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Wizards Of Ecom (En Español)

Author: Carlos Alvarez

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Description

Welcome to the Wizards of Ecom podcast. The official podcast of the Wizards of Ecom and the Wizards of Amazon Meetup group. The goal of this podcast can be summed up simply: #SellersHelpingSellers . While the slant is heavily towards Amazon FBA and Private Label, the podcast shares actionable tips and tactics for all areas of online selling.
360 Episodes
Reverse
Sostener el contacto constante con los clientes es uno de los mayores desafíos (y a la vez una de las mayores oportunidades) para cualquier negocio. En un mercado donde la atención es limitada y la competencia está siempre a un clic de distancia, muchas empresas ponen todo el foco en atraer nuevos leads, sin detenerse a mirar qué pasa con quienes ya confiaron en la marca. Para Pablo Giovannone, emprendedor y experto en marketing con más de dos décadas de experiencia en áreas comerciales, ese es uno de los errores más comunes. Lo explica con claridad: "Las empresas se preocupan siempre por meter más clientes nuevos al embudo y nos olvidamos de cuidar a los que ya tenemos. Hay que llenar el embudo, captar, pero también hay que fidelizar y rentabilizar los clientes actuales". Desde su mirada, vender no se trata solo de sumar contactos, sino de profundizar relaciones. Cuando ya existe un vínculo previo, el esfuerzo comercial es distinto y mucho más eficiente. Por eso, Pablo remarca que "debemos esforzarnos en venderles más cosas porque ya tenemos vínculos con ellos", y amplía la mirada al recordar que incluso los clientes perdidos merecen atención, porque entender por qué se fueron también es parte de una estrategia madura. Uno de los riesgos actuales es creer que la relación se sostiene solo desde lo digital. Pablo advierte sobre esa falsa sensación de contacto permanente cuando dice: "Muchos se quedan en un mensaje por WhatsApp con el cliente, pero cuidado con eso… porque si no te preocupas por visitar al cliente, por conversar, la competencia lo va a hacer y generar ese vínculo". Para él, la venta no es transaccional, sino profundamente humana. "La venta no es un negocio de productos, sino de personas, y debemos sostener las relaciones", afirma, dejando en claro que el contacto constante no es insistencia, sino presencia real. Ese vínculo también se construye estando en los espacios correctos. Desde el rol del vendedor o emprendedor, Pablo sostiene que hay que salir a buscar activamente a quienes tienen un problema que nuestro producto o servicio puede resolver, ya sea en encuentros de networking, ferias, etc.". El contacto no empieza cuando alguien pregunta el precio, sino mucho antes, cuando se comparte un espacio, una conversación o una experiencia. En los negocios digitales, el desafío es distinto pero igual de delicado. Pablo plantea que "tenemos que mantenernos en la mente de nuestro cliente, sin colapsarlo, pero sin soltarlo". Encontrar ese equilibrio es clave: estar presentes sin invadir. Por eso recomienda una constancia simple pero efectiva: "Una vez al mes hay que comunicarse con el cliente para que, cuando tenga un problema, piense en nuestra marca". No se trata de vender todo el tiempo, sino de recordar que estamos ahí. Finalmente, Pablo invita a cambiar la forma en la que gestionamos la energía comercial. Muchas veces se pone demasiado esfuerzo en quienes no avanzan, mientras se descuida a quienes sí muestran interés. "A veces nos preocupamos muchísimo por esos clientes a los que les pasamos el precio y dejan de responder", señala, y propone una mirada más estratégica: segmentar. "Cuando tienes un volumen grande, tienes que dividir en clientes fríos, tibios y calientes… no tiene sentido recuperar los fríos cuando tengo a todo el resto". Entender que no todos van a comprar también es parte del proceso. Como él mismo concluye: "Mucha gente no nos va a querer comprar y los tenemos que dejar ir". Instagram: @soypablogio
Aumentar el retorno de clientes hoy no es solo una buena práctica: es una necesidad estratégica. En un contexto donde la publicidad es cada vez más cara y la competencia crece sin pausa, muchas marcas siguen poniendo toda su energía en atraer nuevos compradores, sin prestar atención a lo que ocurre después de la primera venta. Para Max Martín, especialista en marketing digital y fundador de Antimarketing, ahí es donde las empresas están dejando pasar su mayor oportunidad. Como él mismo afirma: "Siempre es más barato y más sencillo que un cliente te compre otra vez a conseguir un cliente nuevo. Entonces, donde está la mina de oro en las empresas es en la fidelización de clientes para que no sólo te elijan, sino que también se conviertan en embajadores de tu marca". Esta lógica se entiende mejor cuando se analiza el negocio desde una mirada de largo plazo. Max introduce una métrica clave para tomar decisiones más inteligentes: "Hay una métrica muy importante llamada Customer Lifetime Value (LTV o CLV), que indica cuánto dinero te retorna un cliente en el tiempo promedio de vida que tiene tu negocio". Entender cuánto vale realmente un cliente en el tiempo cambia por completo la forma de invertir en marketing, porque deja de pensarse solo en la primera venta y se empieza a evaluar el retorno total. En mercados donde los costos publicitarios no paran de subir, esta perspectiva permite preguntarse si no vale la pena invertir más para adquirir (y sobre todo retener) a un cliente que va a comprar varias veces. Desde esa mirada, la venta deja de ser un cierre y pasa a ser el inicio de la relación. Max lo deja claro cuando señala que "la relación con el cliente no termina cuando nos compra, sino que empieza cuando realiza la compra". Muchas empresas, según su experiencia, destinan la mayor parte del presupuesto a captar nuevos clientes, cuando en realidad las campañas de fidelización y post-venta son las que generan un crecimiento más sostenible. Mantener el vínculo, ofrecer nuevos y mejores productos y trabajar la experiencia posterior a la compra es lo que hace que el cliente regrese. Además, cada cliente satisfecho puede convertirse en una puerta de entrada a muchos más. Max explica que "tendemos a estar con personas que son similares a nosotros. Entonces si alguien nos compra, su círculo íntimo son potenciales clientes". Esta idea cambia la mentalidad de inversión, porque cada venta no solo representa un ingreso individual, sino la posibilidad de sumar dos, tres o más clientes nuevos a partir de una buena experiencia. Este enfoque también ayuda a entender por qué competir solo desde la adquisición es cada vez más difícil. "No nos olvidemos que los anuncios no dejan de ser subastas. La empresa que está dispuesta a pagar más por un cliente es la que se va a llevar más consumidores", advierte Max. Las grandes empresas pueden pagar cada vez más caro para ganar visibilidad, elevando la barrera de entrada y dejando fuera a quienes no trabajan su estrategia de fidelización ni comprenden el valor real de sus clientes en el tiempo. En ese escenario, el diferencial ya no pasa únicamente por el precio. "Debemos encontrar ese giro de tuerca que aumente mucho más el valor, porque hoy el valor no es sólo por el precio, sino intentar que el consumidor perciba de una manera mucho más valiosa el producto que estamos ofreciendo", sostiene. Para lograrlo, es clave entender en profundidad qué se está vendiendo. Max recomienda desglosar la oferta, porque "podemos pasar por alto muchas características del producto que son valiosas", y destacarlas permite comunicar mejor aquello que realmente diferencia a la marca. Esa percepción de valor se construye en distintos niveles. "Existen tres valores: el valor percibido, el valor adquirido y el valor real", cuenta Max, y el equilibrio entre ellos es fundamental. Cuando el cliente percibe que recibe más de lo que paga, la recompra ocurre casi de forma natural; cuando sucede lo contrario, la confianza se rompe. En un mundo atravesado por la automatización y la Inteligencia Artificial, el mensaje cobra un rol central, "porque es donde el cliente termina de percibir y entender ese valor que estamos entregando". Por eso, una buena oferta no se trata solo de promociones, sino de claridad. Como resume Max: "Una muy buena oferta define cuál es el problema que tiene el cliente, la meta a la que queremos llegar y el proceso que vamos a hacer para llegar al objetivo". Cuando el cliente entiende claramente qué problema se le está resolviendo y por qué esa marca es la mejor opción, el retorno deja de ser una casualidad y pasa a ser el resultado de una estrategia bien pensada. Instagram: @smaxmartin
