Una épica España se medirá a Alemania en semifinales de la Copa Davis
Description
En la fase de clasificación, Munar, Martínez y Carreño obraron el milagro en Puente Romano. Los tres héroes fueron también protagonistas en la fase final de Bolonia, acompañados por la exigencia, la madurez, la experiencia y la fiabilidad de Granollers, decisivo en el dobles para completar la remontada. Tras varias horas de inestabilidad por la baja de Carlos Alcaraz, la 'Armada' cerró filas. "Confianza en lo que somos", apuntó Munar en ruedas de prensa. El positivismo emergió de los mensajes del capitán, David Ferrer. Tenía motivos España para pensar en ello, aunque entristecida por la marcha de su número 1. Y lo demostró en unos cuartos de final tremendamente igualados de los que salió aún más reforzada.
Carreño estaba enchufado, decidido. Dejó puntos de fantasía en un partido tremendamente igualado. Volvió a recordar a aquel Carreño que peleó por el top-10 del circuito ATP. Sus circunstancias esta vez eran diferentes. Llegó a la convocatoria como quinto hombre. Pasó a ser protagonista por la baja de Alcaraz y encaró el reto con la madurez de quien ya levantó este trofeo en 2019 y con la ilusión de quien vuelve a sentirse al nivel para competir ante el número 19 del mundo. Carreño fue el que cerró la remontada en Marbella ante Dinamarca en la clasificación. España está en Bolonia, en gran parte, gracias a él. Y entró al campo con ese poso, aunque no pudo frenar los 20 saques directos de su rival y los otros tantos que le obligaron a un resto fácil para el checo. Llegó a quebrar en el primer envite, pero no pudo facilitar el primer punto de la 'Armada'.
Pero, para suerte de España, con toda la presión encima, el 'Mágico' Munar apareció para mantener vivo el sueño del equipo de David Ferrer en Bolonia. Revivió a la 'Armada' tras la derrota de Pablo Carreño ante Jakub Mensik y dejó todo abierto para el duelo de dobles, con Granollers como gran baza para conseguir el pase a una ronda de semifinales en la que España no compite desde que ganó su última 'ensaladera' en 2019. Se llevó el duelo entre los números 1 de cada combinado. Superó al gran 'coco' checo, un Lehecka que es el 17 del mundo. Sin ceder un solo set, con solvencia, ante un rival que es especialista en este tipo de pista rápida cubierta.
Pero Munar se olvidó de todo eso. Entró en la pista uno de los héroes de Marbella y volvió a ser gigante. Superior a Lehecka, que claudicó ante el 'Mágico' en otro partido tremendo en su espectacular año, el mejor de su carrera que cierra en el puesto 36 del 'ranking', el mejor de su vida profesional. "Yo siempre he dicho que tengo plena confianza con o sin Carlos. Uno tiene que aferrarse a lo que tiene, no quedarse deambulando y pensando en qué le hubiese gustado o no tener", comentó en rueda de prensa tras su victoria.
Granollers y Martínez firman la remontada
En el momento decisivo, Granollers, ganador de dos Grand Slam en dobles, entró en escena y lideró el equipo con la inestimable ayuda de un Martínez estelar. Para continuar con la tónica de las victorias, los doblistas españoles se empeñaron en cerrarla en dos sets. Dos 'tie-breaks' decidieron la eliminatoria. Y una doble falta de Mensik, en primer momento héroe por su victoria ante Carreño y después villano por su mal partido en los dobles, completó la gesta. España volvió a tirar de épica. Está en semifinales tras 6 años con un equipo unido y mucha fe en hacer una semana bonita en Bolonia.
Alemania será el rival en semifinales
Los argentinos Horacio Zeballos y Andrés Molteni cedieron en el partido decisivo de los cuartos de final de la Copa Davis ante la Alemania de Zverev, con una derrota en un 'tie-break' tremendo en el que gozaron de tres bolas de partido, y dejaron escapar la oportunidad de alcanzar unas semifinales de 2016. Alemania, por tanto, con Zverev al mando, que sufrió el partido de dobles hasta el final, entrada la madrugada italiana, se cita con España por un puesto en la gran final del torneo.
