DiscoverEn busca de la Cemita Perdida
En busca de la Cemita Perdida
Claim Ownership

En busca de la Cemita Perdida

Author: Ricardo Cartas

Subscribed: 0Played: 0
Share

Description

Un podcast sobre la Cemita poblana, su historia y la crónica de sus representaciones en el mundo culinario.
4 Episodes
Reverse
Las cemitas Fifís

Las cemitas Fifís

2019-07-1806:44

Llegamos al tercer capítulo del podcast En busca de la cemita perdida. En esta ocasión estoy muy contento porque por fin el podcast ya está en Spotify y el Google Podcast. Así es que afortunadamente vamos a poder llegar a todos los golosos del universo con mayor facilidad. Bueno, en esta ocasión quiero hablarles un poco sobre la aventura de la grabación de este capítulo. Desde hace meses tengo amistad con la gente del Rosewood, un hotel muy conocido en el mundo como uno de los más prestigiosos. El hotel no necesita mucha publicidad, se vende solo muy bien con los turistas extranjeros; sin embargo, están haciendo una estrategia para acercar al público de Puebla. Así es que me invitaron a conocer el hotel y en verdad estaba sorprendido, ¿qué hacía un valedor de San Baltazar Campeche en uno de los hoteles más lujosos de Puebla? Aún no lo sé, pero yo estaba ahí como si nada entre los salones elegantes y los lavaderos que lucen muy bien junto al bar. Cuando sea rico y afamado me iré a echar un pulquito por ahí con todos ustedes. Y bueno, en realidad me llamó la atención por el menú que iban a ofrecer durante el evento. les cuento rápido que la administración del hotel armó las noches de Cúpulas y Espuma , donde puedes pasar un ratón con tu novio, novia o pior es nada en una de las vistas más aquí de Puebla. Desde esta terraza puedes ver gran parte del centro histórico y desde tu sillón de lujo y echando un champagne te explican sobre la historia de Puebla y sobre todo de la historia de las cúpulas poblanas. Me gustó mucho la idea de pasar un rato escuchando a un especialista sobre la historia de tu ciudad.
La cemita árabe

La cemita árabe

2019-07-1207:19

En este capítulo de "En busca de la cemita perdida" hablaremos sobre la cemita árabe, una rara combinación de tradiciones que sólo pueden darse en un lugar en el universo: ¡Puebla! Así es que aquí se los dejo y si les gustó pues recomiéndenlo y compartan en sus redes sociales.
   Golosos del mundo, ¿cómo están? Pues yo estoy aprovechando muy bien las vacaciones del verano. Yo sé que ustedes prefieren ir a la playa o a meditar en el bosque. Ustedes disculparán, pero para mí, las mejores vacaciones son aquellas donde comes una buena cemita. La expedición fue un sábado caluroso, sin anunciar que estaría por ahí. Sólo me senté en esas sillas periqueras naranjas características del lugar. Miré la lonas donde venía la oferta cemitera y de inmediato pedí una de carnitas con un jarrito rojo. Observé detenidamente la decoración, las fotos del viejo que seguramente fue el fundador del lugar y ¡carajo! ¿Por qué todos los buenos lugares de cemitas le tienen que ir al América?  Bueno, nadie es perfecto. Hay que resignarse.  Un señor muy amable, que después me enteré de que era el hijo de la dueña, me preguntó que con qué salsa quería mi cemita. Yo ya había escuchado en distintas ocasiones sobre las misteriosas salsas de la colonial, sobre todo de la huérfana, así que muy quitado de la pena le dije al señor amable: -Échale de la huérfana En ese momento me sentí como en una cantina de vaqueros cuando el forastero habla más del jefe de los malos. En verdad, en ese momento sentí las miradas de todos comensales diciéndome: -Novato, otro más que muerde el polvo. Sin embargo, les sostuve la mirada y le confirmé. –Sí, échame de la huérfana. Pasaron unos segundos para que un alma de Dios se me acercara, de esas almas caritativas que siempre hay en cualquier parte del mundo. -Oiga joven, perdóneme que me meta, pero usted ya ha probado la huérfana. Mire, yo antes la comía cada vez que venía por aquí, pero me puse mal y ahora sólo como de la brava y aún así me sigue picando. Con todo respeto le recomiendo que primero pruebe la brava y ya después si ve que aguanta pruebe la huérfana, ya verá lo que le digo.  El hombre tomó su bolsa de cemitas y desapareció. En verdad que fue un alma de Dios ayudando a un goloso en problemas. Está bien, le haré caso a Dios. -Oiga joven, mejor deme mi cemita con la brava. A los cinco minutos llegó mi cemita con el jarrito rojo. Al morderla se hizo un concierto crujiente y sentí el poder del picor. -¿Qué tal joven? ¿Le picó? Y pues yo quería decir que sí, pero tampoco era para tanto. Empecé a entender el misterio que se hablaba sobre estas salsas.  Desde que llegué el señor amable no dejó de tratarme bien, de platicarme la historia de la fundación del lugar, que nació un 19 de septiembre de 1968. No cabe duda que detrás de una buena cemita hay una excelente historia. Y la historia de la güerita créanme que es grande entre las grandes. Desde luego, lugares como este han sufrido de los ataques piratas. Nos cuentan también que durante un tiempo Cemitas la colonial fue objeto de una clonación por parte de un cliente muy pasadito de inteligente que montó un negocio con el mismo nombre, los mismos colores, las mismas lonas, pero eso sí, por más que quiso no pudo igualar las misteriosas salsas de la colonial.  ¡Qué maravilla de lugar señoras y señores! Y en verdad, que si usted se dice ser pipope y no ha probado una cemita de la colonial, creo que no merece ser parte de esta estirpe chicharronera. Y si usted es de otro lado de la galaxia y su nave se estaciona por estos lugares, no falle, no pierda tiempo en lugares sin sustancia, vaya y coma una cema de la colonial. Por cierto, si usted se pregunta dónde está este lugar, queda a unos pasos del cine colonial, ese lugar maravilloso donde pasan películas porno.
En este capítulo podrás conocer la historia de la Cemita Poblana, un manjar producto de los intercambios culturales que se unen en la Ciudad de Puebla.
Comments 
Download from Google Play
Download from App Store