Presentar una marca hoy ya no se trata solo de mostrar un producto impecable o una oferta irresistible. La audiencia busca otra cosa: quiere sentir que detrás de un logo existe alguien real. Julián Ocampo, fundador de Play For Fun y creador de la Escuela UGC, lo entiende como pocos. Su mirada parte de algo simple, pero profundo: las personas conectan con personas, y esa conexión es la que termina diferenciando a un negocio en un mundo donde todos compiten por la misma atención. En este nuevo escenario digital, Julián asevera que la frontera que antes separaba a la marca personal de la marca comercial prácticamente desaparece. "Humanizar la marca es hacer que en redes sociales aparezca un ser humano para vender el contenido… Hoy se ven marcas comerciales humanizadas y hay negocios cuyas cuentas parecen de un influencer", sostiene. A partir de esa transformación, la presencia del dueño del emprendimiento (su forma de hablar, su energía, su historia) se vuelve un activo capaz de transmitir confianza y cercanía de una manera que ningún anuncio tradicional logra. Pero más allá del cambio cultural, humanizar una marca también es una ventaja estratégica. En un entorno donde todos ofrecen productos similares, la diferencia real aparece cuando se conecta emocionalmente con la audiencia. Julián lo resume con claridad: "Humanizar una marca es una de las mejores herramientas… cuando uno humaniza una marca y logra una conexión con el público la gente te elige por sentirse a gusto contigo". Y es justamente en esa conexión donde una marca deja de competir por precio y pasa a competir por vínculo. La autenticidad cumple un rol esencial en todo este proceso. No se trata de montar un personaje ni de copiar las fórmulas que funcionan en otros perfiles. Julián elige mostrarse tal cual es, y esa coherencia se convierte en parte de su valor. Lo explica con naturalidad: "Tenemos que presentarnos auténticos… Yo soy así en la vida real y lo muestro frente a la cámara. Eso terminó haciendo que la gente me quiera comprar a mí". Su contenido no solo entretenía: hacía que la gente sintiera que lo conocía. Construir este tipo de relación no es inmediato. Requiere constancia y un enfoque que vaya más allá del corto plazo. "La construcción de una marca, donde la audiencia se vuelve fan, lleva dos años en promedio", afirma nuestro invitado. Ese proceso es el que transforma espectadores en comunidad y compradores ocasionales en seguidores que vuelven una y otra vez. Detrás de su sistema, Julián parte de una observación: para conectar, primero hay que comprender cómo piensa y qué consume la gente. "La metodología que utilizo para construir marcas es observar el comportamiento humano. Llegué a la conclusión de que hay tres tipos de contenido que las personas consumen: el entretenimiento, el educativo y el emotivo", asegura. Y su fórmula se vuelve clara: cuando una marca combina estos tres tipos de contenido desde un lugar humano y real, deja de ser una opción más y pasa a ser una presencia cercana en la vida del público. Instagram: @julianforfun / @escueladeugc TikTok: @escueladeugc
Muchos emprendedores construyen un negocio para ganar libertad… y terminan perdiéndola. Para Maikol González, consultor, empresario e inversor, esto no sucede por azar, sino por una combinación de decisiones, hábitos y creencias que se arrastran desde el inicio. Él lo resume con claridad cuando señala dos fallas frecuentes: "Hay varios errores que cometen los empresarios. El primero es el pensar que porque eres bueno en un nicho, puedes manejar un negocio… El segundo error es querer hacer todo solo y lo que hace eso es saturarte". Ese punto ciego aparece cuando el dueño conoce una parte del negocio, pero no su totalidad. Y esa falta de perspectiva hace que termine absorbiendo tareas que no debería, convirtiéndose en el cuello de botella del propio crecimiento. El desempeño no se define por suerte ni por talento aislado. Maikol insiste en que "si no tenemos factores externos y tenemos un mercado sano, 8 de cada 10, con conocimiento y estructura, obtienen grandes resultados". La estructura (procesos claros, roles definidos, prioridades ordenadas) es lo que marca la distancia entre un negocio que depende de su dueño para todo y uno que puede funcionar sin que él esté presente cada segundo. Pero incluso cuando se planifica bien, el camino nunca es perfecto. La idea de que emprender es un recorrido lineal solo genera frustración. "No todo es bonito, cuadrado y feliz, siempre hay retos aunque tengamos un plan estructural", resalta Maikol. La clave es diseñar un sistema que permita absorber esos desajustes sin que el dueño tenga que apagar incendios a diario. Un negocio que depende de la improvisación constante jamás dará libertad. Detrás de los negocios que crecen también suele haber un patrón que no se ve a simple vista: la calidad de los vínculos. "Lo que diferencia a las personas con éxito y las que no son las relaciones", dice Maikol. Y no se refiere solo a networking, sino a elegir un entorno adecuado, construir confianza en el tiempo y rodearse de personas que ya lograron lo que uno quiere lograr. "Los que muchas veces no llegan a sus objetivos es por creencias limitantes y no juntarse con personas que lograron sus mismas metas", subraya nuestro invitado. Una red sólida puede abrir puertas, evitar errores y acelerar resultados que solo serían imposibles o muy lentos. Ahora, ¿cómo avanzar sin arriesgarlo todo? La respuesta no está en grandes apuestas, sino en pasos pequeños y medibles. Maikol lo recomienda con una simple analogía: "Un buen consejo es hacer pequeñas apuestas tolerables o productos mínimo viables. No pongas todos los huevos en una canasta". Crear un proyecto con lo mínimo, validar si alguien realmente lo quiere y recién después escalarlo es lo que permite crecer sin caer en un abismo financiero. "Tras validar que tu proyecto funciona, lo escalas", afirma. La desesperación por invertir todo de una vez puede dejar a un emprendedor sin capital y sin energía para levantarse después. Dejar de ser esclavo del negocio no significa trabajar menos, sino trabajar de una forma distinta: con estructura, con equipo, con relaciones que acompañan y con validaciones que cuidan el riesgo. Para Maikol, la libertad empresarial no es un premio final, sino una consecuencia directa de cómo se construye el negocio desde el principio. Youtube: @MaikolSnor Instagram: @maikolsnor X: @Maikolsnor
Negociar con proveedores chinos es un arte que combina análisis, estrategia y mucha disciplina. Para Andrés Bellón, experto en importaciones, mentor y fundador de ITG en Colombia, todo comienza con entender el ecosistema donde se juega la partida. Él lo resume con claridad: "Alibaba es una de las plataformas principales para tener al alcance las diferentes fábricas de China y con la que puedes comunicarte con proveedores, pero no es la única". También menciona Temu, pensada para consumidores finales, y las ferias presenciales, como la de Cantón, donde conviven iluminación, tecnología, hogar, belleza y accesorios. La magnitud del mercado también habla por sí sola: "Hoy hay más de 60 millones de fábricas en China y tenemos posibilidad de elegir para ahorrar más dinero". Esa amplitud exige método. En ITG nunca se quedan con el primer proveedor que encuentran: "Siempre elegimos de 10 a 15 proveedores para verificar qué es lo que cada uno ofrece". El paso siguiente es la comparación, porque China puede ofrecer productos con tecnología muy elevada, pero la ecuación siempre debe incluir a quién se lo vas a vender. Elegir bien es un análisis comercial tanto como técnico. Para Andrés, la verificación es un principio irrenunciable: "Para verificar los proveedores tenemos que visitar las fábricas, ver la producción de los productos y testear la calidad". Esto no solo evita sorpresas: permite evaluar garantías, procesos y la capacidad real de respuesta ante problemas. "Siempre vamos un paso adelante antes de comprar y les consultamos cómo solucionan cualquier tipo de problema que pueda surgir", remarca nuestro invitado. Todo se aclara por adelantado. Una comunicación transparente es la base para proteger el capital y tener control de cada orden. Sin embargo, el contexto actual complica el juego. "Actualmente en China hay mucha variedad de calidades y eso dificulta la negociación", afirma Andrés. Cuando no se verifica en persona, la información visual puede engañar: "Si no verificas la producción personalmente, los proveedores te mandan las fotos y los videos, cargas los productos, llegan a tu país y ahí tienes el dolor de cabeza". Aunque es un negocio cada vez más accesible, proteger el patrimonio se vuelve más desafiante. "Cualquiera compra y trae productos, pero no siempre son de calidad", advierte nuestro experto. Los precios, además, nunca son absolutos: "Los precios van a depender de la calidad del producto". Por eso Andrés tiene una regla clara: "Si hago negocios con China a partir de los 5 mil dólares, yo verifico con la fábrica personalmente. Si es menos de eso, tomo el riesgo de comprar sin verificar". Y siempre negocia con una alternativa en mano: "Siempre me gusta negociar con un segundo proveedor, porque ahí tienes una opción válida". Su experiencia le dejó también límites muy precisos: "No compro productos reacondicionados, sino siempre nuevos, porque he tenido una mala experiencia porque los productos vinieron fallados". Mientras tanto, China avanza. "Se viene una revolución tecnológica impresionante y hay una gran oportunidad para los empresarios que queramos hacer una inversión en esas nuevas tecnologías", destaca nuestro invitado. El que esté preparado para identificar tendencias podrá adelantarse a la competencia. Para quienes están por importar por primera vez, Andrés es enfático: "Les aconsejo que busquen un acompañamiento empresarial de alguien que ya ha vivido esa experiencia y que los acompañe desde la compra hasta que llega a su bodega, porque sino se meten en una ruleta en la que pueden ganar o perder". La guía correcta, dice, protege el capital al 100%. Sin un foco claro ni una estructura de negocio, el riesgo se dispara y "terminas perdiendo dinero". Y recuerda un punto crucial para Latinoamérica: "En los países latinos hay mucho contrabando y para que lleguen los productos a su país deben tener cuidado". En el mundo de las importaciones, negociar no es solo hablar de precios: es tomar decisiones informadas, anticiparse a los riesgos y moverse con un plan. Para Andrés, esa es la única forma de convertir una oportunidad global en un negocio real y sostenible. Sitio web: andresbellon.com Youtube: Importaciones Andrés Bellón TikTok: @andresbellon Instagram: @andresbellon X: @AndresBellon
