Durante la temporada navideña, la afluencia de personas en la zona comercial conocida como “El Crucero”, en Cancún, incrementará al doble debido al aumento en la actividad comercial y al flujo constante de transporte público. Este importante corredor urbano comprende desde el parque de la Rehoyada hasta la avenida Torcacita y concentra más de dos mil comercios de diversos giros.

Entre los establecimientos se encuentran tiendas de ropa, zapaterías, ferreterías, estéticas, pequeños restaurantes, puestos de comida fijos y vendedores ambulantes, además de dos supermercados y al menos 20 tiendas departamentales que impulsan la economía local.

Por su ubicación estratégica y la gran cantidad de rutas de transporte que confluyen ahí, El Crucero es uno de los puntos con mayor movimiento de Cancún.

Ana Beatriz Pérez Ayala, presidenta de vigilancia de la explanada de “El Crucero”, explicó que, aunque es difícil precisar una cifra exacta, miles de personas transitan diariamente por este lugar. El flujo se compone principalmente de usuarios del transporte público, trabajadores de la zona hotelera y personal de obras de construcción que utilizan este punto como enlace.

Pese a la mala fama que durante años ha acompañado a El Crucero, Pérez Ayala destacó que en los últimos dos años los actos delictivos han disminuido alrededor de un 20 por ciento, según datos de la policía preventiva, lo que ha reforzado la percepción de seguridad en la zona comercial.

Historia de “El Crucero” de Cancún

“El Crucero” es uno de los puntos más emblemáticos y antiguos de Cancún. Su nombre proviene del cruce principal formado originalmente por las avenidas Tulum y López Portillo, un nodo vial que durante los años 70 y 80 fue el corazón del asentamiento urbano previo al crecimiento acelerado de la ciudad.

Con la llegada de los primeros habitantes y trabajadores que participaban en la construcción de la zona hotelera, El Crucero se convirtió en un punto de encuentro obligado: ahí se instalaban los primeros comercios, pequeños puestos, paraderos de transporte y centros de abasto. Durante décadas fue la “puerta” de Cancún para quienes llegaban por carretera o buscaban transporte hacia sus trabajos.

A lo largo del tiempo, su papel como centro de actividad comercial lo mantuvo como zona clave para los cancunenses, aunque también enfrentó periodos marcados por problemas de seguridad, comercio informal y saturación vial. No obstante, los esfuerzos de reorganización, vigilancia y reactivación económica han permitido mejorar su imagen y recuperar parte de su dinamismo.

Hoy, El Crucero continúa siendo un punto esencial en la vida urbana de Cancún: un espacio donde convergen miles de personas, una amplia oferta comercial y una historia que refleja la evolución de la ciudad desde sus orígenes hasta su crecimiento actual.