar la vigilancia en redes sociales y promover nuevas masculinidades.

De hecho, el informe va acompañado de un proyecto para monitorizar el machismo online, con el objetivo de visibilizar y prevenir estas dinámicas.

Intento de escrache al libro de Juan Soto Ivars

Juan Soto Ivars denuncia un intento de boicot a la presentación de su libro Esto no existe: las denuncias falsas en violencia de género, prevista en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla. PSOE, Adelante Andalucía y colectivos feministas pidieron cancelar el acto, alegando que fomenta el negacionismo.

No obstante, la presentación contó con la ayuda de las fuerzas del orden, que desalojaron a quienes querían reventar el acto.