En un ecosistema donde miles de productos compiten por la misma atención, diferenciar una marca dentro de Mercado Libre puede parecer imposible. Pero para Nahuel Sonntag, fundador y CEO de Araquina y Aguante, la clave no está en pelear por precio, sino en construir identidad. Él lo explica sin rodeos: "Hay que entender que hoy Mercado Libre es un canal más de venta de tu marca. Entendiendo eso, tenemos que saber que Mercado Libre nos va a dar tráfico, pero tenemos que ver cómo hacemos para dejar la huella de nuestra marca en un marketplace". La razón es simple: si no marcas presencia, tu venta se pierde. No eres dueño del cliente, y siempre habrá alguien que venda más barato. "Por eso hay que tener en claro qué es lo que te hace único frente al resto de las marcas, y eso el 90% de las marcas no lo saben", asegura nuestro invitado. Para Nahuel, la diferenciación no empieza en las publicaciones, sino en la historia detrás de la marca: "La marca refleja la historia de cada dueño". Antes de pretender vender, es necesario encontrar el ADN de la marca, aprender a contar esa historia y después comunicarla en cada detalle. En sus palabras: "Hoy la gente no compra productos, compra historias". Ese enfoque se vuelve aún más relevante en un marketplace donde la tentación del precio bajo puede confundir a los emprendedores. "Si piensas que por ser más barato te van a elegir, vas a perder en este juego. Hay que aprender a vender sin vender y hay que aprender a contar historias que muchas veces no tienen nada que ver con el producto", destaca nuestro experto. La ficha de producto, para él, es solo el comienzo. La primera imagen debe cumplir con lo técnico —fondo blanco, claridad del producto—, pero las siguientes son terreno fértil para narrar. "En las siguientes uno puede empezar a contar la historia", asevera. Desde las características reales del producto, sin exageraciones, hasta la narrativa visual que lo acompaña en fotos, descripciones y videos. Para Nahuel, esa experiencia no termina cuando el cliente paga: "El proceso de compra termina en la calificación". El packaging también habla, la entrega también cuenta. Y esos pequeños detalles se vuelven una oportunidad para sacar al cliente de Mercado Libre y "llevarlo al mundo propio de la marca". Pero narrar no es improvisar. Nahuel insiste en que cada mensaje debe construirse desde el producto y desde el cliente ideal: "La marca puede tener un montón de productos y quizás el cliente cambia en función del producto". Por eso, la forma de comunicar no puede ser idéntica para todos. Es necesario adaptar el mensaje sin perder el ADN original, encontrar el lenguaje que conecte con cada audiencia y evitar el peor error: no decir nada. "Pierdes la oportunidad de afianzar un cliente y es un costo de dinero que también es carísimo, porque cada vez cuesta más presupuesto obtener consumidores", advierte nuestro invitado. Hoy, además, no alcanza con tener presencia: es obligatorio ser omnicanal: "Estás obligado a ser omnicanal y tienes que buscar la manera de tener identidad como marca dentro de la plataforma". Mercado Libre lo sabe, y ofrece herramientas: banners, promociones segmentadas, beneficios para seguidores, y un espacio cada vez más pensado para marcas, no solo vendedores. Y mientras el marketplace crece, también evoluciona la forma en que consigue compradores: "Mercado Libre busca tener más compradores y buscan audiencia en otras plataformas, como puede ser HBO", atestigua nuestro experto. El marketplace analiza qué contenidos consumen las personas, qué videos les generan intención de compra y usa ese conocimiento para potenciar la pauta. Para los vendedores, esto significa visibilidad multiplicada. Y por eso Nahuel es contundente: "Hoy el formato de video es clave". Diferenciarse en Mercado Libre no es una cuestión estética; es un proceso profundo que va desde la identidad hasta la experiencia completa del cliente. Para Nahuel, no se trata de competir: se trata de dejar una huella. Instagram: @nahuelsonntag
Dentro del mundo del comercio electrónico, pocos caminos resultan tan desafiantes —y al mismo tiempo tan rentables— como el de trabajar directamente con marcas. José González, especialista en e-commerce y creador del sistema Amazon Wholesale 360°, ha convertido esa estrategia en el corazón de su método. Desde 2018 ayuda a emprendedores de toda Latinoamérica a construir negocios sólidos en Amazon, y lo hace con una premisa clara: todo comienza con el nicho correcto: "Primero debes enfocarte en un nicho. Amazon es demasiado grande y hay muchísimas categorías. Por eso debemos encontrar un nicho donde poder ofrecer algo más que simplemente una reventa". Ese primer paso es clave para construir relaciones reales con las marcas. José recomienda aprovechar los contactos existentes o aliados estratégicos para ganar visibilidad en los primeros acercamientos: "Puedes apoyarte en un amigo que tenga una empresa de distribución en Latinoamérica para que las marcas te presten atención en el primer contacto". Pero su estrategia va más allá del simple acceso: se basa en identificar oportunidades desaprovechadas. "Trato de encontrar marcas cuya presencia en Amazon sea muy mala, pero que tengan ventas orgánicas", comenta. Herramientas como SmartScout le permiten analizar cuánto invierte cada marca en publicidad y detectar aquellas que, sin invertir en ads, venden entre 20 y 50 mil dólares mensuales. "Si a una marca le está yendo bien y no tiene un trabajo de PPC, cualquier publicidad que le hagas va a tener un aumento de ventas del 30 o el 40 por ciento", afirma. A medida que el trabajo en un nicho se consolida, el siguiente paso es construir credibilidad: "A medida que vas trabajando en un nicho puedes construir un portafolio y puedes usar las otras empresas con las que trabajas como referencia, y eso llama muchísimo la atención". Esa reputación se convierte en una carta de presentación ante nuevas marcas, y permite aspirar a colaboraciones más grandes. "Trato de buscar marcas con las que pueda tener una conversación, que no estén tan lejos de los 100 mil dólares al mes en ventas. Para una persona que está empezando quizás no sea tan sencillo, pero pueden bajar de rango y que sea de 0 a 20 mil dólares", sostiene. José insiste en que definir el nicho no es un ejercicio teórico, sino una decisión práctica basada en las relaciones y el conocimiento: "Vas a definir el nicho de acuerdo a lo que conoces y a quién conoces, porque así se te va a hacer la vida muchísimo más fácil, y eso te hace cruzar la barrera de emprendedor amateur". Identificar las industrias donde uno ya tiene experiencia o contactos abre puertas, genera confianza y facilita las negociaciones. Sin embargo, entrar al mercado de las marcas no es tarea fácil: "El 95 por ciento de las marcas te van a decir que no". Para destacar entre miles de vendedores, es necesario ir un paso más allá de la simple reventa. José aconseja invertir tiempo en capacitarse y desarrollar una propuesta de valor basada en resultados. En su caso, el modelo de colaboración que propone es simple y transparente. "Cuando trabajo con una marca, no le cobro un fee por encargarme de todo el trabajo de Amazon. Invierto de mis profits un porcentaje en PPC y, si yo logro las ventas esperadas, pido la exclusividad. Ellos quieren ver qué es lo que tú puedes hacer", asegura. Ese enfoque, basado en demostrar resultados, es lo que le permite negociar acuerdos exclusivos. Pero también requiere estrategia: "Cuando inviertes en la publicidad, los otros vendedores se pueden beneficiar. Entonces el tema de la Buy Box ahí no es tan rentable porque le vas a generar ventas orgánicas a ellos. Sin embargo, si creas un listado nuevo con el nombre de la marca y te encargas de posicionarlo, no te va a pasar eso, y ellos van a ver tus habilidades". Con resultados tangibles sobre la mesa, José atestigua que es posible hablar de exclusividad con las marcas en tan solo seis meses. Al final, trabajar directamente con marcas en Amazon no se trata solo de vender más, sino de construir relaciones a largo plazo basadas en confianza, datos y resultados. Para José, la clave está en la constancia y en atreverse a ofrecer algo más que un producto: ofrecer crecimiento. Instagram: @josecomm