Molteni y Zeballos, este último ganador de Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos este curso, gestionaron con aplomo la última eliminatoria, decisiva tras el empate a 1 que colocó en el marcador Zverev, verdugo de Cerúndolo. Pero no fue suficiente. Rozaron la gran victoria. Tuvieron tres oportunidades de partido. Pero los míticos doblistas argentinos se quedaron con la miel en los labios ante a los también experimentados Tim Puetz y Kevin Krawietz, pareja mucho más rodada que participó en las Finales ATP de Turín la pasada semana. Resistieron los tres puntos de partido y, a la quinta oportunidad que ganaron, en un 'tie-break' frenético en la tercera manga, cerrar el pase y la remontada germana (4-6, 6-4 y 7-6 (10)).
Y eso que Argentina empezó por todo lo alto. Etcheverry, número 60 del mundo, puso la primera piedra de los sudamericanos para volver a unas semifinales que no pisa desde 2016, el mismo año en el que ganó su primera Davis. Superó en dos sets al 84 del mundo, en el duelo de segundos espadas de la eliminatoria. Lo hizo tirando de orgullo Etcheverry, remontando el 4-2 en contra en el primer envite que le infligió Struff con un 'break' que bien pudieron ser dos. Sobrevivió el argentino salvando tres bolas de rotura, momento en el que cambió por completo su partido. Su saque, fundamental. Un total de 23 directos en todo el partido. Suficientes para decantar un partido tan igualado.
Sumó tres juegos seguidos, devolvió el 'break' y condujo el envite a un 'tie-break' en el que volvió a comenzar cediendo su saque. Esta vez, su reacción fue inmediata. Quebró los dos seguidos de Struff y, con 4-1, encarriló la manga para, en la segunda bola de set, agenciarse el primer envite. La competitividad de Etcheverry fue la verdadera ganadora. Volvió a estar contra las cuerdas nada más comenzar el segundo set, pero salvó tres bolas de rotura para colocar el empate a 1 en el marcador. El partido volvió a llegar al inevitable desempate porque Struff no encontró argumentos para superar a Etcheverry, agigantado. En el 'tie-break', el argentino salvó una bola de set y aprovechó su segunda oportunidad de cerrar el duelo para regalar a Argentina su primer punto de la eliminatoria.
Zverev, número 3 del mundo frustró todo el esfuerzo de un Cerúndolo que cayó derrotado con honor, tras un partido de poder a poder y en un 'tie-break' en el segundo set en el que claudicó definitivamente. Se lanzó incluso al suelo para llegar a una bola que supuso, finalmente, el 0-3 para Zverev en ese desempate. Pero antes, la batalla fue muy igualada. El germano, que comentó en varias ocasiones que no es muy apasionado de este formato de la Davis, consiguió quebrar el servicio de Cerúndolo para poner el 4-2 y encarrilar la manga.
En el segundo envite, eso sí, no pudo encontrar una grieta en el muro del argentino hasta que llegó al 'tie-break'. Ahí emergió su mejor juego. Se agigantó en el momento clave del partido, su experiencia y nivel marcaron la diferencia en el duelo entre las mejores bazas de ambos combinados. Arrasó a Cerúndolo en ese 'tie-break'. Se puso 4-0 arriba y lo cerró 7-3. Zverev aprovechó su favoritismo en una pista que le beneficia para igualar la eliminatoria.
El partido decisivo duró dos horas y media. Y la igualdad obligó a decidir el duelo en un desempate tras tres sets. Ninguno quiso dar su brazo a torcer. Ambos pudieron sellar el pase. Pero los alemanes, más habituados a jugar juntos, completaron la remontada. Tuvieron cinco bolas de partido. Salvaron otras tres. Y permitieron a la Alemania de Zverev citarse con España en semifinales.