Crear libros en Amazon no se trata solo de escribir: se trata de entender el negocio detrás del contenido. Lilibeth Fernández lo sabe muy bien. Como especialista en el ecosistema de Amazon y fundadora de varias marcas, ha convertido su conocimiento en una guía para quienes buscan generar ingresos desde Latinoamérica. "Puedo crear libros, pero lo que es siempre importante es el capital. Eso ayuda al emprendedor a animarse a crear un producto basado en libros, conocer cómo es Amazon", sostiene. Para Lilibeth, el gran potencial de KDP está en que permite experimentar, aprender y escalar dentro del ecosistema: "Siempre les digo a las personas que están en Amazon KDP… si realmente saben crear un producto, crear un buen listado, posicionar el producto, que es lo más difícil para los vendedores, ya están listos para ir a Amazon FBA o a donde ellos deseen dentro de la plataforma y yendo a nichos más grandes". KDP es, en su visión, una puerta de entrada accesible y estratégica para cualquier emprendedor que quiera dar sus primeros pasos en e-commerce. Su enfoque está basado en la data. "Lo que utilizo es Helium 10 y Data Dive, donde analizamos los nichos, qué es lo que está en tendencia actualmente en Amazon con el tema de libros, ya sea de bajo o medio contenido", cuenta. Lilibeth clasifica los libros según su nivel de complejidad: bajo contenido para cuadernos y planificadores; medio contenido para libros para colorear o recortar; y alto contenido para obras literarias. Pero más allá de la categoría, lo esencial es saber leer el mercado. "Me gusta analizar los libros que se han lanzado en los últimos dos años, porque me permiten entrar a competir con vendedores medios y no con editoriales mejor posicionadas", aclara. Ese análisis profundo le permite identificar oportunidades antes de que un nicho se sature. "Ahora los planificadores están saturados, porque la gente está creando más de lo mismo y no está dando un valor agregado dentro de los libros de planificación, a menos que vayas a un subnicho", asegura. Lo mismo ocurre con los libros de mándalas o mascotas, donde recomienda explorar variantes más específicas que respondan a intereses puntuales del público: "Hay mucho material por hacer pero hay que saberlo estudiar". El diseño también juega un papel clave en la estrategia. Lilibeth presta especial atención a los detalles técnicos que pueden marcar la diferencia en la visibilidad de un libro: "El título del libro es indispensable que esté dentro de la portada… porque Amazon lee las palabras que están dentro de las etiquetas y dentro de las portadas de los libros". Cada elemento visual, desde la tipografía hasta el color, puede influir en el algoritmo. Por eso, además de analizar keywords, utiliza herramientas como PickFu: "Las portadas las testeo mediante PickFu, donde hago encuestas en vivo… pero no basado en lo que a mí me gusta, sino en lo que la gente está pidiendo". Una vez que el libro está listo, llega el momento de darle visibilidad. "Con 150 dólares podemos hacer la publicidad del producto en Amazon. A mí me gusta lanzar campañas en automático para ver qué es lo que la gente está buscando y cómo te encuentra", comenta nuestra invitada. Según explica, entender la data publicitaria permite después combinar estrategias más precisas con campañas de targeting o palabras clave. Pero Lilibeth también hace una distinción fundamental entre crear libros y construir una marca: "Si quieres crear un libro lo que vas a ganar es muy poco… pero si quieres crear una marca nos vamos a diferentes segmentos a vender, ya sea TikTok Shop, otras redes sociales, Pinterest". Para ella, el verdadero potencial está en trascender el formato y construir una identidad propia. Porque al final, como dice, "la persona te compra a ti". Instagram: @lilibeth_fernandezoficial Youtube: @lilibeth_fernandezoficial LinkedIn: @lilibeth-fernandez80
A veces, una quiebra no marca el final, sino el punto de partida hacia una nueva forma de emprender. Andrés Orellana Fustos lo sabe bien. Luego de fundar una empresa que llegó a tener más de 100 empleados y una operación millonaria, su negocio se derrumbó: "Tras la quiebra, me volví adicto a las métricas, a la productividad, a aprender de cada persona del equipo y, sobre todo, a quedarme con la gente que suma". Ese cambio de mentalidad fue el inicio de su renacer. Andrés reconoce que el problema no fue el esfuerzo, sino la falta de visión. "Lo que ocurrió con la quiebra de mi empresa es que no supe ver qué iba a pasar con el mercado donde estaba metido". A partir de esa experiencia, comprendió que el trabajo duro no basta: "El esfuerzo no es suficiente para tener éxito. Son varias variables, pero la primordial es estar en un buen negocio". Hoy entiende que no se trata de hacer más, sino de hacer mejor, con estrategia, inteligencia y foco. En su camino de reconstrucción, aprendió el poder de la planificación y la claridad: "Me gusta proyectar qué es lo que quiero lograr a muy largo plazo, trazar los hitos intermedios para poder llegar ahí y luego ir paso a paso". Esa visión a largo plazo, combinada con objetivos alcanzables, le permitió recuperar la confianza y reinventarse como consultor estratégico. También aprendió a poner límites: "No hay que abarcar más de lo que uno puede". Hubo un momento en el que incluso pensó en detener el crecimiento, y entendió que eso también era válido: "Hubo tiempo en donde quise no crecer más, y si eso te hace feliz, está perfecto. Sin dejar que tu competencia avance más fuerte que tú". Para Andrés, cada emprendedor debe definir su propia medida del éxito, sin compararse constantemente con los demás. Uno de los aprendizajes más profundos que dejó su caída fue sobre la competencia y la llamada "guerra de precios". "La guerra de precios en general se origina porque uno está metido en un negocio donde no es la mejor opción para su cliente, o no lo sabe mostrar o no se cree bien el cuento", sostiene. Aprendió que cuando un negocio no se diferencia por valor, termina compitiendo por precio, una batalla que casi siempre se pierde. En su visión, la clave está en entender el mercado y encontrar la ventaja competitiva real. "La guerra de precios es totalmente innecesaria. Tenemos que saber cómo competir y contra quién competir", afirma. Si el producto es similar a otros del mercado masivo, el secreto está en dirigirse al cliente final y ofrecer una experiencia superior: "Es muy importante educar al consumidor sobre el valor del producto, pero más importante es educarlo sobre la empresa a la que le está comprando". En ese sentido, Andrés apuesta a construir relaciones sólidas y transparentes con los clientes, basadas en confianza, atención y servicio. Al final, su historia muestra que el éxito no se mide solo en cifras, sino en aprendizaje. "La empresa y el cliente buscan exactamente lo mismo: ganar lo más posible entregando lo menos posible. Eso nos hace salir un poco del producto y entender al consumidor", atestigua nuestro invitado. Para Andrés Orellana, ese entendimiento fue el punto de inflexión que lo llevó a reconstruirse y a guiar hoy a otros emprendedores en el camino de transformar sus fracasos en nuevas oportunidades. Instagram: @andresorellanafustos
Todo emprendedor, sin importar su experiencia, atraviesa momentos donde el negocio parece funcionar bien… hasta que algo se quiebra sin explicación. A veces no es una gran crisis ni una mala decisión puntual, sino una suma de errores silenciosos que se acumulan con el tiempo. De eso habla Diego Anchorena, empresario, emprendedor y autor del libro "El camino empírico del emprendedor", quien ha dedicado años a estudiar las causas profundas que llevan a muchos proyectos a fracasar antes de consolidarse. Para Diego, el primer paso para prevenir esos errores es entender que los síntomas nunca cuentan toda la historia. "Cuando cometemos los errores vemos el síntoma pero no vemos la causa. Entonces al no trabajar sobre ella, el problema no se resuelve", explica. Su enfoque se basa en la observación y en la práctica. Uno de los principales aprendizajes que comparte es que los errores se dividen en dos grandes etapas: la de creación y la de crecimiento. "En la etapa inicial está la mayoría de los problemas, que es no tener una idea clara. Muchas veces el emprendedor cree que para tener éxito tiene que tener una idea genial y anda por la vida buscando salidas muy locas y no las encuentra", dice. Esa búsqueda incesante, sin propósito ni dirección, termina debilitando al proyecto antes de que empiece. Diego asevera que un negocio sólido no nace de una idea brillante, sino de una ejecución constante y una comprensión profunda del problema que se quiere resolver. Otro error común es emprender con una motivación equivocada: "Emprender para ganar plata es algo que no tiene mucho sentido, porque en esa falta de propósito, vamos a terminar perdiendo plata y abandonando nuestro negocio". Según Anchorena, los negocios que perduran son los que se sostienen sobre un propósito claro. Por eso, advierte sobre el impulso de copiar modelos ajenos: "La mayoría ve un negocio que parece exitoso y lo quiere copiar. El tema es que siempre uno va a tener problemas y lo único que te sostiene para mantener tu negocio no es el margen de ganancia, sino ese amor por el producto y tener un propósito de mejorar el servicio al cliente". En su libro, Diego propone un enfoque que él llama "camino empírico": transformar el conocimiento en experiencia. "El conocimiento sin experiencia es una creencia que no tiene sustento. El conocimiento se debe volcar a la experiencia para que se vuelva empírico. Hay que apoyarse en las personas que ya lo hayan hecho", opina nuestro invitado. El aprendizaje, entonces, no se trata de acumular información sino de ponerla en práctica, ajustar y volver a intentar. "No nos va a salir bien la primera vez. Entonces tenemos que probar, analizar los datos, volver a mejorar e ir cambiando los errores", afirma. Una de las trampas más comunes que señala es la parálisis por análisis. "Hay emprendedores que no toman acción porque creen que siempre les falta conocimiento. El exceso de aprendizaje y no avanzar es un defecto", comenta. Esa búsqueda de preparación infinita muchas veces impide dar los primeros pasos y enfrentar el mercado real. Incluso cuando el negocio ya está en marcha, la constancia sigue siendo un desafío. "Cuando uno lanza un emprendimiento hay un período de adaptación al mercado. Hacer cambios cuando no empiezas a vender desde el inicio es un defecto grande que muchos emprendedores cometemos", atestigua Diego. La paciencia, la disciplina y la capacidad de sostener una estrategia en el tiempo son claves para atravesar esa primera etapa de validación. Pero el crecimiento también trae sus propios desafíos: "Crecer para los emprendedores es muy duro, porque implica establecer procesos, dejar de actuar por pasión y hacerlo por lógica y números". Pasar de la improvisación al orden es un punto de quiebre que define la madurez del negocio. Y aun cuando las métricas parecen favorables, Diego subraya que hay algo más profundo que cuidar: "La contabilidad puede ir muy bien, el marketing, las planillas… pero trabajando al ritmo que trabaja el emprendedor las estructuras se pueden mover, porque uno es una persona detrás de ese 'emprendedor' y tiene familia, amigos, etc. Y si uno no está muy enamorado de su proyecto, sufre la situación… Gana dinero, pero no tiene tiempo de disfrutarlo". Con más del "80 por ciento de las empresas que no llega a los 4 años de vida", como él mismo menciona, Anchorena invita a mirar más allá de los números. La salud de un negocio depende tanto de su estructura como del equilibrio de quien lo lidera. En sus palabras, "más allá de las métricas, el emprendedor tiene que hacer un análisis interno y conocer realmente qué es lo que quiere hacer". Al final, evitar los errores silenciosos no significa no equivocarse, sino aprender a detectar las causas, mantener la constancia y construir con propósito. Porque el verdadero crecimiento, asegura Diego, no está en hacerlo todo bien, sino en saber corregir a tiempo y seguir avanzando. Instagram: @diego_anchorena
En el mundo del e-commerce, la mayoría de las marcas ponen toda su energía en atraer nuevos clientes, pero pocas se detienen a pensar qué pasa después de la primera venta. En un mercado cada vez más competitivo, la verdadera rentabilidad no está solo en vender más, sino en lograr que los clientes vuelvan. De eso sabe mucho Marco Romero, fundador y CEO de Endara Media, especialista en E-commerce Growth y mentor de tiendas online que buscan escalar sus ventas de forma sostenible. Una de las herramientas más efectivas, según Romero, es el email marketing. "Algo que me gusta siempre tomar en cuenta es la retención a través de correos electrónicos y, sobre todo, de las mismas plataformas digitales, tanto Meta como Google", comenta. Explica que plataformas como Klaviyo permiten predecir el comportamiento del cliente y saber "si una persona te va a comprar en un mes o dos meses". Sin embargo, aclara que muchos emprendedores no aprovechan esta ventaja: "Cuando te compran por primera vez, muchas veces tu marca se les olvida. Las personas ya no tienen esa atención que tenían tiempo atrás". Por eso insiste en la importancia de crear automatizaciones que mantengan el contacto vivo. "Yo considero que todas las tiendas en línea deberían tener, como mínimo, de 7 a 8 automatizaciones para hacer el seguimiento a las personas que ingresan a la tienda, que dejan el carrito, que se suscriben al pop up de bienvenida, etc.". Estas automatizaciones permiten medir cada acción del usuario y, a partir de eso, construir una estrategia de flujo que mantenga la comunicación constante con la audiencia. Pero la fidelización no se trata solo de vender. También implica educar y conectar emocionalmente con los clientes: "Al final del día tenemos que formar una comunidad, necesitamos que las personas estén conscientes del problema que sufren todos los días y qué pasaría si no aprovechan nuestro producto". En ese sentido, Romero destaca que el correo electrónico no debe ser visto como una herramienta de venta agresiva, sino como un canal de valor: "Uno genera un impacto de educación y de hacerlos sentir dentro de una comunidad. Ahí las cosas van a cambiar y, si hiciste un buen trabajo durante todo el año, vas a tener una buena base de clientes que sólo llegan gracias al correo electrónico, de hasta un 60 por ciento de conversiones". En cuanto a las automatizaciones clave, Marco detalla que "la automatización que todo el mundo tiene es la del carrito abandonado", pero que hay otras igual de efectivas: "la del pop up con un descuento para captar correos, el seguimiento de la persona que ve un producto y luego abandona, la serie de recuperación de clientes, la estrategia de cross selling para aumentar el ticket promedio, y solicitar reseñas para nutrir la página con prueba social. Una estrategia que no puede faltar es atacar con contenido UGC". Aun así, advierte que no todas las tácticas de venta funcionan igual. "Si ofrecemos un descuento muy agresivo, terminamos bajando el valor a nuestra marca. Lo que sí siempre recomiendo es no bajar precios, sino agregar valor a los productos para vender más". El objetivo, dice, debe ser construir una marca sólida y confiable, no una que dependa de rebajas constantes para atraer compras. Romero también señala que en toda tienda existen ciertos productos que actúan como puerta de entrada. "Hay un solo producto o un 'top 3' que siempre te van a comprar las personas en tu tienda. Esos son los productos de adquisición de clientes. Pero para retener tenemos que agregar los productos adicionales, que quizás no tienen tanta rotación, pero que a la gente le va a interesar porque ya conoce nuestros productos principales". Y aunque aún no es una tendencia extendida, cree que el modelo de suscripción será el próximo paso natural en la región. "La suscripción no se ve tanto en Latinoamérica y eso va a llegar con mucha fuerza", afirma. Este modelo ofrece previsibilidad financiera al negocio y una experiencia más personalizada al usuario, que recibe lo que necesita sin tener que volver a comprarlo manualmente. Para Marco, el secreto de escalar un e-commerce no está solo en atraer, sino en mantener viva la relación con el cliente. En entender que cada correo, cada automatización y cada interacción son una oportunidad para construir confianza. Porque en un mercado saturado de opciones, las marcas que ganan no son las que más venden, sino las que logran que los clientes vuelvan una y otra vez. Instagram: @marcoromer0 TikTok: @marcoromer0
Emprender puede parecer un camino lleno de oportunidades, pero también de riesgos e incertidumbre. Hoy más que nunca, en un contexto donde la competencia crece y la atención del público se fragmenta, muchos se preguntan si realmente vale la pena dar el salto. Para Rubén Granados, creador de Salto Latinoamérica, un evento presencial que impulsa el desarrollo personal, las ventas y las finanzas saludables en distintos países de la región, la respuesta no es tan simple como un "sí" o un "no". Rubén es claro al afirmar que "no creo que todo el mundo esté preparado para emprender ni que debe emprender. Es una decisión para la cual hay que prepararse". En Latinoamérica, explica, ocho de cada diez emprendimientos cierran a los tres años, y muchas veces eso ocurre por lanzarse sin la preparación emocional, mental y estratégica que requiere este camino. "La vida del emprendedor es bastante desafiante y solitaria, donde muchas veces hay que tener la mentalidad y las emociones correctas para tomar buenas decisiones y que el emprendimiento crezca", agrega. Más allá de la competencia, Granados sostiene que lo verdaderamente importante es el valor de la propuesta. No todos los emprendedores tienen las mismas motivaciones: algunos buscan libertad financiera, otros desean ofrecer una solución significativa al mercado. En ese sentido, "más que la competencia, uno debería enfocarse en tener clara la propuesta de valor, la visibilidad del emprendimiento y el flujo de caja". Y si bien Rubén identifica los desafíos del contexto, también ve una oportunidad: "Creo que es un buen momento para emprender, más allá de los desafíos, porque hoy uno puede llegar a cualquier persona de habla hispana de manera muy rápida". Sin embargo, no todos logran navegar con la misma calma en un entorno tan incierto. "Hay algunos que enfrentamos mejor la incertidumbre y hay otros que se sienten muy inseguros cuando tienen que ir a buscar sus propios resultados", comenta. Es ahí donde la resiliencia y la capacidad de resolver problemas se convierten en pilares: "El emprendedor es un solucionador de problemas". Granados también habla de una de las mayores aspiraciones de quien emprende: la libertad. Pero aclara que esa libertad llega con tiempo y estructura. "Cuando ya pudiste automatizar tu producto con sistemas y procesos muchas veces puedes salirte de tu negocio y ahí sí el emprendedor tiene más libertad y más ingresos que la persona en relación de dependencia". Aun así, advierte que el proceso no es sencillo: "En general los emprendedores son más esclavos de su trabajo que las personas en relación de dependencia". Entre las principales causas de fracaso, Granados destaca la falta de efectivo. "La principal causa de que un negocio cierre es la falta de efectivo, y es la consecuencia de los problemas que tiene el emprendimiento, como visibilidad y comunicación de tu propuesta de valor, que el equipo operativo sea el correcto y la ejecución de ese mismo equipo". Por eso insiste en la importancia de construir una propuesta sólida y sostenible. "La propuesta de valor de un proyecto tiene tres bases fundamentales. Una es el valor intrínseco, es decir, a quién ayudas, cómo y qué tan poderosa es esa ayuda. La segunda es en qué me diferencio de la competencia. Y la tercera es la sustentabilidad, que es lo que dice la gente de tu proyecto". El camino, asegura, requiere tiempo, aprendizaje y constancia: "La trayectoria es algo que nadie puede comprar, sino que hay que construirla". Y aunque reconoce que "la competencia puede ser una oportunidad o un problema, según cómo esté planteado mi proyecto", también señala que las barreras de entrada son reales y que el éxito depende de la claridad con que se defina la estrategia. Finalmente, Granados subraya el poder de la globalización como una herramienta para pensar en grande desde el inicio. "Cuando quiero hacer proyectos escalables tiene que ver mucho con la parte digital, la globalización, la visibilidad que le puedo dar en distintos sectores y la logística. Es fundamental que un proyecto apunte al tamaño más grande del mercado que pueda, y ahí la globalización tiene mucho que ver". En tiempos donde la competencia es alta y las reglas del mercado cambian rápido, Rubén Granados nos recuerda que emprender no es una moda, sino una decisión consciente. Y que más que temerle al entorno, lo esencial es entenderlo, adaptarse y construir desde el valor. Instagram: @rubengranadosoficial Youtube: @Todalaeconomía
Hoy en día, muchos emprendedores buscan aumentar sus ingresos apostando casi todo a la publicidad paga. Pero, ¿qué pasa cuando ese canal falla o deja de ser suficiente? Jonathan Bustamante, consultor de negocios digitales y marketer profesional, y Joaquín Gonzalia, trafficker especializado en hacer crecer negocios, coinciden en que el verdadero crecimiento está en construir un negocio sólido, con bases que no dependan únicamente de los anuncios. Para Jonathan, el primer paso está en la mentalidad. El emprendedor debe entender que los resultados no son inmediatos y que antes de invertir en publicidad, es necesario revisar lo esencial: desde cómo trabaja sus redes sociales hasta si su producto realmente resuelve un problema. Como él mismo señala, "el emprendedor tiene que tener una mentalidad de mediano o largo plazo, que entienda que no hay resultados rápidos y que hay que poner trabajo para lograrlos, y luego ver cómo viene trabajando sus redes sociales, si sus productos resuelven algún problema concreto, si tiene optimizada su tienda online…". Los tiempos de retorno también son un factor clave. No se trata de subir un anuncio y esperar ventas inmediatas, sino de darle espacio al contenido para conectar con el público y crear confianza. "Los resultados se ven de 3 a 6 meses y hasta un año. Depende mucho si usas publicidad para acelerar el proceso o no. Pero ese es el tiempo para meter contenido, entender al cliente y resolver sus problemas", afirma Jonathan. Por su parte, Joaquín pone sobre la mesa un riesgo que pocos consideran: la dependencia total de los ads. Perder una cuenta publicitaria o un canal de adquisición puede dejar a un negocio sin oxígeno. Por eso, insiste en la importancia de crear una base de datos de clientes recurrentes y de trabajar con estrategias más sostenibles como el email marketing y el contenido orgánico. "Tendría que construir una base de datos de clientes recurrentes para no depender de la publicidad al 100%", advierte. Y agrega que "el contenido debe conectar con la audiencia, y la publicidad paga potencia lo orgánico". En esa línea, la definición del cliente ideal se vuelve una herramienta poderosa. No se trata solo de vender, sino de comprender a quién se le vende y cuáles son sus dolores. Jonathan lo explica con claridad: "Antes de querer vender con tu negocio, primero hay que preguntarse quién es nuestro cliente ideal, y tenemos herramientas como ChatGPT que nos puede ayudar a ver los dolores de nuestro cliente ideal y cómo resolverlo". La generación de contenido, además, abre un camino sin necesidad de inversión inicial, permitiendo que los usuarios lleguen por interés genuino. Ahora bien, cuando se decide invertir en publicidad, hacerlo sin estrategia es uno de los errores más comunes. Jonathan alerta que "un error con la publicidad paga es dejarla correr poco tiempo y hacer cualquier tipo de anuncio sin estrategia. Otro error es pensar que si pagamos publicidad, rápidamente tendremos ventas". Asimismo, Joaquín subraya que la publicidad requiere testeo y paciencia: "La publicidad paga debe tener un testeo inicial de 7 a 14 días, dependiendo también de cuánto se invierte ya que de eso depende la optimización más rápida o más lenta. El mercado es más profesional cada día, e inyectar dinero en publicidad no siempre va a funcionar". En el caso de los servicios, el desafío es aún mayor. A diferencia de los productos, que generan impacto inmediato porque son tangibles, un servicio necesita tiempo y constancia para transmitir confianza. Como concluye Joaquín, "un servicio es intangible y necesita más tiempo de publicidad para generar confianza. Un producto llega y lo ves, pero el proceso del servicio implica más tiempo de contacto con el cliente". Este enfoque compartido por ambos expertos deja una enseñanza clara: la publicidad paga puede ser un acelerador, pero nunca debe ser el único pilar. La combinación de estrategia, contenido orgánico y construcción de relaciones sólidas con los clientes es lo que permite que un negocio crezca de forma sostenible y con bases firmes. Instagram: @goldenflux.ecom / @joacoads / @jonabustamanteok
Emprender en Amazon o Walmart no es solo cuestión de tener un buen producto. Detrás del crecimiento en estas plataformas, hay historias de prueba y error, caídas y aprendizajes que marcan el camino. Anthony Fernandes, mentor en negocios digitales, conoce de primera mano lo que significa sostener un negocio en mercados tan competitivos y cómo la resiliencia, el networking y la capacidad de levantarse tras cada fracaso son factores decisivos. En sus inicios, Fernandes exploró el nicho de decoración, donde descubrió lo desafiante que puede ser mantener la rentabilidad en categorías con alta rotación. "Estuve en el nicho de decoración y la tasa de devolución es muy alta", comenta. Y no se detuvo ahí: también trabajó con pallets completos en sus primeras experiencias con Marca Privada, al punto que "me salían más económicos botarlos que liquidarlos". Estos escenarios muestran la crudeza de emprender sin un plan sólido, pero también reflejan la importancia de aprender a moverse en un terreno de constantes cambios. Ese camino no ha estado libre de tropiezos. Fernandes asegura que hablar de los fracasos es parte esencial de su experiencia como mentor. "He pasado por muchos fracasos como emprendedor y me gusta contarlos, porque se enseña más desde el fracaso que desde el éxito". Para él, cada error ofrece una lección práctica que no se encuentra en los libros, sino en la realidad de enfrentarse a clientes exigentes, mercados inestables y estrategias que no siempre funcionan como se esperaba. Con el tiempo, el emprendedor entendió que los problemas no desaparecen, sino que se transforman a medida que se escala. "Como emprendedores siempre vamos a tener problemas, pero el tiempo y la experiencia nos enseñan a resolverlos", explica. Y es justamente esa visión la que le permitió reconocer que, en el caso de Walmart, los desafíos para escalar son distintos a los de Amazon, lo que lo llevó a apoyarse en herramientas externas. Para Fernandes, una de las claves ha sido LinkedIn: "Mi herramienta mágica para escalar en Amazon o Walmart es LinkedIn. Es la herramienta de networking que me ha estado funcionando. La estoy usando hace más de un año. Tienes que ser constante, pero te ayuda a contactar con personas que están en el nicho y con las marcas y distribuidores". La resiliencia aparece como un denominador común en cualquier negocio digital. "En Amazon y cualquier emprendimiento tienes que tener mucha resiliencia", afirma, resaltando que la persistencia es lo que permite continuar aun cuando los resultados no son inmediatos. Esa misma perseverancia se complementa con otro factor indispensable: el acompañamiento. "Es muy importante tener las personas correctas que te guíen", dice Fernandes, destacando la relevancia de los mentores y equipos que sostienen la operación. El tiempo también juega un rol protagónico. Fernandes reconoce que la dedicación completa a un solo canal hubiera multiplicado sus resultados: "Si yo me hubiera dedicado sólo a Amazon, hoy mis empresas tendrían 10 veces más de lo que tienen ahora. Y lo bueno es que Amazon no tiene techo, porque te puedes ir a otros países. Necesitas tiempo, dedicación y un equipo". Sus palabras revelan una de las lecciones más poderosas para quienes están construyendo su camino en e-commerce: no hay atajos, sino constancia, estrategia y la capacidad de convertir cada tropiezo en un trampolín hacia nuevas oportunidades. Instagram: @anthonyfbiz
En un mercado cada vez más competitivo, muchas empresas creen que crecer significa vender más. Sin embargo, la verdadera diferencia está en la manera en que gestionan sus finanzas y optimizan sus recursos. Juanse Molina de Castro, consultor de negocios con más de 10 años de experiencia, trabaja con emprendedores que necesitan ordenar sus números y encontrar dónde está realmente la rentabilidad. Uno de los grandes obstáculos que encuentra en los negocios es la falta de control sobre sus propias finanzas. Muchos empresarios no tienen claridad sobre sus márgenes y terminan pidiendo préstamos para cubrir pagos sin entender si su operación es realmente rentable. Como él mismo describe, "el gran problema que tienen todos los negocios en común es que no saben cuánto ganan y que piensan que la manera de ganar más es vender más en vez de ordenarse internamente y ver dónde está la ganancia real". A esto se suma otro error frecuente: la dispersión. Las empresas intentan abarcar demasiados productos o canales por miedo a "perder oportunidades", cuando en realidad esa falta de foco impide profesionalizar lo que realmente funciona. En palabras de Molina de Castro, "no hacen foco. Quieren abarcar todo, pero sienten que están desaprovechando oportunidades cuando no venden determinado producto o por determinado canal". Cuando se trata de precios y promociones, la recomendación es mirar más allá de la competencia. Copiar valores del mercado sin entender los costos internos puede llevar a pérdidas difíciles de revertir. De allí la importancia de tener claro hasta dónde se puede ajustar sin comprometer el negocio. Como explica nuestro invitado, "muchos piensan que van a optimizar el margen mirando el precio de la competencia, pero quizás la competencia tiene una estructura distinta". Las promociones, por su parte, son efectivas solo si están pensadas estratégicamente. Ofrecer cuotas sin interés, descuentos por transferencia o beneficios por volumen puede aumentar la rotación, pero requieren medir su impacto financiero con precisión. "Si pagas por transferencia bancaria, esquivando la pasarela de pagos y la plata te llega en el momento y sin comisiones de intermediarios, ahí también puede llegar a haber otro descuento", ejemplifica. Para que el cliente no dependa únicamente de las rebajas, es clave generar percepción de valor. Crear urgencia, comunicar beneficios y mostrar el diferencial del producto son pasos esenciales para impulsar la decisión de compra. "Es importante generar la sensación de urgencia y necesidad para que el cliente tome la decisión de comprar", destaca Juanse. Esa diferenciación puede basarse en distintos factores según el negocio: rapidez, personalización, volumen o precio. Lo central es definir una estrategia clara y evitar competir en todos los frentes al mismo tiempo. La selección del portafolio también resulta determinante. Acumular stock de muchos rubros solo inmoviliza capital, mientras que enfocarse en los productos que realmente generan liquidez permite crecer de manera sostenida. "Siempre es recomendable hacer foco en unos pocos productos y especializarse en esos, porque si quieres abarcar varios rubros vas a stockearte pero probablemente no los vendas a todos rápidamente", advierte nuestro experto. A esto se suma el cambio en los hábitos de consumo. Estrategias de precios psicológicos como el clásico "$9.99" han perdido efectividad, y hoy resulta más potente apalancarse en marketing digital y contenido viral. "La psicología de hacer que el precio sea menor poniendo, por ejemplo, $9.99, no va más, porque el consumidor ya se dio cuenta que es una estrategia vieja", sostiene nuestro especialista. Finalmente, detrás de toda venta debe estar la previsión de lo que vendrá después. El costo de reposición del producto se convierte en una métrica clave para no comprometer la continuidad del negocio. "Siempre es indispensable ver el costo de reposición del producto, no el costo de la compra del mismo, porque quizás vendiste más, pero ves que con el dinero que ingresó al negocio no estás pudiendo recomprar", concluye Molina de Castro. Instagram: @juanse.negocios
Cuando se habla de importaciones desde China, muchos piensan que basta con encontrar un proveedor barato para tener éxito. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y requiere estrategia, preparación y visión de negocio. Sobre esto conversamos con Felipe Hernández, especialista en importaciones con más de 10 años de experiencia, quien además hereda un legado familiar de 45 años en este sector y ha asesorado a más de 5,000 personas en todo el continente americano. Para Felipe, viajar a China sin una estrategia es uno de los errores más comunes. Muchos empresarios se dejan llevar por la magnitud de las ferias y terminan perdiendo tiempo y dinero. "Debes tener un enfoque al momento de viajar a China. Si vienes sin un plan no va a ser beneficioso para ti. Hay miles de ferias aquí, como la Feria de Cantón, que es la feria multisectorial más grande del mundo", advierte. La Feria de Cantón, de hecho, concentra a más de 200 mil proveedores. Sin embargo, no es la única opción. Según Hernández, existen ferias sectorizadas que, dependiendo del nicho, pueden ser incluso más efectivas. "Si no vienes específicamente a la Feria de Cantón, no tiene nada de malo, porque hay otras ferias más sectorizadas y eso ya depende mucho de la necesidad del vendedor. Pero para eso hay que tener un plan antes de viajar a China", remarca. Asimismo, nuestro invitado alerta que incluso dentro de la Feria de Cantón existen factores que encarecen las operaciones: los altos costos de exhibición que enfrentan los proveedores terminan influyendo en los precios: "La Feria de Cantón también se volvió muy turística. Entonces sucede que se incrementan los precios por la alta demanda y por el fee interno que les cobran a los proveedores por estar exponiendo en la feria". Dentro de nuestro plan debemos incluir la logística y el tiempo. No se trata de llegar al aeropuerto y caminar directo a la feria. Hernández recomienda anticiparse y organizar bien la visita: "El 80 por ciento de las personas no termina haciendo negocios porque vienen a la feria pensando que bajan del avión y se encuentran con la feria, pero no es así. Hay que caminar bastante. Tienes que llegar con dos días de anticipación a la apertura de la feria para acomodarte". Entre los eventos clave, además de la famosa Cantón, Felipe destaca otra feria que ha cobrado gran importancia en los últimos años: "Hay otra en Shenzhen, que es Cross Border E-Commerce Fair". Asistir a estas ferias no solo significa conocer productos, sino también reducir costos al evitar intermediarios y generar relaciones directas con proveedores. Además, estos eventos no se limitan a la oferta china. Cada vez más países participan y ofrecen alternativas competitivas: "En las ferias está el pabellón internacional, donde venden proveedores de Turquía, India, Vietnam, Argentina, entre otros, y ahora han aumentado drásticamente la cantidad de países que presentan sus productos", asegura nuestro invitado. Sin embargo, no basta con comprar barato. El verdadero negocio está en crear valor con productos diferenciados. Hernández es claro en este punto: "Si compras huevos para vender huevos con el mercado chino no te va a dejar margen… Ahí es donde entra la ventaja que da personalizar, crear tu propia marca, tener tu Private Label para tener ganancias significativas". Y aunque el entusiasmo puede llevar a muchos a querer cerrar tratos en el momento, lo recomendable es pensar en la feria como un espacio de exploración y contacto inicial. "En la feria no cierras negocios porque no todos los proveedores son buenos, sino que coges contactos para luego ir a la fábrica a ver qué es lo que están realmente haciendo", sostiene nuestro experto. Por eso, antes de viajar hay que definir muy bien el producto y las ferias específicas que lo ofrecen. La falta de enfoque puede terminar en pérdida de tiempo y oportunidades. "Antes de venir a China tenemos que saber cuál es nuestro producto, cuáles son las ferias de ese producto… porque si no tienes claro qué vas a venir a hacer a la feria sucede que ves un producto, piensas que quizás te puede servir y paras a preguntar, lo que te tarda 20 o 30 minutos de tu tiempo, y luego ya es hora de comer, después ya los chinos se van y pierdes oportunidades", señala Hernández. En resumen, las ferias en China son una herramienta poderosa para encontrar proveedores y abrir nuevas oportunidades de negocio, pero solo si se asisten con un plan claro, una visión estratégica y la disposición de crear relaciones a largo plazo más allá de la primera reunión. Instagram: @soyfelipehernandez LinkedIn: @felipe-hernandez-imfelipeher Youtube: @iamfelipeher
Vender es mucho más que ofrecer un producto. Es comprender al cliente, conectar con él y construir confianza a lo largo de todo el proceso. De esto sabe bien Andrés Botero, entrenador y consultor de ventas, quien ha formado a más de 100.000 personas en habilidades comerciales y hoy comparte con nosotros las claves para encontrar a esos clientes que realmente quieren comprar. Para Andrés, todo comienza con el propio vendedor. La seguridad y la confianza son contagiosas, y si alguien no cree en lo que ofrece, difícilmente podrá transmitir valor. Como él mismo lo explica: "La principal habilidad de un vendedor es creer en sí mismo. Porque si no crees en lo que estás vendiendo va a ser muy difícil vendérselo a los clientes". Pero no se trata solo de tener convicción, sino de saber escuchar y hacer las preguntas correctas. Botero insiste en que los clientes no siempre expresan de manera directa lo que buscan, y es el trabajo del vendedor descubrir esas necesidades ocultas. "El mejor vendedor es quien pregunta lo correcto para entender qué es lo que necesita el cliente. (…) Entonces tienes que saber conectar con el cliente", afirma. Ahora bien, conectar no significa que no haya objeciones en el camino. Por eso, Andrés destaca la importancia de entrenarse en el manejo de estas situaciones. No verlas como barreras, sino como oportunidades de mostrar seguridad y creatividad. "La mayoría de las objeciones son creadas por el mismo vendedor. Debemos ser más creativos y tener una práctica constante para enfrentarlas", advierte. Esa práctica requiere disciplina y una mentalidad de entrenamiento continuo. Para Botero, vender es un oficio que se construye todos los días: "Otra habilidad importante que debe tener un vendedor es la disciplina y capacidad que tenga de entrenarse. Sino no va a pasar absolutamente nada". También juega un papel fundamental la inteligencia emocional. Entender qué mueve a los clientes, sus miedos, sus deseos y qué placer buscan obtener al comprar, es parte de la preparación que diferencia a un vendedor promedio de uno extraordinario. "Si yo no logro entender cuáles son los miedos y qué genera placer en mis clientes va a ser muy difícil", subraya nuestro invitado. Y todo este proceso no se reduce a empujar una venta, sino a guiar al cliente de manera natural hacia el cierre. Para Andrés, vender no es presionar, sino acompañar. "El cierre no es un momento específico de la venta, sino un resultado de todo lo que hiciste antes", concluye, recordando que cuando el proceso está bien trabajado, son los mismos clientes quienes terminan tomando la decisión de comprar. Sitio web: andresbotero.com.co Instagram: @andresboteroho Youtube: @AndresBoteroHo TikTok: @andresboteroho
Triunfar en e-commerce no depende únicamente de tener una buena tienda online o una estrategia de marketing bien pensada. Detrás de cada operación exitosa, hay algo mucho más importante: la seguridad y confiabilidad de la cadena de suministro. Sobre este tema habla con experiencia Dayron Guerra Rivas, proveedor mayorista especializado en productos Apple, quien ha visto de cerca los riesgos y oportunidades que enfrentan los emprendedores al momento de comprar tecnología para revender. Uno de los errores más frecuentes, según Dayron, ocurre cuando los compradores intentan adquirir productos a distancia sin verificar la seriedad del vendedor. En ese escenario, las redes sociales se convierten en terreno fértil para engaños. "Esta mercancía tiene un precio estándar, que puede variar un poquito más arriba o más abajo. Las personas que no tienen la posibilidad de venir a Estados Unidos y conocer el mercado americano, buscan a través de las redes sociales, que se prestan para cualquier tipo de cosa. Entonces un grave error es caer en una estafa… Las estafas son a diario", advierte. La clave para evitar estas pérdidas está en generar confianza y comunicación directa con el proveedor. Dayron insiste en que un distribuidor serio siempre da la cara y mantiene constancia en el tiempo, algo que los compradores perciben antes de dar el primer paso. "Lo bueno de trabajar con un proveedor es tener una comunicación bien rápida. Lo que se muestra por redes sociales es lo mismo que te tienen que mostrar por videollamada… A mis clientes que les toca comprar desde otro país reciben el listado de precios por mucho tiempo, hasta dos o tres años, hasta que finalmente deciden comprar por primera vez porque ven una constancia", explica. A nivel operativo, también es fundamental entender cómo funciona el mercado mayorista. Comprar en grandes volúmenes implica ciertos requisitos formales y mínimos de compra, aunque siempre existe la posibilidad de diversificar dentro de un mismo pedido. "Cuando hablas de un proveedor, tienes que saber que hablas de precios mayoristas. Hay un mínimo de compra y, a veces, se pueden combinar productos en base a la lista de precios que el cliente recibe", señala nuestro invitado. De esta forma, el consejo de Dayron es claro: no dejarse llevar por la ansiedad de comprar rápido ni por precios sospechosamente bajos. El verdadero secreto para triunfar en e-commerce está en construir relaciones sólidas con proveedores confiables, validar cada operación y entender que, en este negocio, la seguridad de la inversión vale mucho más que una ganga pasajera. Instagram: @guerrarivasdayron TikTok: @guerrarivasdayron
Evitar pérdidas en Amazon no es sólo cuestión de vender más, sino de vender de forma estratégica. Roberto Perna lo sabe bien: con más de seis años de experiencia en Amazon FBA, dos marcas registradas y más de un millón de dólares facturados en marketplaces, hoy dirige dos empresas de comercio electrónico y asesora a otros vendedores en producto, lanzamiento y PPC. Su trayectoria le ha enseñado que, en este negocio, el margen y la protección de la marca son tan importantes como la propia venta. Su primer acercamiento fue a través del modelo Wholesale, comprando a distribuidores mayoristas para revender en Amazon. La experiencia fue útil para entender el funcionamiento de la plataforma, aunque no siempre resultaba rentable: "El margen no era tanto". Peor aún, los bloqueos de marca podían convertir una inversión en una pérdida segura. "Amazon nos suspendía el listing y no había forma de recuperar ese dinero, porque si no vendíamos el producto al final teníamos que liquidarlo o intentar recuperarlo y llevarlo a nuestras bodegas", explica. Con el tiempo, entendió que la clave para minimizar riesgos estaba en entrar a nichos con barreras de entrada altas, donde la competencia fuera menor y el posicionamiento más sólido. Ese fue el caso del nicho de juguetes, que le permitió escalar su marca privada en toda Europa. Aun así, advierte que muchos novatos caen en la trampa de creer que están construyendo una marca privada cuando en realidad venden genéricos sin protección legal. "La principal causa de pérdida de dinero de los que recién comienzan es no entender el concepto de Marca Privada… Y el segundo error es subir el producto a Amazon sin ser el dueño en el registro de marcas, lo que hace que no puedas proteger tu listing, generar A+ Content ni tener otros beneficios como dueño de marca", señala. Parte de su metodología para reducir riesgos es comenzar con pruebas pequeñas y bajo control. Lanzar cientos de unidades de un producto no validado es, para él, una receta segura para perder dinero. "Yo puedo hacer una prueba de un producto con el listing de mi propia marca y la diferencia va a ser el costo del registro de la marca… Si hacemos un test de 20 unidades está bien, pero no de 200 unidades, porque tienes que reducir el riesgo", comenta. Validar no sólo implica probar, sino también observar lo que funciona en el mercado y cómo diferenciarse de forma efectiva. "La validación más grande es tener un historial de marcas o personas que ya están teniendo resultados en ese mercado, y luego tengo que evaluar mi diferenciación", agrega. Esa diferenciación, sin embargo, no puede quedarse en cambios superficiales. La competencia en Amazon es tan profesional que un color distinto o una variante extra pueden ser copiados en semanas. Por eso, Roberto apuesta por trasladar ideas ganadoras de otros nichos y cuidar la identidad visual como un activo estratégico. "La gente compra por los ojos. Si logro ser diferente visualmente a los demás eso me puede bastar para conseguir una cuota de mercado interesante en mi nicho, pero debemos proteger nuestra identidad visual para que ningún otro lo copie", concluye. Instagram: @roberperna
Alejandro Seijas entiende el mundo del e-commerce desde adentro. Emprendedor desde muy chico, fundó dos empresas con facturaciones que superan los 360.000 dólares anuales y creó La Fábrica, un espacio para emprendedores que buscan escalar sus negocios. Su experiencia lo llevó a deducir que en un entorno cada vez más competitivo, subir los precios no es solo una opción posible, sino una estrategia necesaria. "Subir el precio de un producto no solamente te permite generar más rentabilidad, sino que también te permite escalar tu negocio a largo plazo", afirma Alejandro. Con más personas vendiendo en internet, los costos por adquirir un cliente aumentaron, y ajustar el precio es una forma de responder a ese contexto sin comprometer la rentabilidad. Para tomar mejores decisiones al respecto, Alejandro aplica tres principios que guían su estrategia. El primero es apostar por productos que sean consumibles y repetibles, con potencial de compra en cantidad. Luego, se enfoca en aumentar el gasto promedio de cada cliente y reducir al máximo el costo por adquisición. "Mis productos están enfocados en que sean artículos que se puedan vender en cantidad y que sean consumibles", explica. También trabaja sobre el pricing de manera progresiva. En lugar de ofrecer un valor demasiado alto de entrada, infla levemente el precio promedio del mercado y le suma un porcentaje que le permite conservar competitividad. "Lo que me funciona es que al precio medio le sumo el 10 por ciento… Obviamente inflo un poco el precio medio", comparte. Aumentar el ticket promedio es otra de sus prioridades. Para eso, se apoya en estrategias como el cross-selling, que consiste en ofrecer productos relacionados con el que el cliente ya está por comprar. "Lo que hace es incrementar el ticket de compra del cliente", asegura. Eso sí, para subir el precio sin perder ventas hay que trabajar en el valor percibido del producto. Alejandro advierte que si se trata de un artículo genérico, competir por precio con grandes plataformas puede ser un error. "Cuando uno comienza a vender no puede vender un producto caro… Ahí entra la estrategia del branding para poder aumentar el precio", asevera. Para él, una vez que se valida el producto, se puede construir alrededor una marca sólida que le otorgue un diferencial: "Cuando uno hace branding de un producto que ya testeó, ya crea un mini monopolio… y atrae a una audiencia que le gusta pagar un poco más". Alejandro también destaca que brindar información clara sobre lo que el producto incluye es una herramienta clave para eliminar objeciones. "Nunca está de más decir qué contiene el producto… es un plus porque quita muchas objeciones de los clientes", señala. Y en el fondo, todo vuelve a la confianza. Para él, si un cliente elige un producto más caro es porque cree que ese producto va a cumplir lo que promete. "Prefiero comprar productos que son más caros para mí, pero que son confiables en temas de resultados", confiesa. Subir el precio no es simplemente una decisión comercial, es una respuesta estratégica a las condiciones del mercado. Por eso, quedarse quieto no es una opción: "Cuando uno no sube el precio, el mercado te va a terminar aplastando… más ahora que hay más vendedores", resalta nuestro invitado. Para sostener y escalar un negocio a largo plazo, hay que estar dispuestos a tomar decisiones audaces que protejan la rentabilidad y fortalezcan la propuesta de valor. Instagram: @alejandroseijasm
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